Los j¨®venes necesitan el 108% del sueldo para vivir solos
Los salarios bajos, el dif¨ªcil acceso a cr¨¦dito y un mercado inmobiliario saturado hacen que comprar o alquilar sea cada vez m¨¢s dif¨ªcil entre los 18 y los 35 a?os
Es un c¨ªrculo vicioso: salarios bajos, dif¨ªcil acceso al cr¨¦dito hipotecario y un mercado inmobiliario inflado. Con un sueldo medio mensual de 1.050 euros, los j¨®venes tienen cada vez m¨¢s complicado independizarse en Espa?a. Abandonar la casa familiar es, m¨¢s que un sue?o, una pesadilla. Para vivir en solitario, las personas entre 18 y 35 a?os deben destinar el 108% de su salario al alquiler de la casa y a los suministros, seg¨²n los c¨¢lculos realizados por el Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE). Les faltan 82 euros al mes para vivir solos.
Todo va en su contra. Al encarecimiento del precio de la vivienda se suma la reducci¨®n de la capacidad adquisitiva de los j¨®venes espa?oles. Acumulan el paro m¨¢s alto de la Uni¨®n Europea, con el 28% frente al 15% de la media comunitaria. Y la perspectiva de la vivienda como un activo de inversi¨®n tensa a¨²n m¨¢s el mercado inmobiliario, como explica el expresidente del Banco Hipotecario de Espa?a, Julio Rodr¨ªguez. Todo desemboca en lo que denomina ¡°un chabolismo vertical¡± en el que los j¨®venes ven casi imposible acceder a un mercado saturado. Rodr¨ªguez recuerda que tras el pinchazo de la burbuja de 2008 y 2009, los precios del alquiler han subido mucho m¨¢s que la renta disponible de los hogares. ¡°La tensi¨®n es a¨²n m¨¢s fuerte porque la poblaci¨®n en Espa?a ha crecido en m¨¢s de un mill¨®n de habitantes en los ¨²ltimos tres a?os¡±, apunta.
Pese a que los indicadores laborales y salariales han mejorado en 2023, los j¨®venes siguen con enormes problemas para acceder a una vivienda. Si bien tres de cada cuatro menores de 35 a?os trabajaron a tiempo completo, Juan Antonio B¨¢ez, vicepresidente del CJE, sostiene que ¡°las cuentas no alcanzan¡±. Un alquiler cuesta, de media, 968 euros al mes. A ello hay que sumar los suministros (otros 164). Esto significa que para vivir en solitario un joven necesitar¨ªa al menos 1.132 euros mensuales. Eso sin contar el gasto en alimentaci¨®n, transporte y ocio.
Clara Garc¨ªa (Alicante, 30 a?os) compr¨® su primera vivienda en mayo, tras una odisea de tres a?os. En ese tiempo busc¨® opciones en Madrid, ¡°pero eran todos zulos muy peque?os y car¨ªsimos¡±. Despu¨¦s buce¨® en las afueras. Consigui¨® un d¨²plex de 260.000 euros en construcci¨®n en Mejorada del Campo (a 25 kil¨®metros del centro de Madrid). Primero pag¨® una reserva de 6.000 euros y luego abon¨® a plazos la entrada del 20%, hasta que se termin¨® de construir el edificio. Tard¨® tres a?os en ahorrar lo suficiente para dar el paso y lo hizo sin la ayuda econ¨®mica de sus padres.
Los j¨®venes que compran o quieren comprar una casa tienen de media 29 a?os, en su mayor¨ªa son mujeres (62%) y el 52% tiene un nivel socioecon¨®mico alto, un porcentaje que baja al 25% y 23% en los niveles medio y bajo, respectivamente, seg¨²n el informe Los j¨®venes y la vivienda, de Fotocasa Research, que cifra la subida del precio del alquiler en un 36% desde 2006. La ¨²ltima Encuesta Financiera de las Familias muestra que el porcentaje de hogares con propietarios j¨®venes ha ca¨ªdo 37 puntos desde 2011: pasaron de ser el 69,3% al 31,8% en 2022.
Mientras que en Europa el alquiler es la salida preferida para los j¨®venes, en Espa?a el 35% de los emancipados declara vivir en propiedad, expone el mismo estudio. Supone casi el triple que en Alemania, donde solo el 13,5% de los j¨®venes es due?o de la casa en la que vive, seg¨²n el Banco de Espa?a. Lorena Zenklussen, directora comercial de la Uni¨®n de Cr¨¦dito Inmobiliario, resalta que una de cada cuatro hipotecas concedidas por la entidad entre 2021 y 2024 fue para solicitantes de entre 18 y 35 a?os. Seg¨²n el BBVA, una de cada tres hipotecas tiene como destinatario una persona menor de 36 a?os. En 2023, el 30% de su facturaci¨®n procedi¨® de este grupo de edad.
Para conceder una hipoteca, los bancos solicitan, por lo general, un desembolso del 20% del precio de la vivienda. Esto se traduce en que un adulto joven debe ahorrar cuatro a?os y medio de su salario completo para acceder a un pr¨¦stamo, seg¨²n el CJE. El constre?imiento hipotecario y el estudio concienzudo por parte de las entidades bancarias afecta a la poblaci¨®n en su conjunto, pero sobre todo a estos j¨®venes, dice Zenklussen, que son quienes suelen tener baja capacidad de ahorro, salarios base y poca trayectoria laboral.
Rodr¨ªguez, que presidi¨® el Banco Hipotecario entre 1985 y 1994, asegura que siempre ha sido dif¨ªcil adquirir una casa. ¡°A diferencia de los pa¨ªses n¨®rdicos, en donde acceder a vivienda se considera un deber del Estado, en Espa?a siempre ha descansado en ayudas familiares¡±, afirma. ?l piensa que lo que ha cambiado es la proporci¨®n de hogares j¨®venes que acceden a un pr¨¦stamo hipotecario. ¡°Es bastante m¨¢s reducido que hace 30 a?os¡±, afirma.
El ladrillo como inversi¨®n
La Constituci¨®n establece que todos los espa?oles tienen derecho a una vivienda digna y obliga a los poderes p¨²blicos a promover las condiciones y normas necesarias para garantizarlo. Rodr¨ªguez asegura que ahora la vivienda en Espa?a se ve m¨¢s como un activo con fines de inversi¨®n. M¨¢s de la mitad de los j¨®venes emancipados viv¨ªan en alquiler a finales de 2023 (56%). Pero un 42% de los que optaron por la compra ese a?o, en lugar del arrendamiento, lo hicieron convencidos de que es una inversi¨®n a largo plazo. De hecho, el 40% considera que arrendar es ¡°tirar el dinero¡±.
Esa idea la corrobora Diogo Castro (Lisboa, 36 a?os). Asegura que comprar una casa para vivir es un gasto, mientras que comprar para alquilar, es una inversi¨®n. Lo dice en la sala de su inmueble en construcci¨®n en Valdemorillo, a las afueras de Madrid. All¨ª recuerda que la primera vivienda la compr¨® impulsado por la herencia que dej¨® su padre y desde entonces ha comprado dos residencias m¨¢s. Algo parecido relata el ingeniero industrial I?aki S¨¢nchez (Madrid, 35 a?os), para quien el mejor destino del dinero es ¡°el ladrillo¡±.
Las facetas de la emancipaci¨®n
Las dificultades de acceso a la vivienda afectan de lleno a la emancipaci¨®n. El soci¨®logo David Solsona, profesor de la Universidad de Valencia y miembro de la C¨¢tedra de Juventud, afirma que los j¨®venes ya no salen de la casa de sus padres para vivir en sus hogares, sino que este es un proceso multifac¨¦tico. Comprar una vivienda ya no es la prioridad. Ahora existe la posibilidad de compartir piso con extra?os; de volver a la casa de los padres tras un intento fallido de independizaci¨®n; o de vivir con la pareja, que es el m¨¦todo m¨¢s frecuente de emanciparse en la juventud.
De los m¨¢s de nueve millones de j¨®venes que hay en Espa?a, solo el 17% est¨¢ emancipado. La tasa era del 24% en 2012 y va a la baja: del 44% en 1977 pas¨® al 33%, en 2001, seg¨²n un informe del Consejo Econ¨®mico y Social. En ninguna comunidad aut¨®noma llegan al 20%, precisa B¨¢ez, y en todas, para salir de casa, hay que destinar m¨¢s del 30% del salario al hogar, el l¨ªmite recomendado por el Banco de Espa?a para mantener una buena salud financiera.
El camino se hace m¨¢s laber¨ªntico si se suma la incertidumbre que genera acceder a una hipoteca. Solsona apunta que la crisis inmobiliaria hizo mella en la psicolog¨ªa de los j¨®venes. ¡°Ahora tienen miedo de quedarse presos de una hipoteca¡±, afirma. ¡°Un joven de antes sab¨ªa que su futuro iba a ser mejor y que ser¨ªa capaz de pagarla, independientemente de su situaci¨®n actual. Hoy, aunque existan condiciones econ¨®micas favorables para esta poblaci¨®n, no saben c¨®mo estar¨¢n en el futuro¡±. Esta situaci¨®n lleva a los j¨®venes a una encrucijada: trabajar y ahorrar mientras viven en la casa de sus padres, o alquilar un piso y vivir de manera precaria, muy probablemente con desconocidos.
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