El due?o de la empresa espa?ola que espi¨® a Assange para la CIA colaboraba con el CNI

David Morales, director de la empresa de seguridad espa?ola UC Global SL que espi¨® para la CIA a Julian Assange durante su estancia como asilado en la embajada de Ecuador en Londres, era colaborador del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), seg¨²n apuntan correos electr¨®nicos intervenidos en los dispositivos electr¨®nicos que le incaut¨® la Polic¨ªa tras su detenci¨®n en Jerez de la Frontera, en septiembre de 2019.

Adem¨¢s de estas pruebas documentales, a las que ha tenido acceso EL PA?S, tres fuentes vinculadas a los servicios de informaci¨®n espa?oles y colaboradores de Morales confirman que el exmilitar trabaj¨® en distintas operaciones para el servicio de inteligencia. ¡°Tranquilo, estoy con Dios, con el de aqu¨ª (el CNI) y el de all¨ª (la CIA)¡±, confes¨® a una persona de su confianza que le advirti¨® de los l¨ªmites y riesgos de esa actividad. Un portavoz oficial del CNI declin¨® responder a las preguntas de este diario.

Las pruebas que vinculan al exmarine con el CNI han aparecido en nuevos volcados de sus tel¨¦fonos m¨®viles y no figuraban en la primera copia que la Polic¨ªa entreg¨® al juez de la Audiencia Nacional que desde hace cinco a?os investiga el caso. La relaci¨®n de Morales con el servicio de inteligencia espa?ol y las pruebas que apuntan a que la informaci¨®n sobre las reuniones del fundador de Wikileaks con sus abogados se entreg¨® a la CIA dan una nueva dimensi¨®n a un caso que ha escalado hasta un juzgado de Nueva York donde v¨ªctimas del espionaje han demandado a Mike Pompeo, exdirector del servicio secreto estadounidense. Assange, ya en libertad, permaneci¨® 12 a?os recluido por la filtraci¨®n de m¨¢s de 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado estadounidense en noviembre de 2010. EL PA?S fue uno de los medios que particip¨® en el esfuerzo concertado de publicaci¨®n de estos papeles.

?nico interlocutor

El 27 de junio de 2016, Morales envi¨® desde su correo corporativo a sus trabajadores un comunicado interno titulado ¡°Contacto con agencia de inteligencia¡±. Dec¨ªa as¨ª: ¡°Me pongo en comunicaci¨®n con vosotros a fin de haceros part¨ªcipes de que hemos conocido el inter¨¦s por parte de unidades de inteligencia espa?olas (CNI) por conocer o disponer de informaci¨®n relativa a nuestras acciones, misiones o trabajos. Llegando a contactar y solicitar la colaboraci¨®n (paso de informaci¨®n) de los agentes y operaciones que est¨¢n asignados a esas diferentes misiones¡±.

El director de UC Global SL, cuya agencia ya se ocupaba de la seguridad en la embajada de Ecuador en Londres, les explic¨® que las actividades de su empresa eran ¡°f¨¢cilmente monitorizables¡± y a?adi¨® que en el caso de que sus misiones fueran de ¡°inter¨¦s nacional y no afecte a los intereses de nuestros clientes no hay problema para establecer una colaboraci¨®n adecuada y con un ¨²nico canal de transmisi¨®n, es decir a trav¨¦s m¨ªa [sic]¡±. Y advirti¨® que si alg¨²n agente o colaborador de cualquier servicio de inteligencia nacional o extranjero contactara con ellos le indicaran: ¡°el procedimiento es comunicar conmigo¡±. La advertencia iba acompa?ada de una amenaza: ser despedidos si no proced¨ªan de esa manera. ¡°Me resultar¨¢ duro tener que prescindir de alguno de vosotros por fallos de confianza¡±, apostill¨®.

Unos meses antes, en marzo del mismo a?o 2016, uno de los colaboradores de UC Global SL escribi¨® a Morales inform¨¢ndole de que ¡°el CNI quiere contar con nosotros¡± para unos cursos en un campo de tiro¡± en una galer¨ªa en el acuartelamiento del Tercio de Infanter¨ªa de Marina en San Fernando (C¨¢diz).

Informe sobre un exdirector del CNI

Otros correos de Morales, fechados tres a?os despu¨¦s, entre los meses de febrero y marzo de 2019, muestran su participaci¨®n en los preparativos de una reuni¨®n entre la empresa Advanced Security Business Group SL, propiedad del exdirector del CNI (2004-2009) Jos¨¦ Alberto Saiz Cort¨¦s, y un colaborador de Indra.

El exmilitar escribi¨® a este ¨²ltimo y le remiti¨® un informe sobre la empresa del exjefe del CNI, una consultora en seguridad nacional e internacional, seg¨²n recoge su p¨¢gina web. ¡°Te adjunto un breve informe sobre la empresa con la que vas a mantener el contacto ma?ana con el fin de que te hagas una idea de la misma, aunque creo que ya tendr¨¢s una idea conociendo el perfil de quien est¨¢ al frente¡±, dice uno de los correos refiri¨¦ndose al exresponsable del servicio secreto espa?ol.

El exdirector del CNI, nombrado por Jos¨¦ Bono, entonces ministro de Defensa, fue cesado en su puesto despu¨¦s de que el diario El Mundo publicara el uso de fondos del servicio secreto para viajes y aficiones personales. Saiz es ingeniero t¨¦cnico superior de Montes y contin¨²a al frente de su compa?¨ªa de seguridad. Este peri¨®dico no ha logrado recabar su versi¨®n.

Morales fue detenido dos meses despu¨¦s de que una investigaci¨®n de este diario difundiera los audios y v¨ªdeos que sus trabajadores grabaron al activista australiano con sus abogados, m¨¦dicos y visitantes en el interior de la embajada de Ecuador en Londres, en la que permanec¨ªa recluido. Ese material se present¨® como prueba en una querella de Assange y la Audiencia Nacional le investiga por delitos de violaci¨®n de las comunicaciones abogado-cliente, apropiaci¨®n indebida y blanqueo de capitales.

La demanda presentada en Nueva York por varias de las v¨ªctimas del espionaje ha obligado al director de la CIA, William J. Burns, a prestar declaraci¨®n. El jefe del servicio de inteligencia se ha escudado en la Ley de Seguridad Nacional de 1947 y la Ley de la Agencia Central de Inteligencia de 1940 para no facilitar al magistrado neoyorquino ninguna informaci¨®n ¡°porque podr¨ªa causar graves da?os a la seguridad de Estados Unidos¡±.

Tras su prolongada reclusi¨®n, Assange, de 52 a?os, logr¨® la libertad el pasado 25 de junio despu¨¦s de firmar un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE UU por el que se declar¨® culpable de un delito de violaci¨®n de la Ley de Espionaje y acept¨® una pena de cinco a?os de prisi¨®n ya cumplida en la c¨¢rcel londinense de Belmarsh.

Investigaci¨®n@elpais.es