El Gobierno de Starmer libera a 1.100 presos m¨¢s para descongestionar las c¨¢rceles del Reino Unido

Keir Starmer, el primer ministro brit¨¢nico, hered¨® unas c¨¢rceles a punto de desbordarse por falta de celdas. Era la consecuencia de d¨¦cadas de obsesi¨®n por parte de conservadores y laboristas brit¨¢nicos en ofrecer una imagen de mano dura contra la delincuencia. Los jueces enviaban a prisi¨®n con sentencias de apenas seis meses. El Gobierno brit¨¢nico ha liberado este martes a otros 1.100 reclusos, que se suman a los 1.700 que ya solt¨® en septiembre. Todos ellos, en teor¨ªa, llevaban ya encerrados m¨¢s de cinco a?os y hab¨ªan cumplido el 40% de su condena. Y ninguno era responsable de cr¨ªmenes violentos, agresiones sexuales o terrorismo.

Pero para aminorar la inc¨®moda sensaci¨®n que una decisi¨®n as¨ª produce entre la ciudadan¨ªa, la ministra de Justicia, Shabana Mahmood, ha querido que la nueva tanda de liberaciones fuera acompa?ada del anuncio de una revisi¨®n a fondo del sistema penal, que ser¨¢ liderada por el exministro conservador, David Gauke.

¡°Creo en el castigo. Y creo en la pena de prisi¨®n. Pero tambi¨¦n creo que debemos aumentar la variedad de castigos que usamos. Y aquellos presos que se han ganado el derecho a dar un giro a sus vidas deben ser animados a hacerlo¡±, ha defendido la ministra al presentar su proyecto de reforma.

Con datos de este martes, el Reino Unido tiene 87.465 reclusos en sus c¨¢rceles. Quedan disponibles 1.671 plazas. Pero el n¨²mero de quienes ingresan cada a?o son aproximadamente unas 4.500 personas. El Gobierno se enfrenta a una carrera contrarreloj de imposible soluci¨®n sin respuestas dr¨¢sticas.

El plan de liberaci¨®n anticipada puesto en marcha por el Gobierno de Starmer plantea que 5.500 reclusos salgan a la calle. Pero en esta segunda fase ha prevalecido la prudencia. En septiembre, casi 40 condenados por malos tratos, y muchos reincidentes, fueron soltados por error. La polic¨ªa tuvo que avisar aceleradamente a sus v¨ªctimas y en muchos casos arrestar de nuevo a los liberados.

No se han podido evitar, sin embargo, nuevas escenas provocadoras, como las de los familiares y amigos de algunos reclusos que han acudido a las puertas de la prisi¨®n a recogerles en autom¨®viles de lujo. ¡°El primer ministro comparte la irritaci¨®n de los ciudadanos ante estas escenas, y piensa que es escandaloso que el Gobierno haya heredado esta crisis¡±, ha dicho un portavoz de Starmer. ¡°Pero seamos claros, no hab¨ªa otra opci¨®n que actuar. De lo contrario, nos habr¨ªamos tenido que enfrentar a una par¨¢lisis total del sistema¡±, ha se?alado.

La remesa de este martes procede sobre todo de las llamadas ¡°c¨¢rceles abiertas¡±, un grado de instalaci¨®n para presos en fase de rehabilitaci¨®n, donde gozan de mayor autonom¨ªa.

El anterior Gobierno conservador de Rishi Sunak ya se plante¨® tambi¨¦n la liberaci¨®n antes de tiempo de miles de reclusos, para aliviar la presi¨®n. Pero el temor a un castigo electoral de sus votantes hizo que la pelota siguiera rodando hacia adelante, hasta que el nuevo equipo de Downing Street tuvo que asumir la impopular decisi¨®n. La prensa tabloide conservadora, pero tambi¨¦n televisiones como la BBC, se apresuraron en mostrar la imagen de la salida de algunos de los presos liberados en septiembre, que fueron rociados con champ¨¢n por sus familiares y amigos.

¡°Crimen y castigo¡± en el siglo XXI

El Gobierno laborista ha prometido la construcci¨®n de 14.000 nuevas celdas, pero quiere adem¨¢s poner en marcha una revisi¨®n a fondo del sistema penal, y ha encargado ese trabajo al ex ministro conservador de Justicia, David Gauke. Se trata de un pol¨ªtico moderado que, desde que abandon¨® las filas de su partido irritado por el Brexit y la deriva populista de los tories, ha luchado con escaso ¨¦xito por devolver a su formaci¨®n al espacio del centro.

Desde 2019 lleva defendiendo la necesidad de hacer una revisi¨®n a fondo el sistema penal brit¨¢nico. ¡°Est¨¢ claro que nuestro sistema penitenciario no funciona¡±, ha dicho Gauke al darse a conocer la comisi¨®n que va a presidir. ¡°La poblaci¨®n carcelaria aumenta cada a?o en unas 4.500 personas, y el 90% de los que ingresan son reincidentes. Con esta revisi¨®n queremos explorar en qu¨¦ consisten el castigo y la rehabilitaci¨®n en el siglo XXI¡±.

La comisi¨®n no presentar¨¢ su informe hasta la pr¨®xima primavera, pero el Ministerio de Justicia ya ha se?alado algunas de las iniciativas y propuestas que tomar¨¢ en consideraci¨®n. Los jueces, por ejemplo, podr¨ªan recibir mayores competencias que les permitieran imponer un arresto domiciliario en vez de una pena de c¨¢rcel. El uso de brazaletes electr¨®nicos de seguimiento permitir¨ªa ampliar¨ªa la libertad de movimientos de los condenados, que podr¨ªan trabajar y atender a la vez sesiones de rehabilitaci¨®n o desintoxicaci¨®n.

El Gobierno estudia tambi¨¦n la utilizaci¨®n de aplicaciones en el tel¨¦fono m¨®vil o en el reloj inteligente que servir¨ªan como alarma o advertencia al recluso, para avisarle de cu¨¢ndo debe acudir a su cita habitual con el oficial asignado a su caso y encargado de su custodia.

Pero, sobre todo, la comisi¨®n deber¨¢ perfilar con cuidado los casos en los que sea posible evitar la c¨¢rcel, cuando la condena es de seis meses o menos. ¡°?Por qu¨¦ tenemos que gastar el dinero del contribuyente en algo que no funciona, en algo que, de hecho, reduce nuestra seguridad?¡±, se preguntaba Gauke en 2019, despu¨¦s de se?alar que un cuarto de mill¨®n de los condenados en los cinco a?os anteriores lo hab¨ªan sido por menos de medio a?o, y dos tercios de ellos hab¨ªan reincidido.

En Espa?a, el C¨®digo Penal permite a los jueces suspender la entrada en prisi¨®n de un condenado a una pena no superior a dos a?os ¡°cuando sea razonable esperar que la ejecuci¨®n de la pena no sea necesaria para evitar la comisi¨®n futura por el penado de nuevos delitos¡±.