La complejidad de educar a un ni?o de voluntad firme: poner l¨ªmites claros en lugar de castigos y trabajar la paciencia y empat¨ªa
Las familias no pueden caer en el estigma de pensar que un menor con mucho car¨¢cter, que lo vive todo con elevada intensidad y siempre quiere salirse con la suya es un ni?o malo o mal educado, porque es su car¨¢cter quien le hace actuar de una manera inadecuada e impulsiva. Es algo que se puede trabajar
Si educar a un hijo resulta en muchas ocasiones complejo, hacerlo cuando este es un ni?o de voluntad firme lo complica mucho m¨¢s. Ni?os que desde temprana edad muestran mucho car¨¢cter, viven con elevada intensidad todo aquello que les pasa y siempre quieren salirse con la suya. Que tienen a menudo rabietas, muestran malos modos y cambios continuos de humor. Un ni?o de voluntad firme muestra dificultades para respetar los l¨ªmites, seguir instrucciones y respetar las normas. A menudo, intenta hacer lo que le apetece sin tener en cuenta lo que los otros precisan y desaf¨ªa al adulto hasta que consigue lo que quiere. Le cuesta mucho hacer frente a la frustraci¨®n e identificar y gestionar correctamente sus emociones y las de los que lo rodean. Unas emociones que experimenta a alto voltaje y le producen mucho malestar provocando que act¨²e de forma inadecuada e impetuosa.
Ante las equivocaciones, cuando no le dan la raz¨®n o no le dejan hacer lo que desea, tiene grandes arrebatos de ira que le cuesta mucho controlar. Una rabia que le lleva a romper cosas, a utilizar palabras malsonantes, a llorar y mostrarse violento f¨ªsica y verbalmente. Necesita siempre saber el porqu¨¦ de las cosas, tener una respuesta inmediata a sus inquietudes y sentir el control sobre los dem¨¢s. Si no lo consigue, se enfada y se muestra irrespetuoso e imprudente. Puede tener comportamientos imprevisibles que le provocan conflictos con los otros ni?os y le cuesta crear o mantener sus amistades.
Las familias no pueden caer en el estigma de pensar que un ni?o de voluntad firme es un ni?o malo o mal educado, porque es su car¨¢cter quien le hace actuar de una manera inadecuada e impulsiva. No es alguien que tenga la intenci¨®n de complicar la vida a sus padres, hermanos o profesores, sino que por sus rasgos de temperamento se muestra terco cuando quiere conseguir algo y genera una lucha de poder con los adultos hasta que lo consigue.
Empatizar con sus inquietudes, contagiarle tranquilidad y dar respuesta a sus necesidades emocionales ser¨¢ b¨¢sico para conseguir un buen v¨ªnculo con ¨¦l. Una relaci¨®n basada en el afecto y el respeto que le ayudar¨¢ a ir modulando su comportamiento. Conocer las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de este temperamento permitir¨¢ al adulto entender sus reacciones sin perder la serenidad.
Claves para acompa?ar a un ni?o con voluntad fuerte
- Los padres y madres deben identificar las situaciones que m¨¢s frecuentemente desatan luchas de poder. Esto ayudar¨¢ a prevenir o evitar muchos de los conflictos en casa. El momento de cumplir con sus responsabilidades, de irse a la cama o de hacer las tareas escolares ser¨¢n algunas de ellas. Anticipar y realizar actividades que hayamos pactado dar¨¢ mucha seguridad al menor y le ayudar¨¢ a disminuir su ansiedad e incertidumbre.
- Los progenitores tienen que consensuar l¨ªmites claros y consistentes, lo que ayudar¨¢ al ni?o a saber lo que debe o no hacer en cada momento, regal¨¢ndole estructura y rutina. Ser¨¢ muy importante que el adulto sea firme y amable a la hora de hacer cumplirlos. Unos l¨ªmites bien establecidos permitir¨¢n a las familias crear una din¨¢mica arm¨®nica y adecuada, donde el ni?o se sienta escuchado, respetado y protegido, donde se reduzcan los conflictos, mejore la comunicaci¨®n y se genere confianza y amor.
- Los adultos tienen que conectar con todo aquello que el peque?o sienta. Esto ser¨¢ fundamental para su bienestar y crecimiento personal. Observar y escuchar de manera activa todas las emociones por las que el ni?o transita sin cuestionarlas o juzgarlas si no acompa?¨¢ndolas. Ayud¨¢ndole tambi¨¦n a tomar conciencia de lo que le est¨¢ sucediendo, a significar lo que siente y desarrollar estrategias que le permitan hacerles frente para conseguir sentirse bien. Validar sus emociones desde el amor y la empat¨ªa har¨¢ sentir al ni?o que le comprendemos y que tenemos muy en cuenta todo aquello necesita.
- Otro consejo que se puede seguir es aprender a negociar y ceder desde la tranquilidad, algo que ser¨¢ b¨¢sico para establecer en casa una buena de convivencia. Las amenazas o los castigos no conseguir¨¢n mejorar la conducta del ni?o porque carecen de aprendizaje. El refuerzo positivo y la comunicaci¨®n basada en el respeto y la asertividad ayudar¨¢ a padres e hijos a establecer una buena relaci¨®n. Dar diferentes opciones para poder encontrar la soluci¨®n a los conflictos ser¨¢ muy ¨²til.
- Un ejercicio es practicar respiraciones y yoga porque permitir¨¢ al ni?o encontrar esa tranquilidad que tanto necesita para relajarse, liberar y reducir la ansiedad, los miedos y el estr¨¦s, adoptando una actitud m¨¢s serena y sosegada ante las dificultades. Tambi¨¦n le posibilitar¨¢ canalizar mejor la energ¨ªa, reafirmar su autoestima y mejorar su capacidad de atenci¨®n y concentraci¨®n, contribuyendo a un mayor equilibrio de sus emociones y conductas.
Educar a un ni?o de voluntad firme puede convertirse en un gran desaf¨ªo porque requiere de mucha paciencia y autorregulaci¨®n para conseguir solucionar los conflictos desde la serenidad y la calma. Ser¨¢ necesario que las familias sean firmes y persistentes a la hora de poner l¨ªmites y de hacer cumplir los acuerdos para poder construir una relaci¨®n fuerte y amorosa con su hijo.