Muere Fethullah G¨¹len, el cl¨¦rigo turco acusado de impulsar el fallido golpe de Estado de 2016
El l¨ªder del grupo pol¨ªtico-religioso Hizmet ayud¨® a Erdogan a hacerse con las instituciones del Estado hasta que ambos se enfrentaron
El predicador Fethullah G¨¹len, acusado de impulsar el fallido golpe de Estado de 2016 en Turqu¨ªa, ha fallecido a los 83 a?os en un hospital de Pensilvania (Estados Unidos), donde viv¨ªa exiliado desde finales de la d¨¦cada de 1990. ¡°El alma de nuestro maestro parti¨® a las 21.20 de la noche del 20 de octubre de 2024 [madrugada del d¨ªa 21 en Europa], en el hospital donde llevaba un tiempo siendo atendido. Los m¨¦dicos dar¨¢n m¨¢s informaci¨®n en las pr¨®ximas horas¡±, anunci¨® en redes sociales la cuenta Herkul, parte de la cofrad...
El predicador Fethullah G¨¹len, acusado de impulsar el fallido golpe de Estado de 2016 en Turqu¨ªa, ha fallecido a los 83 a?os en un hospital de Pensilvania (Estados Unidos), donde viv¨ªa exiliado desde finales de la d¨¦cada de 1990. ¡°El alma de nuestro maestro parti¨® a las 21.20 de la noche del 20 de octubre de 2024 [madrugada del d¨ªa 21 en Europa], en el hospital donde llevaba un tiempo siendo atendido. Los m¨¦dicos dar¨¢n m¨¢s informaci¨®n en las pr¨®ximas horas¡±, anunci¨® en redes sociales la cuenta Herkul, parte de la cofrad¨ªa que dirig¨ªa G¨¹len y que emite sus sermones. Medios turcos han publicado que el fallecimiento se ha debido a un fallo renal provocado por la diabetes que padec¨ªa. Con la muerte del hombre a quien sus seguidores llamaban ¡°Venerado Maestro¡± ¡ªen Turqu¨ªa se le considera el l¨ªder de una organizaci¨®n terrorista¡ª se cierra un importante cap¨ªtulo de la historia del pa¨ªs euroasi¨¢tico. G¨¹len ha ejercido durante el ¨²ltimo medio siglo una gran influencia en la pol¨ªtica turca.
El nombre del predicador no era excesivamente conocido fuera de las fronteras de Turqu¨ªa hasta el 15 de julio de 2016. Esa noche, los cazas rugieron en el cielo de las principales ciudades turcas, incluso arrojaron bombas sobre el Parlamento y el palacio presidencial, y los tanques ocuparon las avenidas aplastando coches. Militares contrarios al presidente Recep Tayyip Erdogan tomaron los plat¨®s de varias televisiones para radiar un mensaje en el que depon¨ªan al Gobierno, si bien la resistencia en las calles de los civiles y de las fuerzas de seguridad que permanecieron leales derrot¨® la asonada. Murieron 251 civiles, polic¨ªas y militares leales y en torno a un centenar de golpistas, y hubo m¨¢s de 2.000 heridos. Aunque todav¨ªa sigue habiendo preguntas sobre aquella noche ¡ªla mayor¨ªa progubernamental del Parlamento se ha opuesto a varias comisiones de investigaci¨®n¡ª, est¨¢ claro que entre los dirigentes del golpe destacaban oficiales de adscripci¨®n g¨¹lenista.
?C¨®mo lleg¨® una organizaci¨®n que hab¨ªa sido una aliada tan importante de Erdogan a organizar un golpe de Estado? G¨¹len naci¨® en 1941 en un pueblo de la muy conservadora provincia de Erzurum, donde se inici¨® en las ense?anzas del te¨®logo islamista Said Nursi y, ya a los 20 a?os, fund¨® la rama local de la ultraderechista Asociaci¨®n de Lucha contra el Comunismo. Sin embargo, fue en la otra punta del pa¨ªs, en la moderna Esmirna ¡ªestuvo destinado all¨ª como im¨¢n en los setenta¡ª, donde comenz¨® a forjar su comunidad, congregando fieles que acud¨ªan a escuchar sus conmovedores sermones. All¨ª fund¨® la primera de sus escuelas. Esa ser¨ªa la marca de su grupo, al que llamar¨ªa Hizmet (el Servicio): instituciones educativas, tanto religiosas como laicas, con una gran calidad de ense?anza, destinadas a formar a una nueva ¨¦lite musulmana, conservadora y nacionalista turca pero compatible con la modernidad y las alianzas occidentales. Por ello, se le ha comparado en numerosas ocasiones al Opus Dei o a la Compa?¨ªa de Jes¨²s.
Tras la ca¨ªda de la URSS, sus escuelas privadas se extendieron por Asia Central, luego por ?frica y las Am¨¦ricas. Tambi¨¦n las empresas de los seguidores de G¨¹len, que ten¨ªan que aportar parte de sus ganancias al grupo y que llegaron a formar una patronal propia con 40.000 negocios asociados. Todo esto contribuy¨® a extender la influencia turca en el exterior, lo cual le granje¨® a G¨¹len el favor de las ¨¦lites pol¨ªticas del pa¨ªs, incluso de gobiernos de centroizquierda como el de B¨¹lent Ecevi (1999-2002).
Doble cara
Pero esa era solo la fachada exterior. En sus c¨ªrculos internos funcionaba como una organizaci¨®n secreta, de manera similar a la secta integrista mexicana El Yunque (con gran influencia en partidos como el espa?ol Vox). Si de cara al exterior, G¨¹len mostraba una imagen tolerante ¡ªse reuni¨® con el papa Juan Pablo II y abogaba por el ecumenismo¡ª, en los discursos distribuidos secretamente entre sus fieles recelaba de los ¡°infieles¡± y atacaba a los jud¨ªos y a las mujeres.
Adem¨¢s, a trav¨¦s de sus instituciones educativas, captaba a adeptos a los que promet¨ªa empleos en diversos ministerios, en la justicia, la polic¨ªa o incluso las Fuerzas Armadas. Para ello, desde finales de la d¨¦cada de 1980, los g¨¹lenistas se hab¨ªa infiltrado en las secciones de recursos humanos, desde las que autorizaban los nuevos contratos o filtraban las preguntas de oposiciones a sus seguidores.
Sin embargo, en 1997, los militares derribaron al Gobierno de coalici¨®n entre el centroderecha y los islamistas y la justicia inici¨® investigaciones sobre las redes de influencia de las congregaciones religiosas. El proceso contra G¨¹len se ir¨ªa dilatando en el tiempo hasta que fue absuelto una d¨¦cada m¨¢s tarde. Por si acaso, con la excusa de recibir tratamiento m¨¦dico, el predicador vol¨® a Estados Unidos, de donde nunca regresar¨ªa. Se instal¨® en Pensilvania, y all¨ª estableci¨® su sede en un inmenso complejo.
Con todo, Hizmet se manten¨ªa casi intacto y dispuesto a ofrecer sus servicios. La oportunidad lleg¨® con la mayor¨ªa absoluta del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), la formaci¨®n islamista de Erdogan, en 2002. ¡°?Por qu¨¦ nos aliamos con los g¨¹lenistas? Eran los ¨²nicos que nos pod¨ªan ayudar. El resto de partidos ten¨ªa a sus bur¨®cratas, nosotros, no. Y los g¨¹lenistas ten¨ªan a gente instruida¡±, explicaba a este periodista un exasesor de Erdogan. Durante su primera d¨¦cada de Gobierno, la justicia y los militares trataban de torpedear todos los pasos que daba el Gobierno de Erdogan, pero la alianza con los g¨¹lenistas permiti¨® neutralizar a los sectores laicos adversarios y colonizar las instituciones con leales al nuevo Ejecutivo islamista.
Lucha entre los dos bandos islamistas
Una vez derrotados los enemigos, al inicio de la pasada d¨¦cada, los dos bandos del campo islamista se volvieron el uno contra el otro en una larvada guerra sucia. Jueces g¨¹lenistas trataron de boicotear el proceso de paz kurdo imputando al jefe de los servicios secretos que lideraba las negociaciones con el grupo armado PKK; el Gobierno clausur¨® la red de academias privadas de Hizmet; polic¨ªas g¨¹lenistas iniciaron investigaciones por corrupci¨®n contra ministros y cargos del AKP y filtraron a la prensa numerosos audios de dirigentes, pol¨ªticos y personas relevantes a las que espiaban sin permiso judicial. El Ejecutivo declar¨® que la red del predicador turco era un grupo terrorista y los g¨¹lenistas promovieron el golpe de Estado de 2016, a lo que sucedi¨® una intensa represi¨®n: m¨¢s de 50.000 detenidos y 130.000 funcionarios purgados. Decenas de medios de comunicaci¨®n y empresas fueron intervenidos. Todo aquel que hubiera tenido la m¨¢s m¨ªnima relaci¨®n con G¨¹len fue investigado y sus carreras segadas. Incluso sindicalistas de izquierda o funcionarios prokurdos fueron purgados.
No todos sufrieron las consecuencias de haber ayudado a G¨¹len, seg¨²n denuncia la oposici¨®n. Por ejemplo, los pol¨ªticos del AKP, que durante a?os trabajaron codo con codo. ¡°Nos han traicionado. Pidieron permiso para abrir 17 universidades, yo lo aprob¨¦. Pidieron lugares para construir sus escuelas, se lo dimos. (...) Les dimos todo tipo de apoyo¡±, admit¨ªa Erdogan en 2014. Despu¨¦s del golpe, el presidente consider¨® suficiente pedir ¡°misericordia a Dios y perd¨®n al pueblo¡±.
Aquella noche de julio cambi¨® la historia de Turqu¨ªa: Erdogan aprovech¨® el estado de emergencia decretado tras el golpe para modificar las leyes, prohibir protestas y huelgas y transformar el sistema parlamentario turco en un autoritario sistema presidencialista. Y marc¨® lo que probablemente es el final de Hizmet.
Aunque Turqu¨ªa no logr¨® la extradici¨®n de G¨¹len desde Estados Unidos y este lunes dos ministros y el jefe de la oposici¨®n turca han advertido de que, incluso con su l¨ªder muerto, el ¡°peligro¡± del g¨¹lenismo continua, la realidad es que su red de seguidores, escuelas y empresas ha desaparecido dentro del pa¨ªs. En el extranjero, la diplomacia turca ha maniobrado para convencer a los diferentes gobiernos de clausurarlas e incluso ha colaborado con diversos servicios secretos para secuestrar y traer a Turqu¨ªa a diversos dirigentes g¨¹lenistas. A la mayor¨ªa de los turcos les parece bien: tras d¨¦cadas de maniobras secretas, G¨¹len hab¨ªa dejado de ser el ¡°Venerado Maestro¡± para convertirse en un apestado.