El verano es un buen momento para aprender sobre las emociones jugando
Lo m¨¢s importante en la infancia no es que un sentimiento se valide, se entrene o se mire en positivo, sino ense?ar a los ni?os a compartir lo que sienten y a que tengan en cuenta el contexto en el que lo hacen
Una emoci¨®n es un estado bidireccional desde un punto de vista social. No solamente es la expresi¨®n de algo que te pasa, ya sea a nivel cognitivo o fisiol¨®gico, sino la forma en la que lo expresas para que te entiendan. Por eso, la cuesti¨®n emocional en la infancia no debe referirse solamente a la capacidad de reconocer y validar emociones, sino a saber comunicarlas. Cuando padres y madres ense?an a comunicar, m¨¢s que validar las emociones de sus hijos e hijas, van a ayudarles a adquirir una serie de habilidades que les ser¨¢n ¨²tiles en diferentes contextos.
Para ense?ar a comunicar emociones hay que hacer dos cosas: primero, despatologizarlas, y segundo, sacarlas del terreno terap¨¦utico para llevarlas al educativo. Estamos viviendo una ¨¦poca poscovid donde se est¨¢ recurriendo a terapia, cuando lo que se necesita es ense?ar a comunicar lo que tu hijo o hija sienten para ser comprendidos. Esto quiere decir que no nos tenemos que quedar solo en el yo (validar y entender lo que se siente), sino ir m¨¢s all¨¢: ense?ar a poner en palabras un sentimiento para poder compartirlo, llevando el proceso a educar m¨¢s en una necesidad social y comunicativa que en una necesidad personal y egoc¨¦ntrica.
Por ejemplo, por mucho que se enfade tu hijo porque no le das en el supermercado una bolsa de patatas, no hace falta explicarle que las patatas tienen sal y grasas saturadas que son perjudiciales para la salud ni abrazarle porque se ha enfadado. En cambio, puedes decirle que no y no pasa nada si lo has trabajado antes para que entienda que ese no es el momento ni el lugar para enfadarse. Esto es muy importante desde el punto de vista del adulto porque, ?d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite en este sentido? ?Hay que explicarlo todo cada vez que un ni?o o una ni?a se enfada? Es fundamental se?alar que esto no quiere decir que una emoci¨®n se inhiba, sino que hay que ense?ar la relaci¨®n entre contexto y emoci¨®n para saber si es adecuado o no expresar algo en un entorno determinado y de manera efectiva para establecer relaciones saludables con los dem¨¢s, en vez de hacerlas girar en torno a uno mismo.
Por lo tanto, considero importante dar a la emoci¨®n una visi¨®n pedag¨®gica. Desde este punto de vista, hay dos aspectos que atender y trabajar: lenguaje y acciones. Es decir, lo que digo y lo que hago. El lenguaje (tanto interno como externo) tiene una funci¨®n inhibida y de autocontrol y es en los a?os de Educaci¨®n Infantil y primer ciclo de Educaci¨®n Primaria donde podemos empezar a trabajar este proceso y fomentar el uso del lenguaje y la comunicaci¨®n para regular la emoci¨®n a trav¨¦s de la mediaci¨®n verbal (autorregulaci¨®n) y la expresi¨®n en voz alta de la misma (comunicaci¨®n social). As¨ª, por un lado, habr¨¢ conciencia de lo que se siente y, por el otro, una buena explicaci¨®n de ese sentimiento para entender si es adaptativo o no. En el fondo, una rabieta es una conducta desadaptativa en un contexto determinado. En este sentido, validar una emoci¨®n per se no soluciona nada. Sin embargo, ense?¨¢ndoles a comunicar adecuadamente, y, por tanto, a dialogar, se genera una buena gesti¨®n y expresi¨®n emocional adaptativa y socialmente aceptable.
Y aqu¨ª entra en juego el verano, pues, ahora que pasamos muchas horas con nuestros hijos, podemos jugar a las emociones por muchos motivos, pero sobre todo por dos:
- Esto hace que te anticipes al proceso de tener que validar, que es algo que pasa una vez la emoci¨®n ha aparecido o ha explotado, lo que significa que ya vas tarde.
- Ense?arle a saber identificar no solo una emoci¨®n, sino su relaci¨®n con un contexto y, por lo tanto, a tener perspectiva y saber gestionarla mejor saliendo del egocentrismo y buscando ayuda.
?Y c¨®mo lo hacemos? Pues jugando. Qu¨¦ mejor manera de ense?ar algo que con un juego en la piscina o en la playa este verano. Aqu¨ª van algunas opciones para ello.
- Juegos de imitaci¨®n. Para entrenar una emoci¨®n hay que aprender a prestar atenci¨®n. Emoci¨®n y atenci¨®n son dos procesos que van de la mano. Si no atiendes a la emoci¨®n, te desborda, por lo que es muy importante atender, y una buena pr¨¢ctica para trabajar la atenci¨®n son los juegos de imitaci¨®n. ?Qu¨¦ cosas podemos imitar? Gestos y palabras, y acompa?arlos con explicaciones. Por ejemplo, si dices que est¨¢s llorando, ?qu¨¦ gesto haces y qu¨¦ dices? ?Y si est¨¢s alegre o avergonzado? Es valioso hacer y explicar a la vez porque lenguaje y acciones van de la mano. Por supuesto, primero lo haces t¨² y luego lo hace tu hijo o tu hija. As¨ª reforzamos el v¨ªnculo entre lo que siento, c¨®mo atiendo a ese sentimiento y c¨®mo lo pongo en palabras.
- Juegos de seguir instrucciones. Pasamos de la atenci¨®n a la memoria: primero atiendes y luego memorizas; es un proceso muy mec¨¢nico, pero que puede ser muy divertido. Dile a tu hijo que haga tres cosas y que luego te diga lo que ha hecho para ver si se acuerda y as¨ª trabajar algo tan importante como la memoria. Por ejemplo, le dices: ¡°Da una vuelta, da un salto y si¨¦ntate¡±. Tiene que hacerlo y luego recordar lo que ha hecho y dec¨ªrtelo. Si no le sale a la primera, lo que es normal, se puede ayudar. Pero recuerda, el objetivo no es solo seguir una instrucci¨®n, sino recordar lo que se ha hecho para luego contarlo. Volvemos as¨ª a la importancia del lenguaje interno y externo, y el v¨ªnculo entre darme cuenta de lo que hago y c¨®mo lo explico. Es un buen entrenamiento.
- Entender los detalles. Algo muy valioso a la hora de entender qu¨¦ sientes o qu¨¦ siente otra persona es fijarse en los detalles. Ense?a a tu hijo o a tu hija una foto de una persona llorando y le preguntas: ¡°?Qu¨¦ le pasa a esta persona?¡±. Seguramente dir¨¢ que est¨¢ triste. Entonces le vuelves a preguntar: ¡±?Por qu¨¦ est¨¢ triste?¡±. Lo normal es que te diga que le han castigado o le han pegado, insultado, que se le ha perdido algo¡ B¨¢sicamente, lo normal es que recurra a un factor externo. Pero lo verdaderamente importante es ense?arle a fijarse en el detalle. La respuesta correcta ser¨ªa: ¡°Est¨¢ triste porque est¨¢ llorando¡±. Ense?arle a darse cuenta de estos detalles, en este caso las l¨¢grimas, es fundamental para identificar bien lo que sucede y saber explicarlo. Hay muchas fotos de emociones positivas y negativas que puedes utilizar para jugar, pero recuerda: lo crucial es el detalle.
- Saber expresarse. Los famosos ¡°mensajes yo¡± son una forma muy interesante de expresar lo que a uno le pasa y no por el hecho concreto de expresar una emoci¨®n, sino por buscar una estructura que debe ir tambi¨¦n hacia lo social: buscar ayuda o buscar soluciones comunes. Un ¡°mensaje yo¡± o en primera persona no es solo decir qu¨¦ siento (estoy triste, tengo miedo¡) si no adem¨¢s decir c¨®mo me siento. Aqu¨ª lo importante es entender lo que me pasa, el contexto y saber buscar una soluci¨®n. No quedarse simplemente en la emoci¨®n, sino saber buscar una soluci¨®n que tenga sentido en ese contexto. Volvemos de nuevo a la importancia del lenguaje y la comunicaci¨®n como factores clave.
Estos cuatro juegos ¨Dde imitaci¨®n, de seguir instrucciones, de identificar detalles y de estrategia¨D tienen como objetivo aprender a expresar lo que le pasa a los ni?os, m¨¢s all¨¢ de quedarse ¨²nicamente en la validaci¨®n de una emoci¨®n. As¨ª se trabaja el v¨ªnculo entre emoci¨®n y comunicaci¨®n como factores de protecci¨®n y crecimiento saludables.
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