?Es posible predecir la adicci¨®n a los videojuegos de nuestros hijos?
Es frecuente que el adolescente se niegue a ir a consulta y que sean los padres los que acudan, por lo que son ellos, orientados, los encargados de establecer una serie de l¨ªmites
Toca jugar. Disfrutar, como cada tarde, de un tiempo de esparcimiento. Cada d¨ªa, su elecci¨®n es un videojuego, una actividad alejada de los juegos tradicionales que tienen lugar en la calle y que requieren de la presencialidad de los amigos para que resulten m¨¢s entretenidos. El tiempo pasa sin darse cuenta. Pero¡ ?Es tan divertido! Desde el sal¨®n una voz adulta advierte que hay que apagar el ordenador. Es el tercer aviso. Esta ficci¨®n bien podr¨ªa ser la historia de cualquiera de los estudiantes, de entre 14 y 18 a?os, que integran el 82% que declara haber jugado a videojuegos en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n los datos recogidos en la encuesta ESTUDES y que forman parte del Informe sobre Adicciones comportamentales 2020, elaborado por el Observatorio Espa?ol de las Drogas y las Adicciones (OEDA). En cuanto a la actividad con los eSports, ESTUDES sostiene que el 47,9% de los alumnos han jugado y el 34,7% han sido espectadores mientras otros jugaban en el ¨²ltimo a?o. Por sexo, los chicos participan m¨¢s en cualquiera de esas actividades con un 96%, frente a las chicas con un 69%. Por edad, la mayor prevalencia se da entre los estudiantes de 14 a?os, reduci¨¦ndose seg¨²n avanza su edad.
Los datos pertenecen a la etapa prepand¨¦mica. Con el inicio de la crisis sanitaria causada por el coronavirus y sobre todo durante el periodo de confinamiento, han sido muchos los adolescentes y j¨®venes que han jugado durante m¨¢s horas de las aconsejadas con las consolas y videojuegos. Una circunstancia altamente preocupante para el entorno familiar ante la posibilidad de que alguno de ellos desarrollase un trastorno por uso de videojuegos. Una alteraci¨®n que, seg¨²n la 11? Revisi¨®n de la Clasificaci¨®n Internacional de Enfermedades (CIE-11), se define como ¡°un patr¨®n de comportamiento de juego (juego digital o videojuego) caracterizado por un control deficiente sobre el juego, aumentando la prioridad dada al juego sobre otras actividades en la medida en que el juego tiene prioridad sobre otros intereses y actividades diarias, junto a la continuaci¨®n del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas¡±. Los expertos aseguran que para que se diagnostique un trastorno por uso de videojuegos el patr¨®n de comportamiento debe ser lo suficientemente severo como para provocar un deterioro significativo en las ¨¢reas personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales o de funcionamiento y, normalmente, que haya tenido lugar durante al menos 12 meses.
?Se puede predecir qui¨¦n desarrollar¨¢ una adicci¨®n a los videojuegos de manera que se pudiera trabajar dentro del entorno familiar y educativo del ni?o para evitarlo? El pasado a?o, un grupo de autores publicaron el estudio ¡°S¨ªntomas patol¨®gicos de los videojuegos desde la adolescencia hasta la adultez emergente: un estudio longitudinal de seis a?os de trayectorias, predictores y resultados¡± en Developmental Psychology Journal. De los 385 adolescentes que completaron los cuestionarios durante los seis a?os que dur¨® el estudio, el 10% mostr¨® comportamientos patol¨®gicos de juego. Pasaban muchas horas jugando, ten¨ªan dificultades para mantenerse alejados del ordenador y la videoconsola y descuidaban otros momentos de su d¨ªa a d¨ªa que repercutieron en su salud y vida social. Dos fueron los principales predictores de la adicci¨®n a los videojuegos: ser hombre y tener bajos niveles de comportamiento prosocial.
El coordinador de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital maternoinfantil Sant Joan de D¨¦u de Barcelona, Josep Llu¨ªs Matal¨ª, considera que ¡°si bien no existe un ¨²nico perfil psicol¨®gico caracter¨ªstico de los ni?os/as que presentan adicci¨®n a los videojuegos, s¨ª que es cierto que hay algunos factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad para desarrollar este trastorno¡±. Entre algunas de las causas que pueden favorecer el desarrollo de este desorden estar¨ªan, seg¨²n este experto, ¡°un perfil internalizante (sintomatolog¨ªa depresiva, ansiosa, retraimiento social), no disponer de estrategias de afrontamiento funcionales (lo cual predispone a que se utilice el videojuego como tal) y la mala regulaci¨®n emocional¡±. Otros factores de riesgo importantes estar¨ªan relacionados con las relaciones sociales; ¡°es decir, presentar dificultades en las habilidades sociales -baja competencia social- predispondr¨ªa al ni?o/ni?a a desarrollar una adicci¨®n a los videojuegos¡±, dice el coordinador de la Unidad de Conductas Adictivas.
Por su parte, la doctora Lefa S. Eddy, secretaria de la Sociedad de Psiquiatr¨ªa Infantil, indica que, en un estudio de car¨¢cter europeo que se hizo hace algunos a?os y donde particip¨® Espa?a, ¡°se concluy¨® que los chicos ten¨ªan mayor riesgo de tener una actitud adictiva o disfuncional con las Tics. Tambi¨¦n aquellos que se desarrollaban en entornos familiares con un menor nivel de estudios, y los que no ten¨ªan un bienestar psicosocial previo; es decir, que tuvieran problemas sociales y psicol¨®gicos¡±. Adem¨¢s, prosigue la secretaria de la Sociedad de Psiquiatr¨ªa Infantil, ¡°aquellos ni?os y ni?as que han sido diagnosticados con un trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n e hiperactividad (TDAH) tienen mayor riesgo de desarrollar este tipo de adicciones. Se trata de ni?os impulsivos a los que resulta dif¨ªcil poner l¨ªmites. Los padres deben ser m¨¢s insistentes a la hora de educar. Tambi¨¦n un ni?o con trastornos del espectro autista (TEA) es m¨¢s vulnerable en estos ¨¢mbitos¡±.
El Coordinador de la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital maternoinfantil Sant Joan de D¨¦u facilita algunas pistas que pueden ayudar a identificar en los ni?os y las ni?as la existencia de una problem¨¢tica relacionada con este tipo de juegos: ¡°irritabilidad, bajo estado de ¨¢nimo, apat¨ªa, reclusi¨®n social, jugar durante muchas horas incluso en horario nocturno (con consecuente desregulaci¨®n del sue?o), mostrar impaciencia por volver a jugar (necesidad de querer jugar todo el rato), no respetar los l¨ªmites en relaci¨®n con el juego impuestos por los padres, la p¨¦rdida de inter¨¦s por actividades que anteriormente resultaban placenteras y, finalmente, una disminuci¨®n del rendimiento acad¨¦mico o absentismo escolar. En definitiva, que el videojuego se convierta en el inter¨¦s y actividad principal de la persona¡±.
En cuanto al futuro manejo de este tipo de adicciones, Jos¨¦ Ram¨®n L¨®pez-Trabada, m¨¦dico adjunto del Servicio de Psiquiatr¨ªa, Programa de Adicciones a Nuevas Tecnolog¨ªas en Adolescentes del Hospital Universitario 12 de Octubre, habla de la escasa conciencia de la existencia de la enfermedad o el problema en el adolescente, que viene acompa?ada de una escasa o nula motivaci¨®n para el cambio. El doctor L¨®pez-Trabada declara que ¡°es frecuente que el adolescente se niegue a venir a consulta y que sean los padres los que acudan, por lo que son ellos, orientados por nosotros, los encargados de establecer una serie de l¨ªmites en cuanto al uso de videojuegos, pactando con el paciente un plan horario que reduzca el uso de los mismos y potencie otras actividades tanto individuales, (estudio, ejercicio f¨ªsico, lectura o cualquier afici¨®n que existiera previamente y haya sido abandonada por el aumento de tiempo de juego), como actividades en familia y en el ¨¢mbito social, para progresivamente ir reduciendo las horas de juego¡±. Adem¨¢s, contin¨²a este experto, ¡°las adicciones son enfermedades cr¨®nicas, lo que significa que la vulnerabilidad a las reca¨ªdas es muy alta¡±.
En general, en el tratamiento de las adicciones se parte siempre de la abstinencia total y mantenida, ya que la reeducaci¨®n de conductas dependientes hacia usos moderados de las mismas es muy dif¨ªcil de conseguir. Por ello, prosigue este m¨¦dico del servicio de psiquiatr¨ªa del Hospital Universitario 12 de Octubre, ¡°en los casos m¨¢s graves, habr¨ªa que imponer una abstinencia total desde el inicio. En el caso de que el joven acceda a venir a consulta, lo primero, dependiendo de su conciencia de enfermedad, es incentivar su motivaci¨®n para el cambio, ponderando los efectos negativos de su adicci¨®n y los positivos del cambio¡±. El enfoque psicoterap¨¦utico m¨¢s validado es la terapia grupal de orientaci¨®n cognitivo- conductual. ¡°En el programa de Adicciones a Nuevas Tecnol¨®gicas en Adolescentes de Hospital Universitario 12 de Octubre planteamos tanto grupos terap¨¦uticos de dicha orientaci¨®n para los adolescentes como tambi¨¦n grupos de orientaci¨®n y apoyo para los padres¡±, manifiesta el doctor Jos¨¦ Ram¨®n L¨®pez-Trabada.
Finalmente, la doctora Lefa S. Eddy insiste que la utilizaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas es un tema que se debe abordar desde los entornos familiares, pero tambi¨¦n desde las escuelas para que los chicos y las chicas hagan un buen uso de las mismas.
Puedes seguir De mamas & de papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.