Los riesgos de criar ni?os narcisistas

El trastorno narcisista de la personalidad (NPD) se caracteriza por un patr¨®n persistente de grandiosidad, fantas¨ªas de poder o importancia ilimitada, aparte de la necesidad de admiraci¨®n o de sentir que reciben un tratamiento especial por parte de los otros. Sin embargo, son muchos los expertos y los estudios que han profundizado en este tipo de trastorno, y lo primero que se preguntan es si este se trata de un problema de la personalidad, o bien, la anomal¨ªa se gesta desde la crianza o la educaci¨®n que reciben por parte de sus padres o tutores.

Tal y como se analiza en un informe realizado por psic¨®logos de la Universidad de Florida, y publicado en la revista cient¨ªfica NCBI, las caracter¨ªsticas fundamentales de este trastorno son cognitivas, afectivas e interpersonales. Aunque las m¨¢s visibles son las que implican la conducta donde se incluyen la impulsividad, la volatilidad, la b¨²squeda de atenci¨®n, la baja autoestima y las relaciones sociales inestables. Todo un compendio de particularidades que comienzan a aparecer durante las primeras etapas de vida de un ni?o y que pueden derivar en comportamientos narcisistas, e incluso, desembocar en un trastorno. As¨ª, ?c¨®mo podemos educar a los ni?os en contra de estas actitudes? ?C¨®mo podemos distinguir la educaci¨®n que les damos de otros factores que tambi¨¦n les pueden conducir al narcisismo?

El temperamento, la crianza y las circunstancias externas

James F. Materson, psiquiatra experto en trastornos de la personalidad, explica en su libro ¡°The Narcissist and Borderline Disorders¡± que la mala educaci¨®n durante la paternidad y/o maternidad por s¨ª sola no explica por qu¨¦ algunos ni?os desarrollan un conjunto de problemas, mientras que otros menores en circunstancias similares desarrollan un cuadro diferente. Por un lado, en cuanto a la naturaleza del menor, Materson se refiere al temperamento innato. Y es que, seg¨²n el experto, algunas personas simplemente nacen con m¨¢s empat¨ªa emocional que otras. Esta implica la capacidad de sentir lo que sienten otras personas, ya sea alegr¨ªa, tristeza o dolor, y ponerse en el lugar del otro. Y si tenemos empat¨ªa emocional, es probable que hagamos hasta una mueca de dolor instintivamente si vemos a alguien que se da un golpe o se cae. Si un ni?o nace con una alta empat¨ªa emocional es poco probable que se convierta en un narcisista porque lastimar a otras personas le resultar¨¢ demasiado doloroso.

Las personas con trastornos de la personalidad no tienen la capacidad de verse a s¨ª mismos y a otras personas de una manera realista, es decir, lo que Materson denomina la constancia del objeto (OC) o la capacidad de mantener una imagen integrada cuando uno se siente herido, decepcionado, enojado o f¨ªsicamente distante de la otra persona: ¡°Desarrollamos rasgos narcisistas seg¨²n nuestra familia nos trata y c¨®mo la observamos tratando a otras personas¡±.

¡°Si a veces nos tratan como muy buenos y otras como muy malos¡±, prosigue, ¡°es casi imposible aprender a integrar estos dos puntos de vista en conflicto en una sola imagen coherente de nosotros mismos¡±. Seg¨²n mantiene, ¡°todo bien¡± para un narcisista significa perfecto, especial y con derecho a un trato especial, y ¡°todo mal¡±, que eres nulo, sin valor y sin derecho a nada. As¨ª que, seg¨²n el experto, las claves para no caer en estos extremos son: darle confianza al ni?o para no hacerle sentir que es superior a otras personas y no criticarle en sus malas acciones. Es esencial ense?arle. A todos los eventos no intencionales que afectan a los ni?os peque?os en momentos cruciales de su desarrollo, entre los que se incluye el narcisismo, es a lo que llama Materson destino.

Un sistema de valores narcisista en los padres, adem¨¢s, hace que los ni?os se cr¨ªen bajo esas premisas, y que estos quieran complacerlos, pues los ven como modelos que lo saben todo, y hacen lo que sea por no ser reprendidos ni castigados. Y, por ¨²ltimo, la diferencia entre el amor condicional e incondicional: ¡°Los hijos de los padres narcisistas solo se sentir¨¢n amados cuando los complacen y no amados cuando no lo hacen¡±.

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