L¨¢zaro C¨¢rdenas, el operador pol¨ªtico de L¨®pez Obrador que huye de los reflectores
El coordinador de asesores del presidente de M¨¦xico, nieto de un exmandatario, maniobra en las sombras para despachar asuntos confidenciales
En marzo de 2017, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador acudi¨® a denunciar las racistas pol¨ªticas de Donald Trump ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, en Washington. El entonces candidato presidencial reprob¨® el trato del republicano con los migrantes y criticaba de forma clara y contundente el muro que se pretend¨ªa alzar en la frontera con M¨¦xico. El aspirante fue acompa?ado entonces por el acad¨¦mico estadounidense John Ackerman, su cu?ado, el abogado Netza¨ª Sandoval, y L¨¢zaro C¨¢rdenas Batel, nieto de L¨¢zaro C¨¢rdenas del R¨ªo, m¨ªtico general de la Revoluci¨®n y expresidente de M¨¦xico entre 1934 y 1940.
C¨¢rdenas Batel (Michoac¨¢n, 56 a?os) viv¨ªa entonces en la capital de Estados Unidos, donde trabajaba como asesor en la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos. L¨®pez Obrador lo llam¨® por tel¨¦fono para pedirle que lo acompa?ara en lo que ser¨ªa un acto de la campa?a. Quer¨ªa charlar con ¨¦l, dice una persona familiar con aquella visita, quien pide no ser citado. Tres a?os m¨¢s tarde, C¨¢rdenas desempe?a la coordinaci¨®n de asesores del presidente, uno de los cargos con mayor responsabilidad de la Administraci¨®n. Lo ejerce con un estilo discreto que lo ha convertido en un huidizo operador. Es el buscador de acuerdos en las sombras y quien pretende fundamentar algunas decisiones de un mandatario conocido por su tozudez.
¡°L¨¢zaro es el campe¨®n de la tenebra¡±, dice un exfuncionario del Gobierno de C¨¢rdenas Batel en el Estado de Michoac¨¢n (2002-2008) y cercano a la familia. ¡°No le gustan los reflectores ni los debates¡±, cuenta. ¡°Entiende como pocos la l¨®gica del poder y entra en cualquier auditorio. Una de las caracter¨ªsticas del cardenismo es que escucha y no confronta¡±.
El Gobierno de L¨®pez Obrador es conocido por sus s¨ªmbolos. Tener el apellido de C¨¢rdenas dentro de su Gabinete es un reconocimiento a las figuras que pavimentaron su llegada al poder, entre ellas a Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, tres veces candidato presidencial y quien en 1988 auxili¨® a que L¨®pez Obrador saltara de la pol¨ªtica local de su Estado, Tabasco, al escenario nacional. En su libro El poder en el tr¨®pico, el presidente se refiere al general C¨¢rdenas ¡ªpadre de Cuauht¨¦moc y abuelo de L¨¢zaro¡ª como ¡°el mejor de todos¡± los mandatarios. El texto festeja la pol¨ªtica cardenista, que dio respuesta a demandas sociales como el reparto de 18 millones de hect¨¢reas a un mill¨®n de familias de campesinos y la defensa de la soberan¨ªa nacional en la pol¨ªtica energ¨¦tica. C¨¢rdenas fue el art¨ªfice de la expropiaci¨®n petrolera que quit¨® de las manos el negocio a las empresas estadounidenses y brit¨¢nicas. Y tambi¨¦n quien abri¨® los brazos de M¨¦xico al exilio espa?ol.
Un C¨¢rdenas dentro del Gobierno del Movimiento de Regeneraci¨®n Nacional es el aval de una familia de abolengo en la izquierda mexicana. L¨¢zaro arranc¨® al presidente un acuerdo t¨¢cito. Pidi¨® a L¨®pez Obrador reportarle directamente, sin intermediarios. Tambi¨¦n solicit¨® mantenerse en las sombras, lejos de los reflectores. Esta ausencia lleva a m¨¢s de uno a pensar que no tiene peso dentro del Gabinete. Tambi¨¦n fue el motivo para que C¨¢rdenas Batel rechazara una entrevista con este peri¨®dico. Un hombre cercano asegura que la naturaleza de su empleo es responder a delicados encargos pol¨ªticos que el presidente le hace sobre cosas confidenciales y reservadas.
Una de esas tareas, citadas por dos fuentes, fue el proceso de selecci¨®n de candidatos para el puesto de secretario de Defensa. C¨¢rdenas Batel se reuni¨®, con su discreci¨®n caracter¨ªstica, con los generales de cuatro estrellas que aspiraban al cargo. Una de estas versiones asegura que las Fuerzas Armadas vieron con deferencia el gesto de que fuera el nieto del general C¨¢rdenas qui¨¦n se reuniera con ellos. Los uniformados lo consideraron un signo de respeto desde el poder Ejecutivo.
La relaci¨®n de C¨¢rdenas Batel con los generales tiene un cap¨ªtulo m¨¢s reciente. Su nombre no puede ser desvinculado de la desafortunada guerra contra el narcotr¨¢fico originada en el sexenio de Felipe Calder¨®n (2006-2012). El laboratorio de aquella ofensiva, que ha dejado cientos de miles de muertos, tuvo su origen en Michoac¨¢n, el Estado que C¨¢rdenas gobernaba para el PRD, el partido fundado por su padre. En enero de 2007, el mandatario local aplaudi¨® el operativo que sac¨® a 4.260 soldados, 1.054 marinos y 1.420 polic¨ªas de sus cuarteles para colocarlos en su tierra. ¡°Era un reclamo de la ciudadan¨ªa en Michoac¨¢n, un reclamo de distintos sectores sociales, muy particularmente en regiones como esta¡±, dijo en el bravo municipio de Apatzing¨¢n, donde agradeci¨® la ¡°articulaci¨®n y contundencia¡± del despliegue.
En 2012, L¨®pez Obrador tent¨® las aguas e invit¨® a L¨¢zaro C¨¢rdenas a contender como jefe de Gobierno del Distrito Federal. El hoy presidente hab¨ªa heredado la alcald¨ªa de la capital de Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, el primer opositor votado en unas elecciones locales, en 1997. Desde entonces, la izquierda no abandona el poder en Ciudad de M¨¦xico aunque Morena, de L¨®pez Obrador, ha desplazado del mapa al PRD. L¨®pez Obrador, a¨²n con mucha influencia en la urbe, sugiri¨® a L¨¢zaro ser candidato, pero las cosas terminaron decant¨¢ndose por el fiscal local, Miguel ?ngel Mancera.
Pero esto no quiere decir que no haya desencuentros entre la visi¨®n de L¨®pez Obrador y la de C¨¢rdenas Batel. Uno de ellos es sobre la pol¨ªtica energ¨¦tica, el papel de Petr¨®leos Mexicanos (Pemex) y la Comisi¨®n Federal de Electricidad, la CFE. Algunas versiones han afirmado que L¨¢zaro C¨¢rdenas ha provisto al presidente con informaci¨®n detallada para dar un golpe de tim¨®n en la petrolera estatal, liderada por un incondicional del mandatario mexicano. El intento de C¨¢rdenas Batel, no obstante, ha encallado.
Algo similar ocurre con la CFE. La compa?¨ªa el¨¦ctrica est¨¢ presidida por Manuel Bartlett, un viejo pol¨ªtico del PRI reconvertido al obradorismo gracias a sus coincidencias en la soberan¨ªa energ¨¦tica. Bartlett es considerado por todo el cardenismo, L¨¢zaro incluido, como el autor de un fraude que evit¨® que Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas ganara la presidencia en 1988. El hoy funcionario de la autodenominada Cuarta Transformaci¨®n era el secretario de Gobernaci¨®n encargado de los comicios del 6 de julio. Despu¨¦s de avalar el triunfo del candidato de su partido, Carlos Salinas de Gortari, Bartlett fue nombrado secretario de Educaci¨®n. Pasaron 26 a?os para que volviera a un Gabinete presidencial.
La suma de personajes como Bartlett al movimiento de L¨®pez Obrador agrandaron la grieta que hoy divide al presidente con el ingeniero Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas, otro referente de la izquierda mexicana moderna. Esta divisi¨®n comenz¨® a gestarse desde 2005, cuando C¨¢rdenas buscaba convertirse en candidato presidencial por cuarta ocasi¨®n. El alumno, sin embargo, super¨® al maestro y L¨®pez Obrador, jefe de gobierno, le arrebat¨® la nominaci¨®n del PRD aprovechando una posici¨®n m¨¢s ventajosa en las encuestas.
C¨¢rdenas no acompa?¨® a L¨®pez Obrador en su primera campa?a, donde termin¨® siendo derrotado por Felipe Calder¨®n. Varias voces de la izquierda le recriminaron al ingeniero su falta de solidaridad. Este respondi¨® a las quejas con una carta a la escritora Elena Poniatowska, quien lo hac¨ªa responsable del fracaso. ¡°Reconocer¨¢s que en el c¨ªrculo de colaboradores cercanos de Andr¨¦s Manuel se encuentran algunos de los que instrumentaron el fraude electoral y la imposici¨®n en 1988 desde el gobierno, el PRI; ¡ quien impuso la banda presidencial a Carlos Salinas; el que instrument¨® la privatizaci¨®n del Canal 13 de televisi¨®n; el que ha declarado que el proyecto econ¨®mico de Andr¨¦s Manuel es el mismo que el de Salinas; el que pretendi¨® promover la reelecci¨®n de ¨¦ste, y a ninguno que se sepa ha pedido Andr¨¦s Manuel explicaci¨®n sobre su cambio de piel pol¨ªtica y ninguno la ha dado p¨²blicamente¡±, escribi¨® en septiembre de 2006.
Doce a?os despu¨¦s, las diferencias se han acentuado. Hace algunos d¨ªas, C¨¢rdenas pidi¨® a L¨®pez Obrador diferir los proyectos insignia de infraestructura y, en su lugar, apostar por una reforma fiscal que combata la p¨¦rdida de empleos provocada por la pandemia. El Gobierno de L¨®pez Obrador, sin embargo, sigue adelante sin escuchar las cr¨ªticas. En la sombra, silente, est¨¢ L¨¢zaro C¨¢rdenas Batel.
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