El bosque de Los Remedios: el ¨²ltimo pulm¨®n en Naucalpan
Al lugar, que alguna vez tuvo 400 hect¨¢reas de extensi¨®n, le quedan apenas 114 que est¨¢n en peligro de desaparecer debido al crecimiento de la Zona Metropolitana
Este texto se desprende del reportaje Los Remedios: El ¨²ltimo pulm¨®n de Naucalpan, realizado por Corriente Alterna, el laboratorio de periodismo de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM).
En Naucalpan, no muy lejos de la Ciudad de M¨¦xico, hay un bosque que alguna vez tuvo 400 hect¨¢reas. L¨¢zaro C¨¢rdenas, el mismo presidente que nacionaliz¨® la industria petrolera, convirti¨® al bosque de Los Remedios en ?rea Nacional Protegida bajo la figura de Parque Nacional en 1938, gracias a la privilegiada vista que el lugar ten¨ªa sobre el valle de M¨¦xico. Pero Naucalpan experiment¨® el crecimiento de la Zona Metropolitana: en los ¨²ltimos 50 a?os report¨® 129 autorizaciones para fraccionamientos y viviendas verticales. Cada metro cuadrado se urbaniz¨®, incluida buena parte del bosque. Lo que era verde palideci¨® y, hoy, a Los Remedios le quedan apenas 114 hect¨¢reas que est¨¢n en peligro de desaparecer.
Cada ¨²ltimo s¨¢bado del mes, desde 2015, integrantes de la asociaci¨®n civil Ecopil Crea Arte y Conciencia, la organizaci¨®n Ench¨²lame el R¨ªo y otros activistas ambientales acuden a Los Remedios para retirar basura en el bosque y el R¨ªo Chico, que atraviesa esta ¨¢rea natural. En costalillas levantan envolturas, botellas y otros desechos que se acumulan a la sombra de eucaliptos de m¨¢s de 50 metros de altura. Pero lo que m¨¢s encuentran es cascajo de construcci¨®n.
¡ªEs unicel ¡ªexplica el activista Juan Carlos Ledesma, agitado, a trav¨¦s de un cubrebocas, durante la jornada de limpieza de febrero de 2022.
Se?ala un tronco ca¨ªdo sobre el arroyo poco profundo ¡ªen estos momentos¡ª que se volvi¨® gris con el paso de las d¨¦cadas. Parecen rocas, peque?as y blancas, pero es pl¨¢stico espumado. De las que se desmoronan, flotan en min¨²sculas bolitas. Debe haber cientos, miles de ellas sobre el agua.
¡ªUnicel de construcci¨®n ¡ªaclara Ledesma.
La principal batalla de las personas que defienden Los Remedios es contra la invasi¨®n de construcciones: residencias de varios pisos o cantones de lonas y madera, da igual. El territorio donde se asienta el bosque se ha convertido en un tesoro codiciado en un municipio como Naucalpan donde ya viven 800.000 habitantes y no hay para d¨®nde crecer, m¨¢s que hacia el poniente, hacia la sierra.
Pero el bosque aporta m¨¢s de lo que se le ha arrebatado. Su biodiversidad es tan rica, que ah¨ª viven 4 de cada 10 especies de Naucalpan, seg¨²n encontr¨® en estudios independientes el bi¨®logo e investigador del Colegio de Ciencias y Humanidades Naucalpan, Gustavo Garc¨ªa.
Hay tres cosas que distinguen a Garc¨ªa: su chaleco marr¨®n, su sombrero de tela colorada y sus ojos del color del mismo bosque. El bi¨®logo conoce este lugar porque ha vivido en Naucalpan toda su vida y porque visitaba Los Remedios desde que era un ni?o de ocho a?os. Ah¨ª, dice, habitan p¨¢jaros como carpinteros, colibr¨ªes y ¨¢guilas; especies de importancia m¨¦dica como las ara?as viudas negras o las serpientes de cascabel; tlacuaches y cacomixtles; decenas de insectos de formas tan variadas como el follaje; adem¨¢s de hongos, flores, diversidad de cactos, pinos, oyameles y muchos, muchos eucaliptos.
El eucalipto es la especie m¨¢s com¨²n en Los Remedios, un ¨¢rbol ex¨®tico de ramas endebles que se introdujo desde las primeras reforestaciones en el lugar, durante el sexenio del presidente C¨¢rdenas, explica Gustavo Garc¨ªa. Pero estos ¨¢rboles se caracterizan por dominar sobre otras especies, as¨ª que pasadas algunas d¨¦cadas limitaron la reproducci¨®n de otros ¨¢rboles. Sin embargo, aunque oficialmente Los Remedios est¨¦ catalogado como un ¨¢rea de vegetaci¨®n inducida ¡ªes decir, que la especies vegetales dentro de ella son producto de reforestaci¨®n¡ª, tambi¨¦n alberga especies nativas que han perdurado a pesar de la reducci¨®n de su hogar.
¡ªVas comprendiendo conforme pasa el tiempo que efectivamente el impacto est¨¢ sobre estos remanentes de flora y fauna. Comprendes que se tiene que hacer algo al respecto ¡ªdice con preocupaci¨®n.
Garc¨ªa explica que el bosque, adem¨¢s, amortigua el ruido de la urbanizaci¨®n; capta lluvia y recarga un acu¨ªfero que, seg¨²n datos de la Comisi¨®n Nacional del Agua (Conagua), est¨¢ sobreexplotado porque se extrae el doble de agua disponible; absorbe gases de invernadero y provee ox¨ªgeno; y ayuda a regular la temperatura en una regi¨®n ¡ªEstado de M¨¦xico y Ciudad de M¨¦xico¡ª en la que los datos estad¨ªsticos del Sistema Meteorol¨®gico Nacional advierten que la temperatura actual es dos grados m¨¢s alta que hace 50 a?os.
Una doble protecci¨®n que no funciona
En 84 a?os de existencia el Parque Nacional Los Remedios nunca ha contado con un Programa de Manejo Ambiental. Encargada de 184 ?reas Naturales Protegidas en mar y tierra, que equivalen a 90 millones de kil¨®metros cuadrados, casi el 5% del territorio nacional, la Comisi¨®n Nacional de ?reas Naturales y Protegidas (Conanp) argumenta v¨ªa transparencia que no hay un programa debido al ¡°excesivo deterioro ambiental a partir de la urbanizaci¨®n¡±, que abarca 75% del pol¨ªgono.
¡ªEl principal impacto que est¨¢ sufriendo el bosque, el m¨¢s severo, es el cambio de uso de suelo ¡ªdestaca el bi¨®logo Gustavo Garc¨ªa.
Esto es notorio al caminar en los alrededores del bosque. Hay construcciones s¨®lidas que invaden sus l¨ªmites deforestados y otras que se levantan en la parte m¨¢s espesa de la cobertura arb¨®rea. Como una que se ubica dentro del Parque Nacional y cuyo frente da hacia la avenida principal, cerca del acueducto de Naucalpan.
¡ª?No puede construir aqu¨ª! ¡ªles grita Laura Barranco, activista y defensora ambiental.
Tres hombres la miran con desprecio desde la construcci¨®n a cinco metros de altura, donde cuelan los cimientos al borde de un despe?adero. Las rocas de la base son del tama?o un tabique normal, pero hay otras tan grandes como coches. Le preguntan por qu¨¦. Laura, al pie de la ladera, en desventaja, no se intimida.
¡ªAqu¨ª es ¨¢rea protegida, no nada m¨¢s a nivel federal, sino tambi¨¦n a nivel estatal.
Lo que dice Laura Barranco es una historia complicada. El Parque Nacional que se decret¨® en 1938 naci¨® en una ¨¦poca en la que M¨¦xico no contaba con planes de manejo o protecci¨®n ambiental. Exist¨ªa un Departamento de Caza y Pesca, la primera dependencia encargada de cuidar el parque, pero cerr¨® en 1940. Adem¨¢s, cuando se firm¨® el decreto tampoco se expropiaron las tierras de cuatro ejidos que coexist¨ªan ah¨ª. El crecimiento de la mancha urbana fue inminente.
Fue hasta el per¨ªodo entre 1970 y 1989 cuando expropiaron 234,3 hect¨¢reas del ejido Los Remedios por motivos de urbanizaci¨®n ¡ªinstalar torres de alta tensi¨®n y tendido el¨¦ctrico; un gasoducto y un cementerio¡ª y para la regularizaci¨®n de ¨¢reas habitacionales. Esto encapsul¨® y redujo el bosque dentro de la mancha urbana.
Lo que las autoridades resolvieron, para salvar lo poco que quedaba, fue crear en 1979 el el Parque Metropolitano de Naucalpan bajo el resguardo del Gobierno del Estado de M¨¦xico. As¨ª que las formas de ambas ¨¢reas se traslapan: la federal es una especie de pol¨ªgono cuadrangular, mientras que la estatal result¨® similar a una tripa horizontal.
Corriente Alterna document¨® que entre 1986 y 2018 se han firmado al menos siete acuerdos entre los tres niveles de gobierno para deslindarse de la responsabilidad de administrar el bosque de Los Remedios. Fue durante el sexenio de Ernesto Zedillo (1994-2000), cuando a trav¨¦s de la entonces Secretar¨ªa de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), dirigida por la investigadora Julia Carabias Lilo, y del Instituto Nacional de Ecolog¨ªa ¡ªresponsable de los Parques Nacionales en ese tiempo¡ª, encabezado por el actual diputado federal Gabriel Quadri de la Torre, se ciment¨® la pol¨ªtica de transferencia de la administraci¨®n de casi todos los Parques Nacionales a los Estados y municipios.
El 29 de septiembre de 1995 el Gobierno de M¨¦xico transfiri¨® la administraci¨®n de Los Remedios y otros cinco parques al Estado de M¨¦xico. La responsabilidad ambiental con los Remedios todav¨ªa era del Gobierno federal, pero ahora el Gobierno mexiquense operar¨ªa como gerente para cumplir con el cuidado de este lugar. En adelante, el Estado de M¨¦xico deber¨ªa elaborar y enviar programas de trabajo anuales a la federaci¨®n para informar de las acciones ejercidas dentro de Los Remedios.
No pasaron ni unas horas cuando, ese mismo d¨ªa, el Gobierno del Estado de M¨¦xico design¨® al Ayuntamiento de Naucalpan como su gerente para cumplir sus responsabilidad administrativas con el bosque. Un vaiv¨¦n que se ha repetido a lo largo de los ¨²ltimos a?os. El ¨²ltimo acuerdo de este tipo corresponde a 2018, pero, a la fecha, no hay claridad sobre qui¨¦n administra el Parque Nacional Los Remedios
V¨ªa transparencia, la Conanp, del Gobierno federal, declar¨® que con base en ese acuerdo de 2018, el Gobierno del Estado de M¨¦xico es el responsable. De parte de la autoridad estatal, la Comisi¨®n Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf) declar¨® no contar con informaci¨®n en sus registros sobre el tema. Y el Ayuntamiento de Naucalpan, a trav¨¦s del subdirector de Normatividad Ambiental, Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez Aire, respondi¨® que la Conanp es la dependencia responsable.
Son las personas las que salvan el bosque
Laura Barranco lleva el destino en el apellido. Hace pocos a?os, cuando limpiaba barrancas en Naucalpan ¡ªotras zonas ambientales protegidas y degradadas¡ª alguien le hizo ver la iron¨ªa. Pero la principal lucha de Laura est¨¢ en Los Remedios.
La defensa del bosque es una actividad que se cumple a costa de la tranquilidad. Parada junto al R¨ªo Chico, con un desvencijado puente de fondo y ara?as que llueven desde las ramas altas, Laura confiesa que a ra¨ªz de su activismo por proteger el bosque, hubo un momento en el que le dejaron un mensaje por Facebook donde le dec¨ªan que le iban ¡°a dar un tiro en la cabeza¡±.
La violencia contra las personas defensoras del bosque ha ido al alza. En 2020 fueron asesinadas 227 personas defensoras en todo el mundo, pero 99% ocurrieron en el cono sur. Luc¨ªa Vel¨¢zquez, investigadora de conflictos ambientales y quien actualmente colabora en la Comisi¨®n Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Ind¨ªgenas de Michoac¨¢n, document¨® entre 1994 y hasta 2018 (ya con el inicio del sexenio del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador) ocurrieron en M¨¦xico 147 asesinatos de defensores: 134 hombres y 13 mujeres; 63% de los casos tuvieron relaci¨®n con la defensa forestal o contra el despojo del territorio. Pero el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) ha consignado que en la primera mitad del sexenio de L¨®pez Obrador han sido asesinadas 58 personas defensoras ambientales.
Para Francisca Stuardo, integrante de Global Witness, una organizaci¨®n de derechos humanos que trabaja contra la explotaci¨®n de recursos naturales, el v¨ªnculo entre degradaci¨®n y violencia es claro, pues asegura que ¡°una crisis medioambiental es sin duda una crisis de derechos humanos¡±.
Las amenazas y el acoso se extendieron hacia la familia de Laura. A sus hijas las fotografiaban hombres en camionetas que rodeaban la escuela a la que acud¨ªan antes de la pandemia. ¡°Estaba literalmente amedrentando a mis hijas¡±, sentencia.
Laura Barranco logr¨® incorporarse al Mecanismo de Protecci¨®n para las Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, pero constantemente expone que su seguridad no est¨¢ garantizada. Cuando realiza sus actividades de limpieza o de visitas al ?rea Natural Protegida, el Mecanismo no suele coordinar su seguridad ni tampoco le ha proporcionado el apoyo frente a otro tipo de agresiones como son el hostigamiento legal.
Como Laura, Yared Rojo da cuenta de una situaci¨®n de riesgo muy similar. Un d¨ªa contest¨® el tel¨¦fono y una voz le advirti¨® que parar las denuncias que hab¨ªa realizado por salvaguardar el Cerro del Mazap¨¢n, una zona que oficialmente no est¨¢ protegida, pero que se ubica a menos de un kil¨®metro al norte de Los Remedios y constituye una extensi¨®n natural del bosque.
¡ªMe dijeron que le bajara porque, si no, conoc¨ªan a mi familia y a mi hermana; esto me impresion¨® ¡ªrecuerda Yared, defensora ambiental y h¨¢bil deportista escaladora.
A los testimonios de agresiones se suma el de Ana Ram¨ªrez, quien forma parte del comisariado del ejido Los Remedios y es una de las principales autoridades ejidales en Naucalpan. ?lvarez reconstruy¨® desde cero la historia de las expropiaciones del ejido y ha sido testigo de la degradaci¨®n de estos espacios, por lo que ha promovido diversas acciones legales para recuperarlos. Pero el hostigamiento e intimidaciones han alterado las labores que realiza con el ejido: ¡°Ahora ya no vamos a los lugares. Antes hac¨ªamos asambleas, faenas o recorridos con los ejidatarios. Ahora, si hacemos esto, llegan grupos de choque o personas que no nos quieren. Es una situaci¨®n muy grave¡±, cuenta.
Para la investigadora Luc¨ªa Vel¨¢zquez, la defensa ambiental no est¨¢ exenta de replicar violencia machista y patriarcal. Las agresiones pueden ser igual de graves que las dirigidas a los hombres, pero las mujeres, adem¨¢s, enfrentan agresiones debido a su g¨¦nero: se les ataca junto con sus familias, se les cuestiona desde roles como la maternidad o enfrentan difamaciones relacionadas con su vida personal.
¡ªHan llegado al grado de manipular fotos m¨ªas para que parezca que estoy en tiraderos clandestinos; han hecho campa?as de infodemia espantosas, muy violentas, donde te dicen ¡®puta, pendeja, ya ver¨¢s lo que te pasa, hija de la chingada¡¯, cosas muy desagradables ¡ªrelata Barranco.
Aunque las estad¨ªsticas indican que hay m¨¢s hombres defensores asesinados ¡ª21 hombres y 4 mujeres en 2021¡ª, la diferencia tambi¨¦n estar¨ªa relacionada con el hecho de que las mujeres muchas veces son relegadas de posiciones de liderazgo dentro de movimientos ambientales porque se les considera m¨¢s vulnerables. ¡°El nu?mero no refleja, sin embargo, la ardua labor de las mujeres que con frecuencia asumen papeles de liderazgo en la defensa ambiental y del territorio¡±, aclara Luc¨ªa.
La abogada del Cemda, Luz Coral, explica que en su informe de 2020 documentaron que durante los periodos de cuarentena por el covid-19, el trabajo de las defensoras se vio afectado por los papeles de g¨¦nero, sobre todo, en relaci¨®n con al cuidado del hogar: ¡°Esto ha mermado, por supuesto, su participaci¨®n dentro del espacio p¨²blico y de lucha¡±.
¡°El trabajo de las mujeres en estos espacios tambi¨¦n es dividido por sexo o g¨¦nero. Entonces, muchas veces las labores que las mujeres llevan a cabo es la del cuidado, por ejemplo; un rol que se ha adjudicado a la mujer de forma hist¨®rica¡±, coincide Luc¨ªa Vel¨¢zquez.
Crecer el ?rea Natural Protegida
A pesar del riesgo, Laura Barranco se mantiene a la cabeza de las labores de organizaci¨®n de la defensa de Los Remedios. Ha logrado m¨¢s que unir a las distintas agrupaciones que ya trabajaban en el cuidado de esta ?rea Natural Protegida, como Ecopil, Bicimixtles, Ench¨²lame el R¨ªo, Salvemos el Mazap¨¢n o la Alianza por la Defensa y Protecci¨®n del Cerro de Moctezuma.
Junto con el bi¨®logo Gustavo Garc¨ªa, la escaladora y defensora Yared Rojo y las dem¨¢s organizaciones civiles, Barranco adelanta la propuesta de expandir el bosque de Los Remedios hacia el Cerro del Mazap¨¢n y todav¨ªa m¨¢s all¨¢: poco m¨¢s de 100 hect¨¢reas que se extender¨ªan como un intento de conexi¨®n con la Sierra de las Cruces, donde yace el bosque primario Otom¨ª-Mexica.
La propuesta iba incluida en el Plan de Desarrollo Urbano de Naucalpan de Ju¨¢rez de 2020. Y, aunque el 18 de abril de 2022 la direcci¨®n general de Planeaci¨®n Urbana del Estado de M¨¦xico notific¨® al Ayuntamiento de Naucalpan que por cumplimiento de una sentencia de amparo se revocaba el Plan de Desarrollo Urbano, las personas activistas y defensoras no pierden la esperanza. Conf¨ªan en que encontrar¨¢n otra manera de formalizar el corredor, de que se ampl¨ªe la zona protegida ambientalmente.
Aunque se antoja imposible, Laura est¨¢ resuelta a lograrlo. Se trata de hacer crecer al bosque en medio de la ciudad y que recupere con su verdor el territorio que alguna vez habit¨®.
El canto de las aves del bosque en primavera la interrumpen mientras habla de esta idea. Laura levanta los pulgares, agradeci¨¦ndoles.
¡ªVe: est¨¢n conmigo ¡ªr¨ªe sonoramente y agudiza la voz para hablar por los p¨¢jaros¡ª: s¨ª, ella tiene raz¨®n ¡ªse anima a s¨ª misma.
Laura levanta los ojos y, aunque no puede verlos, saluda al aire con las manos enguantadas, que se han tintado de verde bosque despu¨¦s de una jornada de levantar cascajo.
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