Marruecos solo acepta el 8% de las expulsiones de sus nacionales emitidas por la UE
El pa¨ªs magreb¨ª destaca en la lista de Estados que menos colaboran en la readmisi¨®n de sus inmigrantes irregulares. Sobresalen tambi¨¦n Mal¨ª, Guinea, Costa de Marfil o Argelia
La eterna ambici¨®n de la Uni¨®n Europea y las promesas de sus l¨ªderes ¡ªy de la oposici¨®n¡ª de devolver cada vez m¨¢s inmigrantes en situaci¨®n irregular se da de bruces con la realidad de sus propios datos. Un informe restringido de la Comisi¨®n Europea, publicado por la organizaci¨®n Statewatch, analiza al detalle la cooperaci¨®n en materia de expulsiones de 34 pa¨ªses, y la conclusi¨®n es que la colaboraci¨®n es ¡°insuficiente¡±. En esa lista destaca Marruecos que, a pesar de tratarse de un socio prioritario y de ser el pa¨ªs africano con el mayor n¨²mero de nacionales cruzando irregularmente las fronteras europeas, apenas acepta un 8% de las expulsiones.
El informe muestra la baja cooperaci¨®n de otros pa¨ªses, menos relevantes frente a Marruecos, pero con tasas de expulsi¨®n por debajo del 10%. Entre ellos se encuentra Mal¨ª (4%), Guinea (5%), Costa de Marfil (5%), Banglad¨¦s (9%) y Argelia (10%). Las tasas m¨¢s altas entre los 15 pa¨ªses con m¨¢s inmigrantes identificados entrando irregularmente en la UE las registra Gambia (37%), Irak (14%) y Pakist¨¢n (11%). La Comisi¨®n excluye del examen a Afganist¨¢n, Libia, Palestina y Siria porque ¡°no es posible establecer contactos operativos efectivos¡±. Rusia tambi¨¦n est¨¢ excluida porque la guerra en Ucrania ¡°impide el compromiso¡± y Sud¨¢n, en plena guerra civil, solo se eval¨²a a efectos metodol¨®gicos.
El a?o pasado, los Veintisiete lograron que el 23% de los inmigrantes que contaban con una orden de abandonar el territorio Schengen (zona de libre circulaci¨®n que comparten 29 pa¨ªses europeos) volviesen a sus pa¨ªses de origen, seg¨²n Eurostat. Es un n¨²mero modesto para las aspiraciones de la Comisi¨®n Europea, m¨¢s a¨²n si se tiene en cuenta que cuatro de cada 10 de esos inmigrantes se fueron voluntariamente, lo que pone de manifiesto las dificultades para ejecutar retornos forzosos.
Los resultados de este informe muestran la insatisfacci¨®n de la UE con la mayor¨ªa de esos 34 pa¨ªses, lo que los convierte en candidatos a sufrir restricciones en sus peticiones de visados Schengen de corta duraci¨®n (hasta 90 d¨ªas de acceso a la zona europea de libre circulaci¨®n), una receta ya aplicada a Gambia y a Etiop¨ªa, y que los Estados miembros son partidarios de ampliar como medida de presi¨®n.
Del detalle del documento se desprende otra conclusi¨®n: por mucho que prometan los dirigentes europeos y aquellos que aspiran a serlo, la pol¨ªtica de retornos est¨¢ en las manos de los pa¨ªses de origen y no en las de los de destino. ¡°Una pol¨ªtica migratoria basada en el retorno, como la de la UE, reduce la autonom¨ªa propia porque depende de un tercer pa¨ªs¡±, analiza Gemma Pinyol, directora de pol¨ªticas migratorias y diversidad en el centro de an¨¢lisis Instrategies. ¡°Apostar de esta manera por los retornos supone dar mayor capacidad de negociaci¨®n y agencia a muchos pa¨ªses terceros, lo que a la larga podr¨ªa ser, para ellos y sus ¨¦lites, un aliciente m¨¢s atractivo y beneficioso que desarrollar y negociar v¨ªas de entrada regular¡±, a?ade.
Cooperaci¨®n de Rabat
El caso de Marruecos es particular por la disparidad con la que lo eval¨²an los socios. 35.065 marroqu¨ªes en situaci¨®n irregular recibieron en 2023 una orden de abandonar territorio comunitario, pero solo 2.760 fueron efectivamente expulsados. En un 44% de los casos, los Estados miembros han calificado la cooperaci¨®n marroqu¨ª para identificar a sus nacionales pendientes de expulsi¨®n ¡ªtr¨¢mite indispensable para su retorno¡ª como pobre o muy pobre; en un 46%, la colaboraci¨®n fue buena y muy buena, seg¨²n el informe.
Rabat asegura, por su parte, que responde favorablemente a ¡°la casi totalidad de las demandas de [expulsi¨®n de sus nacionales que emigran irregularmente] de los pa¨ªses de la UE¡±, seg¨²n fuentes del Ministerio del Interior marroqu¨ª. Estas han precisado que ¡°el proceso de readmisi¨®n est¨¢ distribuido en tres fases ¨Didentificaci¨®n, entrega del salvoconducto consular y retorno [de los expulsados]¨D, y que solo las dos primeras est¨¢n a cargo de Marruecos¡±. Las mismas fuentes subrayan que ¡°el retorno efectivo a Marruecos est¨¢ a cargo del pa¨ªs de acogida¡±, al tiempo que consideran que en ocasiones los pa¨ªses europeos no ¡°consiguen aplicar su propia decisi¨®n de expulsi¨®n¡± al no poder localizar a la persona implicada, por haber cambiado de domicilio e incluso de pa¨ªs, informa desde Rabat Juan Carlos Sanz.
El informe de la Comisi¨®n no especifica la evaluaci¨®n por pa¨ªs, as¨ª que no est¨¢ claro c¨®mo Espa?a ha valorado la cooperaci¨®n de su principal socio en materia migratoria en un momento de declarada sinton¨ªa. El a?o pasado, el Ministerio del Interior espa?ol logr¨® expulsar a cerca de un millar de marroqu¨ªes, seg¨²n datos policiales confidenciales, mientras que recibi¨® a 14.000 marroqu¨ªes de forma irregular.
En el documento, en cualquier caso, se lee una llamada general a mejorar procedimientos con Rabat: ¡°En vista del contexto general de readmisi¨®n y del elevado n¨²mero de nacionales marroqu¨ªes que llegan de forma irregular, Marruecos debe adoptar medidas concretas para mejorar en la cooperaci¨®n¡±. Entre esas medidas, a la Comisi¨®n le gustar¨ªa ver m¨¢s flexibilidad ¡ªcomo acabar con la obligatoriedad de usar aerol¨ªneas espec¨ªficas para los retornos o no solicitar informaci¨®n confidencial¡ª y m¨¢s eficiencia en todo el proceso.
Otro pa¨ªs de inter¨¦s para Espa?a es Argelia, cuyas expulsiones se encuentran suspendidas desde la primavera de 2022. Entre las medidas que Argel tom¨® contra Madrid despu¨¦s de que Pedro S¨¢nchez se alinease con Marruecos en la soluci¨®n para el S¨¢hara Occidental, a¨²n se mantiene la de cortar el flujo de ferris que cada semana llevaba argelinos en situaci¨®n irregular de vuelta a su pa¨ªs. Argelia, sin embargo, s¨ª colabora con otros pa¨ªses, aunque la tasa de retorno se estanca en el 10% y la evaluaci¨®n general se considera ¡°pobre¡±.
En el caso de Senegal, gran protagonista en la llegada de cayucos a Canarias en oto?o del a?o pasado, la Comisi¨®n reconoce que ya en 2020 propuso imponer restricciones de visados al pa¨ªs ante su falta de cooperaci¨®n, una decisi¨®n que est¨¢ pendiente de la aprobaci¨®n del Consejo de la UE. La colaboraci¨®n de las autoridades de Dakar, que como todos los pa¨ªses afrontan un fuerte rechazo social a la readmisi¨®n de sus emigrantes, es tambi¨¦n considerada ¡°pobre¡± en la inmensa mayor¨ªa de los casos.
Precisamente, el pasado 29 de agosto en Dakar, S¨¢nchez se refiri¨® a las expulsiones en un discurso que descoloc¨® a su derecha y a su izquierda. ¡°Es imprescindible el retorno de quienes han llegado a Espa?a irregularmente¡±, anunci¨® un d¨ªa despu¨¦s de que el portavoz del Partido Popular, Miguel Tellado, le exigiera ¡°deportaciones masivas¡±. Espa?a no hace m¨¢s que seguir una estela marcada por la UE. Las expulsiones de inmigrantes irregulares son un asunto clave tambi¨¦n en Alemania, donde su canciller ha prometido acelerar los procesos y priorizar a los delincuentes; o en Italia, donde se pretende expulsar a Albania a los migrantes rescatados en el Mediterr¨¢neo.
El desaf¨ªo no es peque?o porque la propia Uni¨®n, con su Pacto de Migraci¨®n y Asilo, va a cambiar las normas de procedimiento en sus fronteras. Se prev¨¦ que los migrantes procedentes de pa¨ªses con tasas de reconocimiento de asilo menores al 20%, como Marruecos, Argelia, Senegal, o T¨²nez sean detenidos y se enfrenten a un procedimiento acelerado de expulsi¨®n. Esa detenci¨®n podr¨¢ prolongarse un plazo m¨¢ximo de 24 semanas (casi seis meses), una eternidad para el inmigrante (en Espa?a ese plazo ahora no puede superar los 60 d¨ªas), pero un plazo no tan amplio para lograr una expulsi¨®n en tiempo y forma. La Comisi¨®n afirma en el documento que este l¨ªmite significa que ¡°los plazos para la identificaci¨®n y la expedici¨®n de documentos de viaje tendr¨¢n que reducirse¡±, una tarea en la que lleva empe?ada varias d¨¦cadas.
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