¡°?Qu¨¦ quieres ser de mayor?¡±. Una pregunta aparentemente intrascendente que puede afectar a los ni?os

Una de las cl¨¢sicas preguntas que hacen los adultos a los ni?os es: ¡°?Qu¨¦ quieres ser de mayor?¡±. Esta interpelaci¨®n, aparentemente intrascendente e ingenua, tiene m¨¢s carga emocional de lo que de entrada pudiera parecer. Astronauta, futbolista, artista o bailarina. Las respuestas de los ni?os sobre la cuesti¨®n de su dedicaci¨®n futura son variadas, pero tambi¨¦n puede surgir el ¡°no lo s¨¦¡± o la duda, algo que no es siempre bien aceptado por los adultos.

¡°Esta pregunta se hace por una de tantas inercias de nuestra educaci¨®n. Muchas veces se trata de una especie de automatismo cuando no se sabe de qu¨¦ hablar con el ni?o o qu¨¦ preguntarle¡±, explica Tristana Su¨¢rez, psic¨®loga y terapeuta Gestalt. ¡°Es un lugar com¨²n y f¨¢cil y, como muchas veces sucede por parte de los adultos, sin mucha conciencia sobre lo que estamos preguntando o lo que puede implicar para un menor¡±.

En c¨®mo recibe un menor que est¨¢ en proceso de maduraci¨®n y todav¨ªa no es adulto esta pregunta influyen varios factores, como los que destaca Su¨¢rez: ¡°La edad del ni?o, su car¨¢cter, el tono con que se le dice y la persona que se lo pregunta¡±. Y esto, seg¨²n la experta, es debido a que los ni?os lo captan todo, no solo el contenido del mensaje, sino tambi¨¦n la intencionalidad que subyace en ¨¦l e incluso el lenguaje no verbal.

Las dos caras de la misma cuesti¨®n

El ni?o puede recibir esta interpelaci¨®n sobre su futuro de dos maneras diferentes: ¡°Una con presi¨®n, sobre todo si es m¨¢s mayor, con la connotaci¨®n de ¡®tenlo claro ya¡¯, ¡®def¨ªnete¡¯ o ¡®por qu¨¦ no lo sabes¡¯, lo que puede provocar angustia cuando no se sabe la respuesta¡±. Pero tambi¨¦n puede conllevar una vertiente positiva y l¨²dica: ¡°Sirve para proyectar la fantas¨ªa, imaginar, so?ar y jugar como lo hacen los ni?os cuando crean escenarios donde pueden ser cualquier cosa. Y ese aspecto puede ser interesante y ¨²til¡±.

Tras cuestionarle al ni?o acerca de su dedicaci¨®n o proyecci¨®n profesional de cara al futuro, se ponen sobre la mesa varios mensajes, como ?qu¨¦ te gusta?, ?a qui¨¦n te quieres parecer? o ?qu¨¦ es lo que admiras? ¡°La pregunta en s¨ª no est¨¢ mal, pero podr¨ªa reformularse de otra manera, por ejemplo ?qu¨¦ se te da bien? O ?qu¨¦ sue?os tienes?¡±, aconseja Su¨¢rez.

Para esta experta, no deja de ser una especie de mosaico, porque los ni?os cambian muchas veces de opini¨®n seg¨²n el momento en que est¨¦n, su personalidad y aficiones que pueden tambi¨¦n cambiar: ¡°Adem¨¢s, los mayores pueden proyectar sus frustraciones en los peque?os con comentarios como, ¡®?no te gustar¨ªa ser....?¡¯, sin olvidar el influjo que ejerce el orgullo que los ni?os detectan en los adultos cuando les dicen lo que quieren escuchar¡±.

La importancia de la respuesta

Centrar la atenci¨®n en la contestaci¨®n que los adultos ofrecen al menor sobre a lo que se quiere dedicar cuando sea mayor es clave. ¡°En ese momento, es cuando el ni?o comprueba si su respuesta es aceptada o no. Por ello es importante motivarle para conseguir sus metas por muy loca que parezca la idea¡±, argumenta Ana G¨®mez, psic¨®loga general sanitaria, especializada en poblaci¨®n infantojuvenil.

G¨®mez considera que, con el tiempo, el ni?o ajustar¨¢ las expectativas a su realidad y que insistir a menudo con la pregunta de qu¨¦ quiere ser de mayor no es recomendable: ¡°Puede provocar que se sienta obligado a tomar una decisi¨®n definitiva y no permitirle ser flexible, as¨ª que lo ideal es alentarle a que explore para descubrir lo que realmente le apasiona¡±. Seg¨²n esta psic¨®loga, aunque en general esta pregunta se suele recibir con emoci¨®n a un ni?o ansioso o inseguro a la hora de tomar decisiones le puede generar incertidumbre y malestar.

Un error habitual de los adultos es proyectar en el menor los roles profesionales perpetuados en la familia con preguntas como: ¡°?T¨² vas a ser m¨¦dico como mam¨¢?¡±. ¡°Esto limita la opci¨®n al menor, que actuar¨¢ para ser aceptado como su entorno espera de ¨¦l¡±, a?ade la experta. Adem¨¢s, prosigue G¨®mez, la respuesta del ni?o puede ser inesperada y sorprendente, como cuando dice que de mayor quiere ser feliz o vivir en paz: ¡°Esta contestaci¨®n es igual de v¨¢lida que cualquier otra y no conviene reorientarle para que lo centre en una profesi¨®n, as¨ª como tampoco invalidar nunca lo que el menor comente al respecto¡±.

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