D¨ªa del Libro: 10 consejos para que los hijos lean m¨¢s y mejor
Hay muchas cosas que los padres y madres pueden hacer para que ni?os y adolescentes amen la lectura: ser un buen ejemplo, respetar sus gustos, comprarles libros y luchar por una buena biblioteca en el colegio son algunas
La mayor¨ªa de padres se preocupa por ofrecer a sus hijos la mejor crianza posible: buena alimentaci¨®n, buena educaci¨®n, mucho ocio para que no se aburran y mucho ¨¦nfasis en que aprendan idiomas e instrumentos musicales. Tambi¨¦n en general, si hicieras una encuesta de las de quedar bien, la...
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La mayor¨ªa de padres se preocupa por ofrecer a sus hijos la mejor crianza posible: buena alimentaci¨®n, buena educaci¨®n, mucho ocio para que no se aburran y mucho ¨¦nfasis en que aprendan idiomas e instrumentos musicales. Tambi¨¦n en general, si hicieras una encuesta de las de quedar bien, la mayor¨ªa valorar¨ªa que sus hijos sean buenos lectores, pero no lo persiguen con el mismo esfuerzo que dedican, por ejemplo, a las extraescolares. Sin querer meter mucho el dedo en la llaga, muchos padres sienten algo de culpabilidad si les dan chuches o boller¨ªa industrial a los cr¨ªos para salir del paso, pero no se agobian ni mortifican ni lo comentan en sus redes sociales si en su casa no hay libros ni dedican ning¨²n rato a fomentar la lectura.
Esos mismos padres saben que leer es indispensable no solo para ampliar perspectivas, vivir aventuras, aprender conocimientos, conectar con otras personas y ¨¦pocas, sino para situaciones tan pragm¨¢ticas como entender los enunciados de ejercicios y ex¨¢menes, ampliar vocabulario o saberse expresar mucho mejor. Lo saben porque se ha dicho toda la vida, muchas veces en campa?as de fomento de la lectura, que lo ¨²nico que han fomentado ha sido incrementar la cuenta corriente de las agencias a las que se les han adjudicado el contrato.
Por si te sirve, aqu¨ª te dejo una serie de recomendaciones concretas y pr¨¢cticas que pueden ayudar a convertir a tus hijos en buenos lectores¡ y quiz¨¢ de paso devolverte a ti la alegr¨ªa lectora. Aunque ya sabemos que, con la crianza, la gesti¨®n hogare?a, el trabajo y la vida adulta en general, si no te encierras un rato en el v¨¢ter con pestillo poco tiempo vas a tener para leer.
- C¨®mprales libros a tus hijos, pero que los elijan ellos. Si el presupuesto lo permite, c¨®mprales muchos, cuando los quieran, y no salgas con un ¡°p¨ªdelo para tu cumplea?os o para Reyes dentro de medio a?o¡±. Porque igual en un mes ya se les han pasado las ganas de leer. Los obligatorios del cole no cuentan y los libros de texto, menos. Que los atesoren en su habitaci¨®n, que tengan una biblioteca personal para leer y releer o, simplemente, para admirar y ampliar con sus propios ahorros.
- Lee con ellos en un tiempo bloqueado solo para la lectura, como un ritual familiar. Lee en voz alta desde que son peque?os, cada d¨ªa y cada noche, incluso hasta cuando sepan leer ellos solos. Es un momento de conexi¨®n familiar muy bestia, aunque a seg¨²n qu¨¦ edades (y seg¨²n qu¨¦ sue?o y qu¨¦ presbicia tengas) cueste aguantar un rato mal colocado en una cama peque?a con los cr¨ªos encima de ti leyendo sin bostezar.
- Lee t¨² tambi¨¦n. No solo para predicar con el ejemplo, sino porque si te apasiona a ti les podr¨¢s transmitir esa pasi¨®n.
- Ll¨¦valos a la biblioteca con frecuencia. Que descubran la infinita oferta que hay a su disposici¨®n. Que se acostumbren a rebuscar, a investigar, a probar libros que les puedan apetecer sin presiones presupuestarias ni problemas de espacio en casa. Hay hogares en los que, por falta de tiempo, falta de inter¨¦s o falta de recursos no entran libros. Pero en la mayor¨ªa del territorio encuentras una biblioteca m¨¢s o menos cercana con un horario decente que compensar¨¢ esas carencias.
- No les exijas terminar un libro que no les apetezca, a menos que sea una obligaci¨®n escolar. La lectura nunca tiene que ser un br¨®coli que te incrustan a la fuerza con una cucharita, tiene que ser unos macarrones suculentos que te apetecen siempre.
- Respeta su gusto particular. Existe tant¨ªsima variedad de g¨¦neros, formatos, tem¨¢ticas y tonos que es tan f¨¢cil como darles lo que les gusta, y no agobiarlos con nuestros libros de infancia que tenemos en casa de nuestros padres. Por supuesto que Roald Dahl, Manolito Gafotas o Mortadelo y Filem¨®n, que los hemos le¨ªdo la mayor¨ªa, son objetivamente maravillosos y eternos. Pero si de entrada les apetece leer libros de youtubers, pues perm¨ªteselo sin condescendencias ni cr¨ªticas. Porque cada lector llega a la pasi¨®n lectora por un portal de entrada distinto.
- Lucha por una (buena) biblioteca escolar en el colegio. Casi todos los centros tienen gimnasio y lo usan, les guste o no hacer deporte a los cr¨ªos. Pero en muchos centros la biblioteca sigue siendo ese lugar de castigo o de hacer los deberes o una actividad altruista llevada por profesoras motivadas, sin una bibliotecaria escolar responsable y formada espec¨ªficamente para esa misi¨®n que pueda exprimir todo el jugo.
- Respeta sus fases lectoras. Todo el mundo tiene fases lectoras m¨¢s comprometidas y tambi¨¦n momentos en que ning¨²n libro le apetece. Hay que respetarlo, porque los buenos libros siempre estar¨¢n esperando para darte alegr¨ªas. En cambio, forzar a la lectura, como el profesor de Gimnasia que obligaba a hacer flexiones y abdominales, nunca traer¨¢ nada bueno.
- Pide que les regalen libros en todas las ocasiones (cumplea?os, santos, Pap¨¢ Noel, Reyes, vacaciones de verano, buenas notas¡). Lo que no se considera ¡°un buen regalo¡± acaba por no ser deseado ni pedido.
- Y, lo m¨¢s importante, fomenta la pasi¨®n lectora por encima de todo. Hay decenas de motivos por los que leer es muy recomendable, pero a tus hijos ni les importan ni les interesan. Solo se lanzar¨¢n a leer si a cambio consiguen diversi¨®n y buenos momentos.
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