Juicio a los expresidentes: una consulta a la medida de L¨®pez Obrador
El plebiscito del 1 de agosto es un campo minado repleto de dudas. Desde una pregunta extremadamente ambigua a un abanico de interpretaciones y usos pol¨ªticos de los resultados
Los plebiscitos han sido una de las herramientas favoritas de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. ¡°Vamos a preguntarle a los mexicanos¡±, ha repetido el presidente para temas tan diversos como la construcci¨®n dos trenes, una refiner¨ªa, la viabilidad de 10 programas sociales o la marcha atr¨¢s de un nuevo aeropuerto. La pr¨®xima cita ser¨¢ el 1 de agosto con la pol¨¦mica consulta para investigar a los expresidentes mexicanos. Por fondo y forma, se trata de la iniciativa de mayor calado en lo que va de sexenio. Ha sido un camino largo y lleno de curvas, con cambios de fecha, de pregunta y el en¨¦simo frente abierto con Instituto Nacional Electoral (INE). El resultado es una consulta plagada de dudas, con una pregunta extremadamente ambigua que abre la puerta a un abanico de interpretaciones y diferentes usos pol¨ªticos de los resultados que amenazan con desnaturalizar cualquier efecto jur¨ªdico.
Los primeros reveses
A diferencia de las otros plebiscitos celebrados durante el sexenio, consultas informales y organizadas por fuera de la legislaci¨®n, esta ser¨¢ la primera vez que se cumplen los requisitos establecidos por la Constituci¨®n con el objetivo de que la decisi¨®n sea vinculante. El anuncio de la iniciativa se remonta a noviembre de 2018, antes incluso de tomar posesi¨®n del cargo, momento en que L¨®pez Obrador apunt¨® directamente a la posibilidad de ¡°que se juzgue¡± a los cinco expresidentes anteriores: Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calder¨®n y Enrique Pe?a Nieto. Tras el pistoletazo de salida, la propuesta fue mutando por el camino hasta cumplir los requisitos legales.
El primer objetivo, lograr los 1,8 millones de firmas necesarios para que la consulta entrara por la v¨ªa ciudadana, qued¨® pronto descartado pese a la activaci¨®n de los resortes log¨ªsticos de Morena. En septiembre de 2020, el presidente tom¨® la iniciativa y llev¨® ¨¦l mismo el tr¨¢mite al Senado. El segundo rev¨¦s lleg¨® con la fecha de la convocatoria. La ¨²ltima reforma constitucional, aprobada parad¨®jicamente por la mayor¨ªa de Morena, estableci¨® el 1 de agosto como fecha para la consulta. Pero L¨®pez Obrador prob¨® con otro bandazo en un nuevo cambio que buscaba hacer coincidir la convocatoria con los comicios intermedios del 6 de junio, pero su partido no logr¨® la mayor¨ªa suficiente para otra reforma constitucional. ¡°El presidente quer¨ªa subirse a la campa?a. Al no conseguirlo, empezaron las presiones a la Suprema Corte y al INE hasta que al final qued¨® una cosa un tanto bizarra¡±, apunta el profesor del ITAM y experto en la intersecci¨®n entre pol¨ªtica y derecho, Julio R¨ªos.
Una pregunta ambigua
El dise?o de la pregunta en los mecanismos de democracia semidirecta, como referendos o plebiscitos, es crucial. Ha de ser clara, simple y expl¨ªcita. Unas condiciones muy lejanas en este caso tras pasar por el filtro obligatorio de la Suprema Corte de Justicia, que desech¨® la redacci¨®n original que hablaba directamente de juzgar a los expresidentes. ¡°La primera pregunta era abiertamente inconstitucional porque la Justicia no se puede someter a consulta. Violaba la independencia judicial y vulneraba los derechos de las v¨ªctimas¡±, apunta Javier Mart¨ªn Reyes, profesor del CIDE y especialista en Derecho constitucional. ¡°Lo que hace la Corte es leer entre l¨ªneas e interpretar lo que quer¨ªa decir el presidente para salvar la constitucionalidad¡±, explica.
En la redacci¨®n final desaparecen las menciones a los expresidentes y a los jueces. ¡°El mandato est¨¢ ahora dirigido al poder ejecutivo, que es el actor que est¨¢ en juego en las consultas, pero a trav¨¦s de una redacci¨®n vaga e imprecisa¡±, a?ade el Mart¨ªn. La redacci¨®n final es esta: ¡°?Est¨¢s de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender acciones de esclarecimiento de las decisiones pol¨ªticas tomadas en los a?os pasados por los actores pol¨ªticos, encaminada a garantizar la justicia y los derechos de las posibles v¨ªctimas?¡±. Desde la campa?a que ha promovido la recogida de firmas consideran aun as¨ª que ¡°aunque ambigua, es lo suficientemente precisa para que si hay un s¨ª rotundo consigamos que se juzguen a los expresidentes¡±.
?Comisi¨®n de la verdad?
La parte clave de la pregunta, seg¨²n los especialistas, es ¡°acciones de esclarecimiento¡±. La interpretaci¨®n m¨¢s generalizada desde la sociedad civil es que se trata de una alusi¨®n a la llamada justicia transicional, es decir, la creaci¨®n de comisiones de verdad y justicia. Un mecanismo extendido en gran parte de Latinoam¨¦rica, dedicado a responder a violaciones generalizadas a los derechos humanos a trav¨¦s de iniciativas de reconocimiento, memoria y reparaci¨®n por parte del Estado, y que formaba parte de las promesas iniciales del presidente ante la interminable herida de la llamada guerra contra el narcotr¨¢fico.
¡°Son procesos muy complejos, m¨¢s todav¨ªa en un pa¨ªs donde el problema del crimen organizado contin¨²a. Ser¨ªa muy dif¨ªcil poner un punto final y establecer los mecanismos de reparaci¨®n del da?o y garant¨ªas de no repetici¨®n¡±, apunta Hugo Concha Cant¨², investigador del Instituto de Investigaciones Jur¨ªdicas de la UNAM. En todo caso, de la ambig¨¹edad de la pregunta se derivan m¨¢s interpretaciones. ¡°La creaci¨®n de una comisi¨®n de la verdad es una de las opciones, pero tambi¨¦n caben las decisiones meramente administrativas para evaluar el pasado¡±, a?ade el constitucionalista del CIDE. Acciones de perfil bajo que podr¨ªa llevar a cabo la Secretaria de la Funci¨®n P¨²blica con sanciones como la reciente inhabilitaci¨®n del exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray. ¡°La ambig¨¹edad ¡ªcontin¨²a Mart¨ªn Reyes¡ª es completamente deliberada para provocar que no vote nada en concreto y permitir que el presidente pueda hacer lo que quiera seg¨²n sus intereses pol¨ªticos¡±.
Intereses pol¨ªticos
La ambig¨¹edad tambi¨¦n ha estado muy presente en los mensajes del propio L¨®pez Obrador desde que gan¨® las elecciones. Mientras que anunciaba la consulta para juzgar a los expresidentes, por otro lado lanzaba se?ales de una especie de amnist¨ªa. ¡°No es mi fuerte la venganza y no creo que sea bueno para el pa¨ªs el que nos empantanemos en estar persiguiendo a presuntos corruptos¡±, dijo noviembre de 2018. El mandatario lleg¨® a anunciar que votar¨ªa por ¡°el no¡± en la consulta, mientras que en el texto que envi¨® a la Corte para justificar el plebiscito se denunciaba expl¨ªcitamente a Salinas y Fox de ¡°fraude electoral¡±, a Pe?a Nieto de ¡°corrupci¨®n generalizada¡± y a Calder¨®n de ¡°pr¨¢cticas gubernamentales que desembocaron en un crecimiento de la violencia¡±. En paralelo, durante estos tres a?os la justicia ha abierto procesos por corrupci¨®n contra altos cargos del PRI ¡ªlos casos de Emilio Lozoya y Rosario Robles¡ª que, de momento, permanecen estancados en los tribunales.
Para el jurista del CIDE, la meditada ambig¨¹edad tiene que ver con ¡°seguir manteniendo el control de la agenda gracias a un tema que le da much¨ªsima popularidad y le permite tanto legitimarse cara a un endurecimiento de los procesos penales contra pol¨ªticos de gobiernos anteriores, como justificar tambi¨¦n una ralentizaci¨®n¡±. Y sobre todo, ¡°reforzarse ante la revocaci¨®n de mandato, que es su verdadera prioridad¡±. En 2022 est¨¢ previsto un nuevo plebiscito, esta vez para dirimir la continuidad de mandatario. Una iniciativa sobre la que L¨®pez Obrador pretende hacer gravitar la recta final del sexenio. El uso casi electoral de la consulta de este a?o como una prueba de su capacidad de movilizaci¨®n tambi¨¦n es apuntado por el polit¨®logo del ITAM Julio R¨ªos: ¡°Es una medici¨®n del tama?o del n¨²cleo duro del obradorismo. Porque en realidad sabe que no va a salir por el umbral tan alto de participaci¨®n que se exige. Algo que, presumiblemente, utilizar¨¢ tambi¨¦n para seguir golpeando al INE¡±.
Conflictos con el INE y el muro de la participaci¨®n
Los requisitos legales establecen que para que el resultado sea vinculante ha de registrarse una participaci¨®n de, al menos, el 40% del padr¨®n electoral. Un umbral muy alto, comparado con la participaci¨®n, por ejemplo, de las ¨²ltimas elecciones intermedias que, con un 50%, fue de las m¨¢s altas de la historia reciente de M¨¦xico. ¡°Es un umbral alto, que junto a la ambig¨¹edad de la pregunta y la cercan¨ªa con los ¨²ltimos comicios puede provocar un efecto cansancio¡±, apunta Concha Cant¨².
El INE ha reclamado m¨¢s presupuesto para organizar la consulta y ha anunciado que apenas instalar¨¢ una tercera parte de las ¡°mesas receptoras¡± en comparaci¨®n con las casillas electorales de hace un mes. Las quejas del INE, rechazadas formalmente por la Suprema Corte, han provocado tambi¨¦n un nuevo frente contra uno de los organismos que m¨¢s suelen estar en la diana de L¨®pez Obrador, al considerarlo parte de esa especie de antiguo r¨¦gimen que su Gobierno aspira a clausurar. Un c¨®ctel de intereses pol¨ªticos e inconsistencias jur¨ªdicas que para Mart¨ªn Reyes abocan a la consulta ¡°al fracaso, confirmando que esto se trata m¨¢s bien de un simulacro¡±.
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