Putin busca en el C¨¢ucaso apoyos para su guerra en Ucrania
En lugar de ir al frente y solidarizarse con sus ciudadanos afectados por la incursi¨®n ucrania, el presidente ruso viaja a Osetia del Norte y Chechenia para combatir el ¡°terrorismo¡± de Kiev
La incursi¨®n de Ucrania en territorio de Rusia ha hecho que los ciudadanos de este pa¨ªs sientan m¨¢s cercana la realidad de la guerra y sus inciertas secuelas. En p¨²blico, no obstante, el presidente Vlad¨ªmir Putin act¨²a como si la extensi¨®n de la contienda este agosto fuera un suceso menor.
En vez de acercarse al frente y solidarizarse con sus conciudadanos en las regiones afectadas (las fronterizas Kursk, Briansk y B¨¦lgorod), Putin, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Rusia, viaj¨® la semana pasada por el C¨¢ucaso. All¨ª, rememor¨® antiguos sucesos ¡ªel asalto terrorista a la escuela de Besl¨¢n en Osetia del Norte el 1 de septiembre de 2004¡ª y confraterniz¨® con Ramz¨¢n Kad¨ªrov, el m¨¢ximo dirigente del r¨¦gimen nepotista y arcaico instaurado en Chechenia (un territorio de tradiciones musulmanas) por Mosc¨² tras dos guerras contra el independentismo local.
Para designar el conflicto con Ucrania, Putin reh¨²sa la palabra ¡°guerra¡± y quienes emplean este t¨¦rmino en Rusia pueden ser condenados a penas de prisi¨®n por los tribunales. En las reuniones con mandos militares y civiles mantenidas desde el 6 de agosto, el presidente ha etiquetado la incursi¨®n ucrania como ¡°otra gran provocaci¨®n¡± y ¡°los acontecimientos en la regi¨®n de Kursk¡±.
La terminolog¨ªa oficial rusa ha separado los sucesos de una misma guerra en dos categor¨ªas: los combates en territorio de Rusia son una ¡°Operaci¨®n Antiterrorista¡± y la invasi¨®n rusa de Ucrania, una ¡°Operaci¨®n Militar Especial (OME)¡±. Aparte de fragmentar y rebajar la percepci¨®n del conflicto, el juego de t¨¦rminos permite tambi¨¦n zafarse de exigencias formales que la ¡°guerra¡± plantear¨ªa en el estatus de los prisioneros y en las reglas del juego b¨¦lico, por ejemplo. Hoy por hoy, Rusia puede tratar como delincuentes comunes a los combatientes por Ucrania.
El 20 de agosto, Putin visit¨® Besl¨¢n, el escenario del ataque terrorista de septiembre de 2004 que culmin¨® con 334 muertos (de ellos, 186 ni?os). All¨ª, el presidente acudi¨® a la escuela asaltada, as¨ª como al cementerio donde est¨¢n sepultadas las v¨ªctimas, y se entrevist¨® con la asociaci¨®n de madres. En los casi 20 a?os transcurridos desde el atentado, el presidente hab¨ªa hecho dos viajes rel¨¢mpago a Besl¨¢n. En la noche del 3 al 4 de septiembre de 2004, cuando visit¨® a las v¨ªctimas hospitalizadas, y en 2008.
En 2004, en Besl¨¢n, Putin consider¨® que la lucha contra el terrorismo deb¨ªa ser una ¡°tarea com¨²n de todo el Estado¡± para la que hab¨ªa que ¡°movilizar todos los recursos¡± y recurrir a la cooperaci¨®n internacional. Por entonces, a¨²n no se hab¨ªa extinguido la solidaridad rusa ante el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
Ahora, el clima es otro. ¡°Sabemos bien que desde el extranjero no solo intentaron justificar ese horrible crimen (la matanza en Besl¨¢n), sino que ayudaron a los terroristas, desde el punto de vista moral, pol¨ªtico, informativo, financiero y militar¡±, dijo el mandatario ruso en Besl¨¢n, como si hubiera olvidado que el brutal asalto de la escuela provoc¨® una rotunda y generalizada condena internacional y numerosos y emotivos gestos de solidaridad en todo el mundo.
Besl¨¢n ha servido a Putin para trazar un paralelo entre el acto terrorista de 2004 y la incursi¨®n ucrania en Rusia. ¡°Nuestros adversarios y enemigos (¡) contin¨²an con su intento de desestabilizar nuestro pa¨ªs. Es evidente. Y al igual que luchamos contra los terroristas, tenemos que luchar hoy contra los que cometen delitos en las regiones de Kursk, Donb¨¢s y Novorossiya (concepto hist¨®rico-administrativo ruso de las regiones orientales y meridionales de Ucrania en el imperio ruso)¡±. ¡°Y del mismo modo que en la lucha contra el terrorismo logramos nuestros objetivos, conseguiremos estos objetivos tambi¨¦n en esta direcci¨®n, en la lucha contra los neonazis, y sin duda castigaremos a los delincuentes¡±, sentenci¨® el l¨ªder del Kremlin.
En 2004, con el argumento de querer reforzar el legislativo para luchar contra el terror, Putin sustituy¨® el sistema de elecci¨®n de gobernadores provinciales vigente hasta entonces por otro basado en su propia designaci¨®n. Nada indicaba que el car¨¢cter electo de los gobernadores hubiera influido de alg¨²n modo en la prevenci¨®n o las consecuencias del atentado, pero Putin utiliz¨® la toma de la escuela para ejercer un mayor control del sistema pol¨ªtico ruso.
Visita en Chechenia
En Chechenia, adonde acudi¨® tambi¨¦n el 20 de agosto, tras visitar Osetia del Norte, Putin manifest¨® su apoyo a Ramz¨¢n Kad¨ªrov, el l¨ªder de un r¨¦gimen patriarcal y autoritario, que lleva a extremos la arbitrariedad legal imperante en Rusia.
En la ciudad chechena de Guderm¨¦s, en una universidad fundada para preparar cuerpos de asalto, Putin ¡ªdesde una tribuna¡ª, aplaudi¨® a Adam Kad¨ªrov, hijo de Ramz¨¢n. Adam, que a sus 16 a?os ya dirige el servicio de seguridad de su padre, realiz¨® una demostraci¨®n de tiro al blanco con metralleta para el l¨ªder ruso. En 2023, ese mismo adolescente se ensa?¨® a patadas y a pu?etazos con Nikita Zhurabel, un ruso de 19 a?os acusado de haber quemado un Cor¨¢n. La agresi¨®n sucedi¨® en un centro de detenci¨®n preventiva de Chechenia al que el preso, indefenso frente a su consentido agresor, hab¨ªa sido trasladado desde la provincia rusa de Volgogrado, donde ocurri¨® la quema, por orden del jefe del Comit¨¦ de Investigaci¨®n de Rusia, Alexandr Bastrikin, y para que fuera juzgado por los musulmanes ofendidos. Ninguno de los funcionarios acompa?antes de Adam intent¨® frenar la vil paliza, ampliamente difundida en v¨ªdeo.
El chico fue condecorado como ¡°h¨¦roe de Chechenia¡± y elogiado por su padre y por otros dirigentes de territorios rusos con mayor¨ªa musulmana. La situaci¨®n era escandalosa para la autoestima de los altos representantes de la justicia rusa, pero estos guardaron un cobarde silencio. Los intentos de sacar al detenido de Chechenia y trasladarlo ¡°a un lugar m¨¢s seguro¡± no dieron resultado, seg¨²n cont¨® a esta periodista Eva Merk¨¢cheva, miembro del Consejo de Derechos Humanos del presidente de Rusia, que interpel¨® a la Fiscal¨ªa y el Servicio Penitenciario de Rusia sobre el caso.
En las informaciones sobre la visita de Putin a Chechenia (la primera oficial en 13 a?os) difundidas por la p¨¢gina oficial del Kremlin, no se muestra c¨®mo el presidente aplaude a Adam Kad¨ªrov ni tampoco c¨®mo besa un ejemplar del Cor¨¢n durante la inauguraci¨®n de una mezquita, im¨¢genes ambas que s¨ª fueron difundidas por redes sociales.
A cambio de su fidelidad, Putin ha permitido a Kad¨ªrov disponer de un ej¨¦rcito propio. Seg¨²n la p¨¢gina de web del Kremlin, el l¨ªder de Chechenia le record¨® a Putin que su rep¨²blica participa activamente en la Operaci¨®n Militar Especial en Ucrania. ¡°Desde el principio enviamos a la zona de la OME m¨¢s de 47.000 combatientes, entre ellos cerca de 19.000 voluntarios¡±, dijo. ¡°Hemos formado una reserva de varias decenas de miles de combatientes entrenados y equipados, dispuestos a acudir a la zona de la OME en cuanto usted se lo ordene¡±, subray¨® el l¨ªder cauc¨¢sico al jefe del Estado. Y sentenci¨®: ¡°No le defraudaremos [¡]. Estamos dispuestos a cumplir cualquier orden suya¡±.
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