Una madre narra el terror de la meningitis en Durango: ¡°Hemos vivido una pesadilla¡±
Maribel Nava describe en primera persona c¨®mo ha sido acompa?ar a su hija Nancy, afectada por la enfermedad que ya ha matado a 23 infectadas en Durango: ¡°Muchas chicas convulsionaron, los doctores corr¨ªan de un lado a otro¡±
¡°Mi hija tiene miedo de dormir y no despertarse. Se llama Nancy Guadalupe, tiene 33 a?os y meningitis. Yo me llamo Maribel Nava y tengo 58. Somos de Durango. Ella est¨¢ muy angustiada, la agarran mucho los nervios, dice que este tratamiento la est¨¢ arruinando sus ¨®rganos. Nosotros le decimos que no diga eso, que despu¨¦s de la ciencia est¨¢ la fe. Lo m¨¢s duro es ver su tristeza, escucharla decir que ella ya no va a servir, que ya no le va a servir a sus hijos, que ya la deje, que la lleve a su casa, que est¨¢ muy cansada, que no queramos meter en su cabeza que todo va a estar bien.
Tuvo una ces¨¢rea en el Hospital del Parque [una de las cuatro cl¨ªnicas privadas donde sucedi¨® el brote de meningitis, que ya ha matado a 23 pacientes en Durango desde octubre] el 15 de agosto. A los tres d¨ªas empez¨® con mucha fiebre y fue al ginec¨®logo que le practic¨® la ces¨¢rea. ?l le dec¨ªa que todo estaba bien. Nos dijo que le hici¨¦ramos la prueba del covid, pero sal¨ªan negativas. Le hicieron an¨¢lisis y encontraron una leve infecci¨®n en las v¨ªas urinarias. El doctor dijo que no ameritaba antibi¨®ticos, pero los dolores de cabeza segu¨ªan cada vez m¨¢s fuertes. La llevamos a otros ginec¨®logos para que nos dieran distintos puntos de vista. Nos atendi¨® un neur¨®logo, luego otro, resonancias¡ Le dieron un medicamento que disminuy¨® un poco el dolor. Segu¨ªan diciendo que todo estaba bien.
Sali¨® la noticia de la meningitis, lo vimos en la televisi¨®n, pero sus m¨¦dicos le dijeron que no hac¨ªa falta ingresarla porque ya lo estaba superando. Estaba teniendo problemas para ver, yo me asust¨¦ mucho, me dijo un d¨ªa en la tarde: ¡®Mami, no veo bien, veo im¨¢genes empalmadas¡¯. Le dije: ¡®Mi amor tienes que ir a que te hagan estudios¡¯. Yo sab¨ªa que si algo hab¨ªa en la vista era del cerebro. Ella quiso venir [al Hospital General 450, uno de los tres habilitados para tratar a las pacientes con meningitis], creyendo que estaba bien de salud porque el dolor no era tan fuerte, dec¨ªa que era soportable.
El 5 de noviembre le hicieron una punci¨®n [lumbar, el examen m¨¦dico con el que est¨¢n identificando la enfermedad]. En ese momento ya hab¨ªa muertas. Estaba muy asustada. Al siguiente d¨ªa la punci¨®n dio positivo. Desde ese momento la dejaron ah¨ª.
[Se le humedecen los ojos, sigue hablando en cortocircuito, en interferencias por las l¨¢grimas que caen sobre su cubrebocas]
El 15 de noviembre nos fuimos al hospital del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado). Fue una pesadilla. Muchas chicas [con meningitis] convulsionaron y los doctores corr¨ªan de un lado a otro. Mi hija me dec¨ªa: ¡®?Por qu¨¦ se oyen gritos? ?Por qu¨¦ gritan auxilio?¡¯ Yo me la llevaba con puras mentiras porque s¨ª sab¨ªa lo que estaba pasando. Le dec¨ªa que era una se?ora mayor.
Conoc¨ª a varias mam¨¢s que sus hijas ya fallecieron, con las que conviv¨ªa. Fueron de las primeras en morir. En el ISSSTE, mi hija conviv¨ªa con otras tres mujeres. Jugaban, se re¨ªan¡ Nayeli, se llamaba una. A Nancy le hicieron unos an¨¢lisis; Nayeli le pregunt¨® qu¨¦ tal hab¨ªan salido; mi hija dijo que bien. Lo celebraron juntas. A las dos horas a Nayeli le dio un derrame cerebral y falleci¨®.
Yo me hab¨ªa ido a casa a ba?arme, pero todav¨ªa no me ba?aba porque ten¨ªa un dolor muy fuerte de tanto estr¨¦s. Me llam¨® mi suegro y me dijo que Nayeli se hab¨ªa puesto muy grave. Llegu¨¦ y estaba entubada, en terapia intensiva. Luego nos dijeron que ya estaba muerta. Hemos vivido una pesadilla, todo el d¨ªa he estado pegada con mi hija, no quiero quitarle los ojos de encima. Quedamos muy traumadas con lo de Nayeli.
El m¨¦dico del ISSSTE ya no me daba confianza, empec¨¦ a ver contradicciones. Adem¨¢s, a mi hija le dio influenza estando all¨ª. Volvimos al Hospital 450 el 6 de diciembre. La atenci¨®n ha sido buena. [En total] lleva un mes ingresada, estable, recibiendo tratamiento, no ha tenido tantas complicaciones, convulsiones ni as¨ª, no ha tenido ese tipo de s¨ªntomas. Pero a pesar de mejorar no estaba contenta, estaba asustada. No se ha atrevido a decir que Nayeli est¨¢ muerta. Solo dice ¡®el evento de Nayeli¡¯. Me preguntaba por su madre y yo le ment¨ªa. Pero s¨¦ que lo sabe porque se lo dijo a una psiquiatra.
Como estaba mejorando, le pregunt¨® al m¨¦dico:
¡ª?Usted me asegura que no me va a dar un derrame?
¡ªYo no te puedo asegurar eso, solo Dios puede. Pero las pruebas salen bien. Aunque no puedo garantizar que no quede una secuela y con los a?os pueda pasar algo.
Ella no quiere m¨¢s qu¨ªmicos. El doctor le dijo que ten¨ªa que intentar descansar, pero ella no quer¨ªa dormir. ?l le dijo que iba a hacer algo que no le estaba permitido: le ense?¨® sus resultados, para que se calmara. Acept¨® unas gotitas para dormir. Creo que su sistema inmune no estaba respondiendo por tanto estr¨¦s. Ahora est¨¢ m¨¢s calmada.
Mi hija ahora no trabajaba, pero es qu¨ªmico farmacobi¨®loga. Por su trabajo analiza todo mucho. Trabajaba en el Ej¨¦rcito, pero lo dej¨® antes de la pandemia. Dec¨ªa que en el Ej¨¦rcito no se puede formar una familia. Quer¨ªa casarse, lo ten¨ªa pendiente, pero el covid iba retrasando el momento. Se fue a vivir con su pareja, Sergio, que tambi¨¦n es farmacobi¨®logo y trabaja en un laboratorio de este mismo hospital.
Tuvieron un primer beb¨¦, Yul Alfredo, de dos a?os. Luego el de ahora, Mateo, que ya tiene cuatro meses. La Secretar¨ªa de Salud de Durango (SSD) le lleg¨® a ofrecer trabajo, pero era con la pandemia y le dijimos que no, que era mucho riesgo. Ahora cuando la preguntan qu¨¦ hace y dice que es ama de casa le da mucha risa.
Ayer nos dijeron que son siete d¨ªas m¨¢s de tratamiento, a la espera de que su l¨ªquido cefalorraqu¨ªdeo salga limpio, no la pueden dar el alta si no est¨¢ limpio. Cada vez que nos dicen que m¨¢s tratamiento nos angustia mucho, pero es un d¨ªa m¨¢s¡
No he seguido en contacto con la madre de Nayeli, se me ha hecho muy duro. El padre de otra chica la vio y nos dijo que ella nos mandaba mucho amor. Me pareci¨® muy valioso. Yo no s¨¦ c¨®mo estar¨ªa si fuera mi hija. No he vuelto a hablar con ella, pero en la primera que podamos salir de esto quiero ir a buscarla¡±.
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