Un grupo armado sustrae a un delincuente custodiado por la polic¨ªa en un hospital de Veracruz

Un grupo de personas armadas entraron este viernes en un hospital de Veracruz para llevarse con ellos a un detenido que estaba bajo custodia policial. A plena luz del d¨ªa, los asaltantes irrumpieron en el centro sanitario y sin dar un solo tiro sometieron a los agentes que vigilaban al arrestado y se lo llevaron. Un operativo coordinado por varias secretar¨ªas con la colaboraci¨®n de la Fiscal¨ªa General del Estado, trata ahora de detener de nuevo al fugado.

El hombre, cuya identidad no se ha revelado, hab¨ªa sido arrestado horas antes en una acci¨®n en la que result¨® herido por lo que fue trasladado al hospital Regional de Alta Especialidad de Veracruz, en el puerto. La banda delincuencial a la que pertenec¨ªa no se conform¨® y vio la posibilidad de sustraerlo del hospital. La Fiscal¨ªa ha informado de que los agentes que lo vigilaban fueron ¡°sometidos¡± y los medios de comunicaci¨®n locales detallan el p¨¢nico que se vivi¨® por unos momentos en el centro sanitario aunque no se registr¨® un solo balazo.

Por redes sociales circula un video supuestamente del momento en que unos hombres armados acceden al hospital. Se les ve caminar junto a una barda met¨¢lica, aunque algunos comentarios sugieren que son agentes de la fiscal¨ªa que acudieron despu¨¦s del suceso, no el grupo delincuencial.

No es la primera vez, ni ser¨¢ la ¨²ltima, en que los delincuentes arrebatan a la polic¨ªa la pieza que se han cobrado, sobre todo si es caza mayor. A veces se suceden las balaceras en plena calle mientras el delincuente en cuesti¨®n es trasladado por los agentes hacia un centro penal. Hasta 100 individuos con 50 camionetas bloquearon un veh¨ªculo policial en el que dos agentes llevaban arrestados a dos miembros de los carteles de La Sierra y los Tlacos. La inferioridad de fuerzas oblig¨® a la polic¨ªa a entregar a los detenidos, la camioneta y las armas requisadas, antes de que llegaran a un destino m¨¢s protegido. Ocurri¨® en Guerrero a finales de diciembre. Los medios locales afirman que la banda la encabezaba Mario Ronces P¨¦rez, ¡°El Chepo¡±.

La polic¨ªa en M¨¦xico no tiene f¨¢cil la tarea. El crimen organizado tiene bien puesto el apellido, organizado. Y su poder de fuego es alto. Al contrario, las fuerzas de seguridad no siempre disponen de los medios suficientes para enfrentarse siquiera a un ladr¨®n armado. En ocasiones, un agente patrulla solo en el veh¨ªculo policial. A todo ello hay que sumar el magro salario que reciben y las redes de corrupci¨®n interna en que se desenvuelve su trabajo diario. Todo ello configura un panorama en que no es f¨¢cil determinar cu¨¢ntos polic¨ªas juegan en su propio campo o favorecen al equipo contrario. Hasta de la c¨¢rcel han sido liberados no uno, sino grupos enteros de presos que salen caminando como por el patio de su casa.

Veracruz, como tantos Estados de M¨¦xico, no se libra de la violencia. De tanto en tanto las noticias dan cuenta de cad¨¢veres encontrados o personas que los buscan bajo tierra. Ha sido escenario de masacres masivas y por su territorio campa el crimen con su estela de horror cl¨¢sica: periodistas asesinados, bolsas con cuerpos, balaceras. A las bandas no les gusta que la polic¨ªa atrape a alguno de sus miembros.

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