?C¨®mo abordar la educaci¨®n sexual en casa? Con confianza, conversaciones desde la calma y escuchando a los ni?os
Los padres deben saber que tratar la sexualidad con los hijos es una carrera de fondo. Los expertos inciden en que no se trata de hablar solo de genitales, sino tambi¨¦n de respeto, diversidad o de romper etiquetas m¨¢s que ponerlas
Un maestro entra en clase y pregunta qu¨¦ es lo que hace que la palabra sexo resulte tan divertida. El alumnado se r¨ªe y suelta: ¡°Pene¡±, ¡°besar¡±, ¡°tetas¡±. Omar levanta la mano, y dice: ¡°No s¨¦ si es divertido, pero siempre que pregunto a mis progenitores ocurre algo muy raro. Es como si se quedaran congelados y no pudieran moverse¡±. Sexo es una palabra divertida (Edicions Bellaterra), de Cory Silverberg y Fiona Smyth, es un libro colorido que invita a charlar en familia sobre los cuerpos, el g¨¦nero, el contacto y el placer. Si la confianza de madres y padres con sus hijos e hijas es el primer punto, el segundo ser¨ªa brindar espacios y/o acercarles herramientas para conversar.
El investigador y educador social Lucas Platero es el editor de este t¨ªtulo: ¡°Hay alguien que piensa que hablar de sexo con peques es peligroso o controvertido. Pero tambi¨¦n hay quien se da cuenta de que no nos han ense?ado a hacerlo y que necesitamos ayuda para ir m¨¢s all¨¢ de nuestras propias experiencias, limitarnos a describir las partes del cuerpo o hablar de enfermedades¡±, escribe. Platero acaba tambi¨¦n de editar una maravilla para adolescentes llamada Hablemos de sexo (Edicions Bellaterra), que, con el mismo estilo (distendido, cercano, abierto, diverso, inclusivo y formato c¨®mic), trata sobre ¡°cuerpos, g¨¦neros, pubertad y otras cosas¡±.
Pero, ?qu¨¦ es hablar de sexo? La sex¨®loga Esther Mart¨ªnez Moreno, tambi¨¦n maestra especialista en pedagog¨ªa terap¨¦utica en el colegio p¨²blico Rep¨²blica de El Salvador de Madrid, afirma: ¡°Como noci¨®n, como idea, contiene tantos significados, tantas connotaciones y tantos prejuicios que se ha empozo?ado ¡ªcorrompido¡ª¡±. ¡°En sexolog¨ªa entendemos sexo (y no ¡°el sexo¡±) como el proceso a trav¨¦s del que nos vamos construyendo como sujetos ¨²nicos que somos¡±, prosigue Mart¨ªnez, ¡°nos nombramos, nos definimos, nos vamos dando cuenta de lo que nos gusta y aprendemos a c¨®mo expresar al otro lo que nos agrada¡±.
Hablar de sexo con un hijo o hija es, para esta experta, acompa?arle en el camino en el que se va dando cuenta de qui¨¦n es, c¨®mo es, qu¨¦ le gusta y c¨®mo va relacion¨¢ndose con los dem¨¢s: ¡°Y si durante este proceso hay alguna dificultad (que las hay, y muchas), entonces ofrecerle herramientas para resolver el escollo¡±.
Se trata de contar, de facilitarles informaci¨®n, pero tambi¨¦n de escucharles: ¡°Si he de establecer una marca de inicio para habar de sexo, ser¨ªa la de dejar clar¨ªsimo que siempre nos van a poder preguntar aquello que les ronde por la cabeza¡±. Los ni?os y ni?as hacen preguntas desde que nacen, y en ocasiones tienen forma de comentarios, o pseudo conversaciones, o con conclusiones de una realidad concreta que indican c¨®mo est¨¢n construyendo su visi¨®n, c¨®mo est¨¢n percibiendo el mundo y c¨®mo se est¨¢n leyendo a s¨ª mismos dentro de ese mundo. As¨ª que, la educaci¨®n sexual desde casa, manifiesta la maestra Mart¨ªnez Moreno, deber¨ªa tener varios ingredientes fundamentales: ¡°Conversaci¨®n, confianza, acompa?amiento, curiosidad y apertura a la sorpresa¡±. Sobre esto ¨²ltimo, puntualiza que la clave de la apertura a la sorpresa consiste en preguntarse: ¡°?En qu¨¦ momento se encuentra? ?C¨®mo podr¨¦ echarle una mano? ?Qu¨¦ puede necesitar de m¨ª?¡±.
Inquietud y curiosidad desde peque?os
La maestra Patricia Collado Vicente afirma que ha presenciado c¨®mo una alumna se estimulaba los genitales mientras ella contaba un cuento. Para ella, los adultos (familias y comunidad educativa) tienen que brindarles contexto: ¡°Y ante una ni?a experimentando: calma, naturalidad y normalidad. Hay que explicarle que no es malo hacerse esas cosquillas, pero que son algo ¨ªntimo que no debemos hacer delante de los dem¨¢s¡±.
En palabras de Collado Vicente, es contraproducente reaccionar con rechazo o hacerles sentir culpables porque los ni?os no est¨¢n preparados para entender esa situaci¨®n: ¡°Solo debemos ense?arles que, en p¨²blico, no es el lugar adecuado. Se?alar los espacios p¨²blicos y privados, establecer el llamar a la puerta del ba?o o de la habitaci¨®n para romper ese espacio privado, son cuestiones para que tengan espacios ¨ªntimos y seguros¡±.
Pero, ?por d¨®nde se empieza?
Para la sex¨®loga Laura C¨¢mara no hay que esperar a tener una charla de sexo concreta, sino que los padres tienen que ser conscientes de que es una carrera de fondo: ¡°Pensamos que hacer educaci¨®n sexual es hablar de genitales y de sexo y no es solo eso¡±. Se trata de amor, de relaciones, de respeto, de inclusi¨®n, de aceptaci¨®n de los cuerpos no normativos, de diversidad y de romper etiquetas m¨¢s que ponerlas. Y C¨¢mara lanza tambi¨¦n un aviso: ¡°No hablar de estos temas va a dejar claro que en casa no estamos disponibles para ello. Y esto tiene unas consecuencias terribles porque significa que tendr¨¢n que buscarse la vida para adoptar conocimientos y aptitudes para la vida sexual¡±.
Esta experta manifiesta que en los ¨²ltimos cursos de Primaria (quinto y sexto), debido al momento psicoevolutivo, es cuando ni?os y ni?as necesitan tratar ciertos temas, dudas, acontecimientos y situaciones que requieren respuestas y orientaciones: ¡°En Educaci¨®n Primaria se construye la propia imagen, el autoconcepto y la propia identidad sexual. Es un momento muy delicado porque, en el ¨²ltimo ciclo, nos encontramos con la plena transici¨®n a la adolescencia y debemos acompa?arles, porque adem¨¢s est¨¢ en juego su autoestima¡±. Y si no hay unos referentes de atenci¨®n y escucha, ?d¨®nde resuelven los adolescentes y ni?os sus dudas?, se pregunta. La respuesta es: ¡°En internet. Y es un problema porque en la red se da una sobreinformaci¨®n y la posibilidad de entrar en lugares poco seguros y nada fiables¡±.
Victoria Tom¨¢s es psic¨®loga y sex¨®loga de la cooperativa Desmontando a la Pili. ¡°Lo que vemos habitualmente es que las familias no saben muy bien c¨®mo tratar los temas relacionados con el sexo con sus ni?os y ni?as, as¨ª que lo evitan. Es necesario hacer alfabetizaci¨®n digital, y eso incluye hablarles de qu¨¦ es el porno y que entiendan ciertas cosas al respecto¡±, explica Tom¨¢s. La Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos baraja en sus informes que el acceso al porno se est¨¦ dando en ni?os de ocho a?os. ¡°Adem¨¢s de poner cortafuegos para que no lleguen en esas edades a estos contenidos¡±, prosigue la psic¨®loga, ¡°entrados en la adolescencia hay que explicarles que el porno es ficci¨®n, y que una cosa son las relaciones sexuales sanas y bien entendidas y otra cosa es la violencia¡±. Y a?ade: ¡°Me da la impresi¨®n que, a veces, ven porno m¨¢s como si fuera un tutorial de sexo que como algo que ven de adultos por entretenimiento¡±.
No es solo una cuesti¨®n de contenidos o de informaci¨®n, la educaci¨®n sexual tambi¨¦n conlleva ofrecer herramientas emocionales y ayudarles a desarrollar habilidades de comunicaci¨®n y de respeto. Libros como ?Ent¨¦rate! de Platanomel¨®n (Ediciones Martinez Roca, a partir de 12 a?os) o series como Sex Education (recomendada a partir de los 16 a?os) permiten a los padres sentarse con ellos y ellas y dialogar. Posiblemente, hasta los adultos tienen que aprender sobre sexo, esa palabra divertida.
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