La OTAN sondea abrir misiones de entrenamiento y asesoramiento en el Sahel y Oriente Pr¨®ximo
La Alianza Atl¨¢ntica ultima su estrategia para contrarrestar a Rusia y la influencia china en el flanco sur
La OTAN ultima su estrategia para el Sahel, el norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo. Dentro de esa nueva hoja de ruta, la organizaci¨®n militar sondea abrir misiones de formaci¨®n y asesoramiento en algunos de sus socios en esas regiones, un paso in¨¦dito. En un escenario de gran inestabilidad en todo el vecindario sur y con la presencia desestabilizadora de Rusia y el empuje de China en el norte de ?frica y el Sahel, la Alianza Atl¨¢ntica, que se percibe en la mayor¨ªa de esos pa¨ªses como una organizaci¨®n que se mueve por dobles raseros y que solo persigue los intereses de los Estados del norte, estudia elevar el di¨¢logo pol¨ªtico y diplom¨¢tico, impulsar una nueva narrativa para contrarrestar esos mensajes y otras f¨®rmulas de colaboraci¨®n, como las misiones de asesoramiento inspiradas en la que funciona en Irak, seg¨²n fuentes aliadas al corriente de la discusi¨®n, y que se desplegar¨ªan a petici¨®n de los socios. De momento, Jordania y Mauritania son ¡°receptivos¡± a la idea, dicen fuentes diplom¨¢ticas.
Tras d¨¦cadas con el foco puesto casi por completo en Rusia, que se considera la amenaza ¡°m¨¢s directa y significativa¡± para sus aliados, algo que qued¨® muy claro cuando el Kremlin lanz¨® la guerra contra Ucrania hace dos a?os, la OTAN mira ahora tambi¨¦n al flanco sur, un concepto geogr¨¢fico, estrat¨¦gico y militar amplio algo indefinido, que abarca el norte de ?frica, el Sahel y Oriente Pr¨®ximo. Y lo hace en un momento muy convulso, con una guerra, la de Israel en Gaza, que amenaza con extenderse a la regi¨®n, y con la mayor parte del Sahel sacudida por grupos yihadistas, bajo control de juntas miliares ¡ªque adem¨¢s tienen v¨ªnculos con Rusia y sus mercenarios¡ª y de donde la Uni¨®n Europea y Estados Unidos ultiman la salida de sus ¨²ltimas misiones militares (Mal¨ª, ya muy mermada en el caso de la UE, y N¨ªger y Chad, en el de los estadounidenses) mientras Mosc¨² va avanzando posiciones.
Las misiones occidentales de asistencia militar en el Sahel, donde han brindado asistencia militar en el combate a grupos yihadistas e insurgentes, han tenido unos resultados muy cuestionables y el Kremlin ha ido ocupando ese espacio desde Siria al Sahel, aprovechando las tensiones, los errores y un ¡°creciente sentimiento antieuropeo¡±, se?ala en un an¨¢lisis sobre la regi¨®n para el Instituto Carnegie el experto Paul Stronski. La competencia es creciente. Tambi¨¦n de China, que quiere extender su influencia para promover su agenda y que est¨¢ aumentado su presencia en toda la regi¨®n; tambi¨¦n en el mar y el control de puertos.
La OTAN cree que su seguridad est¨¢ muy vinculada a la de Oriente Pr¨®ximo, el norte de ?frica y el Sahel, donde imperan enormes desaf¨ªos econ¨®micos, pol¨ªticos y demogr¨¢ficos; avivados, adem¨¢s, por la crisis clim¨¢tica y la inseguridad alimentaria, indican fuentes de la Alianza involucradas en el debate sobre la nueva estrategia. La inestabilidad causa desplazamientos de poblaciones vulnerables y presiones migratorias que atraviesan la zona.
Para afrontar esos desaf¨ªos, la OTAN busca ¡°nuevos enfoques¡±, se?ala una fuente aliada. Cree que contribuir a la estabilidad de los socios en la regi¨®n tambi¨¦n contribuir¨¢ a su seguridad. Para apuntalar esa nueva estrategia, la Alianza ha encargado un informe a un grupo de 11 expertos independientes relevantes, que han recomendado a la organizaci¨®n militar, entre otras cosas, la creaci¨®n de esas misiones de entrenamiento, educaci¨®n, buenas pr¨¢cticas y programas de reforma del sector de la defensa, inspiradas en la misi¨®n de Irak ¡ªestablecida en 2018 y liderada ahora por un general espa?ol¡ª, seg¨²n el documento, que ha podido conocer EL PA?S. Esa misi¨®n trabaja con militares y civiles en sus programas de formaci¨®n y asesora a las instituciones de Irak en pol¨ªticas, estrategia, generaci¨®n y desarrollo de la fuerza, la gesti¨®n de los recursos, la paz y la seguridad.
La Alianza estudia el informe de un grupo de sabios
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y los responsables de los 32 aliados ¡ªcon la ¨²ltima incorporaci¨®n, Suecia¡ª estudian ahora el informe del grupo de sabios de variado perfil, como la profesora de Estudios Pol¨ªticos Ana Santos Pinto, de Portugal, que lo preside; la investigadora en Estudios Militares danesa Katja Lindskov Jacobsen; el general italiano Alessio Nardi; el embajador turco Refik Ali Onaner, o el antiguo eurodiputado espa?ol y embajador en misi¨®n especial Carlos Carnero. El documento, todav¨ªa confidencial, plantea adem¨¢s nombrar un enviado especial de la OTAN para el vecindario sur, establecer una representaci¨®n pol¨ªtica en la Uni¨®n Africana para complementar la oficina de enlace militar que ya hay, y fomentar la cooperaci¨®n en seguridad mar¨ªtima ¡ªcontra la pirater¨ªa, por ejemplo¡ª con los socios en esas regiones. Adem¨¢s, recomienda explorar la creaci¨®n de un centro para tratar la manipulaci¨®n y la interferencia y otro centro del clima y seguridad en el norte de ?frica, donde podr¨ªa haber intercambios de expertos.
Y en medio del debate sobre c¨®mo avanzar en el di¨¢logo diplom¨¢tico en Oriente Pr¨®ximo, los expertos recomiendan a la OTAN tambi¨¦n que apoye su compromiso sobre los dos Estados ¡ªIsrael y Palestina¡ª y apoye los esfuerzos de paz para implementar esa soluci¨®n, y que a largo plazo invite a la Autoridad Palestina a participar como observador en las actividades del Di¨¢logo Mediterr¨¢neo, el foro de cooperaci¨®n entre la Alianza y siete pa¨ªses del Mediterr¨¢neo.
La Alianza Atl¨¢ntica lleva largo tiempo aplazando el debate sobre su estrategia en el flanco sur, en medio del desinter¨¦s de algunos de sus socios que miran solo hacia Rusia y, como mucho, hacia China. Otros llevan a?os tratando de que se preste atenci¨®n a la zona, como Italia, Portugal o Espa?a, que forma parte de la Alianza Atl¨¢ntica desde 1982, y para la que es estrat¨¦gica la zona del norte de ?frica y el Sahel, donde tiene buena relaci¨®n en asuntos de seguridad con Mauritania ¡ªcon quien ahora la UE ha firmado un acuerdo econ¨®mico a cambio de que frene la inmigraci¨®n hacia Europa¡ª. En la cumbre de Madrid, en 2022, no se logr¨®: la amenaza rusa y su guerra a gran escala contra Ucrania lo opac¨® todo. Tampoco en la del a?o pasado, en Vilnius (Lituania). Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Albares, han presionado mucho en las ¨²ltimas reuniones para sacar adelante una nueva estrategia que los l¨ªderes de los 32 aliados prev¨¦n aprobar en la crucial cumbre de Washington, en julio.
La expansi¨®n de los tent¨¢culos del Kremlin en el vecindario sur y la influencia rusa ha dado un impulso a la idea de sacar adelante la estrategia. Tambi¨¦n, las turbulencias en Oriente Pr¨®ximo, aunque fuentes aliadas reconocen que eso tambi¨¦n puede echar atr¨¢s a algunos aliados y ralentizar el proceso. El escenario es claro, la OTAN nunca ha sido una organizaci¨®n apreciada en el flanco sur, pero adem¨¢s, ahora, el Kremlin ha extendido su influencia en ?frica, donde ha aumentado sus acuerdos de venta de armas e inversiones en materias primas esenciales, hidrocarburos y minerales preciosos y donde ha colocado a sus mercenarios ¡ªahora con las distintas marcas sucesoras de la compa?¨ªa Wagner, como Africa Corps, que depende directamente del Kremlin¡ª para proteger a los l¨ªderes afines y los intereses rusos en la regi¨®n. Los paramilitares rusos est¨¢n en varios pa¨ªses africanos, pero son particularmente activos en Rep¨²blica Centroafricana, Mal¨ª, Sudan y Libia. Tambi¨¦n, ¨²ltimamente, en Burkina Faso y N¨ªger. Ahora, Rusia mueve sus hilos para colocarse tambi¨¦n en Chad.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.