Joanaina Barcel¨®, educadora social: ¡°El deber ineludible es forjar en las generaciones futuras una mentalidad que destierre el acoso y el sexismo¡±

Educar a los hijos y a las hijas es una tarea que tiene muchos v¨¦rtices, todos ellos importantes. El mundo cambia de manera constante y la sociedad ha avanzado de manera espectacular en cuestiones tan b¨¢sicas como el respeto a los ni?os o su educaci¨®n desde que son peque?os. ¡°Hay que inculcarles sus derechos, pero tambi¨¦n sus obligaciones como ciudadanos¡±, explica Joanaina Barcel¨®, mediadora familiar y educadora social en el Consell de Mallorca IMAS, instituci¨®n de referencia en la isla balear para gestionar los servicios sociales, la protecci¨®n de menores y los recursos asistenciales.

Barcel¨®, que tambi¨¦n es m¨¢ster en Inteligencia Emocional y Psicolog¨ªa Infantil y fundadora de la Academia Actitud a un clic ¡ªen la que imparte programas de coaching y de formaci¨®n de especialistas en relaciones t¨®xicas¡ª, incide en que en la tarea de educar en igualdad deben estar implicados padres, educadores y, por supuesto, una sociedad que ampare a los menores a trav¨¦s de leyes. ¡°De esta forma, se podr¨ªa evitar en el futuro problemas como el machismo, el sexismo o actitudes de acoso sexual, entre otros¡±, puntualiza.

PREGUNTA. ?Por qu¨¦ motivo considera que su trabajo es esencial?

RESPUESTA. En estos tiempos de avances sociales y culturales, nos encontramos ante un deber ineludible como padres y madres o educadores: forjar en las generaciones futuras una mentalidad que destierre el acoso, el sexismo, los estereotipos de g¨¦nero y la desigualdad.

P. ?C¨®mo definir¨ªa su misi¨®n?

R. La misi¨®n que tenemos los profesionales en educaci¨®n, y especialmente la familia con respecto a nuestros hijos e hijas, es, desde una edad temprana y adaptada a su nivel de maduraci¨®n y entendimiento, ofrecer un espacio seguro de comunicaci¨®n honesta. Un espacio en el que llevar a cabo este tipo de ense?anzas en valores, respeto hacia al otro y en igualdad. Estos son los pilares fundamentales de la familia, el primer modelo social en el que habitamos, y con nuestras acciones, comportamientos y actitudes positivas en casa, sin querer, estamos contribuyendo a la formaci¨®n de una sociedad m¨¢s igualitaria y justa. Estamos sembrando las semillas de un futuro en el que todas las personas, independientemente de su g¨¦nero, tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente y vivir libres de violencia y discriminaci¨®n.

P. ?C¨®mo pueden fomentar padres y madres estos valores?

R. La familia debe fomentar estos momentos de reflexi¨®n y este tipo de conversaciones y conseguir que el sexo, el acoso, o los estereotipos de g¨¦nero no sean temas tab¨²es, porque los padres y madres deber¨ªamos ser la primera fuente de informaci¨®n y no las redes sociales o internet. Debemos pensar que, por ejemplo, en la adolescencia el grupo de iguales llega a ser casi m¨¢s importante que la propia familia. Si hemos ofrecido este espacio de comunicaci¨®n, no desde los sermones o prejuicios, sino interes¨¢ndonos realmente por las cosas que les gustan, por ayudarles a hacerse preguntas y cuestionar las cosas, les estaremos dando herramientas para entender su mundo y que puedan elegir su propio camino con mayor libertad y autonom¨ªa. De esta forma, podr¨¢n identificar conductas abusivas o de faltas de respeto y no dejarse influenciar por comportamientos inapropiados incluso en situaciones de multitudes o de euforia producidas por el grupo o la masa.

P. Por ejemplo, podr¨ªa ser, ?ense?¨¢ndoles la importancia del consentimiento en todos los aspectos de su vida, independientemente de que sean chicos o chicas?

R. Como padres contribuimos a que nuestros hijos lleguen a convertirse en personas m¨¢s emp¨¢ticas y responsables y entendiendo la importancia del consentimiento, antes de actuar desde los impulsos. Porque los pilares que habremos creado ser¨¢n firmes y ante cualquier problema que surja, si hemos dado ese espacio para la comunicaci¨®n abierta, acudir¨¢n a nosotros para contar cualquier situaci¨®n que se produzca. De esa forma, tambi¨¦n les ayudamos a empoderarse y en el caso de que en alg¨²n momento lleguen a ser v¨ªctima de acoso o conozcan situaciones de bullying, por ejemplo, tengan la suficiente confianza para contarlo.

P. ?Podr¨ªa dar alguna pauta que propicie la educaci¨®n en igualdad en casa?

R. Los ni?os perciben todos los d¨ªas la desigualdad de g¨¦nero en sus hogares y sus comunidades. Por ejemplo, un d¨ªa ense?ando a mis dos hijas y a mi hijo mis cuadernos y cartillas de cuando era peque?a nos llam¨® la atenci¨®n una frase de mi primera cartilla con la que empec¨¦ aprender a leer, dec¨ªa textualmente: ¡°Mi pap¨¢ va a trabajar y mi mam¨¢ me cuida¡±. Una frase que nos sirvi¨® para sacar a luz el tema de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y c¨®mo en la educaci¨®n de otra ¨¦poca, mi ¨¦poca, los estereotipos de g¨¦nero estaban a la orden del d¨ªa. A d¨ªa de hoy, aunque cada vez est¨¢ m¨¢s presente la mujer en el mundo laboral y ocupando puestos relevantes en nuestra sociedad, abri¨¦ndose nuevos caminos, en el hogar los padres y las madres suelen asumir responsabilidades desiguales en lo que se refiere a la crianza. De hecho, la pesada carga de atender a la familia y realizar las tareas dom¨¦sticas sigue recayendo sobre ellas, pero, aun as¨ª, debemos fomentar por igual entre nuestros hijos e hijas la corresponsabilidad en las tareas del hogar. Para ello debemos practicar la coeducaci¨®n con motivaci¨®n y constancia para que no se sigan repitiendo estos patrones.

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