Lev Tahor: el gran fiasco tras la operaci¨®n contra los ¡°talibanes jud¨ªos¡± en M¨¦xico
El plan internacional para asestar un golpe a la secta ultraortodoxa, oculta en la selva de Chiapas, naufraga en menos de una semana
La extra?a imagen termin¨® por dar la vuelta al mundo. Alrededor de 20 ni?os y ni?as de la secta ultraortodoxa Lev Tahor, conocida como los ¡°talibanes jud¨ªos¡± por sus pr¨¢cticas extremistas, empujaban a los guardias de seguridad y pasaban por encima de ellos, literalmente, para salir caminando de un albergue en Huixtla, una peque?a comunidad de Chiapas, al sur de M¨¦xico. Llamaban la atenci¨®n sobre todo las chicas, vestidas con largas t¨²nicas blancas, que las cubr¨ªan de la cabeza a los pies y que contrastaban con la noche en la selva chiapaneca. Pero no es solo la vestimenta lo que precipita las comparaciones del grupo con el r¨¦gimen de Afganist¨¢n. El culto, fundado en los ochenta, arrastra acusaciones de maltrato infantil, abuso sexual y tr¨¢fico de personas en Israel, Estados Unidos, Canad¨¢ y Guatemala, es decir, en todos los pa¨ªses donde se ha establecido de manera permanente. La historia en M¨¦xico no era muy distinta. D¨ªas antes, las autoridades hab¨ªan lanzado una operaci¨®n internacional de amplio alcance: el ¨²ltimo gran golpe contra el colectivo. Aquel escape en medio de la oscuridad, sin embargo, era un presagio de c¨®mo esfuerzos que tardaron dos a?os en planearse se ir¨ªan pr¨¢cticamente por la borda al cabo de unas horas.
Tras recibir las denuncias de antiguos miembros y las investigaciones de un grupo de abogados, expolic¨ªas y voluntarios que ha documentado el historial de abusos de la secta para llevarla ante la justicia, unos 80 agentes mexicanos fueron desplegados el pasado 23 de septiembre en Ejido Independencia, una peque?a comunidad de Chiapas, a unos 30 kil¨®metros de la frontera con Guatemala. Era el ¨²ltimo punto donde se hab¨ªa detectado la presencia de la secta o, al menos, una fracci¨®n de los 300 miembros que tiene alrededor del mundo. Los elementos del operativo sabr¨ªan que iba a haber muchos ni?os y ni?as, por lo que buena parte del contingente policial eran mujeres. Ante la falta de informaci¨®n oficial, se habl¨® primero de que se trataba de un campamento en medio de la selva. Fuentes que participaron en el terreno explicaron a este peri¨®dico que en realidad eran dos o tres casas alquiladas, cada una aleda?a a la otra, donde los fieles se hab¨ªan instalado desde hace m¨¢s de seis meses. Antiguos agentes del Mossad, el servicio secreto israel¨ª, asesoraron a quienes intervinieron, sobre todo para darles contexto de qu¨¦ era Lev Tahor y qu¨¦ dificultades podr¨ªan encontrar. ¡°Cuando se habla del Mossad es normal que la gente eche a volar la imaginaci¨®n, pero nuestra participaci¨®n se limit¨® b¨¢sicamente a eso¡±, comenta uno de ellos.
La redada contra Lev Tahor ten¨ªa tres objetivos. El primero era el arresto de los cabecillas del grupo, que ejercen un f¨¦rreo control sobre pr¨¢cticamente todos los aspectos de la vida de los seguidores. Hab¨ªa cuatro objetivos en un primer momento, pero dos de ellos no se encontraban al momento del cateo. Los otros dos fueron detenidos por delitos como secuestro y abuso sexual infantil, y traslados a una c¨¢rcel de Chiapas despu¨¦s de que un juez girara una orden de aprehensi¨®n, seg¨²n se inform¨® en la prensa local. El segundo era liberar a las personas que estaban retenidas por la secta, declarado ¡°culto peligroso¡± en Israel. Personal de la Embajada israel¨ª estuvo presente en el operativo, con la encomienda de prestarles asistencia consular ante la posibilidad de que tuvieran problemas por su situaci¨®n migratoria y tuvieran que ser deportados. No hubo mayores contratiempos, la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad ¡°fue impecable¡±, se?alan las fuentes.
El tercer objetivo era rescatar a un ni?o de tres a?os que hab¨ªa sido separado de su padre, pese a que las autoridades de Israel y Guatemala hab¨ªan decidido que ¨¦l ten¨ªa la custodia legal. ¡°No s¨¦ nada de ¨¦l, solo s¨¦ que est¨¢ vivo¡±, dijo Israel Amir, el pap¨¢ del ni?o, en una entrevista a EL PA?S a finales del a?o pasado. Amir contaba que su familia entr¨® a la secta cuando ¨¦l ten¨ªa unos 13 a?os y que al no haber nacido dentro del grupo le cost¨® mucho trabajo adaptarse, a pesar de que sus padres eran jud¨ªos ortodoxos. Como otros adolescentes del culto, trabaj¨® como asistente de miembros de la c¨²pula y fue testigo de abusos sexuales y castigos f¨ªsicos contra otros j¨®venes. ¡°La persona para la que trabajaba me ped¨ªa que llamara a ni?os durante la noche y se quedaba con ellos para violarlos¡±, aseguraba durante la conversaci¨®n telef¨®nica.
Cuando ten¨ªa 16 a?os, los l¨ªderes de la secta decidieron que estaba en edad de casarse con una chica que no conoc¨ªa. La pr¨¢ctica de matrimonios infantiles forzados es otra de las denuncias que pesan sobre los mandos del grupo. M¨¢s all¨¢ de una costumbre religiosa era una estrategia de supervivencia del culto: ampliar la membres¨ªa por medio de matrimonios arreglados y obligando a los fieles a tener varios hijos. ¡°Lev Tahor es una secta que ha prosperado gracias al abuso sexual de ni?os¡±, afirma Marcy Hamilton, acad¨¦mica de la Universidad de Pensilvania.
Durante dos a?os, los mandos de la secta supervisaron su relaci¨®n ¡°marital¡± y lo presionaron para tener m¨¢s relaciones sexuales con su ¡°esposa¡±. Los hombres y las mujeres de la congregaci¨®n pr¨¢cticamente no conviven entre s¨ª cotidianamente y Amir describ¨ªa la incomodidad de ambos en la intimidad, la pareja no hab¨ªa visto a alguien del sexo opuesto desnudo antes de casarse. Finalmente, tuvieron al ni?o. Cuando el beb¨¦ ten¨ªa seis meses, Amir decidi¨® escapar. Ya no pod¨ªa m¨¢s e incluso enfrent¨® amenazas contra ¨¦l y su hijo cuando se enteraron de sus planes de irse. ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil fue dejar a mi hijo atr¨¢s¡±, explicaba el joven de 22 a?os. ¡°No he visto a mi hijo en m¨¢s de dos a?os¡±, agregaba. A partir de ah¨ª inici¨® una batalla legal por la custodia del ni?o, que termin¨® cuando Amir recuper¨® a su hijo tras el operativo en Chiapas y pudo llev¨¢rselo de regreso a Israel.
Fuentes cercanas al caso comentan que al menos otra familia viaj¨® a M¨¦xico hace dos semanas para intentar convencer a sus familiares de que abandonaran el grupo, pero no lo lograron. Los ni?os liberados de la secta fueron llevados al albergue en Huixtla, a cargo del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF). En los seis d¨ªas que estuvieron en el centro, los j¨®venes se amotinaron y agredieron al personal de seguridad del centro. Otros miembros de Lev Tahor que hablaron con periodistas de la prensa local, que probablemente no hab¨ªan escuchado hablar nunca del culto, dijeron que eran v¨ªctimas de una ¡°persecuci¨®n religiosa¡± y culpaban directamente al Gobierno israel¨ª. Similar a la postura de grupos ultraortodoxos, Lev Tahor tiene posiciones antisionistas por un argumento religioso: la tierra prometida debe llegar por designio de Dios y el mes¨ªas, no por la mano del hombre.
Para entender las im¨¢genes en Chiapas hay que revisar la historia de Lev Tahor. Tras enfrentarse varias veces con las autoridades israel¨ªes, la secta se estableci¨® en Estados Unidos hasta que su fundador, Shlomo Helbrans, fue acusado y condenado por secuestro en Nueva York en los a?os noventa. Cuando Helbrans sali¨® de la c¨¢rcel, pidi¨® asilo por ¡°persecuci¨®n religiosa¡± y traslad¨® la comunidad a Canad¨¢ en el a?o 2000. En 2013, las autoridades canadienses abrieron una investigaci¨®n por maltrato infantil y matrimonios forzados. Fue un caso similar a lo que se vivi¨® en M¨¦xico, pero fue m¨¢s aparatoso porque se prolong¨® durante meses. Varios ni?os fueron separados de sus padres debido a preocupaciones sobre su bienestar, aunque se les permit¨ªa seguir teniendo contacto. La situaci¨®n fue traum¨¢tica para los miembros m¨¢s j¨®venes, que no conoc¨ªan pr¨¢cticamente nada fuera del grupo y hab¨ªan sido adoctrinados en la idea de que el ¡°mundo gentil¡± equival¨ªa al infierno. Asustados, los ni?os eran instruidos a mentir a las autoridades bajo la promesa de que as¨ª volver¨ªan a ver a sus padres.
En medio de maniobras dentro y fuera de la ley, la congregaci¨®n se hizo con la custodia de los ni?os, se fug¨® y se asent¨® en Guatemala en 2014. Fue un esc¨¢ndalo pol¨ªtico en Canad¨¢. Ya en territorio guatemalteco, la historia fue la misma. Hubo varias redadas contra el grupo por las mismas denuncias y la reacci¨®n fue la misma: dec¨ªan que eran ¡°perseguidos¡±. En 2017, tras nuevos problemas con la ley, el grupo se ocult¨® por temporadas en Chiapas, donde Helbrans muri¨® en circunstancias extra?as, ahogado en el r¨ªo Shujubal mientras hac¨ªa un ritual religioso. Nachman Helbrans, su hijo, asumi¨® el mando y adopt¨® controles aun m¨¢s estrictos sobre la comunidad ante el miedo de que su liderazgo fuera desafiado. El yugo al que someti¨® a los fieles fue tan pesado que su propia hermana desert¨® y se refugi¨® con sus hijos en una peque?a ciudad al norte de Nueva York. El nuevo l¨ªder decidi¨® que no se iba a quedar de brazos cruzados y urdi¨® un rocambolesco plan para secuestrar a dos de sus sobrinos y llevarlos de regreso a Guatemala a finales de 2018.
En una trama digna de Hollywood, los secuestradores de la c¨²pula utilizaron disfraces, identidades falsas, estrategias para no ser atrapados y distintos medios de transporte para cruzar a M¨¦xico con los dos ni?os, que entonces ten¨ªan 14 y 12 a?os. La mayor estaba ¡°casada¡± con el hijo de uno de los participantes en el rapto. Tras la colaboraci¨®n del FBI y agentes federales y estatales en M¨¦xico, Helbrans y sus c¨®mplices fueron atrapados en una casa de seguridad en San Miguel Tlaixp¨¢n, un peque?o poblado a las afueras de Ciudad de M¨¦xico, y deportados a Estados Unidos. Los ni?os fueron recuperados en la comunidad de Tenango del Aire, d¨ªas m¨¢s tarde. Apenas en abril pasado, Nachman Helbrans y Mayer Rosner, su mano derecha, fueron condenados a 12 a?os de prisi¨®n por secuestro y otros delitos. Tambi¨¦n se dijeron presa de ¡°persecuci¨®n religiosa¡±. Otros miembros del grupo fueron deportados de Guatemala a EE UU, donde esperan que avance el proceso judicial.
Tras el vendaval legal contra la secta, la comunidad ha estado a salto de mata por medio mundo. C¨¦lulas del grupo iniciaron un peregrinaje por casi una decena de pa¨ªses de Europa, Oriente Pr¨®ximo y el norte de ?frica: desde el Kurdist¨¢n iraqu¨ª hasta Moldavia. De hecho, durante el secuestro de 2018, miembros de Lev Tahor entregaron una petici¨®n de asilo a la Embajada de Ir¨¢n en M¨¦xico, en la que juraron ¡°lealtad y sumisi¨®n¡± al l¨ªder supremo, pero no prosper¨®. Chiapas ha sido un destino recurrente del grupo, por su cercan¨ªa con Guatemala y la porosidad de la frontera, por la que han pasado varias veces sin ser detectados.
Despu¨¦s de la salida de los ni?os, que se dio sin que las autoridades mexicanas aclararan la situaci¨®n, un juez decidi¨® liberar un d¨ªa despu¨¦s a los dos detenidos, Menachen Enden Alter y Moshe Rosner (familiar de Mayer Rosner), por falta de pruebas. ¡°100% absueltos¡±, celebr¨® su abogada tras la decisi¨®n. Fuentes familiarizadas con el historial criminal de Lev Tahor acusan actos de corrupci¨®n, aunque no han podido comprobarlos. La comunidad regres¨® presumiblemente a Guatemala, donde permanece el contingente m¨¢s nutrido de la di¨¢spora de la secta. La Embajada de Israel no hizo ning¨²n posicionamiento p¨²blico.
El extra?o caso de los ¡°talibanes jud¨ªos¡±, rechazados por pr¨¢cticamente todas las corrientes dentro del judaismo por su extremismo, lleg¨® como un golpe s¨²bito, pero al paso de los d¨ªas se difumin¨® de la cobertura medi¨¢tica. En el fondo, el gran fiasco es el ¨²ltimo cap¨ªtulo de una historia que parece repetirse una y otra vez, en la que M¨¦xico ha aparecido como escenario en m¨¢s de una ocasi¨®n. Una de las personas detr¨¢s de los esfuerzos por llamar a cuentas a la secta se mantiene optimista: ¡°No es lo mismo, ahora cada vez m¨¢s personas conocen qui¨¦nes son realmente estos criminales¡±. La trama de Lev Tahor contin¨²a.
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