Seis argumentos a favor y siete en contra de los deberes
Cada d¨ªa, los alumnos vuelven a casa con las mochilas cargadas de tareas. Mientras que algunas asociaciones de padres y madres promueven campa?as clamando lo obsoleto de dichas obligaciones, tambi¨¦n hay quien las defienden como m¨¦todo de repaso necesario
En el fabuloso viaje vital de la crianza hay un momento por el que pasaremos todos: a los cr¨ªos les ponen deberes y se quejan por tener que hacerlos. Entonces, los padres intentamos minimizar la dificultad del encargo, arremang¨¢ndonos mentalmente para echar una mano. Y seg¨²n la materia, tus estudios y tu memoria, cuando lees el enunciado, constatas que t¨² tampoco te enteras de nada y tambi¨¦n maldices a los deberes. Por supuesto, los deberes no son la misma bestia terrible en Infantil o los primeros cursos de Primaria que en Secundaria, donde hay una gran carga de tareas complicadas que exigen mucho tiempo semanal.
Desde hace tiempo, voces como CEAPA (Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado) promueven campa?as clamando contra los deberes porque son algo obsoleto y perjudicial para alumnos (y, de rebote, para muchas familias). Pero cada d¨ªa un sinf¨ªn de alumnos vuelven a sus casas con las mochilas cargadas de tareas porque un sinf¨ªn de profesores les siguen dando trabajo fuera del aula.
?Qui¨¦n tiene raz¨®n? ?Es que los cr¨ªos de ahora no quieren enfrentarse a ning¨²n reto? ?Es que los profesores de ahora no quieren afrontar cambios pedag¨®gicos innovadores? ?O es que los deberes son el ¨²nico sistema que funciona, pero est¨¢n mal gestionados por ambas partes? ?Sin el refuerzo fuera del aula los alumnos no tendr¨¢n suficiente nivel? ?Es que si no pueden soportar una hora de tareas diaria podr¨¢n emprender con ¨¦xito sus trabajos adultos? ?O es que ha desaparecido la cultura del esfuerzo y todo tiene que ser desconectar y jugar? Pienses como pienses, aqu¨ª tienes argumentos a favor y en contra de los deberes, para cuando necesites montar un poco de pol¨¦mica en el chat del cole.
A favor
- Los conocimientos, procesos y habilidades se adquieren y dominan con la repetici¨®n. Por lo tanto, que los alumnos repasen lo que han aprendido en clase y lo vuelvan a poner en pr¨¢ctica en casa favorece la comprensi¨®n y la memorizaci¨®n, asentando mucho m¨¢s los conocimientos. Y por mucho que evolucione la ense?anza o cambien los m¨¦todos pedag¨®gicos, entrenar la memoria siempre ser¨¢ necesario.
- Si est¨¢n bien estructurados y bien repartidos en el calendario, estas tareas permiten un repaso constante de la materia, ayudando a estudiar y a detectar lagunas del alumno con tiempo suficiente para reaccionar y preparar mejor los ex¨¢menes y pruebas.
- Hacer deberes con regularidad ayuda a construir un h¨¢bito de trabajo constante, y consigue que los ni?os se vuelvan m¨¢s responsables y aut¨®nomos.
- Los deberes ense?an a gestionar bien el tiempo (por las buenas o por las malas, porque hasta que no te organizas o vas al cole sin la tarea acabada y te cae bronca te vas a dormir tarde hasta que lo tengas todo resuelto).
- Permiten un tiempo de padres e hijos juntos, repasando las materias, y sirve a los adultos para refrescar muchos temas que tenemos olvidados.
- Gracias a los deberes, y a lo dif¨ªcil que es resolver algunos, siempre surgen profesores particulares. Esto les permite a muchos j¨®venes empezar a ganarse un dinero y practicar su vocaci¨®n did¨¢ctica.
En contra de las tareas fuera del aula
- Los deberes provocan ansiedad en los ni?os. Como una espada de Damocles, la angustia de las tareas pendientes o, peor, la angustia limitante de no verse capaces de resolverlas va crispando a los alumnos¡ y tambi¨¦n a las familias. Porque tarde o temprano, si el ni?o no es responsable y ordenado, habr¨¢ bronca en casa porque no ha ense?ado la agenda ni recordado los deberes, porque no los ha hecho o los ha hecho de cualquier manera, etc¨¦tera.
- Los deberes ampl¨ªan la brecha entre los alumnos competentes que, adem¨¢s, tienen una familia que estudia con ellos y un espacio tranquilo y propio donde hacerlos, y los alumnos con situaciones familiares m¨¢s complicadas que no se arreglan con buenas palabras.
- En clase hay un ambiente propicio para el estudio y un profesor que te puede ayudar. En casa, dependes mucho m¨¢s de las circunstancias particulares.
- Los cr¨ªos merecen descansar y desconectar. Los ni?os ya hacen horario de oficina con muchas horas seguidas, sin contar extraescolares (los que las tienen). Si luego en casa tienen que a?adir mucho m¨¢s rato de trabajo, ni juegan ni se oxigenan ni salen de la rueda de h¨¢mster de estar constantemente trabajando esas materias.
- Si el trabajo en clase est¨¢ bien organizado y las din¨¢micas de aula funcionan, deber¨ªa bastar para que los alumnos no tengan que llevarse deberes a casa.
- Los deberes obligan a transportar del cole a casa, y de casa al cole, libros y libretas constantemente. As¨ª van los chavales con esas mochilas que parece que est¨¦n de Interrail.
- Hacer tareas escolares ha sido siempre un rollo y lo seguir¨¢ siendo, por mucho que gamifiquen la experiencia con webs, aplicaciones y androides que bailen reguet¨®n si resuelves el problema de mates. Adem¨¢s, a medida que los deberes se complican, muchos padres tambi¨¦n tienen que intervenir y enfrentarse a la cruda realidad. As¨ª que son un rollo para dos generaciones en la misma familia.