El juego de las ¡®corcholatas¡¯: los aspirantes de Morena perfilan sus campa?as para 2023

La carrera por la sucesi¨®n m¨¢s larga en la historia de M¨¦xico es m¨¢s un marat¨®n que una carrera de caballos. Si este a?o ha estado marcado por los destapes en el juego de las corcholatas, como Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador bautiz¨® a los aspirantes a relevarlo en la presidencia, 2023 se perfila como un a?o de definiciones. Ser¨¢n meses de recorrer y operar en el territorio, cerrar alianzas, incidir en las reglas internas de competencia y en la recta final, medir fuerzas para tomar decisiones. Morena, el partido m¨¢s votado del pa¨ªs, no solo pone en liza una candidatura, tambi¨¦n se juega el futuro de su proyecto pol¨ªtico, qu¨¦ pasar¨¢ despu¨¦s de L¨®pez Obrador.

Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Ad¨¢n Augusto L¨®pez y Ricardo Monreal ya comienzan a delinear el plan para demostrar m¨²sculo las pr¨®ximas semanas. El canciller anunci¨® el pasado fin de semana que recorrer¨¢ los 300 distritos electorales, el banderazo de salida oficial de su campa?a. ¡°Primero tenemos que ganar una encuesta, que por ah¨ª alguien dice que ya la tiene, que ya esto y que ya lo otro. Todav¨ªa no empezamos. Hoy empezamos¡±, dijo Ebrard en un acto con 10.000 personas en el World Trade Center de Ciudad de M¨¦xico. El mensaje es para Sheinbaum, puntera en el grueso de las encuestas, aunque la ¨²nica que importa es la que celebrar¨¢ Morena para definir la candidatura.

Son, de hecho, varios mensajes. Ebrard puso de manifiesto, por un lado, que ya tiene presencia en cada uno de los distritos electorales en disputa, un despliegue para operar la campa?a y movilizar votantes por todo el pa¨ªs. ¡°Vamos a ponernos a trabajar por esa encuesta porque las encuestas hay que ganarlas¡±, se?al¨®, por otro lado, el titular de Exteriores. La insistencia en la encuesta es tambi¨¦n una se?al de que Ebrard busca que haya un piso parejo para todos los contendientes, ante el runr¨²n de que el respaldo a Sheinbaum desde Palacio Nacional es claro. La emisaria ha sido la senadora Mal¨² Micher, que ha dejado claro que buscan que haya reglas claras, un debate entre precandidatos y que sea una encuesta independiente.

La analista Ivabelle Arroyo subraya que otra ventaja de Ebrard es que tambi¨¦n es el ¨²nico que ya ha buscado una candidatura presidencial en el pasado. ¡°Las campa?as son distintas entre los cuatro¡±, comenta Arroyo. ¡°A Ebrard lo veo dirigi¨¦ndose mucho m¨¢s hacia afuera del partido y menos hacia la militancia, por mucho que ya cuente con una estructura organizada¡±, agrega. Ebrard, dice la analista, tiene credenciales como uno de los miembros del Gabinete m¨¢s eficaces, pero tambi¨¦n la cuenta pendiente de ¡°hacerse fuerte en los espacios pol¨ªticos en los que ha militado, entre liderazgos que le respondan y sean capaces de hacer movilizaci¨®n¡±.

Mientras el discurso de Ebrard se centra en abrir un nuevo cap¨ªtulo dentro de la ¡°Cuarta Transformaci¨®n¡±, Sheinbaum es m¨¢s directa al hablar de dar continuidad al proyecto de L¨®pez Obrador y de defender que ella es de las que construy¨® y estuvo en Morena desde el primer momento. El polit¨®logo Fernando Dworak considera que, a pesar de la cercan¨ªa con el presidente y de las giras de fin de semana, Sheinbaum tiene que buscar cierta autonom¨ªa y trabajar en su imagen p¨²blica. ¡°No es una l¨ªder de masas¡±, afirma el analista. ¡°Es un reto para cualquiera que pretenda sustituir a L¨®pez Obrador: construirse un carisma propio m¨¢s all¨¢ del presidente¡±, agrega Dworak.

No es una tarea sencilla. El l¨ªder del movimiento ha construido una legitimidad a partir de d¨¦cadas de trayectoria pol¨ªtica y movilizaci¨®n permanente. Para muestra, la multitudinaria marcha presidencial que amas¨® a m¨¢s de un mill¨®n de personas, una lealtad independiente de los altibajos cotidianos y que apela a a?os y a?os en ¡°la lucha¡±. Pese al conflicto con el Instituto Nacional Electoral, ¡°Es Claudia¡± es tendencia en redes sociales desde el pasado fin de semana y desde entonces se han formalizado comit¨¦s ciudadanos para impulsar su candidatura donde cuenta, en el terreno.

La prensa y la opini¨®n p¨²blica se inclinan a pensar que est¨¢n ante una carrera de dos punteros. Ad¨¢n Augusto L¨®pez y Monreal discrepan, pero persiguen estrategias diametralmente diferentes. ¡°Que siga L¨®pez porque estamos agusto¡± es el eslogan que pretenden posicionar los simpatizantes del secretario de Gobernaci¨®n y que han relanzado tambi¨¦n el fin de semana. Fuera de los reflectores la semana pasada por una tos, el operador pol¨ªtico del presidente busca capitalizar que sus tareas lo llevan a los Estados para darse a conocer entre la ciudadan¨ªa. A pesar de que su presencia en medios ha crecido exponencialmente en los ¨²ltimos meses, el veterano pol¨ªtico a¨²n tiene problemas de reconocimiento entre los votantes. ¡°No es el qui¨¦n se coloca en este tablero, parece que es colocado por el presidente para diversificar el juego¡±, apunta Arroyo.

Monreal, en cambio, se presenta como un ¡°hombre de ideas propias¡± en un movimiento que busca unidad y disciplina. El senador no se mostr¨® inc¨®modo entre los abucheos que recibi¨® en Hidalgo y parece saber bien que puede sacar jugo a esa incomodidad. ¡°Manda el mensaje constantemente de que no es irrelevante ni prescindible¡±, se?ala la analista. Dworak no ve que Monreal tenga posibilidades reales de hacerse con la candidatura presidencial, pero s¨ª identifica a un actor de probada capacidad de interlocuci¨®n y operaci¨®n pol¨ªtica. ¡°Quiere mostrar que vale y cu¨¢nto le costar¨ªa a Morena perderlo¡±, dice el polit¨®logo.

Los acercamientos de Monreal con la oposici¨®n y sus amagos de dejar el partido han llevado a algunos a imaginar que la posibilidad de la fragmentaci¨®n de las corcholatas de Morena es latente y que es probable ver a varios en la boleta para 2024. La ausencia de liderazgos opositores antoja tambi¨¦n esa posibilidad. Pero Dworak lo lee de forma distinta. ¡°La oposici¨®n no es un espacio para ganar, pese a que muchos se resistan a creerlo¡±, zanja. ¡°Ni para Monreal ni para Ebrard es atractivo dar ese brinco¡±, agrega. Su interpretaci¨®n es que, a pesar de que Sheinbaum parece inamovible como ¡°la favorita del presidente¡±, lo que los otros aspirantes buscan es un acomodo durante el pr¨®ximo sexenio: un papel relevante en el Legislativo o, en el caso de Monreal, competir por la Jefatura de Gobierno de Ciudad de M¨¦xico, una opci¨®n que se le neg¨® en 2018.

Arroyo no concuerda. ¡°En el caso de Ebrard hay indicios suficientes para decir que realmente est¨¢ compitiendo por la candidatura, no solo por lo que dice, sino por su historia¡±, afirma. El canciller ha repetido que a¨²n falta mucho y que no piensa darse por vencido. Para cuando sea la votaci¨®n, la persona que contienda por Morena cumplir¨¢ pr¨¢cticamente tres a?os bajo los reflectores como presidenciable. En cualquier caso, al margen de las interpretaciones, la par¨¢lisis no es una opci¨®n para ninguno de los aspirantes. ¡°El que no se mueva, no va a salir en la foto¡±, dice Dworak en una reinterpretaci¨®n de la famosa frase del l¨ªder sindical Fidel Vel¨¢zquez

¡°Los meses cr¨ªticos ser¨¢n entre agosto y noviembre¡±, anticipa Dworak. En junio habr¨¢ elecciones en el Estado de M¨¦xico, la entidad con m¨¢s votantes del pa¨ªs, y Coahuila, otro hist¨®rico basti¨®n priista. En julio, probablemente se resolver¨¢n las impugnaciones de la votaci¨®n. En agosto se cerrar¨¢n los ¨²ltimos apoyos dentro de la estructura partidista, casi hasta septiembre, cuando inicia el periodo ordinario del Congreso. En su opini¨®n, ser¨¢ en el tramo final del pr¨®ximo a?o cuando se empiece a aclarar el panorama. En M¨¦xico, los funcionarios p¨²blicos que compitan est¨¢n obligados a renunciar al menos seis meses antes de la elecci¨®n en julio de 2024. Es el margen, opina tambi¨¦n el polit¨®logo, que tiene L¨®pez Obrador para mantener el control y la influencia sobre la elecci¨®n del candidato, un proceso que tendr¨¢ que legitimarse con el cierre de filas de la militancia y los simpatizantes. ¡°Vienen meses muy divertidos¡±, vaticina el especialista.

Al calor de campa?as y precampa?as, el pr¨®ximo a?o pone a prueba tambi¨¦n la madurez de Morena como partido-movimiento, su capacidad de lidiar con las pasiones de sus aspirantes y su confirmaci¨®n como una maquinaria para ganar elecciones y evitar un resurgimiento de los partidos tradicionales. Y ah¨ª habr¨¢ que echar cuentas y c¨¢lculos para lo que alcanza y para lo que sigue. ¡°Aqu¨ª estamos hablando de impresiones y efectos que estamos viendo en el tablero pol¨ªtico, no estamos hablando de sus intenciones porque esas no las conocemos¡±, advierte Arroyo. Ante la paradoja de los pr¨®ximos meses, cuando el sexenio se empieza a hacer viejo pero a¨²n es muy pronto para adelantar cualquier decisi¨®n, cada corcholata hace su juego.

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