El ministro de Cultura italiano se tambalea por la pol¨¦mica de una amante que ten¨ªa acceso a su ministerio

El ministro de Cultura italiano, Gennaro Sangiuliano, experiodista de la RAI de 62 a?os, ve peligrar su puesto por un extra?o culebr¨®n que ha ido degenerando en 11 d¨ªas y ha llegado a su catarsis: su relaci¨®n con Maria Rosaria Boccia, peque?a empresaria e influencer de 41 a?os, muy ¨¢gil en redes sociales, una desconocida que ha irrumpido en la vida p¨²blica asegurando ser asesora del ministro y, tras no haber obtenido un cargo, est¨¢ publicando fotos con ¨¦l y documentos internos del ministerio. Pruebas que han ido desmintiendo continuamente a Sangiuliano sobre sus relaciones y demuestran que, en realidad, ha participado hasta en ocho viajes oficiales este verano con el ministro, sin que se sepa en calidad de qu¨¦. Toda Italia cotilleaba sobre el tema hasta que este mi¨¦rcoles Sangiuliano fue entrevistado en el informativo p¨²blico de la noche y admiti¨®, entre l¨¢grimas, ante una audiencia de tres millones de personas: ¡°Hemos tenido una relaci¨®n sentimental, pero no soy chantajeable¡±. Conmovido, pidi¨® perd¨®n a su mujer y a la primera ministra, Giorgia Meloni, que rechaz¨® el martes su dimisi¨®n, sali¨® a defender su inocencia y ahora est¨¢ que trina.

Pese a todo, no se descarta que el ministro dimita en breve. Dej¨® preguntas sin responder y, sobre todo, no se sabe qu¨¦ otros documentos y material comprometido puede tener Boccia en su poder. Ha grabado incluso dentro del Parlamento y del Ministerio de Cultura con unas gafas de sol dotadas de c¨¢mara oculta. Tambi¨¦n ha divulgado correos electr¨®nicos internos con el equipo del ministro. Adem¨¢s, ha participado en reuniones previas para organizar una cumbre de cultura del G-7 en N¨¢poles, a final de mes, por lo que el esc¨¢ndalo ha tomado un cariz m¨¢s internacional. Mientras se emit¨ªa la entrevista con el ministro, ella coloc¨® en redes el dibujo de una caja de palomitas y le replicaba en tiempo real. As¨ª que no se descartan nuevas sorpresas.

Sangiuliano ya era cuestionado como el ministro patoso del Gobierno de Meloni, famoso por sus torpezas conceptuales y meteduras de pata ¨D¡°Col¨®n segu¨ªa las teor¨ªas de Galileo¡±, dijo, aunque el c¨¦lebre cient¨ªfico naci¨® en el siglo siguiente¨D, pero esto est¨¢ a otro nivel. Sobre todo porque el asunto tiene ribetes de vodevil y distorsiona completamente el aura ¨¦pica que quiere dar Meloni a su mandato, presentado como el inicio de una nueva era y una ruptura con lo conocido hasta ahora, siendo esto un l¨ªo de faldas de toda la vida y un esc¨¢ndalo similar a los de Berlusconi.

La primera ministra dijo claramente el mi¨¦rcoles: ¡°Estamos haciendo historia y debemos ser todos conscientes. Y esto no prev¨¦ pausas, ni mucho menos puede consentir errores y pasos en falso¡±. En su deseo de parecer el mejor Gobierno italiano conocido hasta ahora, ha sido reacia a hacer caer ministros envueltos en esc¨¢ndalos, pero esta vez puede cambiar de opini¨®n.

El titular de Cultura ha contado que en su reuni¨®n de hora y media con Meloni le ofreci¨® su dimisi¨®n, pero ella la rechaz¨®. Entonces, la ¨²ltima l¨ªnea de defensa era que el ministro no se hab¨ªa gastado con Boccia ni un solo euro p¨²blico, aunque aparec¨ªa en viajes oficiales, en hoteles y restaurantes de lujo. Sin embargo, ahora tambi¨¦n eso est¨¢ en entredicho, pues ella ha sacado a la luz reservas de billetes de avi¨®n a su nombre enviadas desde la secretaria del ministro. ?l exhibi¨® las facturas en televisi¨®n y dijo que todo lo pag¨® de su bolsillo, ¡°salvo en una ocasi¨®n¡±, que no revel¨®. La oposici¨®n ha presentado ya una denuncia a la Fiscal¨ªa, que abrir¨¢ una investigaci¨®n por presunta malversaci¨®n.

El asunto comenz¨® a salir a la luz la semana pasada, el 26 de agosto, de forma rocambolesca. Boccia, licenciada en Econom¨ªa que hasta hace unos a?os ten¨ªa una tienda de vestidos de boda en su ciudad, Pompeya, promov¨ªa la venta de mozzarella y organizaba semanas de belleza, agradeci¨® en la red social Instagram su nombramiento como consejera del ministro para grandes eventos. Era una desconocida y no se enter¨® nadie, hasta que el Ministerio de Cultura sali¨® a desmentirlo. Entonces, la cosa se puso interesante, porque los medios comenzaron a preguntarse qu¨¦ estaba pasando ah¨ª. Boccia tambi¨¦n se anunciaba en sus perfiles como presidenta de la Fashion Week Milano, pero la C¨¢mara de la Moda de la ciudad lo desminti¨® igualmente.

Los d¨ªas siguientes han sido una sucesi¨®n de desmentidos del ministro sobre sus relaciones, casi negando que la conociera, que en pocas horas eran a su vez desmentidos por las fotos y documentos que Boccia iba publicando en sus redes sociales, y que dejaban cada vez m¨¢s en evidencia a Sangiuliano. Est¨¢ claro que desde hace tres meses ha estado en estrecho contacto con el ministro, como una colaboradora m¨¢s, y lo ha ido documentando perfectamente.

El ministro ha explicado que, en efecto, la conoci¨® en mayo y este verano se puso en marcha el papeleo para darle un cargo, pero al final se bloque¨®. En la entrevista agach¨® la cabeza: ¡°En una discusi¨®n con mi mujer, me dijo que interrumpiera cualquier relaci¨®n con esta persona, incluso laboral¡±. Asegura que el 8 de agosto termin¨® su relaci¨®n con ella, despu¨¦s de tres meses ¨Della le conoci¨® a trav¨¦s de una amiga dentista en un acto del partido¨D, y quiz¨¢ esto explica lo que pas¨® luego: ¡°Le dije que nunca dejar¨ªa a mi mujer. Luego se habr¨¢ quedado mal por lo del nombramiento¡±. El resto de la historia ya se ha desarrollado en p¨²blico.

Este esc¨¢ndalo tiene m¨¢s trascendencia si se piensa en el planteamiento previo de lo que deb¨ªa ser el Ministerio de Cultura del Gobierno de ultraderecha, que lleg¨® al poder en octubre de 2022. La transformaci¨®n cultural de Italia era una de las cruzadas ideol¨®gicas de Meloni, harta de una hegemon¨ªa de la izquierda en este ¨¢mbito, seg¨²n su visi¨®n. As¨ª, el ministerio ten¨ªa la misi¨®n de emprender esta ardua empresa. Las expectativas de ¨¦xito fueron decayendo con Gennaro Sangiuliano ¨Dcinco partidos en su historial, desde el posfascista MSI al actual Hermanos de Italia, tambi¨¦n de extrema derecha¨D, que pronto se hizo famoso por sus gazapos. Adem¨¢s, denuncia la oposici¨®n y el mundo de la cultura, su pol¨ªtica se ha basado en purgas de todo aquel que consideraba no alineado ideol¨®gicamente con el Gobierno, con la entrada de personas de confianza que, como parece suceder en este caso, no estaban suficientemente acreditadas.

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