¡®El tren¡¯, de Guillermo Abril: viaje a la globalizaci¨®n china
El periodista recorre el trayecto desde Madrid hasta Yiwu y desmonta por el camino algunas ideas preconcebidas sobre la nueva Ruta de la Seda y el tablero geopol¨ªtico
En 2014 se inaugur¨® el trayecto de tren m¨¢s largo del mundo, desde la ciudad costera china de Yiwu hasta una estaci¨®n log¨ªstica al lado de la M-30 en Madrid. Un a?o antes, el presidente chino, Xi Jinping, hab¨ªa anunciado en Kazajist¨¢n el lanzamiento de una Nueva Ruta de la Seda que reconectar¨ªa, mediante mercanc¨ªas, infraestructuras y diplomacia, a los diferentes pueblos de Eurasia. Tanto la Ruta de la Seda como el tren Yiwu-Madrid eran m¨¢s s¨ªmbolos que realidades estrictas: nunca hubo una sola Ruta de la Seda, sino m¨²ltiples conexiones entre pueblos y productos; tampoco hay un tren que vaya de Yiwu a Barcelona, sino diversos sistemas de ferrocarriles conectados por los que van saltando contenedores de mercanc¨ªas.
En El tren, el periodista Guillermo Abril nos describe su viaje a esta nueva globalizaci¨®n en la que Pek¨ªn busca ser el eje central. Para ello, Abril recorre el trayecto Yiwu-Madrid en sentido inverso. El suyo es un viaje en el espacio euroasi¨¢tico, pero tambi¨¦n en el tiempo. El mundo que describe es de cambio de ¨¦poca: la pandemia, las tensiones entre China y Estados Unidos, la guerra de Ucrania. Los a?os en que se quebraron definitivamente los espejismos del fin de la historia.
La realidad que describe El tren, sin embargo, no es de un mundo posglobalizaci¨®n. Aunque el discurso p¨²blico en Occidente ha virado radicalmente de hablar de libre comercio y econom¨ªa a obsesionarse con la seguridad y geopol¨ªtica, la realidad existente est¨¢ en un intermedio. En el mundo descrito por Abril siguen circulando las mercanc¨ªas, la energ¨ªa, las inversiones. En Europa, el autor cruza viejas zonas industriales en B¨¦lgica, Alemania o Polonia, y ve c¨®mo all¨ª han brotado nuevas f¨¢bricas de propiedad china, una premonici¨®n de la industrializaci¨®n china del veh¨ªculo el¨¦ctrico que ahora est¨¢ viviendo Espa?a. Las relaciones entre la Uni¨®b Europea y China se tensan. Pero el mundo que aparece es nuevo, un h¨ªbrido de globalizaci¨®n y geopol¨ªtica, y no una repetici¨®n perezosa de la Guerra Fr¨ªa.
Buena parte del libro transcurre en el llamado espacio pos-sovi¨¦tico: de Bielorrusia a Kazajist¨¢n, de Azerbaiy¨¢n a Rusia. En estos diversos Estados, el autoritarismo adopta diferentes intensidades: en las calles kazajas existen protestas, mientras que el eje ruso-bielorruso deriva hacia el totalitarismo. En todos ellos, sin embargo, ha aumentado la presencia china. En el caso de Rusia, como venganza: Abril ve c¨®mo compa?¨ªas chinas est¨¢n construyendo el metro de Mosc¨², s¨ªmbolo de una relaci¨®n cada vez m¨¢s asim¨¦trica en la que Rusia es el hermano menor y rebelde, ante el hermano mayor poderoso y amante de la estabilidad que es China. En este nuevo contexto, potencias medias como los pa¨ªses de Asia Central no son simples peones de un nuevo Gran Juego, sino que despliegan a una pol¨ªtica exterior que busca sacar beneficios tanto de China y Rusia como de Occidente.
La parte final sucede en China, donde un sentimiento de interrogante cubre el futuro. El auge geopol¨ªtico se mezcla con las dudas econ¨®micas. Hay control digital y a la vez protestas ciudadanas. Escritores como Liu Cixin pueden ser propartido y, a la vez, cr¨ªticos con la supuesta supremac¨ªa tecnol¨®gica de Pek¨ªn. China se nos aparece como una realidad contradictoria. Quiz¨¢s el problema son nuestras categor¨ªas. Un nuevo mundo necesita de nuevos esfuerzos intelectuales para comprenderlo.
El tren
La Caja Books, 2024
324 p¨¢ginas. 22,90 euros
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