Baden-W¨¹rttemberg, el rico Estado del sur de Alemania donde las pymes amortiguan la crisis
Las peque?as y medianas empresas alemanas generan m¨¢s de la mitad de los puestos de trabajo y muchas son l¨ªderes en su sector
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Una sucesi¨®n interminable de camiones llena sin descanso las carreteras y autopistas del Estado alem¨¢n de Baden-W¨¹rttemberg, vecino de Baviera y fronterizo con Suiza y Francia. Al circular por esta regi¨®n del sur de Alemania surge una estampa de ciudades en medio del campo, junto a bosques y terrenos de cultivo, y con f¨¢bricas a las afueras, algunas de ellas l¨ªderes mundiales en su sector. Las peque?as y medianas empresas (pymes), motor econ¨®mico y laboral de Alemania, dominan en esta regi¨®n el paisaje y evitan que la gente se vea obligada a mudarse a las grandes urbes. El debate sobre c¨®mo retomar la senda del crecimiento tras dos a?os de recesi¨®n econ¨®mica, uno de los temas de la campa?a electoral que culmina con las elecciones del pr¨®ximo domingo, se percibe aqu¨ª de otra manera, con algo m¨¢s de optimismo.
En Alemania hay m¨¢s de 1.300 empresas de lo que se llaman Hidden Champions (campeones ocultos) en su segmento de mercado y que, en su mayor¨ªa, han sido dirigidas por familias de empresarios durante generaciones. En total, 832 ciudades cuentan con al menos un l¨ªder mundial y si se comparan Estados federados, Baden-W¨¹rttemberg (11,1 millones de habitantes) ocupa el primer lugar, seguido de Renania del Norte-Westfalia, Baviera y Hesse.
Crailsheim es un claro ejemplo de este tipo de econom¨ªa en Baden-W¨¹rttemberg, un Estado federado gobernado por una alianza de Los Verdes con la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU). La regi¨®n de Crailsheim, de casi 59.000 habitantes, ubicada entre Stuttgart y N¨²remberg, es un importante centro econ¨®mico. Aqu¨ª se encuentran 14 de las principales empresas alemanas y tres de los 1.476 l¨ªderes mundiales del pa¨ªs.
Groninger, una empresa familiar creada en 1980, y que en 2023 tuvo un volumen de negocio de 290 millones de euros, es una de ellas. ¡°Nos va relativamente bien, porque el mercado farmac¨¦utico y el mercado cosm¨¦tico siguen creciendo, as¨ª que tenemos una cartera de pedidos muy buena¡±, reconoce su CEO e hijo del fundador, Jens Groninger.
Desde su despacho en la sede de la empresa en Crailsheim apunta que hasta mediados de 2026 no pueden aceptar m¨¢s pedidos. ¡°A pesar de la crisis, la demanda sigue siendo alta, tambi¨¦n porque construimos m¨¢quinas especiales, que se dise?an espec¨ªficamente para satisfacer las necesidades del cliente¡±, explica sobre unos aparatos que venden a grandes farmac¨¦uticas como Pfizer. ¡°Si alguna vez se ha puesto una vacuna o inyectado heparina, hay muchas posibilidades de que esa jeringa haya sido llenada con una de nuestras m¨¢quinas¡±, apunta el director de la empresa l¨ªder del mercado en el sector de las jeringuillas desechables.
La clave de su ¨¦xito, como la de muchas otras empresas de la zona, es acaparar un nicho con un negocio constante y en crecimiento a lo largo de los a?os. ¡°Crecemos constantemente, no de forma desmesurada, pero s¨ª un poco cada a?o. Creo que esta es tambi¨¦n una caracter¨ªstica de una empresa familiar. Tenemos que obtener beneficios, pero no buscamos maximizarlos. Tampoco somos una empresa gestionada por accionistas en la que debamos responder por el valor de las acciones¡±, indica.
Groninger, que da trabajo a m¨¢s de 1.600 personas, no planea reducir plantilla. Al rev¨¦s. Est¨¢ ampli¨¢ndola e invirtiendo m¨¢s tanto en Crailsheim como en la vecina Schnelldorf y en Charlotte (EE UU), donde tambi¨¦n cuenta con una sede en la que tiene previsto ampliar la producci¨®n para hacer frente a posibles aranceles.
Esto hace que sus trabajadores est¨¦n tranquilos. ¡°No est¨¢n preocupados porque saben que estamos en un mercado que sigue creciendo¡±. Sin embargo, reconoce que Alemania tiene un grave problema como lugar de negocios, en un momento en el que todo apunta a que encadenar¨¢ un tercer a?o consecutivo en recesi¨®n. En su opini¨®n, el futuro Gobierno tendr¨¢ que hacer frente a grandes desaf¨ªos como reducir la burocracia, algo que califica como ¡°desastre¡±, y cuidar m¨¢s a las medianas empresas que ¡°son las que sostienen la econom¨ªa en Alemania¡± para evitar que decidan trasladarse a otros pa¨ªses.
M¨¢s all¨¢ de ser un atractivo lugar de negocios, la ciudad es conocida en los libros de historia por la batalla que se vivi¨® all¨ª a mediados de abril de 1945, cuando el ej¨¦rcito nazi logr¨® que los estadounidenses se retiraran de la ciudad tras cuatro d¨ªas de ocupaci¨®n. Sin embargo, regresaron unos d¨ªas despu¨¦s y destruyeron el 95% del centro hist¨®rico y el 80% de toda la ciudad. Menos de tres semanas despu¨¦s llegar¨ªa el fin del nazismo, el 9 de mayo de 1945.
Reconstruida al estilo de muchas otras ciudades del oeste de Alemania arrasadas durante II Guerra Mundial, Crailsheim cuenta con una calle peatonal donde se encuentran los negocios ¨Dprincipalmente alemanes¨D entre casas alineadas de tres alturas bien cuidadas.
Rainer Brehm lleva toda su vida trabajando en Crailsheim y est¨¢ tranquilo. A pesar de la recesi¨®n alemana, no tiene miedo de perder su trabajo en la compa?¨ªa de transporte DB Schenker, aunque reconoce que la crisis se nota en las empresas que suministran a la industria automotriz. A este alem¨¢n de 47 a?os, padre de dos ni?as y un ni?o, le preocupa que el pr¨®ximo Gobierno ¨Dque, seg¨²n los sondeos, estar¨¢ encabezado por los conservadores¨D no sea capaz de solucionar, por ejemplo, el problema de la industria automotriz. ¡°La guerra de Ucrania me preocupa tambi¨¦n, pero es algo muy lejano¡±, afirma.
Mientras, sobre el debate migratorio que ha acaparado toda la campa?a electoral tras los ¨²ltimos ataques perpetrados por solicitantes de asilo, cree que ¡°hay muchos que est¨¢n muy integrados, por lo que el uso que hace AfD [Alternativa para Alemania] de este tema es muy injusto¡±. Su mujer, Martina, por su parte, indica que es ¡°complicado¡±. ¡°Por un lado, no se les reconocen los papeles para que puedan trabajar y, por otro, necesitamos a los inmigrantes en nuestro mercado laboral¡±, se?ala.
Crailsheim, donde residen 8.046 extranjeros, seg¨²n datos de la oficina de estad¨ªstica de Baden-W¨¹rttemberg, ha vivido tambi¨¦n un auge del partido de ultraderecha AfD. En este contexto, Martina, que trabaja en el hospital de la ciudad, admite estar preocupada. ¡°No es que est¨¦ contenta con el Gobierno actual, pero tengo definitivamente miedo por lo que va a venir. Tengo miedo de los que votan a AfD¡±.
En el caso de Yann Gelbing, de 33 a?os, que estudi¨® en Crailsheim y trabaja en la regi¨®n, uno de los temas que le preocupan a ¨¦l y a su entorno es la jubilaci¨®n. ¡°En mi generaci¨®n muchos se preguntan qu¨¦ vendr¨¢ en el futuro. Hay que buscar soluciones para los que se jubilen en 30 a?os, no solo para los que se jubilan ahora¡±, reclama.
Gelbing, que ahora vive en la vecina Schw?bisch Hall con su novia, no est¨¢ inquieto por la crisis. ¡°En t¨¦rminos generales nos va bien. Siempre hay olas en la econom¨ªa. Yo no me preocupo. Tampoco mi c¨ªrculo de amigos¡±, asegura. No obstante, reconoce que hay problemas que habr¨ªa que solucionar e indica que a lo mejor habr¨ªa que analizar la ayuda econ¨®mica a Ucrania. ¡°No digo que no se les apoye, pero hay que evaluarlo todo de nuevo¡±, comenta. Respecto a la cuesti¨®n migratoria, admite que en su entorno s¨ª est¨¢n m¨¢s preocupados que antes. ¡°Los pol¨ªticos no hacen todo lo que deber¨ªan en este tema¡±.
La empresa en la que trabaja, BTI, tiene su sede en Ingelfingen ¨Duna ciudad de apenas 5.500 habitantes¨D y es una de las empresas l¨ªderes en venta directa para el sector de la construcci¨®n con casi un millar de empleados. ¡°Si bien los pr¨®ximos dos a?os no se espera que vaya muy bien debido a la industria, seguimos buscando gente e invirtiendo¡±, explica, al tiempo que argumenta que esta es una de las ventajas de que se trate de una empresa familiar. ¡°Si pasan una mala racha, no echan r¨¢pidamente a la gente a la calle, sino que aguantan todo lo posible¡±.
Curiosamente, a apenas tres kil¨®metros de Ingelfingen y a menos de 40 kil¨®metros de Crailsheim, se encuentra K¨¹nzelsau, una ciudad de 16.000 habitantes, sede del gigante Grupo W¨¹rth, l¨ªder mundial en la fabricaci¨®n de material de montaje y fijaci¨®n. Solo en esa localidad trabajan m¨¢s de 8.000 personas. Pero nadie dir¨ªa al tomar la carretera regional que llega hasta K¨¹nzelsau, que all¨ª se encuentra la sede de una empresa con un volumen de negocio de 20.214 millones de euros en 2024 y con m¨¢s de 2.800 sucursales en 80 pa¨ªses. Adem¨¢s, entre praderas y bosques se alza para sorpresa un enorme edificio de 1.000 metros cuadrados de superficie, el Museo W¨¹rth 2, dise?ado por el estudio del arquitecto de David Chipperfield, que acoge importantes colecciones de arte todo el a?o. Si se visita esta regi¨®n, uno puede olvidar por un momento los problemas que azotan a Alemania y que acaparan desde hace semanas la campa?a electoral.
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