Per¨² declara persona ¡®non grata¡¯ al embajador mexicano y lo expulsa del pa¨ªs
El Gobierno concede al diplom¨¢tico 72 horas para abandonar la embajada andina, en la que se ha dado asilo a la familia de Pedro Castillo
El malestar del Gobierno peruano con M¨¦xico ha ido subiendo escalones en las ¨²ltimas semanas hasta estallar este martes con la expulsi¨®n del embajador, Pablo Monroy, declarado persona non grata y al que se le han dado 72 horas para salir de Per¨². Por la ma?ana, el canciller mexicano anunciaba que la embajada hab¨ªa dado asilo a la familia de Pedro Castillo, el presidente destituido y encarcelado tras haber disuelto el Congreso en un intento frustrado de golpe de Estado contra s¨ª mismo. M¨¦xico tomaba esa decisi¨®n de forma soberana mientras se negociaban los salvoconductos para sacar a la familia Castillo del pa¨ªs y llevarla a M¨¦xico si as¨ª lo decid¨ªan.
¡°Tenemos un buen embajador¡±, hab¨ªa dicho el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador horas antes, alabando los esfuerzos diplom¨¢ticos que Monroy est¨¢ haciendo en las ¨²ltimas horas para repatriar a decenas de compatriotas que se han visto atrapados en la crisis peruana, donde ya se cuentan al menos 26 muertos por las protestas callejeras que se desencadenaron despu¨¦s del d¨ªa 7 de diciembre.
El mandatario mexicano siempre recuerda que es tradici¨®n en el pa¨ªs norteamericano el respeto a la soberan¨ªa de las naciones: ¡°Es un principio fundamental de nuestra pol¨ªtica exterior, la no intervenci¨®n y la autodeterminaci¨®n de los pueblos¡±, dice. Pero la presidenta peruana, Dina Boluarte, no opina lo mismo. Solo dos d¨ªas despu¨¦s del intento de golpe, el embajador mexicano fue convocado para comunicarle ¡°la extra?eza¡± que originaron en Per¨² los discursos que llegaban del Gobierno mexicano. ¡°Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Per¨², y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en d¨ªas recientes¡±, comunicaron.
Pero el ruido no cesaba en la regi¨®n y el 15 de diciembre Per¨² llam¨® a consultas a los embajadores de las cuatro naciones que arroparon desde un principio a Castillo, Argentina, Colombia, Bolivia y M¨¦xico. Con todo, las relaciones m¨¢s enrarecidas han sido con este ¨²ltimo pa¨ªs.
El presidente Castillo trat¨® de alcanzar la embajada mexicana en busca de refugio tras su alocuci¨®n televisiva del 7 de diciembre en la que informaba que hab¨ªa disuelto el Congreso, una especie de autogolpe de Estado fallido, que no cont¨® con el apoyo del Ej¨¦rcito, como suele ser habitual, ni siquiera con su gabinete presidencial, muchos de cuyos miembros se desmarcaron minutos despu¨¦s de que el ahora encarcelado presidente pronunciara su discurso. Una de ellas fue la vicepresidenta, Dina Boluarte, quien sustituy¨® al maestro rural en sus funciones, como le corresponde seg¨²n la Constituci¨®n.
Pero Castillo no lleg¨® nunca a la embajada mexicana, fue detenido por sus propios escoltas antes de eso. Pero la crisis peruana pronto tuvo una oleada contagiosa en las relaciones exteriores de la regi¨®n. Colombia, Argentina, Bolivia y M¨¦xico han apoyado con m¨¢s o menos ah¨ªnco al presidente Castillo, pidiendo respeto por la investidura que le proclam¨® presidente y expresando ¡°su profunda preocupaci¨®n por los recientes sucesos¡±. Consideran que el maestro y antiguo l¨ªder sindical ¡°fue v¨ªctima desde el d¨ªa de su elecci¨®n de un antidemocr¨¢tico hostigamiento, violatorio del art¨ªculo 23 de la Convenci¨®n Americana sobre Derechos Humanos¡±.
Boluarte y la ministra de Exteriores peruana, Ana Cecilia Gervasi, salieron al paso acusando injerencias de las naciones mencionadas y recordando ¡°los lazos de amistad, cooperaci¨®n y respeto mutuo¡± entre los pa¨ªses de la zona. El presidente de M¨¦xico no se ha callado. Culp¨® de la crisis que atravesaba Per¨² a ¡°los intereses de las ¨¦lites econ¨®micas y pol¨ªticas que siempre mantuvieron con el presidente Castillo ¡°un ambiente de confrontaci¨®n y hostilidad¡±. Y siempre estuvo al lado del maestro, con las puertas de la embajada abiertas para ¨¦l y su familia. ¡°Si ¨¦l lo pide, lo considerar¨ªamos, no deber¨ªamos oponernos, pero no lo ha hecho¡±, dijo el canciller Marcelo Ebrard en aquellas horas posteriores al golpe.
El alojamiento diplom¨¢tico a la familia, comunicado esta ma?ana, ha sido la gota que ha colmado el vaso en el Gobierno peruano. De nuevo ha se?alado ¡°injerencias¡± de M¨¦xico en su comunicado de expulsi¨®n del embajador Monroy. La ministra Gervasi ha mencionado ¡°las reiteradas expresiones de las m¨¢s altas autoridades¡± de M¨¦xico sobre la situaci¨®n pol¨ªtica de Per¨², ¡°violatorias del principio de no intervenci¨®n¡±, como la raz¨®n para ordenar la salida del embajador. En todo caso, el Gobierno peruano ha otorgado salvoconductos a la mujer, Lilia Paredes, y los dos hijos de Castillo, como corresponde por la Convenci¨®n de Caracas, tras haber M¨¦xico asilado a la familia en su embajada. Pero recordaron que Paredes est¨¢ investigada por la Fiscal¨ªa peruana por presuntos delitos de corrupci¨®n y por integrar una organizaci¨®n criminal junto a su marido. Gervasi asegur¨® que pedir¨¢n la extradici¨®n de Paredes si as¨ª lo reclaman las autoridades judiciales.
La Embajada de M¨¦xico en Per¨² queda a cargo de la primera secretaria Karla Tatiana Ornelas Loera, actual jefa de Canciller¨ªa de la Misi¨®n. ¡°Nuestra Representaci¨®n continuar¨¢ operando con normalidad tras este movimiento. M¨¦xico cree firmemente en el di¨¢logo y seguir¨¢ manteniendo los canales de comunicaci¨®n abiertos con todos los interlocutores, especialmente para atender las necesidades de los mexicanos avecindados en el Per¨²¡±, ha comunicado la canciller¨ªa mexicana.
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