Los papeles de Hern¨¢n Cort¨¦s ya est¨¢n en M¨¦xico
El Archivo General de la Naci¨®n recupera documentos del conquistador espa?ol que se iban a subastar en Nueva York en 2020
El Archivo General de la Naci¨®n ya custodia 16 documentos relacionados con Hern¨¢n Cort¨¦s que se iban a subastar en Nueva York y que han sido devueltos al patrimonio mexicano tras gestiones diplom¨¢ticas. Marco Palafox Schmith, titular del archivo, ha destacado la colaboraci¨®n con la canciller¨ªa mexicana para recuperar este acervo y poder demostrar que hab¨ªan sido sustra¨ªdos del archivo general. Pero no se da por satisfecho, su inter¨¦s, ha dicho, es ¡°esclarecer c¨®mo fueron sustra¨ªdos, para lo cual contin¨²an las investigaciones¡±, seg¨²n la nota emitida por Presidencia. En ella se agradece especialmente la colaboraci¨®n del c¨®nsul para Asuntos Jur¨ªdicos, Diego Sandoval Pimentel, y de Mar¨ªa del Carmen Mart¨ªnez Mart¨ªnez, catedr¨¢tica de la Universidad de Valladolid (Espa?a), reconocida ¡°como una de las investigadoras con mayor dominio sobre los documentos cortesianos¡±.
Los documentos son de car¨¢cter t¨¦cnico y administrativo, pero de gran val¨ªa para los investigadores, que pueden asomarse a trav¨¦s de ellos a detalles de la vida privada y p¨²blica del conquistador espa?ol. Pertenec¨ªan al Hospital de Jes¨²s, un sanatorio que Cort¨¦s fund¨® en Ciudad de M¨¦xico poco despu¨¦s de la colonizaci¨®n, y cuyo registro escrito fue reconocido como Memoria del Mundo-M¨¦xico por la Unesco en 2018.
La ayuda de la acad¨¦mica de la Universidad de Valladolid ha sido crucial, porque ella pas¨® dos temporadas estudiando sobre Cort¨¦s en el Archivo General de la Naci¨®n. Manej¨® esos documentos, los fotografi¨® y los conservaba entre sus papeles de trabajo. Eso fue clave para compararlos y demostrar que lo que ofrec¨ªan las casas de subastas neoyorquinas era un patrimonio robado del archivo, o sea, perteneciente al rico pasado mexicano.
Todo empez¨® con una carta de Cort¨¦s que ofrec¨ªa al mejor postor la casa de subastas Swann en 2020. Javier Eduardo Ram¨ªrez L¨®pez, historiador de la di¨®cesis de Texcoco, puso sobre aviso a las autoridades del Archivo, especialmente a Mart¨ªnez Mart¨ªnez, miembro corresponsal de la Academia Mexicana de la Historia. La investigadora es amiga de Rodrigo Mart¨ªnez Baracs, profesor del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), e hijo de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Rodr¨ªguez, uno de los mayores expertos en Cort¨¦s.
Tambi¨¦n el Archivo ten¨ªa microfilmados algunas de esas cartas y documentos cortesianos, por lo que, entre todos pudieron demostrar que hab¨ªan sido objeto de un robo antes de llegar hasta la casa de subastas. Generalmente, este es el impedimento mayor cuando se quiere pleitear para que sea devuelto el patrimonio hist¨®rico de un pa¨ªs: poder demostrar que ha sido robado y no vendido de forma legal o alegal. Muchas piezas que se subastan en Europa llegan con certificados de supuesta procedencia leg¨ªtima, mediante ventas documentadas. La pista de c¨®mo se obtuvieron por primera vez se pierde de esa forma.
Los documentos de Cort¨¦s estaban en el Archivo desde 1930. Falta ahora determinar c¨®mo salieron de all¨ª, qui¨¦n los sustrajo y los vendi¨®. Los legajos son ¡°muy importantes para entender como operaban Cort¨¦s y su c¨ªrculo. Es un ramo extremadamente rico, pero tambi¨¦n mal inventariado, no hay cat¨¢logos formales, lo que es incre¨ªble sabiendo que llevan 90 a?os en el AGN¡±, ha explicado recientemente a este peri¨®dico Mart¨ªnez Baracs.
No es la primera vez que aparecen papeles como estos para ser subastados, en un aberrante goteo que habla de una mala custodia en M¨¦xico del patrimonio que descansa en instituciones oficiales. ¡°Yo no tengo duda de que fueron muchos m¨¢s¡±, apuntaba el investigador de la UNAM Sebasti¨¢n van Doesburg, en un reportaje de este peri¨®dico publicado el 17 de diciembre. Van Doesburg acostumbra a vigilar las subastas que se producen y su opini¨®n sobre lo que est¨¢ ocurriendo en el Archivo General es la siguiente: ¡°No es un ladronzuelo, es una cadena profesional, claramente organizada y pensada, que sab¨ªa c¨®mo colocar los documentos en diferentes casas en tiempos diferenciados para no llamar la atenci¨®n. Podr¨ªa ser un trabajo interno, de alguien con acceso al archivo. Si uno suma las cantidades de dinero que la persona obtuvo es escandaloso¡±.
Los investigadores que han participado en este asunto detectivesco, como suelen serlo muchos de los relacionados con el patrimonio hist¨®rico, se duelen de la repetida sustracci¨®n de documentos, lo que ven como un problema del Archivo General de la Naci¨®n. Muchas denuncias provienen de la sociedad civil, historiadores, investigadores, expertos, pero no hay una vigilancia estatal, ha lamentado Van Doesburg. ¡°Deber¨ªa haber un equipo que rastreara las casas de subasta, porque es una labor un poco detectivesca y uno no quiere meterse en el asunto bastante gris de esos mercados, siempre hay que andar con mucho cuidado¡±.
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