?X¨®chitl G¨¢lvez a la Presidencia?
Quien crea que la actual senadora terminar¨¢ imponi¨¦ndose por la v¨ªa de los hechos subestima que la actual generaci¨®n que dirige al PAN es corta de miras y de reflejos, al menos de los que se necesitan para construir candidaturas ganadoras

Cuando X¨®chitl G¨¢lvez obtuvo su certificado de primaria, en su familia pensaron que ser¨ªa buena idea ir a la escuela a pedir que ese papel se le pasara a su hermano, pues en el contexto del Hidalgo rural en el que naci¨® hace 60 a?os la hoy senadora, eran los hombres quienes podr¨ªan sacar alg¨²n jugo a un documento como ese, nunca una mujer.
Para entonces X¨®chitl ya era en su pueblo una maquinaria de vender gelatinas. Sigui¨® sus estudios y se decidi¨® por una ingenier¨ªa en sistemas computacionales luego de enterarse de que el hijo de una de sus maestras, que le gustaba plat¨®nicamente, era eso lo que cursaba. As¨ª saldr¨ªa de su pueblo, en las inmediaciones de Ixmiquilpan, rumbo a la UNAM.
Huy¨® de una de las casas de hu¨¦spedes en las que vivi¨® en la capital, pues intentaron enrolarla en una red de trata. Y en sus estudios, seg¨²n ha contado, los libros en ingl¨¦s los ley¨® con un diccionario al lado para descifrarlos palabra por palabra. Hoy, cuando le critican su golpeado acento se r¨ªe, con ganas, de s¨ª misma como quien dice ¡°si supieran¡±.
Estas an¨¦cdotas de quien termin¨® viviendo en Par¨ªs, donde fue fichada por el Gobierno mexicano que buscaba reforzarse electr¨®nicamente para las elecciones de 1988, dan pinceladas de la vida de esfuerzo y superaci¨®n de X¨®chitl, como casi todo mundo llama a esta pol¨ªtica que originalmente es empresaria de edificios inteligentes.
Su folcl¨®rico estilo, irreverente y naturalmente salpicado de palabrotas, se volvi¨® famoso cuando Vicente Fox la contrat¨® como comisionada para los pueblos ind¨ªgenas.
Ese fue su debut en la pol¨ªtica, porque adem¨¢s de administrar la oficina de los temas de los pueblos originarios tuvo que aprender los trucos de la grilla que entorpece, o facilita, la gesti¨®n p¨²blica.
El gusanillo de la pol¨ªtica ya no se ir¨ªa de ella. Tras el fin del sexenio de Fox (2000-2006), en 2010 hizo campa?a bajo las siglas del PAN, del PRD y Convergencia (hoy MC), para disputarle el Gobierno de Hidalgo al entonces poderoso PRI. En desigual lucha perdi¨®, mas hasta entonces nadie hab¨ªa quedado a tan poco de arrebatarle al tricolor esa entidad.
Volvi¨® a las urnas en 2015, cuando gan¨® la hoy alcald¨ªa de Miguel Hidalgo en la capital, y en 2018 fue parte de la lista de Acci¨®n Nacional para el Senado de la Rep¨²blica. A pesar de que el PAN la patrocin¨® en sus dos campa?as exitosas y en la que no pudo coronar en su natal Hidalgo, ella no milita en ese partido, he ah¨ª lo que hoy le complica sus aspiraciones.
Porque buena parte de lo que le hace un perfil atractivo en las elecciones ¡ªsu historia personal, su condici¨®n de ciudadana que puede vivir de su actividad privada, no solo del erario, su estilo desenfadado, mas no exento de sustancia y decisi¨®n, y por supuesto no ser cuadro partidista¡ª no es bien visto en Acci¨®n Nacional, un partido ensimismado.
X¨®chitl G¨¢lvez ha declarado su intenci¨®n de buscar la candidatura aliancista que dispute en 2024 a Morena la jefatura de Gobierno de la Ciudad de M¨¦xico. En pr¨¢cticamente todas las encuestas capitalinas, su nombre es uno de los m¨¢s mencionados. A pesar de ello, el PAN es el menos entusiasta con esa posibilidad.
El PAN ser¨¢ el partido clave en la decisi¨®n de candidaturas porque PRI y PRD son los que m¨¢s espacios han perdido con el avance del partido de L¨®pez Obrador. Por eso no sorprende que las dirigencias nacionales priistas y panistas hayan acordado que ser¨¢n los blanquiazules quienes decidan los candidatos para la capital y para la Presidencia en 2024.
El PAN, al d¨ªa de hoy, no abraza la candidatura de X¨®chitl porque le recelan que no sea militante ¡ªm¨¢s que no poseer el carnet, le reclaman su independencia¡ª, y es que ella no se somete a la sectaria burocracia blanquiazul que pretende que uno de los suyos, el alcalde de la Benito Ju¨¢rez, sea quien los represente, as¨ª los momios no lo favorezcan.
Quien crea que X¨®chitl terminar¨¢ imponi¨¦ndose por la v¨ªa de los hechos subestima que la actual generaci¨®n que dirige al PAN es corta de miras y lerda de reflejos, al menos de los que se necesitan para construir candidaturas ganadoras. Deshojan con pachorra la margarita mientras Morena s¨ª se reagrupa para no perder, como en 2021, en la capital.
X¨®chitl por su parte, ha intensificado sus actividades a fin de hacer m¨¢s ruido. Sostiene encuentros con grupos que le ven muchas posibilidades de quitarle al oficialismo la Ciudad de M¨¦xico, lo que ser¨ªa un gran golpe, pues desde que Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas gan¨® en 1997, la capital se volvi¨® el enclave m¨¢s importante de lo que hoy es el lopezobradorismo.
Las cavilaciones del PAN sobre qu¨¦ hacer con X¨®chitl, parad¨®jicamente, han abierto la puerta a una propuesta que cada d¨ªa parece tomar fuerza. Si las encuestas dan buenos n¨²meros a esta senadora para ser candidata en la capital, ?qu¨¦ le impide entonces ser la abanderada de la oposici¨®n para disputar la presidencia de la Rep¨²blica?
Como comisionada de los pueblos ind¨ªgenas en tiempos de Fox, X¨®chitl viaj¨® por toda la Rep¨²blica y conoce bien a esas comunidades, a las que aquel gobierno dot¨® de algunos servicios.
Como alcaldesa de Miguel Hidalgo, adem¨¢s, tuvo un protagonismo en gesti¨®n de servicios y ordenamiento urbano que le hizo fuerte con clases medias y altas. Y lo que resuena en esa demarcaci¨®n tiene vasos comunicantes con poblaci¨®n similar en otras urbes del pa¨ªs.
Como Senadora se ha enfrentado a Morena lo mismo recurriendo a golpes de efecto ¡ªvestirse de dinosaurio o viajar a Houston para hablar de la casa de uno de los hijos del presidente¡ª que en debates donde no se ha achicado en medio de la griter¨ªa y los descontones morenistas.
Por ello, hay coment¨®cratas que creen que la oposici¨®n busca una persona ideal para la grande cuando ya la tiene enfrente. Que X¨®chitl debe olvidarse de la capital e ir por todas las canicas nacionales. De momento, ella no piensa que sea buena idea, pero o la caja de resonancia de la comentocracia es muy peque?a, o esa idea ha ido agarrando tracci¨®n.
En las conjeturas del perfil que conviene enfrentar al lopezobradorismo hay quien opina que pocas historias de vida como la de X¨®chitl.
No es conservadora, pero le gusta a los panistas de a pie. Es una exitosa empresaria que nunca ha dejado de ir a su polvoroso pueblo. Nadie puede decirle que no sabe de pobreza, que representa solo a los ricos, que Garc¨ªa Luna esto o lo otro, que tiene camionetota (anda muchas veces en bicicleta), que est¨¢ hueca o, peor, que es sabelotoda y encima corrupta. Se le resbalar¨ªan m¨¢s f¨¢cilmente algunas de las descalificaciones favoritas de AMLO.
?Le alcanza para ser presidenta de M¨¦xico? Eso lo tendr¨ªan que dilucidar las y los electores. Hoy la oposici¨®n ¡ª al menos la que s¨ª quiere genuinamente competir¡ª est¨¢ urgida de un o una candidata, no de una estadista. Sin lo primero no hay, ni hipot¨¦ticamente, lo segundo.
El primer y m¨¢s importante escollo para X¨®chitl ¡ªaparte de su fuero interno, donde ella tendr¨ªa que estar convencida de esta aventura¡ª ser¨¢n el PAN y el PRI. Porque si sus pretensiones rumbo a la jefatura de Gobierno son mal vistas por los panistas, el que quiera eventualmente ser candidata a presidenta le traer¨¢ la animosidad tambi¨¦n de los priistas.
Hay que regresar al tema: pasan las semanas y ni Marko Cort¨¦s ni Alejandro ¡°Alito¡± Moreno dan muestras a esa ciudadan¨ªa que dos veces ya desbord¨® las calles en los ¨²ltimos meses de que el PAN y el PRI, respectivamente, realmente quieran un trabuco partidista-ciudadano que enfrente a Morena en el 2024.
?Qui¨¦n puede descartar que en el PRI, por ejemplo, a Alito Moreno no le renazcan las ganas de ser ¨¦l mismo el candidato priista? ?Qui¨¦n puede entender que Marko Cort¨¦s de veras sostenga que Santiago Creel, un cartucho quemado donde los haya, puede tener posibilidades de ser el abanderado?
La principal condici¨®n para ganar unos comicios, aunque suene a perogrullo, es que la ciudadan¨ªa note las ganas que tienes de quedarte con ese puesto. En eso s¨ª, tendr¨¢n que estar alineados los partidos aliancistas y X¨®chitl. Que se les note que se han encontrado en el camino y que nada mejor pudo pasarles en la antesala de 2024.
En lo que eso ocurre (o no), los partidos, por un lado, y ella por el otro, tendr¨ªan que apurar su decisi¨®n, para la CDMX o para la grande.
Ella podr¨ªa darle una pensada cualquier s¨¢bado de estos, cuando para visitar a su hermana en la c¨¢rcel tiene que hacer la misma fila que miles de familias que llevan comida y ayuda a sus presos. ¡°Ese es mi pie a tierra, mi recordatorio del pa¨ªs en que vivo¡±, me dijo hace poco. Eso podr¨ªa moverla a reflexionar si desde otra responsabilidad puede ayudar a M¨¦xico.
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