Ebrard y Monreal, la foto de los que no

Los caminos de la vida, y la decisi¨®n de L¨®pez Obrador, llevaron a Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard a sentarse a desayunar en Zacatecas este fin de semana. ?Qu¨¦ dec¨ªan, que las penas con pan son menos?

Uvas, mel¨®n, pi?a, caf¨¦, agua en la mesa y al lado de esta un estudio donde claramente no se estudia. As¨ª el set zacatecano para la foto de estos morenistas que antes fueron priistas ¨Cs¨ª, no les gusta que se recuerde eso¡ª pero que tambi¨¦n han sido, en veces m¨¢s, en veces menos, lopezobradoristas.

Porque a Monreal y a Ebrard ya los ha dejado colgados alguna vez L¨®pez Obrador. Ahora se toman la foto de los profesionales de la pol¨ªtica: brazo con brazo sonr¨ªen, sabedores que, en una de esas, el destapador del destino regala a uno de ellos, en un par de a?os, motivos para la felicidad total.

Esa foto busca pie de foto, dec¨ªan en Twitter el domingo. El primero que viene a la mente es qu¨¦ b¨¢rbaro Andr¨¦s Manuel, que los orilla a cohabitar. Env¨ªa a Ebrard al terreno de Monreal con la representaci¨®n presidencial.

Tengan para que se entretengan, parece que les dice L¨®pez Obrador a las redes. Marcelo y Ricardo desayunan para ser la comidilla. Ah, el tapado, un juego tan entretenido como est¨¦ril.

El presidente mueve los hilos. Zacatecas es un ba?o de sangre permanente desde hace meses. La entidad encima est¨¢ quebrada. Y el nuevo gobernador no tiene en su palmar¨¦s algo que ayude a creer que podr¨¢ con ese paquete. Ah, pero el tema es el que L¨®pez Obrador dispone: que vaya Marcelo, para que se hable de eso y no de un Estado fallido que tiene en Fresnillo, la cuna de los Monreal, su epicentro.

Hablemos por hoy, pues, de los que no son rumbo a la grande. De Marcelo y Ricardo de nuevo juntos. Como hace a?os, chequen Google nom¨¢s. Como hace d¨ªas, en que se inventaron un patin¨®n, Apatzing¨¢n por Afganist¨¢n, para que hablaran de ellos, para llegar a las portadas, siempre ¨¢vidas de nader¨ªas que privilegiar. Si ese lapsus fue en el Senado el 28 de agosto, ahora inventamos un desayuno para que digan ¨ªralos haciendo pol¨ªtica. Oye, pero las tazas no tienen ni rastro de caf¨¦. Qu¨¦ m¨¢s da, como si cuando de verdad grillamos invit¨¢ramos a los fot¨®grafos.

Horas m¨¢s tarde la imagen se ampliar¨ªa. En la ceremonia en el congreso zacatecano, Marcelo y Ricardo, junto con David Monreal el gobernador que podr¨ªa terminar de hundir a Zacatecas, y al lado de estos Mario Delgado e Ignacio Mier, de la C¨¢mara de Diputados. Partido, Legislativo y Canciller, una trinidad que suspira por un milagro. La solitaria Sheinbaum, en contraste, cada semana inaugura obras y moreniza m¨¢s la capital. Aunque le echen mont¨®n, los del c¨®nclave zacatecano no pesan hoy lo que la jefa capitalina. ?Aguantar¨¢ otra vez Monreal perder ante Claudia? ?Se disciplinar¨¢ como siempre Marcelo?

Mientras el se?or del Palacio vuelve cargado de su gira cazatalentos (es un decir lo de talentos), los no elegidos eligieron ir a tomar Zacatecas.

Quiz¨¢ busquen emular otras haza?as logradas en aquellas tierras. Me toca ser el general Villa, yo pido ser el general ?ngeles. Duro, a galope, a remontar esa cosa tan escarpada que es la Bufa, cerro tan pedregoso como la candidatura presidencial. Bien decididos estos generales de la transformaci¨®n. Qu¨¦ bien ha salido la foto. Pero, no es por aguar la fiesta, ni Villa ni ?ngeles ganaron, a la postre, la Revoluci¨®n. Que conste.

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