Ismail Haniya, el pragm¨¢tico vencedor electoral que perdi¨® el control de Ham¨¢s
El l¨ªder asesinado este mi¨¦rcoles sobrevivi¨® a ataques anteriores y pas¨® por las c¨¢rceles israel¨ªes. Su lista gan¨® los ¨²ltimos comicios palestinos y ¨¦l gobern¨® Gaza durante una d¨¦cada
En 2007, cuando Ham¨¢s tom¨® el control de Gaza tras una semana de enfrentamientos armados con la otra gran facci¨®n palestina, Fatah, el entonces m¨¢ximo gobernante de la Franja, Ismail Haniya, asesinado este mi¨¦rcoles en Teher¨¢n, recibi¨® a la prensa frente a su humilde casa en Shati, el campamento de refugiados en el que naci¨® y al que la creaci¨®n de Israel condujo a la fuerza a su familia, originaria de la localidad ¨¢rabe sobre la que hoy se alza a pocos kil¨®metros una ciudad israel¨ª, Ashkel¨®n. El mensaje era claro: a diferencia de los gerifaltes de Fatah ¨Dcon sus pases VIP para los puestos militares de control, su cooperaci¨®n de seguridad con Israel, sus corruptelas y sus hijos en universidades occidentales¨D, Haniya era uno m¨¢s: refugiado de la Nakba ¡ªla expulsi¨®n de 800.000 palestinos en 1948¡ª, como la mayor¨ªa de gazat¨ªes, con tres d¨¦cadas de militancia contra Israel y fama de honesto como credenciales.
Precisamente la imagen de limpieza, la conexi¨®n con la calle y la sensaci¨®n generalizada de que Fatah se hab¨ªa vendido por 30 monedas y solo Ham¨¢s segu¨ªa representando la lucha contra Israel era lo que hab¨ªa dado un a?o antes a la organizaci¨®n de Haniya la victoria en las urnas. Fue en las ¨²ltimas elecciones generales que han celebrado los palestinos, hace casi dos d¨¦cadas. Haniya lideraba la lista islamista. Su discurso, en el fondo y la forma, le granje¨® la victoria, atrayendo incluso votos de palestinos cristianos.
El f¨²tbol, muy popular entre los palestinos y en general en el mundo ¨¢rabe, ayud¨® a cimentar su imagen de cercan¨ªa. Haniya hab¨ªa jugado en el equipo de la Universidad Isl¨¢mica de Ciudad de Gaza, donde comenz¨® en los a?os ochenta su actividad pol¨ªtica, que le involucr¨® en la Primera Intifada (1987-1993) y le llev¨® varias veces a las c¨¢rceles israel¨ªes, durante tres a?os en una ocasi¨®n. Incluso como l¨ªder del Gobierno en Gaza se hizo fotografiar participando en una pachanga.
Eran otros tiempos y otra Gaza. Haniya, que ha sido asesinado con 62 a?os, se convirti¨® entonces en primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina. Por poco tiempo. El presidente y l¨ªder de Fatah, Mahmud Abbas, lo destituy¨® apenas un a?o m¨¢s tarde. Ham¨¢s se hizo con el control de Gaza por la fuerza y Palestina qued¨® con dos gobiernos paralelos que reclamaban la legitimidad. La comunidad internacional solo reconoci¨® el de Cisjordania, que lideraba Abbas. El de Gaza qued¨® en manos de Haniya durante una d¨¦cada. En ambos casos, sin el refrendo de las urnas.
Hoy ocupa su puesto el hombre m¨¢s buscado por Israel, Yahia Sinwar, cerebro de los ataques del 7 de octubre de 2023 que desencadenaron la invasi¨®n de la Franja y ahora en paradero desconocido. Ambos, junto con el l¨ªder del brazo armado de Ham¨¢s, Mohamed Deif (al que Israel intent¨® asesinar este mismo mes con un misil, aunque no puede confirmar su muerte), son los tres l¨ªderes cuyo arresto pidi¨® el pasado mayo el fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional, Karim Khan, por presuntos cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad en aquel ataque, con cerca de 1.200 muertos, civiles en su mayor¨ªa. El fiscal tambi¨¦n pidi¨® la detenci¨®n del jefe de Gobierno israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, y de su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por la posterior invasi¨®n, que roza ya los 40.000 muertos.
Musulm¨¢n devoto y tradicional, Haniya era considerado un pragm¨¢tico. Un moderado en el seno del movimiento islamista en comparaci¨®n con halcones a los que super¨® en la carrera sucesoria, como Mahmud al Zahar. Estaba dispuesto a aceptar de facto la existencia de Israel, si un acuerdo de paz crease un Estado palestino en las fronteras previas a la Guerra de los Seis D¨ªas de 1967, aunque manteniendo el rechazo a su reconocimiento formal. Siempre cerr¨® filas, sin embargo, con la estrategia de atentados suicidas durante la Segunda Intifada (¡°operaciones de sacrificio para la santificaci¨®n de Dios¡±, las llam¨®) y fue endureciendo sus planteamientos. Aplaudi¨® los ataques del 7 de octubre. Lo defini¨® como un pu?etazo en la mesa que logr¨® situar el asunto palestino en el foco mundial ¡°a un nivel sin precedentes¡± y abri¨® ¡°la puerta a la creaci¨®n de un Estado palestino¡±.
Haniya hab¨ªa sobrevivido intentos de asesinato previos, tanto de Israel (va por descontado en el cargo) como de enemigos palestinos. Desde octubre vio desde la distancia c¨®mo iba perdiendo familiares. Tres hijos y cuatro nietos en un bombardeo a¨¦reo en Gaza, el pasado mayo. ¡°Quien crea que atacando a mis hijos durante el di¨¢logo de negociaci¨®n y antes de que se logre un acuerdo forzar¨¢ a Ham¨¢s a rebajar sus demandas, vive en una ficci¨®n¡±, respondi¨®, unas palabras que sorprendieron por la crudeza y la frialdad con las que reaccionaba, al menos en p¨²blico, a ese golpe.
Aunque su puesto lo situaba te¨®ricamente en la c¨²spide de Ham¨¢s, su poder era principalmente simb¨®lico. Sinwar, un excomandante del brazo armado que pas¨® dos d¨¦cadas entre rejas en Israel, ven¨ªa marcando la pauta en Ham¨¢s, dentro de una pugna interna ¨Dpol¨ªtica y personal¨D con Haniya en la que logr¨® imponer su visi¨®n, m¨¢s radical. El ataque masivo del 7 de octubre no solo sorprendi¨® a los israel¨ªes. El propio liderazgo pol¨ªtico de Ham¨¢s en el exilio ha se?alado que no estaba al tanto de su preparaci¨®n, aunque lo celebrase sin fisuras.
¡°Hombre muerto¡±
Aunque la cabeza de Sinwar ser¨ªa, de hecho, la aut¨¦ntica caza de pieza mayor para Israel, Netanyahu ya hab¨ªa dejado claro en octubre que todos los l¨ªderes de Ham¨¢s, sin distinci¨®n, eran ¡°hombres muertos¡±, estuviesen en el lugar del mundo que estuviesen, al estilo de la caza por distintas partes del planeta que llev¨® a cabo el Mosad (los servicios secretos en el exterior) tras el atentado de los Juegos Ol¨ªmpicos de M¨²nich de 1972 que Steven Spielberg llev¨® a la gran pantalla.
En 1992, fue uno de los miembros de Ham¨¢s que Israel deport¨® a L¨ªbano. Entonces trabajaba mano a mano con el fundador y entonces l¨ªder de Ham¨¢s, Ahmed Yassin, asesinado por Israel en 2004, igual que a su sucesor, poco despu¨¦s, Abdelaziz Rantisi. Fue escalando posiciones y acabar¨ªa convertido en mano derecha del siguiente l¨ªder pol¨ªtico, Jaled Meshal, defenestrado de forma opaca por la organizaci¨®n.
Sucedi¨® a Meshal en 2017, cinco d¨ªas despu¨¦s de que Ham¨¢s reformase su Carta Fundacional para aceptar de facto la soluci¨®n de dos Estados, eliminar claros elementos antisemitas y definir el conflicto como pol¨ªtico, contra el sionismo, en vez de como religioso, contra los jud¨ªos. Bajo el mandato de Donald Trump, Estados Unidos lo design¨® un a?o m¨¢s tarde ¡°terrorista global¡±. Washington y la UE consideran a Ham¨¢s organizaci¨®n terrorista.
Los l¨ªderes del bur¨® pol¨ªtico de Ham¨¢s viven en el extranjero. Haniya lo hac¨ªa a caballo entre Turqu¨ªa (es amigo del presidente, Recep Tayyip Erdogan) y Qatar, el emirato al que Israel ven¨ªa exigiendo (a trav¨¦s de su gran aliado, Estados Unidos) que lo expulsase. Pretend¨ªa as¨ª presionar a Ham¨¢s para rebajar sus demandas (principalmente, el fin definitivo de la guerra) en las negociaciones para entregar al resto de los rehenes israel¨ªes en Gaza. Haniya no solo era el encargado de las relaciones externas del movimiento, sino uno de los negociadores en persona del pacto, lo que ha llevado al primer ministro catar¨ª, Mohammed bin Abdulrahman al Thani, a preguntarse este mi¨¦rcoles en la red social X, antes llamada Twitter: ?C¨®mo puede dar frutos una mediaci¨®n cuando una de las partes asesina al negociador de la otra?¡±.
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