Wael Dahdouh: ¡°Los periodistas gazat¨ªes solo logran contar una peque?a parte de la barbarie¡±
El jefe de la oficina de la televisi¨®n Al Jazeera en la Franja, que perdi¨® parte de su familia en los bombardeos, denuncia en una entrevista con EL PA?S que Israel est¨¢ ¡°matando deliberadamente¡± a los informadores palestinos para que no sigan documentando la guerra
El rostro del periodista palestino Wael Dahdouh, jefe de la cadena de televisi¨®n catar¨ª Al Jazeera en Gaza, dio la vuelta al mundo cuando perdi¨® a su esposa, dos hijos, un nieto y otros familiares en un bombardeo israel¨ª en octubre. El veterano reportero de 53 a?os decidi¨® aparcar el dolor de la p¨¦rdida y ¡°seguir cumpliendo con la obligaci¨®n de informar¡±. Dos meses despu¨¦s, ¨¦l mismo result¨® herido en un ataque israel¨ª en el que muri¨® su camar¨®grafo, Samer Abu Daqqa, y, en enero, su hijo mayor, Hamza, pereci¨® cuando su coche fue blanco de un bombardeo.
Sin pretenderlo, el periodista se ha convertido en un s¨ªmbolo del sufrimiento de los 2,2 millones de habitantes de Gaza y de la perseverancia de sus reporteros, que son los ojos del mundo en este conflicto en el que no se permite la entrada de prensa extranjera. ¡°Creo en la misi¨®n humanitaria del periodismo. Nuestro cometido es seguir informando¡±, declar¨® a este diario en C¨®rdoba, donde recibi¨® el premio de periodismo Julio Anguita Parrado y dio una conferencia en Casa ?rabe.
Seg¨²n Reporteros Sin Fronteras (RSF), m¨¢s de 100 periodistas han muerto violentamente en Gaza desde octubre. El Comit¨¦ para la Protecci¨®n de Periodistas afirma que este conflicto, en el que han muerto al menos 33.000 palestinos, es el m¨¢s sangriento para los informadores desde que la organizaci¨®n comenz¨® a hacer sus recuentos, en 1992.
Despu¨¦s de m¨¢s de 100 d¨ªas cubriendo la ofensiva militar israel¨ª, Dahdouh sali¨® de Gaza a finales de enero para ser operado en Qatar. Cansado y visiblemente conmocionado al revivir la muerte de su familia, el reportero no osa imaginar su futuro ni el de Gaza. ¡°Nadie en la Franja sabe qu¨¦ va a pasar, si esta guerra terminar¨¢ en una semana o se extender¨¢ a¨²n durante meses¡±.
Pregunta. Usted ha dedicado este premio, que lleva el nombre de un periodista espa?ol que perdi¨® la vida en la guerra de Irak en 2003, a sus colegas que siguen informando en Gaza e insiste en que los reporteros de la Franja son objetivo de Israel y no da?os colaterales.
Respuesta. Israel est¨¢ asesinando deliberadamente a periodistas en Gaza. En otras guerras no se cebaron con los informadores as¨ª. Yo no encuentro ninguna explicaci¨®n para el bombardeo de la casa en la que se refugiaba mi familia, en Nuseirat (centro de Gaza), para el ataque que mat¨® a mi hijo Hamza o para el que yo sufr¨ª y en el que casi muero. La mayor¨ªa de estos bombardeos se hacen con drones, que son muy precisos y saben qui¨¦n est¨¢ en ese lugar en ese momento. Nosotros nos movemos en coches marcados con la menci¨®n ¡°Prensa¡± o ¡°TV¡±. Llevamos cascos y chalecos de periodistas. Israel no quiere que sigamos documentando lo que est¨¢ pasando, pero los periodistas palestinos han decidido seguir contando, conviviendo con el miedo y sabiendo que a lo mejor nos convertimos en noticia.
P. El 7 de octubre de 2023, el movimiento islamista Ham¨¢s cometi¨® unos sangrientos ataques en Israel. Horas despu¨¦s comenzaron los bombardeos sobre Gaza. ?Usted pens¨® que ser¨ªa una ofensiva similar a las que ha cubierto en los ¨²ltimos 15 a?os?
R. El 7 de octubre me despert¨¦ para ir a la oficina y vi desde mi ventana los cohetes que surcaban el cielo en direcci¨®n a Israel. Dije a mi difunta esposa: ¡®Prepar¨¦monos porque viene una guerra larga¡¯. Desde los primeros d¨ªas yo dije que iba a durar hasta cuatro meses y me llamaron exagerado. Ahora veo que fui optimista. Todas las calamidades que hemos sufrido en anteriores ofensivas israel¨ªes no representan ni un cuarto de lo que estamos padeciendo en esta. Desde el principio, la destrucci¨®n fue ciega: Israel cerr¨® todos los pasos fronterizos, priv¨® a Gaza de alimentos, de agua, de electricidad, de medicamentos y bombarde¨® las casas sin advertencia previa.
Israel no quiere que sigamos documentando lo que est¨¢ pasando, pero los periodistas palestinos han decidido seguir contando.
P. ?Hay alg¨²n momento de su cobertura de estos meses que le ha marcado especialmente?
R. Estoy inundado de im¨¢genes dolorosas. Pero tengo especialmente grabados a los ni?os muertos, algunos de ellos beb¨¦s, siendo extra¨ªdos de los escombros, pereciendo ante nuestros ojos. Y por supuesto, y aunque yo no estaba all¨¢ cuando fallecieron, no olvido los cad¨¢veres de mi esposa, de mis hijos, de mi nieto... ?Qu¨¦ te puedo decir? Cada imagen que me tocaba grabar era peor que la anterior.
P. Una parte de su familia sigue en Gaza.
R. Tuve ocho hijos y los cinco que siguen con vida salieron de Gaza, pero all¨¢ siguen mis hermanos, hermanas, sobrinos y primos. Cada d¨ªa recibo alguna mala noticia: familiares que fueron heridos y luchan por recuperarse, allegados que no tienen que comer...
P. Usted ha reiterado que cuando su esposa y sus hijos murieron en el bombardeo no dud¨® en continuar con su trabajo.
R. Creo en la misi¨®n humanitaria del periodismo. Nuestro cometido es seguir informando. Pero, en este momento y por mucho que hagan el esfuerzo, los periodistas gazat¨ªes solo logran contar una peque?a parte de la barbarie. Desde el inicio de la guerra, yo siempre pens¨¦ que deb¨ªa trabajar pese a lo que ocurriera, pero frente a los cad¨¢veres de mis hijos y de mi esposa, que era el pilar de la familia, s¨ª dud¨¦ sobre si deb¨ªa seguir. Decid¨ª continuar. Mi mujer y mis hijos siempre se sacrificaron por m¨ª. No tuvieron mi cari?o y mi protecci¨®n en las guerras para que yo pudiera seguir trabajando y asumiendo mi responsabilidad de contar. ?Hab¨ªan muerto e iba a abandonar? No. Por eso volv¨ª a trabajar. Fue un reto. Porque no quer¨ªa aparecer ante la c¨¢mara de luto ni tampoco hablar de m¨ª. Quer¨ªa contar la guerra de manera profesional, como si no me hubiera ocurrido nada. Creo que lo logr¨¦, pero eso molest¨® a Israel.
P. Ahora que ha debido salir de Gaza, ?cree que su voz ha perdido fuerza o legitimidad porque ya no est¨¢ dentro la Franja?
R. S¨ª, efectivamente. Mi sentimiento es de dolor y de frustraci¨®n porque ya no puedo cumplir con mi deber. No puedo estar all¨¢ donde pasan las cosas y adem¨¢s no puedo ayudar a mis compatriotas que est¨¢n sufriendo y a los periodistas que se quedaron. Empezando por mi equipo. A veces siento que ya no puedo hacer gran cosa, pero sigo esforz¨¢ndome por aportar mi granito de arena viniendo, por ejemplo, hoy aqu¨ª, a C¨®rdoba.
P. Usted ha elogiado la actitud del Gobierno espa?ol hacia los palestinos, pero ?las palabras bastan despu¨¦s de seis meses de bombardeos?
R. Est¨¢ claro que las personas que viven el d¨ªa a d¨ªa de la guerra necesitan m¨¢s apoyo, m¨¢s alivio... Necesitan m¨¢s. La actitud del Gobierno de Espa?a es muy bien recibida por los palestinos en medio de esta guerra atroz. La valoramos mucho, as¨ª como su labor ante otros gobiernos europeos para que se pase de las palabras a la acci¨®n, para que se haga presi¨®n y se logre un alto el fuego ya y los palestinos recuperen sus derechos. Sabemos que es una tarea ardua.
Tengo especialmente grabados a los ni?os muertos, algunos de ellos beb¨¦s, siendo extra¨ªdos de los escombros, pereciendo ante nuestros ojos.
P. Es dif¨ªcil proyectarse y hablar del futuro que le espera a Gaza.
R. No se puede predecir. Nadie en la Franja sabe qu¨¦ va a pasar, si esta guerra terminar¨¢ en una semana o se extender¨¢ a¨²n durante meses. Por momentos se habla de un acuerdo, de una tregua, pero no ocurre nada y los bombardeos aumentan. La poblaci¨®n de Gaza est¨¢ al l¨ªmite, pero teme que esto perdure en el tiempo, que la guerra sea a¨²n m¨¢s larga.
P. ?Y usted, c¨®mo se siente f¨ªsicamente y c¨®mo imagina su futuro?
R. Estoy muy cansado. Me he sometido a una operaci¨®n larga y complicada para intentar salvar al m¨¢ximo la movilidad de mi mano derecha. Tal vez recupere un 60%, pero tengo por delante un a?o de convalecencia. Quiero curarme y seguir siendo periodista. Eso es lo m¨¢s importante para m¨ª. Quiero seguir haciendo mi trabajo.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.