Europa acelera el debate para tratar de blindar a Ucrania frente a Rusia sin la ayuda de Estados Unidos

El jarro de agua fr¨ªa de Donald Trump al dar al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, una posici¨®n ventajosa para lograr el fin de la guerra en Ucrania impacta con fuerza en Europa. Ese movimiento ha forzado a los aliados europeos a acelerar el debate sobre c¨®mo construir, sin Washington, las garant¨ªas de seguridad necesarias para blindar a la Ucrania de la posguerra del voraz apetito de su vecino ruso. Estados Unidos ya ha dicho que no participar¨¢ de ese escudo para garantizar la soberan¨ªa ucrania. Tambi¨¦n ha descartado que Kiev ingrese en la OTAN, que habr¨ªa sido el aval m¨¢s robusto. En las c¨²pulas pol¨ªticas y en los pasillos diplom¨¢ticos se habla de una ¡°coalici¨®n de voluntarios¡±, explican varias fuentes europeas al corriente de la discusi¨®n, conformada por Francia y el Reino Unido ¡ªque ser¨ªan los mayores garantes y que pondr¨ªan soldados sobre el terreno en Ucrania como fuerzas de paz¡ª, y a la que se pretende incorporar a Alemania y Polonia. Ser¨ªan los pilares fundamentales de ese blindaje al que podr¨ªan sumarse m¨¢s pa¨ªses.

Estados Unidos ha sido honestamente brutal con sus aliados europeos de la OTAN. Trump espera que Europa deje de depender de Washington para el sostenimiento de Kiev y se haga cargo de su propia seguridad, para lo que afirma que deber¨ªa aumentar el gasto militar. Y eso incluye la defensa del continente europeo; tambi¨¦n de Ucrania.

El l¨ªder de Kiev, Volod¨ªmir Zelenski, que ha remarcado que una garant¨ªa de seguridad solo europea es demasiado fr¨¢gil, ha hablado de que se necesitar¨¢n unos 200.000 soldados en esa fuerza de paz, a la que abri¨® por primera vez la puerta el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. Expertos y analistas rebajan mucho esa cifra y creen que ser¨ªan m¨¢s bien 40.000.

Pero el esquema, reconoce Luis Sim¨®n, director de la oficina de Bruselas del Instituto Elcano, no es f¨¢cil de resolver para Europa, que no est¨¢ preparada para una arquitectura de seguridad que no gire en torno a EE UU. La propia estructura de esa coalici¨®n de voluntarios, si no se articula a trav¨¦s del sistema de mando de la OTAN, por ejemplo, o del comando aliado para Europa, es complicada.

¡°Lo que deben hacer los aliados europeos es tratar de involucrar a Washington para que de alguna manera, aunque no proporcione apoyo militar en primera instancia, apadrine el acuerdo de garant¨ªas de seguridad para que no le sea sencillo desentenderse aunque no est¨¦ sobre el terreno¡±, dice Sim¨®n.

En Bruselas y en la mayor¨ªa de las capitales nadie quiere hablar p¨²blicamente sobre la arquitectura de seguridad que derivar¨¢ del acuerdo de paz y que, a la vez, ser¨¢ un punto de anclaje contra la amenaza rusa hacia la Uni¨®n Europea. ¡°Lo primero y m¨¢s importante es poner a Ucrania en una posici¨®n de fuerza para negociar, que est¨¦ en la mejor posici¨®n posible¡±, ha dicho este jueves el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que ha hablado de la necesidad de incrementar el apoyo militar a Kiev. Pero las conversaciones, que se hab¨ªan intensificado con la victoria de Trump, se est¨¢n calentando, remarca una alta fuente comunitaria.

La arquitectura de seguridad y el papel militar de Europa en una Ucrania de posguerra es una de las pocas palancas de presi¨®n sobre Trump que tienen los aliados europeos, dice un veterano diplom¨¢tico, que recuerda que la adhesi¨®n de Kiev a la UE tambi¨¦n es una garant¨ªa de seguridad para el pa¨ªs invadido. ¡°De c¨®mo se movilicen ahora, como estructuren ese blindaje de garant¨ªas de seguridad y c¨®mo hagan entender a Estados Unidos que est¨¢n dispuestos a dar un paso adelante, depender¨¢ en gran medida que tengan un sitio en la mesa de negociaci¨®n, algo que es, adem¨¢s, clave para Ucrania¡±, dice.

La otra gran variable de ese blindaje para Kiev es que el apoyo militar le siga llegando, inciden varias fuentes europeas. La idea, descartado adem¨¢s su ingreso en la OTAN, es utilizar la llamada estrategia del puercoesp¨ªn, acorazar a Ucrania de tal forma que no sea deseable y mucho menos factible para el Kremlin volver a intentar devorar parte de su territorio.