Zubida Assul, candidata a presidir Argelia: ¡°A¨²n no hemos tenido una alternancia en el poder¡±
¡°La revuelta democr¨¢tica del Hirak ha sido el momento hist¨®rico m¨¢s relevante desde la independencia en 1962¡å, afirma la abogada feminista y l¨ªder de un partido de centro
Zubida Assul, de 67 a?os, ha dado el primer paso para presentar su candidatura a la presidencia de Argelia como representante de la sociedad civil frente al ¡°poder¡±, el complejo militar y pol¨ªtico que rige los destinos del pa¨ªs magreb¨ª desde la independencia en 1962. Esta exjueza y abogada feminista ha lanzado el primer desaf¨ªo al actual mandatario, Abdelmayid Teb¨²n, quien debe buscar la reelecci¨®n en los comicios de este a?o. Para ello, aspira a aglutinar a las fuerzas de oposici¨®n y los movimientos populares del Hirak, que hace cinco a?os encabezaron una ola de protestas pac¨ªficas sin precedentes para forzar la renuncia de Abdelaziz Buteflika, cuando el entonces jefe del Estado se dispon¨ªa a perpetuarse en un quinto mandato consecutivo. Assul defiende como letrada a decenas de pol¨ªticos, periodistas e intelectuales encausados desde entonces por su participaci¨®n en el movimiento democr¨¢tico argelino.
¡°Colgu¨¦ la toga de jueza y me puse la de abogada¡±, resume su metamorfosis pol¨ªtica en la sede de su partido en Argel. ¡°Mi caballo de batalla es el Estado de derecho, la independencia de la justicia, las libertades individuales y colectivas¡±, enfatiza su programa. ¡°No podemos tener democracia sin un sistema de justicia fuerte e independiente¡±. La primera aspirante en lanzarse a la carrera presidencial particip¨® como jurista en el Consejo de Transici¨®n, que cicatriz¨® las heridas de la sangrienta guerra civil argelina de los a?os noventa. Desde 2012 lidera el partido de centro Uni¨®n por el Cambio y el Progreso (UCP).
Assul recuerda que en 2018 ya particip¨® en la creaci¨®n de un movimiento para impedir el quinto mandato de Buteflika. ¡°Pero en febrero de 2019 el pueblo sali¨® masivamente a la calle y asombr¨® al mundo entero. Millones de argelinos se movilizaron para exigir libertad de prensa, de opini¨®n, de reuni¨®n, de circulaci¨®n... Todas ellas est¨¢n consagradas en nuestra Constituci¨®n, pero no tienen traducci¨®n sobre el terreno¡±, advierte. ¡°El Hirak ha sido el momento hist¨®rico m¨¢s relevante para Argelia desde la independencia¡±, afirma sobre un punto central de su candidatura.
Considera que la Constituci¨®n argelina tambi¨¦n consagra la igualdad para las mujeres, como ciudadanas de pleno derecho. ¡°El Estado favoreci¨® la educaci¨®n de las ni?as. Hoy hay un 50% de juezas, y m¨¢s del 60% de los abogados son mujeres. Lo mismo pasa en la sanidad o la educaci¨®n¡±, precisa, ¡°pero esta paridad no se da en la pol¨ªtica, donde solo hay cuatro ministras entre 29 carteras, y un 25% de parlamentarias, por debajo incluso del 32% de las elecciones de 2012¡å.
¡°Hemos retrocedido desde hace cinco a?os. Estamos asistiendo a un endurecimiento de todas las libertades¡±, cuestiona sobre el actual Gobierno. ¡°Ha habido muchos procesos penales contra intelectuales, periodistas, pol¨ªticos. Los argelinos tenemos derecho a criticar a quienes ostentan el poder, a discrepar de sus enfoques¡±. Ve una prueba m¨¢s de este retroceso en la conferencia de prensa en la que anunci¨® su candidatura, que apenas tuvo cobertura en los medios. ¡°Los periodistas no son libres de ejercer su profesi¨®n en Argelia¡±, asegura.
¡°Han pasado 62 a?os desde la independencia y no se ha producido a¨²n una alternancia en el poder a trav¨¦s de las urnas¡±, justifica su propuesta de consensuar una candidatura de oposici¨®n. Para la aspirante a la presidencia, las elecciones presidenciales pueden ser la oportunidad para volver a movilizar a quienes participaron en el Hirak. ¡°Tenemos que convencerles de que la estrategia de boicot a los comicios beneficia m¨¢s al sistema que a los ciudadanos¡±, subraya. El mandato del actual jefe de Estado expira en diciembre de este a?o. ¡°Desde la crisis de 1989, muchos partidos pol¨ªticos de oposici¨®n han participado unas veces en las elecciones y otras las han boicoteado. Todav¨ªa no hemos tenido una transici¨®n pol¨ªtica en Argelia. Ese es el problema¡±, sostiene Assul.
¨D?Propone usted una reconciliaci¨®n nacional en torno al Hirak?
¨DLa crisis de Argelia es una crisis pol¨ªtica. No puede haber una salida sin di¨¢logo, mediante un pacto social entre las instituciones y los ciudadanos. Los intentos que se han hecho desde el poder no han dado los resultados esperados.
¨D?Si fuera presidenta pondr¨ªa en libertad a todos los presos por delitos de opini¨®n?
¨DLo primero que har¨¦ si llego a la Presidencia de la Rep¨²blica es iniciar un di¨¢logo para reconciliar a los argelinos. En segundo lugar, obviamente, me asegurar¨¦ de que se respeten todas las libertades. Si soy presidenta, no aceptar¨¦ que un ciudadano sea encarcelado por expresar su punto de vista, aunque me critique duramente a m¨ª.
¨D?Va a contar con las Fuerzas Armadas?
¨DHist¨®ricamente, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional estuvo en primera l¨ªnea para poner fin a m¨¢s de 130 a?os de colonialismo. Este v¨ªnculo es muy importante. El ej¨¦rcito es una instituci¨®n que hay que respetar. Debe ser una instituci¨®n profesional y fuerte. Pero yo no quiero ser presidenta y ministra de Defensa al mismo tiempo.
La jurista Assul se muestra a favor del retorno al sistema de la apertura democr¨¢tica de 1989, con un jefe de Gobierno que rinda cuentas ante el Parlamento. ¡°Creo que el aprendizaje democr¨¢tico debe realizarse a trav¨¦s de un Parlamento representativo de la voluntad popular, que ejercer¨¢ tambi¨¦n su misi¨®n de control¡±, previene contra la concentraci¨®n del poder en manos del presidente de la Rep¨²blica. ¡°Argelia es adem¨¢s un pa¨ªs enorme. No se puede gestionar el territorio mediante decisiones centralizadas. Cada regi¨®n tiene su especificidad¡±, apostilla, en lo que parece ser un gui?o a la regi¨®n de la Cabilia del norte del pa¨ªs, con mayor¨ªa de poblaci¨®n bereber.
Pol¨ªtica exterior de di¨¢logo
¡°En Argelia tenemos una doctrina tradicional en pol¨ªtica exterior: somos un pa¨ªs no alineado, hablamos con todos, queremos tener buenas relaciones con todos. Esa es la primera regla. La segunda es que Argelia no quiere involucrarse en los problemas internos de ning¨²n pa¨ªs, sea vecino o no. Mi posici¨®n es recurrir al di¨¢logo, cualquiera que sea el problema¡±, expone su programa diplom¨¢tico. ¡°No tengo mucha informaci¨®n sobre las causas de las ¨²ltimas fricciones entre Argelia y Espa?a. Mi deseo es que con Espa?a, como un pa¨ªs vecino en el Mediterr¨¢neo, existan buenas relaciones. Formo parte de quienes creen en la construcci¨®n del gran Magreb, de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo¡±, recalca.
¡°Pero es cierto que existen problemas territoriales que todav¨ªa necesitan encontrar soluciones en Naciones Unidas¡±, alude al contencioso sobre el S¨¢hara Occidental. ¡°Primero hay que contar siempre con el derecho internacional. A partir de ah¨ª, nada impide que nos sentemos alrededor de una mesa para tratar de encontrar soluciones, compromisos. Eso es la pol¨ªtica. No siempre podemos ser ganadores. Tampoco perdedores. Debemos alejarnos de esta l¨®gica¡±, advierte.
Apertura econ¨®mica
Assul se declara tambi¨¦n a favor de una apertura econ¨®mica y de la libertad de emprender. ¡°Esto es fundamental, porque tenemos un pa¨ªs de cerca de 50 millones de habitantes, donde un 75% de la poblaci¨®n es joven, y por ello necesitamos crear millones de empleos¡±, aclara, ¡°pero no se puede avanzar hacia el desarrollo econ¨®mico sin libertades fundamentales¡°. Plantea que en una econom¨ªa dependiente de los hidrocarburos como la argelina, la prioridad debe concentrarse en la creaci¨®n de empresas. ¡°Espero poder crear un mill¨®n de peque?as y medianas empresas durante mi mandato. Y ah¨ª necesitaremos que los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea trabajen con nosotros para que nuestros j¨®venes no abandonen Argelia. Quiero que mi pa¨ªs se abra al mundo¡±, remacha su propuesta econ¨®mica.
Assul considera, sin embargo, que antes debe cambiar la cultura de la subvenci¨®n p¨²blica que impera en Argelia desde la independencia. ¡°No se debe infantilizar a los argelinos. Lo importante en los pr¨®ximos 20 a?os es impulsar una clase media que sea la palanca que impulse la econom¨ªa. El papel del Estado no es crear riqueza, sino crear el clima para el crecimiento¡±, detalla el giro econ¨®mico al que aspira. ¡°No debe limitarse, como hasta ahora, a gestionar la riqueza de los hidrocarburos¡±.
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