Alergias alimentarias en ni?os: ansiedad, aislamiento y otros efectos en la salud mental

Estefan¨ªa Pineda tiene tres hijos de 13, 11 y 7 a?os. El mayor tiene alergia a la prote¨ªna de la leche de vaca, es asm¨¢tico, sufre alergias ambientales y est¨¢ diagnosticado de esofagitis y colitis eosinof¨ªlica, un trastorno gastrointestinal muy ligado a los procesos al¨¦rgicos. El mediano tambi¨¦n tiene alergias ambientales y asma, adem¨¢s de alergia a las lentejas (ha superado la del huevo). La peque?a es la ¨²nica que no sufre ning¨²n tipo de alergia o intolerancia. Las alergias alimentarias de sus hijos han marcado los ¨²ltimos a?os de la vida de Pineda y la han convertido casi en una experta en la materia. Hasta tal punto que ha creado Sin trazas de leche, una tienda especializada en productos sin al¨¦rgenos en Motril (Granada), tambi¨¦n se puede comprar online, y ha publicado el libro La alergia no es un cuento (Zenith, 2024), en el que ofrece soluciones pr¨¢cticas y sencillas para convivir con las alergias alimentarias y poder seguir disfrutando de la comida. Llegar a ese punto, reconoce, no ha sido f¨¢cil. ¡°Vivo con ansiedad. Cualquier persona que habla conmigo me dice que estoy acelerada. Es mi manera de ser, ya vivo siempre alerta¡±, cuenta a EL PA?S.

Empez¨® con tratamiento psicol¨®gico en 2011, poco despu¨¦s de diagnosticarle las alergias a su hijo mayor. Hoy sigue yendo a terapia. ¡°Llega un momento en el que la situaci¨®n te desborda¡±, explica. Su hijo mayor tambi¨¦n ha tenido que visitar varias veces la consulta del psic¨®logo. Ella destaca el ¡°enorme¡± impacto emocional que supone para los ni?os el diagn¨®stico de una alergia alimentaria, sobre todo a alimentos de uso tan com¨²n como la leche o el huevo. ¡°Se sienten diferentes. En el colegio, por ejemplo, hab¨ªa un cartel con las fotos de los ni?os que ten¨ªan alergia en cada clase. S¨¦ que se hace a modo de prevenci¨®n, para que todos los maestros est¨¦n informados, pero de alguna forma se les se?ala¡±, expone Pineda. La situaci¨®n fue empeorando conforme su hijo se acercaba a la adolescencia. Hasta entonces, cuando le invitaban a un cumplea?os, ella le preparaba su propia merienda. ¡°A los 12 a?os muchos de sus amigos empezaban a quedar para comer en una hamburgueser¨ªa o una pizzer¨ªa. Y ¨¦l no pod¨ªa, claro, as¨ª que directamente prefer¨ªa no ir. Eso le ha hecho tener m¨¢s problemas para socializar y se ha sentido bastante frustrado por las cosas que se ha perdido por su alergia¡±, a?ade.

La incidencia de las alergias alimentarias se ha incrementado notablemente en los ¨²ltimos a?os. Seg¨²n datos del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), las alimentarias han pasado de afectar al 2% de la poblaci¨®n en edad pedi¨¢trica en 2013 a hacerlo sobre el 8%. Y desde la Sociedad Espa?ola de M¨¦dicos Generales y de Familia (SEMG) se alerta de que el n¨²mero de ni?os espa?oles que son al¨¦rgicos a algunos alimentos o padecen alg¨²n tipo de intolerancia alimentaria se incrementa a un ritmo del 2% anual. Este aumento de la incidencia, seg¨²n un estudio presentado en la reuni¨®n cient¨ªfica anual del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunolog¨ªa (ACAAI, por sus siglas en ingl¨¦s), celebrada en Boston a finales de octubre, correlaciona con un incremento de la necesidad de servicios profesionales de psicolog¨ªa debido al aumento de la ansiedad que provocan estas alergias. Seg¨²n los resultados del mismo, entre 2013 y 2023 se multiplicaron por 11 las derivaciones por alergias alimentarias realizadas a los servicios de psicolog¨ªa. El 69% de los menores participantes en el estudio presentaba ansiedad relacionada con los alimentos y el 12% mostraba un deterioro claro de su calidad de vida.

¡°Los pacientes con alergia alimentaria, en particular los ni?os, suelen sufrir ansiedad relacionada con la posible ingesti¨®n accidental y la anafilaxia. Ampliar los servicios psicol¨®gicos para estos pacientes deber¨ªa ser una parte importante de c¨®mo intentamos ayudar a las familias a llevar una vida normal y, al mismo tiempo, equilibrar el tratamiento de la alergia alimentaria¡±, explica en un comunicado del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunolog¨ªa, el alerg¨®logo David Stukus, coautor del estudio.

Una opini¨®n que comparte Julia Vidal Fern¨¢ndez, miembro del Colegio Oficial de la Psicolog¨ªa de Madrid. ¡°Deber¨ªa haber un espacio psicol¨®gico asociado a cualquier alteraci¨®n m¨¦dica, porque desde lo m¨¦dico se trata lo m¨¦dico, pero cuando salen de la consulta, esa otra parte mental, que tiene una carga muy fuerte, no se atiende. Y esa atenci¨®n es fundamental para reducir el estr¨¦s y la ansiedad, para fortalecer la autonom¨ªa en los ni?os y para que no falle su red de apoyo familiar y social¡±, sostiene. Seg¨²n la tambi¨¦n directora cl¨ªnica de ?rea Humana, en Espa?a no se est¨¢ a¨²n en un punto en el que la gente piense que el psic¨®logo puede ayudar a reducir el estr¨¦s de estos diagn¨®sticos o a mejorar la adaptaci¨®n a los mismos tanto a padres como a hijos: ¡°Cuando llegan a la consulta no lo hacen directamente por la alergia, sino porque se acaban deprimiendo o porque el estr¨¦s les acaba afectando mucho en su d¨ªa a d¨ªa. Y es cuando buscas el origen de estos malestares cuando, muchas veces, encuentras un mal manejo de esas dificultades de salud¡±.

Dotar de autonom¨ªa y seguridad a los ni?os y las ni?as

¡°Yo siempre digo que la percepci¨®n es que las personas con alergias tienen una calidad de vida inferior a la que tienen otras personas con patolog¨ªas en principio m¨¢s graves como la diabetes o alg¨²n tipo de s¨ªndrome metab¨®lico¡±, afirma Elena Molina, coordinadora del grupo de Alergia a Alimentos del Instituto de Investigaci¨®n en Ciencias de la Alimentaci¨®n (CIAL). La investigadora se?ala que, adem¨¢s de la ansiedad por el riesgo de sufrir una anafilaxia, muchos ni?os y adolescentes se ven significados por su alergia (¡°sienten como que siempre son los pesados que est¨¢n preguntando si esto tiene tal alimento, que si no puede comer lo otro, que si hay que pedir otra cosa¡­¡±) e, incluso, pueden llegar a sufrir acoso escolar. Desde la Sociedad Espa?ola de Inmunolog¨ªa, Alergolog¨ªa y Asma Pedi¨¢trica (SEICAP), de hecho, alertaban sobre el riesgo incrementado que sufren estos ni?os con alergias alimentarias de ser v¨ªctimas de bullying.

Para Mar¨ªa Jos¨¦ Goikoetxea, especialista en alergolog¨ªa de la Cl¨ªnica Universidad de Navarra (CUN), es muy importante ¡°empoderar¡± al ni?o en la relaci¨®n con su alergia desde peque?o y encontrar el no siempre f¨¢cil equilibrio entre protecci¨®n y sobreprotecci¨®n. ¡°Hay que fomentar la autonom¨ªa de los ni?os en todos los aspectos de su vida. Que ellos sean conscientes de su problema y part¨ªcipes en sus cuidados. Y a partir de determinada edad, dependiendo de la madurez de cada ni?o, tambi¨¦n es importante ense?arles el uso de la adrenalina autoinyectable, que sepan utilizarla. Tienen que ser conscientes de sus limitaciones y de c¨®mo actuar ante una reacci¨®n¡±, aconseja.

En el mismo sentido, se pronuncia Julia Vidal Fern¨¢ndez, para quien el lastre para la calidad de vida no son tanto las alergias como la falta de habilidades emocionales y de respuesta al problema que se tiene. ¡°No es lo mismo que un padre le grite a su hijo con alergia ¡®?Ten cuidado!¡¯ que le diga: ¡®Eres consciente de tu alergia, no pasa nada, si te ofrecen esto, t¨² llevar¨¢s esto otro¡¯. Con calma. De la segunda manera estar¨¢n educando a los hijos a afrontar una dificultad, con herramientas, con tranquilidad, sin dramatismos¡±, sostiene.

Seg¨²n esta psic¨®loga, es tan importante esa calma y la capacidad de relativizar y darle a las cosas la importancia que tienen como el hecho de validar las emociones que puedan sentir los ni?os para buscar soluciones a partir de ah¨ª. Explica Vidal que si los padres tienen esa capacidad de dirigir, de ense?ar, de buscar alternativas y de validar lo que siente el ni?o, al final muchas veces ese ni?o se convierte en una persona m¨¢s asertiva que la media. ¡°Esto tambi¨¦n lo vemos en consulta, que lo que puede ser un factor de vulnerabilidad acaba siendo un factor para un mayor desarrollo de la resiliencia¡±, asegura.