Natalidad, freno a la inmigraci¨®n y familia: el dogma de la ultraderecha italiana
Italia es uno de los pocos pa¨ªses de la UE que pierde poblaci¨®n. El fen¨®meno, sumado a la gran presi¨®n migratoria, sirve un c¨®ctel perfecto a la extrema derecha para agitar el fantasma de la sustituci¨®n ¨¦tnica
Italia pierde italianos. Y es una sangr¨ªa: desde 2015, ha reducido su peso en m¨¢s de un mill¨®n y medio de habitantes. Es el ¨²nico gran socio en la UE donde ocurre este fen¨®meno de forma continuada desde hace una d¨¦cada. Cada a?o nacen menos ni?os y se marchan m¨¢s ciudadanos a buscar una vida laboral mejor. Al mismo tiempo, Italia se consolida como la principal puerta de entrada de una inmigraci¨®n que busca alcanzar pa¨ªses del norte de Europa, pero que, a menudo, queda atrapada en el laberinto burocr¨¢tico y en las calles. La extrema combinaci¨®n demogr¨¢fica y migratoria sirve un c¨®ctel ideol¨®gico exquisito para la ultraderecha y para partidos como Hermanos de Italia, que construyen en torno a esta ecuaci¨®n un sistema de pensamiento basado en el aumento de la natalidad, las trabas al aborto, la promoci¨®n de la familia y la persecuci¨®n de la inmigraci¨®n.
Algunos, como Francesco Lollobrigida ¨Dcu?ado de la jefa de Gobierno, Giorgia Meloni, y ministro de Agricultura¨D han agitado en voz alta el fantasma de la gran teor¨ªa supremacista al respecto: la sustituci¨®n ¨¦tnica. Una idea que, despojada de la violencia que entra?a, cala lentamente en una sociedad que siempre am¨® por encima de casi todo sus tradiciones e identidad y que centra buena parte de la campa?a de los ultras para las elecciones europeas de este domingo.
La tasa de natalidad en algunas regiones de Italia, como Cerde?a, ya ni siquiera llega a un hijo por mujer, pero tiene tambi¨¦n particularidades ligadas a su condici¨®n insular. En el continente, en cambio, el problema apunta hacia el sur y, concretamente, hacia Basilicata. Si Italia fuese Espa?a, esta regi¨®n ser¨ªa algo as¨ª como Teruel. O como cualquiera de esos lugares que machaconamente se han llamado la Espa?a vaciada. La mayor¨ªa de los italianos nunca ha estado en esta regi¨®n y probablemente morir¨¢ sin hacerlo. No es un lugar de paso, est¨¢ encajonada entre Calabria y Campania, dos regiones pobres, pero con una personalidad y un relato cultural apabulladores. Basilicata tiene una joya como Matera. Pero es el ¨²nico baluarte que le ha permitido atraer un cierto turismo que, a menudo, prefiere seguir su camino por las playas y la gastronom¨ªa de la regi¨®n de Apulia.
Basilicata, la vieja y hermosa Lucania, ha sido en los ¨²ltimos decenios una tierra de emigraci¨®n y pobreza. ¡°La tierra que no existe¡±, seg¨²n la califican algunos italianos. Una noble y pac¨ªfica regi¨®n de 550.000 habitantes. ¡°Una tierra oscura donde el mal no es moral, sino dolor terrenal, que est¨¢ siempre en las cosas¡±, escrib¨ªa en 1943 Carlo Levi en su autobiograf¨ªa del destierro en tierras lucanas ¨DCristo se par¨® en Eboli (Alfaguara, 1980)¨D tras oponerse al r¨¦gimen de Mussolini. Pueblos alzados en colinas escarpadas como Matera, Grassano, Aliano, donde no lleg¨® el tren hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX y a los que todav¨ªa es relativamente complicado llegar. Solo cuando en 1951 Alcide de Gasperi promulg¨® una ley para sanear y reconstruir los famosos Sassi de Matera (las cuevas de la ciudad que fue capital cultural en 2019), hubo algo de movimiento que atrajo la atenci¨®n del pa¨ªs. Y del turismo.
M¨¢s all¨¢ de las estad¨ªsticas, algunos term¨®metros comerciales hablan de este asunto. ¡°Cada a?o veo menos ni?os comprando chucher¨ªas y m¨¢s adultos y viejos llenando la cestita de frutos secos. Supongo que eso debe demostrar algo¡±, explica Francesco, propietario de una tienda de golosinas en el centro de Potenza, capital de la regi¨®n (la mayor¨ªa de poblaci¨®n se encuentra en esta ciudad). Cada mujer en esta zona de Italia tiene 1,08 hijos y la edad media para tenerlos es de las m¨¢s altas de Italia: 33,1 a?os. La ca¨ªda demogr¨¢fica es del 7,4 por 1.000, la m¨¢s alta tambi¨¦n del pa¨ªs. ¡°Es normal que la gente busque oportunidades fuera¡±, insiste Francesco.
Peores datos en el sur
Los datos en el resto del pa¨ªs no son m¨¢s esperanzadores. Cada mujer tiene una media de 1,20 hijos, una tendencia que prolonga un a?o m¨¢s la ca¨ªda que viene produci¨¦ndose desde 2011. Algo que tambi¨¦n sucede con la tasa de emigraci¨®n al extranjero, con un 4,6 por cada 1.000 habitantes (el m¨¢s alto desde la misma fecha). Los datos empeoran a medida que uno se acerca al sur del pa¨ªs, donde la falta de oportunidades laborales y la renta per c¨¢pita tiene enormes variaciones respecto al norte: mientras algunas regiones septentrionales se equiparan con las m¨¢s ricas de Europa (alrededor de 40.000 euros), zonas como Calabria o la propia Basilicata se acercan m¨¢s a los niveles de Albania (con alrededor de 20.000 euros per c¨¢pita). Este agravio conduce inexorablemente a la emigraci¨®n y a la despoblaci¨®n de algunas zonas. Pero el fen¨®meno no solo ocurre en el sur, sino en toda Italia, donde 525.000 j¨®venes se han marchado entre 2008 y 2022.
El gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, apunt¨® una de las claves la semana pasada en su discurso de balance del a?o. ¡°El ¨¦xodo debilita el capital humano de nuestro pa¨ªs. No estamos condenados al estancamiento, pero no debemos hacernos ilusiones: nuestra econom¨ªa a¨²n sufre de problemas graves, algunos arraigados y de dif¨ªcil soluci¨®n¡±, se?al¨®.
El ¨¦xodo nacional contrasta con la llegada irregular de inmigrantes. En 2023, si se tienen en cuenta los desembarcos en las costas y las llegadas por tierra desde la ruta de los Balcanes occidentales, Grecia, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria y Serbia, lo hicieron 361.839 personas. Panetta considera de vital importancia, y eso es lo m¨¢s revelador de su discurso, que ¡°el empleo provenga de un flujo de inmigrantes regulares superior al estimado por el Istat [instituto Nacional de Estad¨ªstica]¡±. El flujo ¡°tendr¨¢ que ser gestionado, en coordinaci¨®n con los otros pa¨ªses europeos¡± y ¡°reforzando las medidas de integraci¨®n¡±.
Y esa es justamente la clave, o el elemento que gran parte de la derecha no comparte y que permite a algunos airear el fantasma del gran reemplazo: teor¨ªa de origen franc¨¦s y seg¨²n la cual los blancos cat¨®licos y la poblaci¨®n cristiana europea est¨¢ paulatinamente siendo sustituida por personas de origen no europeo, concretamente por ¨¢rabes y africanos.
Un discurso ¡°neohitleriano¡±
La fil¨®sofa Donatella Di Cesare acaba de ser absuelta por un juez por llamar ¡°neohitleriano¡± a Lollobrigida. Fue, justamente, despu¨¦s de que el ministro de Agricultura alertase de la posibilidad de que en Italia se produjese una sustituci¨®n ¨¦tnica a causa de la despoblaci¨®n y la supuesta llegada masiva de migrantes. ¡°Es verdad que hay zonas enteras en Italia, como Basilicata o Calabria, que se han vaciado. Y hay una percepci¨®n muy grande de que llegan los migrantes y pr¨¢cticamente nos est¨¢n remplazando. No se expresa abiertamente, pero es muy fuerte. No se dice tanto en Lazio o en el norte, pero s¨ª en el sur. Todo el partido de Meloni usa ese elemento para hablar de sustituci¨®n ¨¦tnica¡±, explica al tel¨¦fono. ¡°No es una fantas¨ªa porque mucha gente lo piensa. Pero es absurdo, un planteamiento ideol¨®gico, no una realidad. Esos migrantes hacen los trabajos que no queremos hacer nosotros, y lo hacen muy mal pagados¡±, apunta Di Cesare.
Meloni ha focalizado su agenda en la idea de la natalidad, en el ensalzamiento de la madre como piedra angular de la familia reproductiva tradicional y en las trabas al aborto. Adem¨¢s de utilizar fondos europeos para subvencionar a las asociaciones autodenominadas provida, o torpedear la posibilidad de adopci¨®n de las parejas LGTBI, ha permitido que las regiones donde gobierna su partido entorpezcan el uso de la p¨ªldora abortiva RU-486 y solo se administre hasta la s¨¦ptima semana, y no hasta la novena, como en la mayor¨ªa de Italia.
Adem¨¢s, Meloni ha encontrado un gran aliado en el papa Francisco ¨Del Pont¨ªfice suele comparar el aborto con la contrataci¨®n de un sicario¨D para la promoci¨®n de la familia tradicional en lo que han dado en llamar Los estados generales de la natalidad. Un evento promovido ahora por el Ministerio de Familia y Natalidad, liderado por Eugenia Rocella, una antiabortista declarada, paladina de los movimientos provida y ariete contra el movimiento LGTBI.
La realidad, sin embargo, es en este caso algo menos ideol¨®gica. Y las proyecciones demogr¨¢ficas del Istat indican de forma m¨¢s prosaica que hacia 2050 Italia ver¨¢ un cambio notable en la estructura de su poblaci¨®n. M¨¢s que a la sustituci¨®n ¨¦tnica, el instituto apunta a una sustituci¨®n generacional: los ancianos superar¨¢n con creces a los j¨®venes, mientras que la tasa de natalidad continuar¨¢ disminuyendo. Y eso, m¨¢s que una preocupaci¨®n racial o identitaria, tendr¨¢ una consecuencia econ¨®mica. La gran pregunta ahora es: ?qui¨¦n pagar¨¢ las pensiones de las pr¨®ximas generaciones?
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