Abrazar a tu hijo: mucho m¨¢s que amor
Los seres humanos necesitamos cuatro de estos gestos de cari?o a diario para sobrevivir, seg¨²n Virginia Satir, psicoterapeuta de EE UU. Te contamos el abrazo perfecto, seg¨²n la ciencia
Los abrazos son una de esas cosas que, aunque puedan parecer peque?as, simples gestos, pueden significar mucho m¨¢s, tanto para el que lo da como para el que lo recibe. Los estudios cient¨ªficos avalan que esta muestra de afecto favorece la salud emocional de los seres humanos, mayores y peque?os. Pero si por algo se ha caracterizado la pandemia es por la falta o la escasez de ellos. Y ya que son pocos los que damos, a lo mejor ser¨ªa una buena idea saber cu¨¢les son sus beneficios y cu¨¢l es la mejor forma de darlos. Este viernes 21 de enero es el D¨ªa Mundial del Abrazo.
Desde hace a?os es famosa la frase sobre los abrazos de Virginia Satir, terapeuta estadounidense especializada en familia y fallecida en 1988. Esta experta aseguraba que ¡°los seres humanos necesitamos cuatro abrazos diarios para sobrevivir, unos ocho para mantenernos y 12 para crecer¡±. Pueden parecer un mont¨®n, pero lo que la ciencia ciertamente avala es que para que nos sintamos bien, para que seamos felices, necesitamos recibir y dar todos los que nos sea posible.
¡°El ser humano es una especie altricial -ya que los humanos al nacer son desvalidos y necesitan un largo tiempo de desarrollo-, lo cual quiere decir que venimos a este mundo con una gran necesidad de ser cuidados por nuestras figuras de apego¡±, explica Rafael Guerrero, psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n y director de Darwin Psic¨®logos.
El apego seguro se desarrolla gracias a la mirada, el tacto y el tono de voz de sus padres: ¡°Uno de los principales mecanismos para conseguir el ansiado apego seguro son los abrazos. Cuando un ni?o desregulado (miedo, rabia) es abrazado por sus seres queridos, disminuye el cortisol y la adrenalina, neurotransmisores que causan la sensaci¨®n de estr¨¦s e inquietud en el menor. El abrazo libera endorfinas, dopamina y oxitocina (la hormona del amor). La dopamina es un neurotransmisor que se pone en marcha cuando hacemos actividades placenteras como recibir un abrazo¡±. Este gesto de cari?o permite conectarnos emocionalmente entre nosotros: ¡°Los beb¨¦s, los ni?os y los adultos necesitamos del tacto, las caricias y los abrazos. Estos tranquilizan, desestresan y reequilibran a las personas. Un abrazo resetea¡±.
Sonia L¨®pez, maestra, psicopedagoga y formadora de familias y equipos docentes concuerda con Guerrero y asegura que entre los beneficios de los abrazos est¨¢n el que fortalecen v¨ªnculos, calman emociones, acompa?an errores, comparten confidencias y cargan de optimismo: ¡°Dicen que el abrazo es el ¨²nico traje que se amolda a todos los cuerpos. Los abrazos inyectan energ¨ªa, rescatan esperanzas y se convierten en grandes aliados ante el miedo. Facilitan la comunicaci¨®n afectiva, el sentimiento de empat¨ªa, la comprensi¨®n. Nos ayudan a regalar consuelo, a educar. Tienen un poder medicinal¡±. ¡°No existe mejor forma de proteger, acompa?ar y amar a nuestros hijos¡±, finaliza la experta.
Por qu¨¦ abrazar a los m¨¢s vulnerables nos asegura un futuro mejor
Varios estudios apoyan lo que argumentan Guerrero y L¨®pez. Los abrazos ayudan a que los ni?os sean resilientes. En un estudio de 2014, investigadores de la Universidad Carnegie Mellon (Pensilvania, EE UU) examinaron el impacto de los abrazos en la exposici¨®n al conflicto. Unas 400 personas fueron entrevistadas durante 14 d¨ªas consecutivos sobre sus conflictos y abrazos recibidos. Descubrieron que cuando se expon¨ªan a diversos problemas, las personas que recib¨ªan m¨¢s de estos actos cari?osos estaban menos molestas, por lo que aparentemente estos gestos facilitaban una mejor adaptaci¨®n. La capacidad enfrentar de una forma positiva y resolutiva los desaf¨ªos es un elemento importante para desarrollar la resiliencia en los ni?os.
Los abrazos tambi¨¦n ayudan a que los ni?os sean m¨¢s listos. El contacto humano es necesario para que el cerebro crezca adecuadamente, seg¨²n los expertos, y as¨ª lo asegura una investigaci¨®n publicada en Genetic Psychology Monographs (2000). Los investigadores encontraron que los beb¨¦s institucionalizados que recibieron abrazos durante 20 minutos adicionales por d¨ªa durante 10 semanas obtuvieron mejores resultados en las evaluaciones del desarrollo que aquellos que no lo hicieron. Tambi¨¦n encontraron que no todos los tipos de contacto eran beneficiosos: ¡°Solo un toque cari?oso puede proporcionar el tipo de estimulaci¨®n positiva que un cerebro joven necesita para crecer saludablemente¡±.
Por su parte, un equipo de cient¨ªficos de la Universidad de Emory, en Atlanta, encontr¨® una fuerte vinculaci¨®n entre el contacto f¨ªsico y la reducci¨®n del estr¨¦s, principalmente, en las primeras etapas de la vida. Su conclusi¨®n no dejaba lugar a ninguna duda: ¡°?Quiere hacer algo por las generaciones futuras? Hay que abrazarlas¡±.
Este es el abrazo perfecto
El estudio La influencia de la duraci¨®n, el estilo de cruce de brazos, el g¨¦nero y la cercan¨ªa emocional al dar abrazos [The influence of duration, arm crossing style, gender, and emotional closeness on hugging behaviour, en ingl¨¦s], dividido en dos partes, publicado el pasado noviembre y realizado por varias facultades brit¨¢nicas de Psicolog¨ªa, concluy¨® que lo que hace de un abrazo placentero o no, no es tanto la manera en como se da, sino lo que dura.
Los investigadores intentaban determinar cuatro puntos en torno a este gesto de cari?o: c¨®mo la duraci¨®n del abrazo y el estilo de cruce de brazos influyen en la experiencia; c¨®mo la duraci¨®n y la forma de cruzar los brazos influyen en las autoevaluaciones tiempo despu¨¦s; qu¨¦ estilo de cruce de brazos es m¨¢s com¨²n en un entorno natural y si es posible predecirlo a partir del g¨¦nero de la d¨ªada -las dos personas que se abrazan-, la cercan¨ªa emocional y la diferencia de altura. En la investigaci¨®n, participaron solo mujeres, debido a que no se pudo concluir por la crisis sanitaria de la covid-19.
Seg¨²n la primera parte del estudio, realizada en laboratorio, los abrazos que duran entre cinco y 10 segundos son los m¨¢s placenteros, tanto durante el apret¨®n como en la sensaci¨®n que queda despu¨¦s -pasados de tres a seis minutos-, comparados con los que duran un segundo o poco m¨¢s. En la segunda parte de la investigaci¨®n, hecha en un entorno natural, en el exterior, se intent¨® medir si la forma de abrazar influ¨ªa en el placer que sent¨ªan las dos personas. La conclusi¨®n fue que no, que lo que m¨¢s influye es la duraci¨®n. Lo que s¨ª determin¨® este experimento es que los abrazos cruzados, los que enlazan cuello-cintura, son los m¨¢s comunes.
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