Jean-Luc M¨¦lenchon: ¡°Cuanto m¨¢s niega Macron el resultado de las elecciones, m¨¢s nos encaminamos hacia una crisis violenta¡±
La victoria del Nuevo Frente Popular en las legislativas ha vuelto a situar al l¨ªder de La Francia Insumisa en el centro del tablero pol¨ªtico. Cree que la dimisi¨®n del presidente es la ¨²nica salida a la situaci¨®n pol¨ªtica actual
En Francia, la sola evocaci¨®n del nombre del fundador y l¨ªder del partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc M¨¦lenchon, basta para provocar los debates m¨¢s acalorados. Admirado por unos por su franqueza y entereza y odiado por otros por su manera de entender la pol¨ªtica como un deporte de combate y su forma de imponer el liderazgo en el partido, M¨¦lenchon se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en una figura clave de la izquierda. Para bien o para mal, seg¨²n qui¨¦n mire. El rechazo que el l¨ªder de los insumisos suscita en el electorado moderado es casi tan fuerte como la simpat¨ªa que despierta entre la juventud y en los barrios populares de las grandes urbes, donde LFI se ha convertido en una m¨¢quina electoral que ya le permiti¨® obtener un 22% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales de 2022, muy cerca de Marine Le Pen (23%).
La victoria inesperada de la coalici¨®n de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) en las legislativas anticipadas del 7 de julio y su pretensi¨®n de gobernar el pa¨ªs, por ser la que sumaba m¨¢s esca?os, ha vuelto a situar a M¨¦lenchon en el centro del tablero pol¨ªtico. El l¨ªder, de 72 a?os, quien se ofreci¨® a ser el candidato a primer ministro de la izquierda antes de dar un paso al lado, ante el aluvi¨®n de cr¨ªticas, no entiende la aversi¨®n que despierta su persona en una alianza dividida y que a¨²n no ha logrado elegir a su candidato a jefe de gobierno. ¡°Nadie me dice el porqu¨¦, solo me caen insultos (...). Pido que me traten con la consideraci¨®n que creo merecerme¡±, explica el insumiso en una entrevista con varios peri¨®dicos de la alianza europea de medios LENA, entre ellos EL PA?S, este viernes en la sede de LFI, en el popular y gentrificado distrito d¨¦cimo de Par¨ªs.
El hombre que recibe a los periodistas con su reconocible corbata roja es afable y sonriente. El carisma que desprende va unido a su fama de gran orador. Un narrador apasionado al que le gusta tomarse el tiempo de explicar su pensamiento, buscando ganarse la adhesi¨®n de quien lo escucha, como en esta entrevista de m¨¢s de dos horas en las que M¨¦lenchon puede pasar de la templanza a un cierto tono agresivo cuando una pregunta le parece motivada por una lectura sesgada de las noticias de la que culpa a los grandes medios de comunicaci¨®n. ¡°EL PA?S ilustr¨® la noche electoral con una fotograf¨ªa m¨ªa en la que aparezco con la boca abierta. La boca abierta en el teatro griego es la persona que comunica con los infiernos. Solo se hace con los l¨ªderes de izquierda. A m¨ª me choca¡±, se queja el insumiso, no sin un toque de humor, desde su sobrio despacho en el que relucen una imponente fotograf¨ªa del l¨ªder socialista Jean Jaur¨¦s, cuya vida conoce al detalle, unos pocos libros, tres cactus y una serie de peque?as tortugas de madera oscura.
Pregunta. ?Qu¨¦ significan las tortugas sobre su mesa?
Respuesta. Esa fue mi respuesta a los periodistas que pronosticaron mi fracaso cuando abandon¨¦ el Partido Socialista. Dije: soy una tortuga electoral. A mis partidarios les hizo gracia y ahora me regalan tortugas. Aprend¨ª que en el bestiario chino, las tortugas representan el poder pol¨ªtico porque hay un mapa del imperio en su caparaz¨®n. Y es un animal que vive mucho tiempo, lo que desespera a mis competidores. Cada vez que me ven escupir fuego y llamas, piensan que no se librar¨¢n de m¨ª tan f¨¢cilmente.
P. ?Entonces, reconoce que suele escupir fuego y llamas?
R. Me refiero a lo que desprende mi aspecto f¨ªsico. Mi padre tambi¨¦n era as¨ª. Viene de familia.
P. La izquierda ha sufrido este pasado jueves su primer rev¨¦s al no conseguir la presidencia de la Asamblea Nacional, ganada por la candidata macronista. Todo cambia para que nada cambie; ?cree que ese es el plan del presidente, Emmanuel Macron?
R. Macron dice que nadie ha ganado las legislativas, a pesar de que salimos vencedores en las mismas condiciones que ¨¦l en 2022. El presidente quiere borrar el sentido pol¨ªtico del voto. Las elecciones est¨¢n llamadas a purgar las crisis, no a crear otras nuevas. Y eso es lo que est¨¢ ocurriendo en Francia. Macron ha agotado toda su capacidad de representaci¨®n pol¨ªtica al seguir aplicando pol¨ªticas neoliberales que han fracasado. Ahora niega el resultado, y cuanto m¨¢s lo hace, m¨¢s nos encaminamos hacia una crisis violenta.
P. ?Por qu¨¦ la izquierda sigue sin poder designar a su candidato a primer ministro?
R. Seguimos hablando. La disoluci¨®n [de la Asamblea] tuvo lugar hace un mes y una semana. La segunda vuelta fue el 7 de julio. Logramos unirnos, pero no debemos olvidar de d¨®nde partimos [en referencia al fracaso de la coalici¨®n formada por la izquierda en las legislativas de 2022]. Conseguimos llegar a un acuerdo en 24 horas y repartirnos las circunscripciones en 48. Y tardamos cinco d¨ªas en elaborar el programa. No est¨¢ tan mal.
P. La l¨ªder de los ecologistas, Marine Tondelier, apunta a una guerra de liderazgo entre LFI y el Partido Socialista (PS) como causa del estancamiento de las negociaciones.
R. Este m¨¦todo acusatorio, en el que ella no tiene ninguna responsabilidad, es perjudicial para cualquier debate. Estoy a¨²n m¨¢s decepcionado que ella. Seamos claros: nosotros [LFI] nunca seremos el problema. Pero nuestro objetivo no cambiar¨¢: no renunciaremos a aplicar el programa. Todo el programa. ?De qu¨¦ sufre la pol¨ªtica francesa? De tener pol¨ªticos que dicen una cosa y luego hacen otra. Esta mentira constante tiene que parar.
P. ?C¨®mo reacciona ante el hecho de que Macron y parte de la clase pol¨ªtica hayan trazado un cord¨®n sanitario que excluye a LFI?
R. Es el resultado de varios meses ininterrumpidos de acoso. Nunca hemos visto nada igual en la vida pol¨ªtica francesa contra m¨ª, que he sido tachado de antisemita siguiendo una regla que ya se ha hecho mundial. Siempre que hay un candidato de la izquierda radical, se le considera antisemita.
P. En este caso, se le ha acusado de mantener una ambig¨¹edad para captar el voto musulm¨¢n franc¨¦s al negarse a calificar a Ham¨¢s de terrorista tras los atentados del 7 de octubre.
R. Es una verg¨¹enza. ?Por qu¨¦ iba yo, con m¨¢s de 70 a?os, a volverme antisemita, y teniendo en cuenta mi vida y mi historia familial, por qu¨¦? Estas acusaciones me parecen despreciables. Fueron hechas para herir, para humillar, para negar mi vida. El presidente del Senado me dijo que ¡°me callara la boca¡±. Y cuando Fran?ois Hollande sali¨® de la naftalina, sus primeras palabras fueron: ¡°Que se calle¡±. Este hombre que llev¨® la izquierda a la ruina, sus primeras palabras fueron para hacerme callar. Es muy violento. Nunca se ha tratado a nadie en Francia como a m¨ª, ni siquiera a Marine Le Pen.
P. ?Admite que la intransigencia de LFI aumenta la divisi¨®n de la izquierda?
R. Francia es el pa¨ªs donde m¨¢s ha aumentado la pobreza, donde los millonarios se han convertido en los m¨¢s ricos de Europa, creando desigualdades nunca vistas y destruyendo los servicios p¨²blicos hasta un grado sin precedentes. ?Cree que quienes han formado parte del poder durante los ¨²ltimos 10 a?os aceptan la idea de que, de repente, esa fiesta ha terminado? Ese es el quid de la cuesti¨®n. Nos dicen que querer aplicar nuestro programa es ser intransigente. ?Pero, c¨®mo nos calificar¨ªan si lo abandon¨¢ramos?
P. Si consiguen ponerse de acuerdo sobre un nombre para primer ministro, ?qu¨¦ pasar¨¢ si Macron se niega a nombrarlo?
R. Tendremos una crisis de r¨¦gimen. Pero hay una salida democr¨¢tica a esta crisis y es que se vaya para que podamos volver a votar, ya que no se puede volver a disolver el Parlamento hasta dentro de un a?o. De lo contrario, toda la gente que fue a las urnas, desde la juventud que sol¨ªa abstenerse masivamente hasta los habitantes de los barrios populares, pensar¨¢ que votar no sirve de nada.
P. Se suele criticar a LFI por centrarse en los barrios populares y descuidar las zonas rurales y la Francia perif¨¦rica. ?C¨®mo puede su movimiento hablar a esa Francia que vota a Marine Le Pen?
R. Esta historia de la Francia rural que no comparte intereses comunes con la vida urbana no se corresponde ni con la realidad electoral ni con la sociol¨®gica. Pero no se trata de eso. Cuestiono la idea generalizada de que los que antes votaban a la izquierda ahora votan al Reagrupamiento Nacional (RN). ?Por qu¨¦ negar que son racistas y sexistas? Siempre hubo al menos un 30% de la clase trabajadora que vot¨® a la derecha.
P. ?De verdad no cree que en temas como el poder adquisitivo, el empleo y los servicios p¨²blicos es posible atraer a los electores del RN?
R. Nos pasamos el tiempo hablando del salario m¨ªnimo de 1.300 euros, de restablecer las maternidades, reabrir las escuelas, pero no es suficiente. Porque lo que gobierna ese electorado es el racismo. Su problema n¨²mero uno son los ¨¢rabes y los negros. Para ellos el problema no es el cierre de un hospital, sino la inmigraci¨®n y la seguridad, y todas esas cosas con las que les llenan la cabeza los medios de comunicaci¨®n.
P. El RN, gracias a su estrategia de normalizaci¨®n, ha logrado imponer la imagen de un partido presidenciable¡
R. No nos dirigimos al mismo p¨²blico. La normalizaci¨®n provocar¨ªa nuestro fin. Marine Le Pen quiere convertirse en la l¨ªder natural de la derecha y est¨¢ haciendo lo necesario para conseguirlo. En toda Europa, la derecha se ha vuelto m¨¢s extrema y ya no tiene problemas con frecuentar a racistas.
P. ?Sigue queriendo abandonar la OTAN, incluso con una guerra en curso en el continente?
R. La OTAN conlleva una l¨®gica de guerra. Yo elijo una l¨®gica de desarme y pacificaci¨®n. Es una l¨ªnea pol¨ªtica que no es una quimera. Si estuviera en el El¨ªseo, por supuesto que me retirar¨ªa del mando militar unificado, de la OTAN, de forma planificada y organizada. Sobre todo en tiempos de guerra, para no vernos envueltos en esta historia.
P. ?Y c¨®mo defiende entonces a los ucranios?
R. Mi pol¨ªtica es no alineada y altermundialista. La prioridad para m¨ª es tener pol¨ªticas masivas para limitar las consecuencias del cambio clim¨¢tico. No abandonamos la Uni¨®n Europea. Somos europeos, no otanistas. Los tratados europeos estipulan que nuestra defensa contra los agresores es colectiva. As¨ª que las medidas adoptadas por la UE para ayudar a Ucrania probablemente contar¨ªan con nuestra aprobaci¨®n. No hemos dicho que, como pa¨ªs, dejar¨ªamos de ayudar a Ucrania.
P. En los sondeos es el pol¨ªtico m¨¢s rechazado por los franceses, con un 78% de opiniones desfavorables. ?Qu¨¦ le hace sentir?
R. Igual que en 2010, cuando publicaron el primer sondeo de este tipo. La pregunta era muy simp¨¢tica: ?es M¨¦lenchon un lastre? Y la respuesta fue un 70% s¨ª. Tengo ojos grandes, hablo con las manos, soy latino. As¨ª que para la gente de la buena sociedad, este tipo de hombre huele a azufre. Pero yo soy el que obtuvo casi el 22% en la primera vuelta de las presidenciales de 2022 frente al 1,7% del PS. As¨ª que no me importa, y si el 78% de los franceses no me quiere, eso me deja un 22%. Con eso, estoy en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Y entonces veremos a qui¨¦n odian m¨¢s: a m¨ª o a Le Pen.
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