Michel Houellebecq, escritor: ¡°Pueden pasar cosas desagradables en Francia¡±
El autor de ¡®Plataforma¡¯ y ¡®Aniquilaci¨®n¡¯, cronista del malestar franc¨¦s, ve en el ¨¦xito de Le Pen una revuelta del pueblo contra las ¨¦lites
¡°Es un pa¨ªs raro, Francia¡±, dice al tel¨¦fono Michel Houellebecq, entre pesimista y resignado ante lo que pueda ocurrir despu¨¦s de las elecciones legislativas de este domingo. ¡°Hablo como franc¨¦s, pero a veces hay cat¨¢strofes y despu¨¦s se remonta, y no hay problema¡±.
A Houellebecq (La Reuni¨®n, 68 a?os), posiblemente el m¨¢s le¨ªdo e influyente de los novelistas franceses del siglo XXI, se le han atribuido dotes prof¨¦ticas o, al menos, una capacidad para captar las corrientes profundas de las sociedades occidentales y en particular de la francesa. Ese malestar que aflora ahora con el ¨¦xito electoral del Reagrupamiento Nacional (RN), el partido de extrema derecha que lidera Marine Le Pen. ?l ha descrito en sus novelas el malestar, la sensaci¨®n de declive. Y este jueves, en una conversaci¨®n con EL PA?S, habl¨® de la campa?a, de lo que puede ocurrir luego, de Marine Le Pen y su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, y de la Francia fracturada entre lo que ¨¦l llama ¡°las ¨¦lites¡± y ¡°el pueblo¡±.
¡°Pueden pasar cosas desagradables¡±, dice, para acto seguido explicarle al periodista que tiene problemas de salud, y contemplar un escenario preocupante: ¡°Puede que haya un momento desagradable, que haya muertos¡±.
Conversar con el autor de Plataforma y de Aniquilaci¨®n obliga a escuchar bien. Habla con un murmullo, deja pausas largas entre las frases, y despu¨¦s de lanzar alguna afirmaci¨®n rotunda expresa sus dudas sobre lo que acaba de afirmar. Para algunos es un or¨¢culo; para otros, un simple cu?ado; para muchos, el Balzac de nuestro tiempo, un genio de las letras contempor¨¢neas, o un punk y un gamberro; un reaccionario.
¡°Si hablamos de la situaci¨®n pol¨ªtica presente, lo m¨¢s probable es que el Frente... el Reagrupamiento Nacional solo tenga una mayor¨ªa relativa y renuncie a ir al poder, entonces las cosas ir¨¢n con normalidad¡±, dice, citando el antiguo nombre del partido de Le Pen, Frente Nacional. ¡°Si tienen mayor¨ªa absoluta y toman al poder, entonces habr¨¢ problemas¡±.
El presidente Emmanuel Macron, que en 2019 condecor¨® a Houellebecq con la Legi¨®n de Honor, habl¨® de ¡°guerra civil¡± para alertar de las consecuencias de una victoria de ¡°los extremos¡±. ?Coincide? ¡°Tiene raz¨®n¡±, responde el escritor. ¡°Pero que diga ¨¦l que esto puede acabar tr¨¢gicamente no est¨¢ bien. No da confianza. Un presidente de la Rep¨²blica deber¨ªa decir: ¡®Tengo la situaci¨®n bajo control, todo ir¨¢ bien¡¯. Se supone que no debe decir: ¡®Habr¨¢ guerra civil¡¯... Es como ir en un coche y que el piloto diga que ya no controla el veh¨ªculo¡±.
¡ªPero usted, ?lo dice tambi¨¦n?
¡ªDigo que las cosas se encaminan a un enfrentamiento.
He aqu¨ª los bandos del conflicto que Houellebecq ve llegar: ¡°Es una revuelta del pueblo contra esas ¨¦lites. ?lites en todos los sentidos del t¨¦rmino. ?lite pol¨ªtica, econ¨®mica, intelectual¡±.
Se basa Houellebecq en su experiencia reciente: ¡°Realmente hay cosas que se han degradado en Francia. Finalmente, me compr¨¦ una casa en el campo. Ya no hay m¨¦dicos. Yo sigo teniendo el m¨¦dico de Par¨ªs, cada vez que tengo consulta voy a Par¨ªs. Es un fracaso enorme. Hay ge¨®grafos que lo han teorizado. Ahora el mundo ser¨¢ una red de megal¨®polis, y el resto nos da igual, ah¨ª la gente vive como puede¡±.
Le preocupa lo que considera el abandono de la Francia rural: ¡°Desde que vivo en el campo me doy cuenta... Han abandonado una parte del pa¨ªs y esta es la parte del pa¨ªs que se rebela en este momento¡±. Cita la obra del ge¨®grafo Christophe Guilluy, te¨®rico de la Francia de los chalecos amarillos, y tambi¨¦n la del polit¨®logo J¨¦r?me Fourquet, autor de El archipi¨¦lago franc¨¦s.
La etiqueta de reaccionario, que a veces se aplica a Houellebecq, le parece ¡°una categor¨ªa del pasado¡±. ¡°En cambio¡±, admite, ¡°soy populista, esto no es falso¡±. Y se declara influido por el estadounidense Christopher Lasch, autor de La rebeli¨®n de las ¨¦lites y la traici¨®n a la democracia.
De Bardella, primerministrable de Le Pen, dice: ¡°Hace tantos esfuerzos por aparentar ser alguien sin aristas, este chico... Est¨¢ tan obsesionado por la idea de no decir nada que sea mal percibido, que no dice nada¡±.
?Marine Le Pen? ¡°Pienso que no es muy inteligente ni muy competente. Pero no es forzosamente muy grave, porque siempre se encuentra a gente inteligente y competente. Cuando te aproximas al poder, la gente viene a ti¡±. ¡°En cambio¡±, precisa, ¡°pienso que verdaderamente ama a la gente, est¨¢ cerca del pueblo¡±. ?Aunque sea una burguesa de Par¨ªs, hija de un rico? ¡°Esto es lo raro¡±, responde. ¡°Creo que tuvo una revelaci¨®n cuando sali¨® elegida diputada en H¨¦nin-Beaumont [un distrito obrero en el norte desindustrializado], y all¨ª simpatiz¨® con los pobres¡±.
?Extrema derecha, el RN? ¡°Es una tonter¨ªa, esto. No tienen nada que ver¡±, opina. Sostiene que lo importante, en la historia del Frente Nacional y su sucesor, el Reagrupamiento Nacional, no es el colaboracionismo con la ocupaci¨®n nazi, sino el ¡°trauma¡± de la guerra de Argelia: ¡°No son en absoluto antisemitas. En cambio, son efectivamente antimusulmanes¡±.
Houellebecq ve con desagrado la puesta en marcha, ante la segunda vuelta de este domingo, de un frente republicano: la uni¨®n de la izquierda, el macronismo y el centroderecha para evitar que la extrema derecha logre la mayor¨ªa absoluta de esca?os y pueda gobernar. En las presidenciales de 2017 y 2022, Macron gan¨® gracias a los votantes de otras ideolog¨ªas distintas de la suya que quer¨ªan evitar la victoria de Le Pen.
¡°Toda la ¨¦lite se moviliza contra el Frente Nacional¡±, dice. ¡°Ya hace dos elecciones que Macron gana as¨ª. La gente est¨¢ cansada de este argumento. Ya no funciona, aunque todav¨ªa funciona un poco. Esta vez todav¨ªa van a salirse con la suya, pero no s¨¦ si es una buena noticia. A veces, uno se dice que ser¨ªa mejor que el conflicto estallase ahora¡±.
¡ªY usted, ?est¨¢ con la ¨¦lite o con el pueblo?
¡ªMmm... Sociol¨®gicamente, estoy con la ¨¦lite. De coraz¨®n, m¨¢s bien con el pueblo. Voto por la ¨¦lite desde hace tiempo: se supone que la ¨¦lite hace las cosas correctamente...
Pero a?ade que no ha hecho las cosas correctamente, con ¡°una deuda y d¨¦ficit monstruosos¡±, y por eso afirma: ¡°Si se vota por la ¨¦lite y la ¨¦lite no es una ¨¦lite, nos han jodido... As¨ª que ahora ya no s¨¦¡±. En su circunscripci¨®n, ya sali¨® elegido un diputado en la primera vuelta al superar el 50% de votos. Por tanto, no deber¨¢ votar este domingo. Vot¨® el anterior.
¡ª?Puedo preguntarle por qui¨¦n?
¡ª?No! Estoy totalmente a favor del principio del voto secreto.
¡ªDisculpe, los periodistas preguntamos...
¡ªEs normal, es su oficio. Pero pienso que el voto secreto es un buen principio.
¡ªPero me acaba de decir que vota por la ¨¦lite...
¡ªAh, me he traicionado a m¨ª mismo. No he dicho nada.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.