Fronteras inteligentes que vulneran derechos fundamentales financiadas con fondos europeos
Grecia emplea en su linde oriental sofisticados sistemas de vigilancia reforzados con inteligencia artificial que pueden agilizar las ilegales devoluciones en caliente e impedir el derecho de asilo
El 7 de enero, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dictamin¨® que Grecia deport¨® ilegalmente a una mujer turca a Turqu¨ªa. Fue en 2019, cuando A.R.E. fue expulsada de manera indebida tras cruzar la frontera entre ambos pa¨ªses, sin haber tenido la oportunidad de solicitar asilo. El Tribunal reconoce que no se trata de un hecho aislado, sino que existen ¡°fuertes indicios¡± de que las autoridades griegas llevan a cabo ¡°una pr¨¢ctica sistem¨¢tica de devoluciones en caliente¡±.
Una investigaci¨®n internacional en la que ha participado EL PA?S junto a los medios Solomon (Grecia), Tagesspiegel (Alemania), Inkstick (Estados Unidos) y Wochenzeitung (Suiza) ha constatado c¨®mo las fronteras exteriores de la Uni¨®n Europea se han reforzado con inteligencia artificial (IA) y tecnolog¨ªas de vigilancia automatizada que no solo no garantizan el respeto de los derechos fundamentales, sino que, al contrario, pueden ser utilizadas para agilizar las devoluciones en caliente ilegales e impedir el ejercicio del derecho de asilo, as¨ª como el de otros derechos fundamentales.
La investigaci¨®n ¡ªque ha combinado trabajo sobre el terreno en nueve pa¨ªses con decenas de entrevistas a responsables pol¨ªticos, funcionarios policiales, refugiados, informadores an¨®nimos y defensores de los derechos humanos, adem¨¢s de revisar miles de p¨¢ginas de documentos, p¨²blicos y confidenciales¡ª arroja un preocupante resultado: dotar de m¨¢s y mejor tecnolog¨ªa a las fronteras exteriores de Europa no evita que sigan siendo espacios opacos donde reina la impunidad.
Una de las fronteras clave es la que separa la regi¨®n griega de Evros y Turqu¨ªa. Varias fuentes consultadas en esta investigaci¨®n coinciden en que este conf¨ªn terrestre se ha convertido en un banco de pruebas para verificar tecnolog¨ªas que la industria de defensa denomina ¡°fronteras inteligentes¡± y que son financiadas con fondos europeos.
En la mayor parte de los 192 kil¨®metros que separan a Grecia de Turqu¨ªa se extiende una valla que refuerza el l¨ªmite natural, el r¨ªo Maritsa, cuyo nombre en griego (Evros) da nombre a la regi¨®n. En el delta ¡ªan popular destino de ornit¨®logos, pero que cada vez recibe menos turistas¡ª est¨¢ emplazada la primera de las 11 torres de vigilancia dispuestas a lo largo del cauce. Son estructuras de 15 metros de altura, similares a antenas de telefon¨ªa, dotadas con dispositivos de videovigilancia, c¨¢maras t¨¦rmicas con visi¨®n nocturna, radares y medidores de distancia por l¨¢ser.
Todas estas modificaciones han sido implementadas al amparo del Sistema Automatizado de Vigilancia de Fronteras (ABSS por sus siglas en ingl¨¦s), creado en 2007. Diez de las torres recogen im¨¢genes y datos sobre movimientos considerados ¡°sospechosos¡±, entendi¨¦ndose por tales a posibles candidatos para la migraci¨®n irregular. La und¨¦cima torre transmite el contenido a dos centros de control: uno en Alejandr¨®polis y otro en la capital, Atenas.
Las torres permiten, seg¨²n fuentes policiales griegas, registrar movimientos dentro de territorio turco, con una distancia m¨¢xima de 15 kil¨®metros desde la frontera. La informaci¨®n se transmite en directo a los centros de control, donde sistemas de inteligencia artificial procesan los datos y reconocen animales, pescadores, otros moradores de la zona y eventuales amenazas.
Aunque el sistema est¨¢ entrenado para distinguir la presencia de hombres armados, en la pr¨¢ctica se centra en la detecci¨®n de refugiados. Cuando detecta a un grupo o un individuo que considera sospechoso, se activa una alarma. Entonces, los agentes griegos deciden si env¨ªan efectivos al lugar donde creen que se va a producir el cruce o si avisan a sus hom¨®logos turcos para que estos detengan al grupo de supuestos migrantes antes de que crucen la frontera. El pasado a?o, Turqu¨ªa arrest¨® a 222.516 migrantes que se dirig¨ªan hacia Grecia, seg¨²n los datos oficiales de Ankara.
Lena Karamanidou, vecina de la regi¨®n e investigadora de la Red de Vigilancia de la Violencia Fronteriza (BVMN, por sus siglas en ingl¨¦s), denuncia que la polic¨ªa griega utiliza la informaci¨®n recogida por el ABSS para acometer expulsiones colectivas. Las devoluciones en caliente, que impiden que las personas expulsadas tengan ocasi¨®n de solicitar asilo o de alegar si corren peligro en el caso de ser deportadas, son una pr¨¢ctica ilegal ampliamente documentada.
Aunque las autoridades griegas niegan la existencia de devoluciones en caliente, tanto en las islas como en la frontera terrestre, de manera extraoficial presumen de que, gracias a ellas, las llegadas de migrantes se han reducido. ¡°M¨¢s de 30.000 llegadas al a?o son dif¨ªciles de gestionar, por lo que tenemos que centrarnos en impedir por todos los medios que los traficantes criminales empujen a los inmigrantes hacia Grecia¡±, declara un alto cargo del Gobierno heleno bajo condici¨®n de anonimato.
60.000 llegadas al a?o
A pesar de la pol¨ªtica de mano dura, Grecia contabiliz¨® m¨¢s de 60.000 llegadas en 2024, m¨¢s del doble del objetivo oficioso citado por la fuente gubernamental. La mayor¨ªa fueron por mar y se registr¨® un notable descenso en Evros, lo que tanto Atenas como Bruselas consideran un ¨¦xito.
Al margen del sistema de torres de vigilancia, las autoridades griegas utilizan drones equipados con c¨¢maras de alta resoluci¨®n que detectan grupos de migrantes que terminan siendo devueltos a Turqu¨ªa. En un documento interno al que ha tenido acceso esta investigaci¨®n, la polic¨ªa detalla c¨®mo localiz¨® y detuvo a un grupo de refugiados a los que descubri¨® un dron.
Aunque el derecho de asilo y el derecho a la protecci¨®n subsidiaria est¨¢n recogidos en los art¨ªculos 18 y 19 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Uni¨®n Europea, tanto los migrantes detenidos antes de cruzar la frontera como los que son expulsados mediante una deportaci¨®n colectiva no cuentan con ninguna v¨ªa para hacer efectivos sus derechos. Adem¨¢s, durante las devoluciones en caliente se ponen en peligro la vida, integridad f¨ªsica, el patrimonio, los derechos de la infancia y otra serie de derechos fundamentales, seg¨²n numerosos informes de Acnur (la agencia de la ONU para los refugiados), la oficina de derechos fundamentales de Frontex (la agencia europea de fronteras) o las ONG Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch, entre otros.
Esta investigaci¨®n envi¨® 26 preguntas al Ministerio para las Migraciones griego relativas a dichas vulneraciones de derechos y la tecnolog¨ªa referida, a las que este organismo respondi¨® en escueto correo electr¨®nico: ¡°No damos respuestas, especialmente en esta fase de intensificaci¨®n de la cuesti¨®n migratoria, sobre temas operativos delicados que afectan a la seguridad del pa¨ªs¡±.
Drones de ¨²ltima generaci¨®n
En la zona del delta del Evros opera un subsistema de vigilancia compuesto por equipos proporcionados por dos proyectos europeos llamados Andromeda y Nestor. Andromeda es un pil¨®n situado junto a un edificio llamado pabell¨®n forestal, equipado con una c¨¢mara t¨¦rmica, un sensor AIS que localiza la posici¨®n de embarcaciones y un radar mar¨ªtimo, adem¨¢s de drones, una patrullera con c¨¢maras t¨¦rmicas y radares.
Los drones, denominados INUS, est¨¢n equipados con tecnolog¨ªa llamada sistema polivalente de conocimiento de la situaci¨®n, que combina veh¨ªculos aut¨®nomos con agentes de carne y hueso. El operador humano de la plataforma INUS puede gestionar en tiempo real diversas funcionalidades como controlar c¨¢maras, alternar entre activos a¨¦reos o terrestres, y enfocar eventos en un mapa para supervisar la situaci¨®n y planificar acciones.
El proyecto Nestor, por su parte, est¨¢ montado sobre un pil¨®n m¨¢s bajo y cuenta con una c¨¢mara t¨¦rmica fabricada por la empresa de defensa griega Miltech, junto a una antena de radiogoniometr¨ªa autom¨¢tica y el sistema SignalShark, que detectan se?ales de radio y determinan su procedencia. Ambos han sido desarrollados por la empresa alemana Narda Safety Test Solutions.
Aunque oficialmente se trata de herramientas dise?adas combatir la delincuencia transfronteriza, todas las fuentes consultadas confirman que su objetivo real es reducir la cantidad de solicitantes de asilo que llegan a Europa. Ambos sistemas forman parte del programa comunitario Horizonte 2020, dotado con 80.000 millones de euros de financiaci¨®n.
La investigadora Karamanidou cree que estas tecnolog¨ªas, adem¨¢s de facilitar las expulsiones colectivas, las vuelven m¨¢s opacas. Se queja de que los datos generados por estos sistemas no est¨¢n a disposici¨®n de ning¨²n organismo externo, tampoco de Frontex.
No toda la tecnolog¨ªa que se prueba o se compra, sin embargo, acaba formando parte de las operaciones de vigilancia. En 2021, la polic¨ªa griega present¨® un ca?¨®n s¨®nico (Long Range Acoustic Devices, LRAD), un dispositivo que genera sonidos extremadamente fuertes para disuadir a los refugiados de acercarse a la valla. Esta investigaci¨®n no ha encontrado evidencia de que haya sido utilizado ni una sola vez. Sucede lo mismo con unas c¨¢maras para detectar emisiones de di¨®xido de carbono que deb¨ªan servir para detectar la presencia de personas en zonas de acceso restringido, pero que resultaron in¨²tiles por la existencia de plantas que, por la noche, absorb¨ªan ox¨ªgeno y liberaban di¨®xido de carbono (CO?).
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