La guerra sin fin de los ¡°espa?oles¡± de la 65? Brigada de Ucrania
Tar¨¢s Mijalchuk y Anatolii Tsisik, residentes en Espa?a antes de la guerra, son oficiales en uno de los regimientos ucranios m¨¢s destacados
En la 65? Brigada Mecanizada de Ucrania les llaman ¡°los espa?oles¡±. Tar¨¢s Mijalchuk tiene 57 a?os y su nombre en c¨®digo es Espa?ol. Anatolii Tsisik tiene 43 y su apodo militar es Girasol. Ambos ostentan el rango de mayores, son subcomandantes de batall¨®n y en 2022 dejaron su vida en Espa?a para alistarse en el ej¨¦rcito ucranio. Ambos eran civiles que buscaron un futuro mejor en nuestro pa¨ªs. Pero llevaban la guerra dentro de ellos y no dudaron en retornar a la patria cuando Rusia desat¨® la invasi¨®n.
Mijalchuk se mud¨® a Espa?a en 2005 tras una juventud trepidante. En 1985, con 18 a?os, fue reclutado para combatir en la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n. All¨ª estuvo hasta el final de la ocupaci¨®n, en 1987. Luego fue destinado con las tropas sovi¨¦ticas estacionadas en Nagorno Karabaj (territorio disputado entre Azerbaiy¨¢n y Armenia) y, finalmente, en Transnistria, entre 1991 y 1992, donde, como ¨¦l reconoce, particip¨® en el conflicto que provoc¨® Rusia para que esta regi¨®n se separara de facto de Moldavia. Mijalchuk sirvi¨® en el ej¨¦rcito ucranio hasta 2000, cuando se retir¨® con el rango de capit¨¢n.
Mijalchuk tiene a su mujer y a sus dos hijas en Badalona, ciudad que considera su hogar. Su familia ya hab¨ªa forjado un especial v¨ªnculo con Espa?a: su abuelo materno fue brigadista durante la Guerra Civil combatiendo al fascismo. ¡°Volvi¨® a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, le dieron una medalla, pero Stalin lo liquid¨®¡±, relata su nieto. ¡°Lo acusaron de ser agente del enemigo y una noche, en 1941, lo subieron a una camioneta negra y desapareci¨® para siempre¡±.
El Espa?ol habla emocionado de sus hijas, sentado en la cocina de su cuartel, en la proximidad de Or¨ªjiv, en el frente de Zaporiyia. Lo hace intercalando palabras en castellano, catal¨¢n y ucranio: la mayor, de 36 a?os, es socia de una empresa farmac¨¦utica y la peque?a, de 22, es dise?adora gr¨¢fica. Con el mismo orgullo explica que ¨¦l es ingeniero en una empresa especializada en instalar l¨ªneas de producci¨®n, y enumera algunas multinacionales donde ha trabajado: Estrella Damm, Celsa, Amazon, Seat¡ ¡°Mi sue?o es volver hoy mismo a Barcelona, a casa¡±, dice. ¡°Echo de menos a mi familia. El cuerpo cada vez me responde menos, tengo 57 a?os, creo que ya me he sacrificado suficiente por Ucrania¡±.
La nueva ley de movilizaci¨®n de civiles entr¨® en vigor en Ucrania la pasada primavera. Miles de hombres en el ej¨¦rcito esperaban que la normativa incluyera el regreso a la vida civil de los que llevaban m¨¢s de dos a?os combatiendo, pero el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas argumentaron que hab¨ªa que postergar esta decisi¨®n por la necesidad de contar con tropas experimentadas.
Tsisik asegura que ¨¦l combatir¨¢ hasta que termine la guerra. Su casa y familia est¨¢n en la provincia de Tern¨®pil, pero su segundo hogar es Murcia, donde viv¨ªa la mayor parte del a?o desde 2005. Cuando estall¨® la guerra en Donb¨¢s, en 2014, Tsisik abandon¨® Espa?a para combatir a los separatistas prorrusos. Luch¨® hasta 2019 y volvi¨® a Murcia, donde se especializ¨® en la construcci¨®n de piscinas, hasta que en 2022 los rusos volvieron a asediar Ucrania para hacerla desaparecer como Estado.
¡°Tengo la residencia espa?ola, me gusta mucho Murcia, pero ahora no podr¨ªa volver all¨ª¡±, comenta Tsisik. ¡°No podr¨ªa dormir, como me pas¨® en febrero de 2022 [cuando dio inicio la invasi¨®n], porque estar¨ªa cada d¨ªa angustiado por mi pa¨ªs¡±.
Un h¨¦roe sin medallas
Mijalchuk es el m¨¢s conocido de los dos. Ha aparecido en multitud de medios de comunicaci¨®n por su experiencia, por sus proezas en el campo de batalla y porque no se muerde la lengua. Es considerado por muchos un h¨¦roe porque en agosto de 2022 ¨¦l y un m¨¦dico, montados en un todoterreno, consiguieron evacuar a medio centenar de soldados sitiados en el pueblo de Nesteryanka, en el frente de Zaporiyia. En su tel¨¦fono guarda decenas de fotos de c¨®mo qued¨® el veh¨ªculo, destrozado por la metralla. Mijalchuk explica que ante las autoridades no es un h¨¦roe, nadie le dio una medalla por ello. ¡°Si no tienes enchufes, en este pa¨ªs no consigues nada; es un sistema heredado de la Uni¨®n Sovi¨¦tica¡±, dice el Espa?ol: ¡°Este pa¨ªs tiene un potencial muy grande, pero siempre digo que es como un p¨¢jaro que no puede alzar el vuelo por la corrupci¨®n¡±.
A Mijalchuk y a otros de sus compa?eros s¨ª les distingui¨® el presidente Volod¨ªmir Zelenski con la Orden Bogdan Jmelnitski de segunda clase por su participaci¨®n en la contraofensiva de verano de 2023, que permiti¨® a las Fuerzas Armadas Ucranias tomar el municipio de Robotine. La contraofensiva fracas¨®, no fue m¨¢s all¨¢ y Mijalchuk repite hoy a los periodistas lo que advirti¨® por entonces a sus superiores: ¡°Cuando me anunciaron en junio que atacar¨ªamos en este sector del frente, pens¨¦ que ser¨ªa una maniobra de distracci¨®n, pero no, la principal ofensiva ser¨ªa aqu¨ª. ?Un suicidio! No hab¨ªa lugar m¨¢s minado y mejor defendido por los rusos que este¡±. Fuentes de la 65? Brigada indican que quedan en servicio muy pocos del m¨¢s de medio millar de hombres que ten¨ªa el batall¨®n de Mijalchuk hace dos a?os: la mayor¨ªa de ellos fueron heridos o fallecieron.
Estos dos oficiales de la 65? Brigada ignoran cu¨¢ntos ucranios dejaron Espa?a para combatir a Rusia. Dicen conocer, aunque no personalmente, a tres o cuatro. EL PA?S visit¨® en octubre de 2022 la regi¨®n de Chern¨ªhiv donde coinciden las fronteras de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. Acompa?¨® a una patrulla comandada por Denis Dubchak, un ucranio de 23 a?os que era cocinero en Espa?a. En Madrid dej¨® en febrero de 2022 a su mujer y a su hijo. Dubchak falleci¨® en la batalla de Bajmut en febrero de 2023. ¡°Esto es la guerra, no hay m¨¢s¡±, dice Mijalchuk al escuchar esta historia. ¡°Hay gente que no lo supera; yo no tengo traumas, he pasado por cuatro guerras, tampoco puedo permit¨ªrmelo¡±. Sus armas, las muestra con orgullo, son una pistola sovi¨¦tica en su bandolera, que ten¨ªa un oficial ruso, y un fusil de asalto K-12. La pistola y el fusil son trofeos de guerra, de enemigos que ¨¦l mismo mat¨®.
Tsisik es el segundo mando de un batall¨®n de tanques de la 65? Brigada. Sus blindados ya no realizan operaciones de ataque directo, explica, porque durar¨ªan pocos minutos bajo los drones rusos y ante las unidades antitanques del enemigo. Ahora se limitan a utilizarlos como ca?ones de artiller¨ªa. El soldado no entra en detalles sobre la contraofensiva: ¡°Aquel a?o estuvimos en una mala situaci¨®n, este a?o estamos en una mala situaci¨®n y el que viene probablemente estaremos tambi¨¦n en una mala situaci¨®n¡±.
Ninguno de los dos quiere hacer predicciones, pero sus palabras dejan claro que el momento es dif¨ªcil para el optimismo. Mijalchuk prefiere no analizar la incursi¨®n ucrania en la provincia rusa de Kursk, que busca desde el pasado agosto que el enemigo transfiera all¨ª recursos ahora en los frentes dentro de Ucrania. Pero s¨ª a?ade una valoraci¨®n: su experiencia le indica que cuanto menos se cambie a las brigadas de frente, mejor. As¨ª lo demostrar¨ªa la contenci¨®n del enemigo que est¨¢n consiguiendo en Robotine brigadas como la 65? o la 1? Blindada, que llevan cerca de dos a?os en el mismo sector. ¡°Conozco este frente palmo a palmo; si me trasladaran ahora a Kursk o a Pokrovsk, ser¨ªa como un gato sin ojos¡±, asegura Mijalchuk con una expresi¨®n com¨²n en ucranio y en ruso.
El ej¨¦rcito m¨¢s viejo
Tsisik tiene 43 a?os, que es la edad media en las Fuerzas Armadas Ucranias, lo que convierte a este ej¨¦rcito en el m¨¢s viejo del mundo. David Petraeus, general estadounidense y exdirector de la CIA, afirm¨® este septiembre en una conferencia en Kiev que Ucrania deb¨ªa incorporar de forma urgente a tropas m¨¢s j¨®venes, incluso entre los 19 y 21 a?os. Petraeus advirti¨® que la transferencia de armas occidentales a Ucrania deber¨ªa ir en paralelo a un rejuvenecimiento del ej¨¦rcito. La edad promedio de las tropas estadounidenses era de 28 a?os en 2022, y la de los brit¨¢nicos, 31. Las fuerzas espa?olas ten¨ªan en 2018 una edad media de 43 a?os en sus militares de carrera y de 32 entre las tropas.
Tsisik desaconseja forzar a alistarse a j¨®venes que no quieren combatir, como as¨ª est¨¢ sucediendo con la nueva ley de movilizaci¨®n: ¡°Al ej¨¦rcito tiene que ir quien lo desea¡±, opina. ¡°Los que quer¨ªan ir voluntarios al ej¨¦rcito, como yo, ya lo hicieron¡±, explica Mijalchuk. La manera de revertir la situaci¨®n, indica este veterano oficial, es la motivaci¨®n econ¨®mica: ¡°Hay que elevar la remuneraci¨®n, desde los salarios a las compensaciones por caer herido. Es la mejor soluci¨®n¡±.
?Qu¨¦ ha cambiado a mejor en el ej¨¦rcito ruso respecto a su experiencia en la Uni¨®n Sovi¨¦tica? Mijalchuk apunta, precisamente, a los sueldos y la tecnolog¨ªa que utilizan. ?Y c¨®mo ha evolucionado t¨¢cticamente el invasor? ¡°En nada¡±, responde el Espa?ol. ¡°Siguen lanzando carne a morir. La t¨¢ctica es atacar una posici¨®n nuestra por cinco o seis lados, cada grupo tiene cuatro o cinco soldados, caer¨¢n muchos, pero un grupo llegar¨¢ al objetivo¡±.
La guerra de Afganist¨¢n termin¨® tras una d¨¦cada con un fuerte descontento popular. ?Cree el Espa?ol que puede suceder lo mismo con la invasi¨®n de Ucrania? ¡°Los rusos no cambiar¨¢n, siempre han sido lo mismo: necesitan vivir con la guerra. Su mentalidad lo necesita, y lo disfrutan¡±.
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