La epidemia del consumo de bebidas energ¨¦ticas entre adolescentes
Los productos estimulantes pueden modificar la consciencia, el estado de ¨¢nimo, generar insomnio, ansiedad o incluso crear una adicci¨®n. Casi la mitad de la poblaci¨®n entre 14 y 18 a?os los consume, por lo que varios expertos reclaman campa?as de informaci¨®n p¨²blica y una mayor regulaci¨®n
¡°Para muchos chavales su desayuno es una bebida energ¨¦tica. Vienen con ella a clase y luego es habitual verlos en los descansos tomando alguna m¨¢s¡±, cuenta con preocupaci¨®n Jes¨²s Miguel Mart¨ªnez Lozano, padre de tres hijos y docente en un instituto en Madrid. Los datos muestran que su consumo en Espa?a ha ido en aumento. Seg¨²n la Encuesta sobre uso de drogas en ense?anzas de Secundaria en Espa?a (ESTUDES), elaborada por el Ministerio de Sanidad en 2023, casi la mitad (47,7%) de la poblaci¨®n entre 14 y 18 a?os declaraba haber consumido bebidas energ¨¦ticas en los ¨²ltimos 30 d¨ªas. Un dato que ha puesto en alerta a especialistas como Carlos Casabona, pediatra de Atenci¨®n Primaria y autor de Beber sin sed (Paid¨®s, 2020), quien advierte del impacto de las agresivas campa?as de marketing en este incremento: ¡°Las estrategias de comercializaci¨®n de la industria alimentaria, sobre todo las que est¨¢n presentes en redes sociales, han logrado situar este tipo de bebidas mal llamadas energ¨¦ticas como productos de ¨¦xito y de mayor rendimiento¡±. Sobre ese mayor rendimiento, un reclamo com¨²n suele ser el de ¡°ayudar¡± a preparar ex¨¢menes finales.
Kathleen E. Miller, profesora e investigadora de la Universidad de D¡¯Youville de Estados Unidos, es autora de un estudio sobre patrones de comportamiento en torno al consumo de bebidas energ¨¦ticas. Seg¨²n su investigaci¨®n de 2008, llamada Wired: Energy Drinks, Jock Identity, Masculine Norms, and Risk Taking, hay tres factores principales que contribuyen a su popularidad entre los adolescentes. Primero, que el efecto estimulante de la cafe¨ªna fr¨ªa y carbonatada es agradable. ¡°En cantidades suficientes, produce una ligera sensaci¨®n de euforia¡±, declara la investigadora a EL PA?S. Segundo, la imaginer¨ªa y los esl¨®ganes asociados con las bebidas energ¨¦ticas alimentan el gusto adolescente por el riesgo y la rebeld¨ªa. Estos dos factores hacen, para la experta, que estos refrescos sean especialmente atractivos para los j¨®venes con rasgos de personalidad en b¨²squeda de sensaciones: ¡°Son los mismos j¨®venes que son propensos a experimentar con el consumo problem¨¢tico de alcohol, el uso de drogas il¨ªcitas y otras conductas que comprometen la salud¡±. El tercer factor que se?ala Miller se aplica a la adolescencia en general: ¡°Incluso si no tienen inclinaci¨®n hacia la b¨²squeda de sensaciones, viven en un mundo de 24/7 en el que a menudo se sacrifica el sue?o adecuado a favor de pasar horas en redes sociales¡±. Estos refrescos pueden servir entonces como una forma de automedicaci¨®n para la privaci¨®n de sue?o, indica la experta.
Sobre sus efectos, Vanessa Cruz, investigadora del GREMSAS (Grupo de Investigaci¨®n Multidisciplinar en Salud y Sociedad del IDIAPJGol, un centro de referencia en la investigaci¨®n y la promoci¨®n de la salud en el ¨¢mbito de la Atenci¨®n Primaria), los equipara a los de sustancias psicoactivas como el alcohol o las drogas, ya que su consumo provoca una alteraci¨®n del sistema nervioso central del adolescente pudiendo modificar la consciencia, el estado de ¨¢nimo y los procesos de pensamiento. ¡°Adem¨¢s, se pueden dar insomnio, arritmias, taquicardias, ansiedad o excitabilidad, hipertensi¨®n, caries, n¨¢useas, v¨®mitos, alteraci¨®n de la microbiota y adicci¨®n a la bebida o a otras sustancias¡±, sostiene. Mezcladas con alcohol, aumentan el riesgo de embriaguez, ya que en un primer momento la cafe¨ªna enmascara los efectos del alcohol: ¡°El adolescente sigue bebiendo y cuando disminuye el efecto de la cafe¨ªna se aprecian los efectos del alto consumo¡±. La investigadora a?ade que tambi¨¦n pueden afectar negativamente a patolog¨ªas presentes como diabetes, patolog¨ªas cardiacas o hipertensi¨®n arterial, entre otros.
Seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP), la cafe¨ªna de una lata equivaldr¨ªa generalmente a dos caf¨¦s. Para Carlos Casabona, que tambi¨¦n es miembro de la Sociedad Catalana de Pediatr¨ªa, el problema es que actualmente hay m¨¢s de 600 presentaciones distintas y cada una puede tener una cantidad de cafe¨ªna distinta: ¡°Si bien unas corresponden a un caf¨¦, otras pueden suponer hasta dos, otras tres, otras tres y medio y otras hasta cuatro caf¨¦s (y depende de si es expreso, filtrado, variedad de caf¨¦, etc¨¦tera)¡±. Y m¨¢s all¨¢ de la cafe¨ªna, el pediatra se?ala que tambi¨¦n contienen sustancias que potencian el efecto estimulante de la cafe¨ªna y que cada fabricante puede a?adir a voluntad, como guaran¨¢, taurina, ginkgo biloba, L-carnitina o ginseng.
Sobre el contenido en az¨²cares, si bien algunas de estas bebidas pueden sobrepasar las cantidades recomendadas para una dieta saludable, con un alto riesgo de provocar caries y obesidad, seg¨²n Casabona, actualmente m¨¢s del 60% no contiene az¨²car, pero s¨ª edulcorantes sint¨¦ticos como el aspartamo o la sucralosa para quitar el sabor amargo de la cafe¨ªna. ¡°Antes pon¨ªamos el foco en el az¨²car, pero las marcas saben esto, as¨ª que maquillan su contenido con mensajes como ¡®sin az¨²car¡¯ o ¡®zero¡¯, agrega el experto.
Un problema global
¡°Se han documentado altas tasas de consumo de bebidas azucaradas entre adolescentes en Europa, Estados Unidos, Canad¨¢ y Australia¡±, afirma Miller. Seg¨²n la investigadora Cruz, factores econ¨®micos y sociales son riesgos significativos, como indica el estudio BEENIS de 2016, que revel¨® que las clases sociales m¨¢s desfavorecidas consumen m¨¢s estas bebidas. ¡°Es necesario investigar las razones detr¨¢s de este consumo¡±, a?ade. Rosaura Leis, coordinadora del Comit¨¦ de Nutrici¨®n y Lactancia Materna de la AEP, coincide en que los estilos de vida no saludables son una forma de discriminaci¨®n social: ¡°El sobrepeso y la obesidad, indicadores de ¡®hambre oculta¡¯, son m¨¢s prevalentes en grupos vulnerables¡±. As¨ª, en los sectores con menor acceso a informaci¨®n, el consumo de estas bebidas es m¨¢s alto.
Las bebidas energ¨¦ticas son una categor¨ªa de productos relativamente nueva, y son refrescos no alcoh¨®licos que pueden encontrarse ya en m¨¢s de 165 pa¨ªses. ?Qu¨¦ ocurre con su regulaci¨®n? La epidemi¨®loga Maribel Fern¨¢ndez describe que en la Uni¨®n Europea hay disposiciones espec¨ªficas para las bebidas energ¨¦ticas sobre informaci¨®n alimentaria al consumidor, seg¨²n las cuales el etiquetado incluye la indicaci¨®n: ¡°Contenido elevado de cafe¨ªna. No recomendado para ni?os, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia¡±, seguida de la cantidad de cafe¨ªna en miligramos por cada 100 mililitros. Algunos pa¨ªses han sido m¨¢s contundentes prohibiendo su venta a menores de edad ¡ªcomo Letonia, Lituania o Polonia¡ª, y otros solo venden este tipo de bebidas en farmacias.
En Espa?a, en 2021, a partir del Informe del Comit¨¦ Cient¨ªfico de la AESAN sobre los riesgos de las bebidas energ¨¦ticas, se acordaron recomendaciones entre el Gobierno, la industria alimentaria y consumidores, enfocadas en cumplir el reglamento europeo de 2011 y mejorar la informaci¨®n al consumidor. Ese mismo a?o, el IVA de las bebidas azucaradas subi¨® del 10% al 21%, lo que redujo su consumo, especialmente en familias de clase social desfavorecida con ni?os (un 20% menos). Pero una mejora de su regulaci¨®n es una demanda de sociedades como la Sociedad Catalana de Pediatr¨ªa, desde la que, seg¨²n explica Casabona, ya se est¨¢ trabajando en un informe con informaci¨®n y una propuesta de medidas como que dejen de ser consideradas ¡°refrescos¡± o no permitir la venta a menores de 18 a?os. ¡°Lo que tenemos en Espa?a es insuficiente. Es necesaria una regulaci¨®n urgente que sea firme y que abarque desde la producci¨®n y distribuci¨®n hasta el marketing agresivo dirigido a j¨®venes¡±, reclama.
Leis sugiere que, adem¨¢s de una mejor regulaci¨®n, es fundamental educar desde la infancia sobre h¨¢bitos saludables y llevar a cabo campa?as de informaci¨®n p¨²blica sobre los riesgos de las bebidas energ¨¦ticas. Destaca que adquirir estilos de vida saludables desde los primeros a?os de vida act¨²a como un factor protector: ¡°Los primeros mil d¨ªas son una ventana de oportunidad porque los h¨¢bitos adquiridos en estos primeros momentos se van a mantener a lo largo de la infancia y en la edad adulta; y son un seguro de vida para periodos de especial riesgo, como puede ser la adolescencia¡±. En el informe de 2023 Alcohol, tabaco y drogas ilegales en Espa?a, realizado por el Observatorio Espa?ol de las Drogas y las Adicciones (OEDA) del Ministerio de Sanidad, se encontr¨® que practicar actividades como la lectura o tener alguna afici¨®n, como tocar alg¨²n instrumento musical, son factores de protecci¨®n frente al consumo de bebidas energ¨¦ticas. Por ¨²ltimo, Casabona quiere insistir en que las bebidas energ¨¦ticas tienen su principal mercado en adolescentes y j¨®venes. ¡°A diferencia del alcohol, que afecta a toda la sociedad y tiene cierto impacto en los adolescentes, este sector depende casi exclusivamente de los m¨¢s j¨®venes. Sin ellos, esta industria no existir¨ªa, ya que pocas personas mayores de 40 a?os las consumen¡±.
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