M¨¦xico proh¨ªbe el glifosato para frenar sus efectos nocivos en la salud
Los ecologistas saludan el decreto que veta el plaguicida y busca eliminar el ma¨ªz transg¨¦nico para 2024
M¨¦xico se ha propuesto terminar con el uso indiscriminado de plaguicidas. El Gobierno ha ordenado la prohibici¨®n del glifosato ¨Cel herbicida m¨¢s utilizado en el mundo¨C para 2024. El decreto presidencial publicado el 31 de diciembre de 2020, que tambi¨¦n busca prohibir el ma¨ªz transg¨¦nico, argumenta que ¡°tiene efectos nocivos en la salud, tanto de los seres humanos como de algunas especies animales¡±. El pa¨ªs latinoamericano se une as¨ª a la creciente lista de pa¨ªses que, como Austria o Alemania, est¨¢n vetando el glifosato, convertido en el s¨ªmbolo de los perniciosos impactos de la agroindustria. La compa?¨ªa Monsanto patent¨® el pesticida en 1974 con la marca Roundup, pero desde que venci¨® la patente en el a?o 2000 tambi¨¦n lo comercializan otras empresas.
Entre 2011 y 2012, m¨¢s del 70% de las abejas de los apicultores de Hopelch¨¦n murieron. Los habitantes de ese municipio de Campeche, al sur de M¨¦xico, llegaban a sus apiarios y encontraban a esos peque?os polinizadores por el suelo. El desplome en las poblaciones de abejas coincidi¨® con la llegada de Monsanto a su territorio: en 2012 los cultivos de soya transg¨¦nica en la pen¨ªnsula de Yucat¨¢n superaban las 60.000 hect¨¢reas. Las semillas del gigante agroindustrial est¨¢n gen¨¦ticamente modificadas para resistir al glifosato, un herbicida que acaba con las malas yerbas de la cosecha. Y, con las abejas, tambi¨¦n.
Jorge Oziel Pech aprendi¨® el cuidado ancestral de esos insectos desde ni?o. Los ind¨ªgenas mayas como ¨¦l llevan cientos de a?os produciendo miel y consideran sagrada a la abeja aut¨®ctona de esas tierras, la melipona. Pero los pesticidas, rociados desde avionetas para fumigar grandes extensiones de monocultivos cerca de sus comunidades, amenazaron su principal forma de subsistencia y sus tradiciones. El glifosato tambi¨¦n perme¨® otras esferas de su vida: apareci¨® en muestras de orina, en sus pozos y hasta en el agua embotellada.
La pol¨¦mica sobre los da?os que ocasiona ha sido intensa desde hace a?os. En el 2015, la Organizaci¨®n Mundial de la Salud lo clasific¨® como ¡°probable cancer¨ªgeno¡± para los humanos, pero la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea no lo considera como tal. Organizaciones ambientalistas han denunciado las presiones que ha ejercido Monsanto para evitar esa clasificaci¨®n en Europa y Estados Unidos. Pero el cabildeo no ha corrido tanta suerte en los tribunales. El gigante alem¨¢n Bayer, que compr¨® Monsanto en 2018, acept¨® pagar 10.900 millones de d¨®lares el a?o pasado para terminar con decenas de miles de demandas en EE UU por casos de c¨¢ncer, supuestamente causados por el pesticida.
Lo que cada vez es un hecho m¨¢s dif¨ªcil de negar es el efecto que tiene sobre ecosistemas e insectos como las abejas, que son esenciales para polinizar cientos de cultivos. En 2018, un estudio de la Universidad de Texas revel¨® que el glifosato altera el microbioma intestinal de las abejas y debilita su sistema inmunol¨®gico. Y el a?o pasado, la propia Agencia de Protecci¨®n Ambiental de EE UU reconoci¨® que puede da?ar o matar a m¨¢s del 90% de las especies en peligro de extinci¨®n.
En M¨¦xico, la lucha emprendida por los apicultores mayas llev¨® a la Suprema Corte de Justicia de la Naci¨®n a suspender la siembra de soya transg¨¦nica en Yucat¨¢n y Campeche. Jorge Oziel Pech, sobrino de la l¨ªder de ese movimiento, Leydy Pech, ve como una nueva victoria el decreto para la prohibici¨®n del glifosato, pero dice que es ¡°solo el inicio¡±. ¡°El glifosato es la sustancia de la que m¨¢s se habla, pero existen otras que causan mayores da?os y que se comercializan de forma incontrolada en la regi¨®n¡±. En M¨¦xico hay 140 plaguicidas autorizados que en otros pa¨ªses est¨¢n prohibidos por su toxicidad.
Aunque no hay datos fiables sobre la cantidad de glifosato que se utiliza en este pa¨ªs, s¨ª se sabe que la Secretar¨ªa de Medio Ambiente impidi¨® la importaci¨®n de 67.000 toneladas entre diciembre de 2019 y agosto de 2020, dice Fernando Bejarano, director de la Red de Acci¨®n sobre Plaguicidas y Alternativas en M¨¦xico (RAPAM).
Bejarano forma parte de la organizaci¨®n Sin Ma¨ªz No Hay Pa¨ªs, que lleva 13 a?os luchando por proteger las variedades nativas de ese grano. Su movimiento consigui¨® que la Justicia mexicana suspendiera en 2013 la siembra de ma¨ªz transg¨¦nico hasta que la Suprema Corte se pronuncie. El experto celebra el decreto, que ve como una manera de ¡°contener a una agricultura industrial que externaliza los costos en la salud y el medio ambiente¡±.
El Consejo Nacional Agropecuario y su l¨ªder, Bosco de la Vega, han emprendido una fuerte campa?a en contra de la prohibici¨®n del glifosato, asegurando que reducir¨¢ dr¨¢sticamente la productividad. ¡°Traemos grandes amenazas para la producci¨®n nacional. Los propios miembros del gabinete est¨¢n poniendo un freno de mano al desarrollo¡±, afirm¨® en agosto del a?o pasado durante un foro.
Las visiones enfrentadas sobre el campo mexicano tambi¨¦n quedaron patentes al interior del Gobierno. Por un lado, el exsecretario de Medio Ambiente, V¨ªctor Toledo, impulsaba la agroecolog¨ªa y la prohibici¨®n del glifosato. Por otro, el exjefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo ¨Cun empresario con negocios en la industria porcina de Yucat¨¢n¨C, se opon¨ªa. Ninguno se encuentra ya en el Gobierno, pero la prohibici¨®n finalmente prosper¨® tras la salida de ambos.
Jorge Oziel Pech est¨¢ convencido de que una agricultura m¨¢s sostenible es posible y destaca el ejemplo de los cultivos org¨¢nicos en M¨¦xico, uno de los pa¨ªses con mayor producci¨®n libre de agroqu¨ªmicos del mundo. ¡°Hay una oportunidad de iniciar la promoci¨®n de estos modelos m¨¢s amigables con el medio ambiente. Quiz¨¢ cueste, no va a ser f¨¢cil, porque tenemos todo un modelo agroindustrial impuesto desde hace d¨¦cadas y va a ser complicado transitar. Pero hay que empezar¡±.
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