La peor Nicaragua contra la mejor Alemania
El tercer caso que llega a la justicia internacional por la guerra de Gaza enfrenta a un r¨¦gimen denunciado por la ONU contra un pa¨ªs s¨®lido en su legitimidad democr¨¢tica
Si la causa es buena, no pod¨ªa ser peor su abanderado. La dictadura nicarag¨¹ense, reci¨¦n denunciada por Naciones Unidas por violaciones de derechos humanos equivalentes a cr¨ªmenes contra la humanidad, ha se?alado a Alemania por el suministro de armas a Israel y en especial por convertir su existencia y su seguridad en ¡°raz¨®n de Estado¡±, seg¨²n definici¨®n de la canciller Angela Merkel en 2008 en un discurso hist¨®rico ante la Knesset (Parlamento israel¨ª).
Nicaragua y Alemania son firmantes de la Convenci¨®n para la Prevenci¨®n y la Sanci¨®n del Delito de Genocidio de 1948, comprometidos como tales a evitarlo, castigarlo y someterse al arbitraje del Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de Naciones Unidas. Sobre la misma base que ha permitido a Sud¨¢frica litigar contra Israel e incluso obtener medidas cautelares, Nicaragua ha incoado un procedimiento para que Alemania suspenda el suministro de armas, evite que las ya suministradas sean utilizadas en Gaza y reanude su participaci¨®n en la financiaci¨®n de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), interrumpida tras la denuncia de la infiltraci¨®n de Ham¨¢s entre sus trabajadores.
Nicaragua la ha emprendido contra Alemania porque no pod¨ªa hacerlo contra Estados Unidos, el enemigo hist¨®rico con el que litig¨® ante este mismo tribunal hace 40 a?os por la ayuda a la guerrilla que combat¨ªa contra el r¨¦gimen sandinista. Washington es el principal suministrador de armas a Israel y tambi¨¦n firmante de la Convenci¨®n, aunque tard¨® 40 a?os en ratificarla tras la introducci¨®n de numerosas reservas, hasta el punto de que no puede ser objeto de litigio sin autorizaci¨®n de la Casa Blanca. La actual administradora de la Agencia para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID) y ex embajadora en la ONU, Samantha Power, describi¨® el estatus de su pa¨ªs ¡°como el equivalente a un acusado de asesinato al que debe requerirse su autorizaci¨®n para llevarle ante los tribunales¡±.
Este es el tercer caso que llega al TIJ en plena guerra de Gaza. El primero, incoado por Sud¨¢frica, ha dado pie a dos admoniciones para que Israel garantice los suministros y la seguridad de la poblaci¨®n, mientras que el segundo, meramente consultivo sobre las consecuencias de la ocupaci¨®n, ha escenificado el consenso internacional en favor del Estado palestino. El TIJ tardar¨¢ en entrar en el fondo de la denuncia por genocidio, pero la petici¨®n de medidas cautelares se suma a otras resoluciones de distintos organismos de Naciones Unidas en la presi¨®n sobre Netanyahu para que declare una tregua definitiva.
Esta es la mejor Alemania de la historia, basada en la responsabilidad derivada de su pasado tr¨¢gico y en la defensa del multilateralismo y la legalidad internacional. Son s¨®lidos sus argumentos frente a Nicaragua e incomparable su legitimidad democr¨¢tica. A diferencia de Estados Unidos, acepta sin reservas la jurisdicci¨®n del tribunal y el car¨¢cter vinculante de sus resoluciones. Y solo le falta el reconocimiento del Estado palestino para blindar su ¡°raz¨®n de Estado¡± y romper la creciente polarizaci¨®n entre el llamado sur global y el Occidente liberal.
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