El int¨¦rprete de los muertos
Un almeriense de 25 a?os ha creado una red de contactos para identificar cad¨¢veres de migrantes ahogados en las costas espa?olas del Mediterr¨¢neo
Todo lo que cubre el traje de neopreno est¨¢ intacto. De la cabeza, las manos y los pies solo quedan huesos. En el brazo izquierdo, un tatuaje de la Torre Eiffel empieza a diluirse, pero da la clave. As¨ª consiguieron reconocerlo. Francisco Clemente (25 a?os) guarda en su m¨®vil las fotograf¨ªas de todos los cuerpos que, como este, ha podido identificar entre aquellos que no alcanzaron las costas espa?olas en el Mediterr¨¢neo. Este a?o lleva 30. Seg¨²n la ONG Caminando Fronteras, que estima en 2.807 los fallecidos en las rutas migratorias a Espa?a en 2021, solo se han podido recuperar cinco de cada 100 cad¨¢veres. Alguien lo saluda en el caf¨¦ Ortu?o¡¯s, en el puerto de Almer¨ªa, donde pasa los d¨ªas rastreando embarcaciones. Le preguntan qu¨¦ tal: ¡°Pues aqu¨ª estamos¡±, responde con un marcado acento andaluz, ¡°todo el d¨ªa entre los muertos¡±.
Clemente comenz¨® a trabajar con migrantes en el verano de 2018, cuando entr¨® en Cruz Roja. Antes hab¨ªa cursado m¨®dulos de comercio y marketing; pero a ¨¦l no le gusta estudiar. ¡°Me preguntan si me leo los informes de migraci¨®n, pero no, nada, son demasiado largos¡±, agrega entre risas el almeriense, mientras se acomoda las gafas de montura negra.
Sin trabajo, le aconsejaron en la oficina de empleo que fuera como voluntario a la ONG. ¡°Empec¨¦ por puro aburrimiento¡±, reconoce. A mediados de 2020 cre¨® H¨¦roes del Mar, un perfil de Twitter con el que informaba de los naufragios y promov¨ªa por afici¨®n la actividad de Salvamento Mar¨ªtimo, el principal interventor de embarcaciones ilegales junto con la Guardia Civil. Pronto cre¨® una cuenta de Facebook af¨ªn y sus seguidores a ambos lados del Mediterr¨¢neo se dispararon, especialmente cuando empez¨® a dar noticia de los desaparecidos.
Espa?a carece de protocolos adecuados para orientar a las familias y facilitar la identificaci¨®n de las v¨ªctimas de la migraci¨®n irregular, seg¨²n un informe reciente de la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM). El estudio destaca la aparici¨®n de redes paralelas a los organismos institucionales, como las que ha creado Clemente. Las familias tienden a contactar con l¨ªderes comunitarios y activistas que puedan brindarles la gu¨ªa que no han encontrado en la Administraci¨®n.
En ocasiones, sin embargo, son algunas formas de precariedad, como la falta de internet, lo que dificulta la comunicaci¨®n y la posible identificaci¨®n de un cuerpo. Clemente recuerda que, durante la entrada masiva de migrantes que hubo en Ceuta el pasado mayo, un joven de entre 14 y 16 a?os perdi¨® la vida: ¡°El cuerpo estaba en perfectas condiciones, pero fue el que m¨¢s me ha costado identificar. Tard¨¦ casi dos meses. La familia era de un pueblo muy pobre en Marruecos, no ten¨ªan internet, y fue por casualidad que alguien vio una publicaci¨®n y contact¨® con nosotros¡±.
Clemente se refiere a la ONG de la que pas¨® a ser parte desde septiembre de 2020, cuando se convirti¨® en el delegado en Almer¨ªa del Centro Internacional Para la Identificaci¨®n de Migrantes Desaparecidos (CIPIMD), una organizaci¨®n que naci¨® en M¨¢laga en 2017. El CIPIMD tiene un convenio con las autoridades que facilita la tarea de identificaci¨®n. Cuando los agentes de la secci¨®n cient¨ªfica de la Guardia Civil o la Polic¨ªa Nacional le env¨ªan una fotograf¨ªa, Clemente compara la fecha de muerte estimada por el forense con las embarcaciones que han naufragado, desde el estrecho de Gibraltar hasta el Levante. Luego publica im¨¢genes en sus redes sociales que sean reconocibles. O bien fotos donde se vean tatuajes o cicatrices del fallecido. Entonces espera a que se comuniquen con ¨¦l.
Hay una frase que Clemente repite con frecuencia: ¡°Yo tengo contactos en todas partes¡±. Fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Almer¨ªa confirman que recurren a ¨¦l para rastrear las llegadas por mar de la inmigraci¨®n irregular. ?l se jacta de tener personas en Argelia y Marruecos que le dicen cu¨¢ndo van a salir las embarcaciones y qui¨¦nes van en ellas.
En un extremo del puerto, pasado el astillero, m¨¢s all¨¢ de la playa donde la Polic¨ªa Nacional y Cruz Roja reciben a los migrantes irregulares, Clemente se?ala el lugar donde intercepta las comunicaciones de Salvamento Mar¨ªtimo. ¡°Con una radio VHF puedo escuchar hasta 60 millas n¨¢uticas: lo grabas y te enteras de lo que est¨¢ pasando antes que nadie¡±, afirma, mientras pasa los dedos por su escasa barba.
Clemente no descarta que para las autoridades mar¨ªtimas muchos naufragios hayan pasado inadvertidos. Seg¨²n V¨ªctor Vega, secretario general en la provincia de Almer¨ªa de la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en ocasiones sus superiores ¡°han dado la orden de no interceptar pateras¡±. ¡°Llega un momento en el que estamos tan desbordados que se han dejado pasar¡±, se?ala Vega, que lamenta la falta de recursos de la Guardia Civil en la provincia andaluza para gestionar mejor la llegada de embarcaciones irregulares.
Cuando las familias le preguntan a Clemente por los migrantes que el mar a¨²n no ha permitido localizar, responde: ¡°Decimos que sus cuerpos se encuentran desaparecidos; aunque ya sabemos que puede extraviarse uno, pero cuando son 14 o 20, cuando hay un patr¨®n, est¨¢ claro de qu¨¦ estamos hablando¡±. Un informe de la Universidad Libre de ?msterdam, el ¨²nico publicado sobre migrantes fallecidos en las costas espa?olas, muestra que entre 1990 y 2013 solo el 39% de los 1.068 cad¨¢veres recuperados pudo ser formalmente identificado.
Una investigaci¨®n de la Cruz Roja Internacional replic¨® el estudio para el periodo 2014-2019, aunque todav¨ªa no ha sido publicado. Un miembro del equipo, que prefiere mantenerse en el anonimato, se?ala que la cifra de identificados se elev¨® al 49,8%. Sin embargo, subraya que no pudieron recabar datos en m¨¢s de una cuarta parte de los registros civiles donde estuvo la universidad holandesa. Entre otros motivos, porque les negaron en numerosas ocasiones la posibilidad de acceder a los archivos, sobre todo en Almer¨ªa. Eso s¨ª, seg¨²n el ¨²ltimo informe del 2021 del Centro Nacional de Desaparecidos (CND) del Ministerio del Interior, se ha detectado que esta provincia ostenta la segunda posici¨®n en cuerpos pendientes de identificar en la ¨²ltima d¨¦cada: de 103 recuperados, 84 permanecen sin nombre.
El CND se?ala que en torno al 30,9% de los casos de restos humanos sin identificar ¡°podr¨ªa¡± deberse a la ¡°incidencia del fen¨®meno de la inmigraci¨®n irregular¡±. Especialmente durante la ¨²ltima d¨¦cada, son cada vez m¨¢s frecuentes las hileras de nichos con cuerpos de migrantes desconocidos que se amontonan en los cementerios de la costa espa?ola, sobre todo en la frontera sur. ¡°Inmigrante¡±, un n¨²mero, a veces un pa¨ªs o zona de origen y la fecha de su enterramiento es todo lo que figura en la l¨¢pida o la pared del nicho.
El clima y la geograf¨ªa pueden ser determinantes. No es la primera vez que en la conversaci¨®n aparece la Playa de los Muertos. Francisco Clemente observa la cajetilla de cigarros, donde relucen inscripciones en ¨¢rabe. Fuma tabaco de contrabando que, como tantas cosas en Almer¨ªa, tambi¨¦n viene de Argelia. Se?ala en el mapa los puntos por donde m¨¢s embarcaciones entran: ¡°Llegan por todo Cabo de Gata, una zona dif¨ªcil¡±, describe. Se trata de un territorio plagado de rocas y vegetaci¨®n.
Solo en la frontera sur, desde el litoral en el norte de ?frica hasta las costas espa?olas en el Mediterr¨¢neo, la Asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Andaluc¨ªa contabiliza m¨¢s de 10.000 muertes registradas desde 1988. A medio camino entre San Jos¨¦ y Carboneras est¨¢ la Playa de los Muertos, que hist¨®ricamente ha atra¨ªdo hacia sus costas cad¨¢veres de n¨¢ufragos. Ahora, como en toda la costa andaluza, vuelven a llegar cuerpos sin vida. El propio Clemente, caminando por las playas de Almer¨ªa, ha llegado a encontrar huesos en la arena.
De repente recibe una llamada. Luego guarda el m¨®vil y resopla:
¨C Me dicen que hoy no llega nada, hace viento. Pero en dos d¨ªas vendr¨¢n muchas pateras.
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