El r¨¦gimen argelino busca perpetuarse en las urnas con la abstenci¨®n como ¨²nico rival
El presidente Teb¨²n se presenta a la reelecci¨®n tras haber sofocado el movimiento de protestas populares que apart¨® del poder a Buteflika en 2019
Representado por el actual presidente, Abdelmayid Teb¨²n, de 78 a?os, el r¨¦gimen que dirige el destino de Argelia desde la independencia, en 1962, busca perpetuarse en el poder a trav¨¦s de las urnas. De perfil tecnocr¨¢tico dentro de un aparato bajo tutela militar, Teb¨²n se ve desafiado en los comicios presidenciales de este s¨¢bado por un candidato islamista y otro socialista. Ninguno pone en peligro su reelecci¨®n. La abstenci¨®n, que super¨® el 60% hace cinco a?os cuando alcanz¨® la presidencia, es el principal rival al que se enfrenta para mantenerse en el cargo con legitimidad. Tras haber sofocado las reivindicaciones del Hirak, el movimiento prodemocr¨¢tico que forz¨® la ca¨ªda de su predecesor, Abdelaziz Buteflika, cuando este aspiraba a un quinto mandato despu¨¦s de dos d¨¦cadas en el poder, el presidente argelino se afianza ahora al cargo en un pa¨ªs ¡°estrechamente vigilado y en el que no se toleran las cr¨ªticas¡±.
Los observadores pol¨ªticos que describen este escenario prefieren mantener el anonimato. Hablan desde Argel, donde las autoridades no han permitido viajar al corresponsal de EL PA?S en el Magreb y a otros periodistas europeos para cubrir las elecciones presidenciales. Frente a Teb¨²n y el r¨¦gimen al que marca el paso el ej¨¦rcito desde la era poscolonial, Yucef Auchich busca recabar apoyos para el hist¨®rico Frente de Fuerzas Socialistas ante las pr¨®ximas legislativas en la regi¨®n ber¨¦ber de la Cabilia, donde compite con otras fuerzas nacionalistas. En declaraciones a Efe, Auchich ha prometido poner en libertad a ¡°todos los presos pol¨ªticos y de opini¨®n en Argelia¡±. Tiene tan pocas posibilidades de que se cumpla su compromiso como de que resulte elegido el islamista moderado Abdelali Hassani, dirigente del Movimiento de la Sociedad por la Paz, partido que concurre a unas presidenciales por primera despu¨¦s de casi tres d¨¦cadas de boicoteo, tambi¨¦n con la vista puesta en las elecciones generales en tanto que segunda fuerza parlamentaria.
No hay ning¨²n rival con potencial real frente a Teb¨²n, que ha tenido a disposici¨®n de su campa?a todos los medios del Estado, y que no ha cesado de anunciar subidas de sueldo y un alza del subsidio de desempleo. El man¨¢ de las subvenciones que reciben los argelinos, que pueden llegar a obtener con escaso desembolso una vivienda de protecci¨®n oficial, puede movilizar en su favor a una parte de los ap¨¢ticos votantes. Sus principales adversarios son la abstenci¨®n (que en las legislativas de 2021 roz¨® el 77% del censo), el boicot de la oposici¨®n y el desencanto de unos ciudadanos decepcionados por el elevado coste de la vida, con una inflaci¨®n que ronda el 7%, y defraudados por las promesas incumplidas de reformas tras las movilizaciones del Hirak.
¡°El balance de Teb¨²n en los planos internacional y econ¨®mico resulta mediocre¡±, sostiene un analista argelino, que tambi¨¦n reclama el anonimato para eludir represalias del r¨¦gimen. El presidente parece haber dejado al margen de la campa?a el retroceso sufrido por Argelia en el contencioso sobre el S¨¢hara Occidental, donde Espa?a, en 2022, y Francia, este mismo a?o, se han alineado con la tesis de Marruecos de autonom¨ªa, bajo su propia soberan¨ªa, para la antigua colonia espa?ola. Argel defiende un proceso de autodeterminaci¨®n que desemboque en la independencia, en favor de sus aliados del Frente Polisario.
Tras la ruptura de relaciones diplom¨¢ticas con Marruecos, en 2021, Argelia tambi¨¦n ha perdido influencia en la regi¨®n del Sahel, donde dej¨® un vac¨ªo que ha sido r¨¢pidamente ocupado por Rusia. Bajo su mandato, el pa¨ªs magreb¨ª m¨¢s extenso se ha alineado con Mosc¨², su principal aliado militar, y sus socios de los BRICS, organizaci¨®n que, pese a no haber admitido a Argelia en su seno, acaba de aceptar al pa¨ªs magreb¨ª en la estructura financiera de su banco de desarrollo.
¡°La econom¨ªa sigue dependiendo de la renta de los hidrocarburos en la Nueva Argelia [tras la etapa de corrupci¨®n desmedida bajo Buteflika] que reclama Teb¨²n¡±, subraya la misma fuente consultada. El presidente proclam¨® la semana pasada, en la recta final de la campa?a electoral, que Argelia es ¡°la tercera econom¨ªa del mundo¡±, cuando solo es la tercera mayor econom¨ªa de ?frica. Pero a pesar de un incremento del 4% del producto interior bruto en 2023 y de haberse triplicado el valor del gas vendido a Europa entre 2020 y 2022, la mayor¨ªa de los argelinos ya no puede comprarse un coche a causa de la devaluaci¨®n del dinar. En el mercado negro de las calles de Argel, el cambio oficial del euro se puede llegar a multiplicar por 10. La bonanza del gas tampoco oculta carencias, como la de suministro de agua a la poblaci¨®n, en medio de una prolongada sequ¨ªa en el Magreb, que ha desatado las primeras protestas populares de entidad desde el aplastamiento del Hirak. A comienzos de junio, cientos de manifestantes cortaron carreteras y quemaron neum¨¢ticos en la ciudad de Tiaret, a 250 kil¨®metros al suroeste de Argel. El presidente Teb¨²n hab¨ªa prometido a sus 200.000 habitantes que el agua saldr¨ªa por los grifos en el Eid el Adha, a mediados de ese mismo mes, pero las conducciones estaban secas en plena festividad musulmana del sacrificio.
La represi¨®n de los ¨²ltimos rescoldos de la revuelta de 2019 ¨Den favor de ¡°un Estado civil, no militar¡±¨D ha arrojado tras los barrotes a decenas de opositores y disidentes, seg¨²n constata Amnist¨ªa Internacional en su ¨²ltimo informe. La pandemia interrumpi¨® en 2020 las protestas, y cuando se reanudaron al a?o siguiente fueron reprimidas bajo la acusaci¨®n de ¡°atentar contra las instituciones¡±.
Boicot a los comicios
Dos de las fuerzas que encabezaron el Hirak han dado la espalda a las urnas. La Agrupaci¨®n por la Cultura y la Democracia, partido clave en la regi¨®n bereber de la Cabilia (noreste de Argel), ante el ¡°d¨¦ficit de confianza de unos comicios que solo persiguen la supervivencia de los escombros del sistema¡±. La veterana l¨ªder del Partido de los Trabajadores, Luisa Han¨²n, que fue encarcelada por su participaci¨®n en las protestas del Hirak en 2019, tambi¨¦n descart¨® su candidatura a las presidenciales condiciones legales ¡°injustas y antidemocr¨¢ticas¡±. La abogada de detenidos en el movimiento de protestas populares y antigua jueza Zubida Assul, fue excluida por las autoridades electorales de la carrera hacia la presidencia.
Exjefe de Gobierno, varias veces ministro, arquetipo del aparato de poder poscolonial, Teb¨²n se ha presentado a la reelecci¨®n respaldado por el Ej¨¦rcito y por partidos oficialistas como el hist¨®rico Frente de Liberaci¨®n Nacional. En 2019 gan¨® con el 58% de los votos, pero la participaci¨®n fue la m¨¢s baja en la historia electoral del pa¨ªs. Sin previo aviso, adelant¨® las actuales presidenciales a fin de intentar desmovilizar a sus rivales en una campa?a que ha coincidido con la can¨ªcula norteafricana y las vacaciones de verano.
Con la previsible reelecci¨®n de Teb¨²n, el aparato pol¨ªtico de base militar en el poder en Argelia se ver¨¢ consolidado tras haberse visto sacudido por el estallido de las movilizaciones populares del Hirak. Como destacaba el semanario franc¨¦s Jeune Afrique, el actual presidente ¡°ha eliminado el antiguo r¨¦gimen [de Buteflika], al tiempo que ha reproducido casi el mismo modelo de gobernanza¡±. El estado de salud de Teb¨²n, que cumplir¨¢ 80 a?os en noviembre del a?o que viene, suscita dudas. En 2020, permaneci¨® hospitalizado durante varios meses en Alemania a causa de una prolongada infecci¨®n por covid.
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