M¨¢s de 400 a?os de c¨¢rcel para 24 dirigentes kurdos por protestar contra la inacci¨®n de Turqu¨ªa ante el ISIS
El exl¨ªder izquierdista Selahattin Demirtas es condenado a 42 a?os por instigar hace una d¨¦cada manifestaciones por el asedio de los terroristas a la ciudad de Kobane que terminaron en disturbios con 37 muertos
Tras m¨¢s de tres a?os de proceso judicial, 24 dirigentes del principal partido kurdo de Turqu¨ªa, HDP, fueron condenados el jueves a un total de m¨¢s de 400 a?os de c¨¢rcel, acusados de instigar las protestas de hace 10 a?os contra la inacci¨®n de su Gobierno en el asedio de Kobane, ciudad kurdo-siria junto a la frontera turca, atacadas entonces por las fuerzas yihadista de Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s). Las manifestaciones derivaron en disturbios que causaron al menos 37 muertos. La oposici¨®n y organizaciones de derechos humanos han denunciado lo que consideran un juicio ¡°pol¨ªtico¡± basado en acusaciones falsas.
Al antiguo l¨ªder de la izquierda kurda Selahattin Demirtas ¨Dla figura m¨¢s popular del movimiento kurdo, seg¨²n las encuestas¨D se le han impuesto 42 a?os de c¨¢rcel tras el procesamiento por ¡°incitar a la comisi¨®n de cr¨ªmenes¡±, hacer ¡°propaganda terrorista¡± del grupo armado kurdo PKK y ¡°atentar contra la unidad del Estado¡±. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ya hab¨ªa pedido su liberaci¨®n por considerar que se han violado sus derechos durante el juicio (lleva detenido desde 2016). Junto a ¨¦l, han sido sentenciados a penas de prisi¨®n la col¨ªder del partido HDP, Figen Y¨¹ksekdag (32 a?os de c¨¢rcel) y el alcalde de Mardin, Ahmet T¨¹rk (10 a?os). El resto de los condenados han recibido penas de entre 9 y 22 a?os de c¨¢rcel, si bien media docena de ellos ser¨¢n puestos en libertad debido al tiempo transcurrido entre rejas en prisi¨®n preventiva. Otros nueve acusados, entre ellos el actual vicepresidente del Parlamento turco, Sirri S¨¹reya ?nder, han sido absueltos. En total, hab¨ªa m¨¢s de un centenar de imputados, pero muchos de ellos escaparon de Turqu¨ªa para evitar el juicio.
¡°Este macroproceso es la ¨²ltima jugada de una campa?a de persecuci¨®n que ha sustra¨ªdo a los votantes turcos de sus representantes electos, minado el proceso democr¨¢tico y criminalizado el discurso pol¨ªtico¡±, denunci¨® Hugh Williamson, de Human Rights Watch: ¡°Se han utilizado procedimientos criminales espurios para apartar a cargos electos kurdos y acabar con su vida pol¨ªtica, pero esto no servir¨¢ para terminar con el largo conflicto entre el Estado turco y el PKK¡±.
Los dirigentes del DEM (las siglas utilizadas ahora por el partido kurdo ante el proceso de ilegalizaci¨®n en curso contra el HDP) cargaron contra la sentencia y han asegurado que no le reconocen legitimidad. ¡°Es una masacre del sistema judicial¡±, denunci¨® la copresidenta del DEM, T¨¹lay Hatimogullari, quien acus¨® al Gobierno del islamista Recep Tayyip Erdogan de situarse del lado del ISIS. ¡°Es un juicio pol¨ªtico¡±, denunci¨®, por su parte, el jefe de la oposici¨®n, ?zg¨¹r ?zel, l¨ªder del partido centroizquierdista CHP.
En oto?o de 2014, en plena expansi¨®n del grupo Estado Isl¨¢mico, los yihadistas sitiaron la ciudad kurdo-siria de Kobane, provocando la huida de 200.000 personas que fueron acogidas en Turqu¨ªa. La negativa del Gobierno turco a intervenir para salvar la ciudad llev¨® a que el HDP convocase manifestaciones que en muchos casos terminaron en graves disturbios y en enfrentamientos con la polic¨ªa y seguidores de partidos islamistas y ultranacionalistas: fallecieron al menos 37 personas, de cuya muerte han sido acusados los dirigentes pol¨ªticos kurdos. Las protestas terminaron al cabo de una semana tras un llamamiento a la calma del fundador del PKK, Abdullah ?calan, aunque fueron un duro golpe al proceso de paz que entonces negociaban Ankara y el grupo armado kurdo (y que se romper¨ªa del todo a mediados del a?o siguiente).
Finalmente, el Ejecutivo turco autoriz¨® el uso de su territorio para que los peshmerga del Kurdist¨¢n iraqu¨ª introdujesen artiller¨ªa y refuerzos en Kobane, cuya defensa por parte de las milicias kurdo-sirias YPG (vinculadas al PKK) fue comparada al cerco de Stalingrado: si, en aquella batalla de la II Guerra Mundial, la resistencia sovi¨¦tica detuvo el avance de las tropas nazis, la de Siria supuso un punto de inflexi¨®n en la lucha contra el Estado Isl¨¢mico.
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