Escuchar, validar, entender: tres principios clave para hacer frente a la ansiedad adolescente
Este trastorno afecta o afectar¨¢ a uno de cada tres j¨®venes, seg¨²n Iris P¨¦rez-Bonaventura, psic¨®loga cl¨ªnica. Los s¨ªntomas m¨¢s comunes son el aislamiento, el miedo o la inseguridad
Todas las personas sufren ansiedad en alg¨²n momento de sus vidas. Es una emoci¨®n normal, como lo pueden ser la alegr¨ªa y el miedo, seg¨²n los expertos. De hecho, experimentarla ligeramente ante determinados sucesos y acontecimientos de la vida no solo es normal, sino tambi¨¦n bueno, ya que es una emoci¨®n que protege y ayuda a que grandes y peque?os se enfrenten a los desaf¨ªos que impone el d¨ªa a d¨ªa. El problema empieza cuando se desboca, no se puede controlar y se convierte en un trastorno de salud mental. Y la adolescencia es una etapa cr¨ªtica para ello.
¡°Se estima que uno de cada tres adolescentes sufre o sufrir¨¢ un trastorno de ansiedad¡±, explica la psic¨®loga cl¨ªnica catalana Iris P¨¦rez-Bonaventura, especializada en trastornos de ansiedad en el Child Study Center de la Universidad de Yale y, actualmente, adjunta en el servicio de salud mental infantojuvenil del Hospital Universitario Parc Taul¨ª de Barcelona, que trata a diario en consulta con j¨®venes con este trastorno y sus familias. Ese trato frecuente explica la publicaci¨®n de Ansiedad, a m¨ª tambi¨¦n me pasa (B de Blok), un manual pr¨¢ctico cargado de ejemplos y casos personales dirigido a adolescentes y j¨®venes. ¡°Un d¨ªa me di cuenta de que me pasaba gran parte de las consultas desmintiendo cosas que los chavales hab¨ªan le¨ªdo en internet, as¨ª que pens¨¦, ?por qu¨¦ no hacer un manual pr¨¢ctico y basado en la evidencia que pueda ayudarles en el d¨ªa a d¨ªa en todas estas situaciones que les pasan?¡±, explica la experta.
En el hecho de que la adolescencia sea un momento cr¨ªtico en el desarrollo del trastorno de la ansiedad tiene mucho que ver, seg¨²n la psic¨®loga, que se hable de una etapa vital ¡°en la que suceden muchos cambios r¨¢pidos y se concentran muchas cosas¡± lo que convierte a los j¨®venes en personas ¡°muy vulnerables¡±: muchas primeras veces (primeros ex¨¢menes complicados, primeros amores, primeros trabajos), un incremento de las responsabilidades y exigencias (educativas y dom¨¦sticas), una multiplicaci¨®n de los conflictos (familiares, escolares, con amigos), m¨¢s inseguridad e indecisi¨®n, formaci¨®n de la personalidad y la identidad, presi¨®n social, necesidad de aprobaci¨®n externa, sensaci¨®n de incomprensi¨®n... Adem¨¢s, a todos estos factores generales habr¨ªa que a?adir otros m¨¢s espec¨ªficos.
En ese sentido, P¨¦rez-Bonaventura se?ala dos disparadores de la ansiedad fundamentales en la adolescencia: la presi¨®n acad¨¦mica, tanto por parte de los padres como de los propios chavales, y el acoso escolar, que en la adolescencia adquiere mayor dramatismo al tratarse de una etapa en que la aprobaci¨®n de los dem¨¢s es muy importante y que no se limita a la violencia, sino tambi¨¦n a la sensaci¨®n de ser excluido por los dem¨¢s.
S¨ªntomas de la ansiedad en la adolescencia
¡°Ya se te pasar¨¢¡±; ¡°No es para tanto¡±; ¡°No te pongas as¨ª¡± o ¡°No pienses en eso¡± son frases que muchas veces salen de la boca de padres cuando sus hijos manifiestan ansiedad. Haciendo una met¨¢fora futbol¨ªstica, estas frases vendr¨ªan a ser el arte del patad¨®n pa¡¯lante: despejar el bal¨®n bien lejos de la porter¨ªa y esperar a que pase el peligro. ¡°Cuando recurres a ellas, lo que est¨¢s haciendo es invalidar a tu hijo, no darle el espacio para que se pueda expresar. Es mucho mejor escuchar, atender, validar, hacerle ver que tiene un espacio para hablar y ser escuchado; y despu¨¦s intentar entenderlo y, si el adolescente nos lo pide, darle nuestra opini¨®n¡±, aconseja. De hecho, la t¨¢ctica del patad¨®n pa¡¯lante raras veces funciona a nivel futbol¨ªstico. El peligro siempre vuelve al ¨¢rea. Y lo mismo ocurre con la ansiedad. ¡°Al final el trastorno de ansiedad no desaparece, va a m¨¢s. Un trastorno de ansiedad lleva a otro trastorno de ansiedad, que lleva a otro y as¨ª sucesivamente. Y, adem¨¢s, si no se diagnostica y no se trata, con el paso del tiempo los adolescentes pueden llegar a desarrollar una depresi¨®n¡±, subraya.
Muchas veces, como padres, no es f¨¢cil identificar que los hijos sufren ansiedad. Eso se debe a que este trastorno se lleva por dentro. ¡°Al final solo vemos la superficie, pero no lo queda por debajo de ella. Vemos cosas, pero no sabemos exactamente qu¨¦ est¨¢ pasando, qu¨¦ est¨¢ sintiendo nuestro hijo, porque es algo interno. Por eso es tan importante la comunicaci¨®n, que los ni?os aprendan a verbalizar lo que sienten y lo que les pasa, ya sea con los padres, con los amigos, con los profesores o con los terapeutas¡±, a?ade la psic¨®loga.
?Cu¨¢les son esas cosas que pueden ver los padres? ?Qu¨¦ s¨ªntomas superficiales pueden dar la voz de alarma? La experta explica que son adolescentes que empiezan a aislarse, que dejan de hacer cosas por miedo, que se sienten muy inseguros, que dudan constantemente de qu¨¦ hacer, de c¨®mo hacerlo, de qu¨¦ decir: ¡°Tambi¨¦n tienden a pensar en el futuro de forma desmesurada: tienen ansiedad anticipatoria, no disfrutan el momento, sino que sufren por el ma?ana. Otro rasgo es que se suelen preocupar excesivamente por las personas que quieren, son muy catastrofistas¡±, reflexiona la experta.
¡°Adem¨¢s, les dan muchas vueltas a las cosas que les suceden, m¨¢s que reflexionar, rumian. Tienden a creer y a angustiarse mucho por el qu¨¦ dir¨¢n, por lo que muchas veces hacen o dicen lo que ellos suponen que los otros quieren ver u o¨ªr. Y, por ¨²ltimo, pueden manifestar que sienten sensaciones extra?as en el cuerpo que les crean malestar y aparecen sin previo aviso. Son s¨ªntomas psicosom¨¢ticos que sienten en el cuerpo pero no tienen una causa f¨ªsica u org¨¢nica: dolor de cabeza, de barriga, se les acelera el coraz¨®n, les cuesta respirar...¡±, enumera P¨¦rez-Bonaventura.
Crisis de ansiedad
Esos s¨ªntomas psicosom¨¢ticos coinciden con los que se producen en una crisis de ansiedad: tensi¨®n muscular, n¨¢useas, temblores, dificultad para respirar, coraz¨®n acelerado, sudores, manos fr¨ªas, boca seca, visi¨®n borrosa, etc. Los s¨ªntomas suelen aparecer repentinamente y estos ataques no suelen ser muy largos, generan mucho malestar y van asociadas a una sensaci¨®n de peligro inminente (¡±Me voy a morir¡±; ¡°Me estoy volviendo loco¡±). ¡°Estos episodios no son f¨¢ciles de gestionar y desde el inicio de la pandemia hemos visto un crecimiento exponencial¡±, asegura P¨¦rez-Bonaventura, que ante estas situaciones tiene claro que hay reacciones habituales en madres y padres que no ayudan, sino todo lo contrario: ¡°Hay padres que cuando ven al adolescente as¨ª le dicen: ¡®Me est¨¢s estresando¡¯, ¡®Me est¨¢s asustando¡¯, ¡®?C¨¢lmate!¡¯. Sabemos que ese tipo de frases que no ayudan en absoluto¡±.
Lo que s¨ª ayuda es ense?ar estrategias de respiraci¨®n, ya que, cuando se est¨¢ sumido en una de ellas, si se respira muy r¨¢pido, lo normal es que se acabe hiperventilando, lo que pone a¨²n m¨¢s nervioso al afectado. ¡°Aprender a respirar es lo primero. Y lo segundo es intentar que vuelvan a eso que estaban haciendo, porque de lo contrario el temor se hace mayor, se empieza a tener miedo de los sitios en los que pasan estos ataques. S¨¦ que es dif¨ªcil, pero es crucial. Muchas veces les decimos a los chavales: ¡®Dejar¨¦is de hacerlo todo y seguir¨¦is con ansiedad¡¯. A estas crisis hay que enfrentarlas entendiendo por qu¨¦ te pasan¡±, argumenta.
Algunas de estas crisis de ansiedad suceden por motivos que est¨¢n m¨¢s o menos claros: acoso escolar, muerte de un familiar... en cuyo caso lo ideal ser¨ªa buscar ayuda para tratar ese motivo que provoca la ansiedad. En otras, sin embargo, no existe un motivo claro y se dan en chicos que aparentemente est¨¢n bien (tienen una familia que les quiere, amigos, van bien en clase) pero que, sin embargo, de repente empiezan a experimentar esa ansiedad. ¡°Muchas veces pueden deberse a un estr¨¦s continuado, pero a veces ni siquiera eso est¨¢ claro. En estos casos, si la crisis se repite, lo aconsejable es ir a un especialista para que eval¨²e el caso y ense?e al chico t¨¦cnicas para afrontar las crisis y sus temores¡±, concluye.
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