Adi¨®s a Lorenzo, Ciro, Edmundo¡
A pesar de ser cuatro los consejeros que se van la pr¨®xima semana y cuatro los que est¨¢n listos para llegar, la renovaci¨®n en el INE se convirti¨® en una guerra con la presidencia de la Rep¨²blica
Hay una anomal¨ªa en el t¨ªtulo de este art¨ªculo. Una injusticia, de hecho. Cualquier lector sabe qu¨¦ dos consejeros y qu¨¦ alto funcionario se ir¨¢n la semana que entra del INE. Pero sucede que no ser¨¢n los ¨²nicos. Saldr¨¢n del Instituto Nacional Electoral otros dos integrantes de su consejo. El protagonismo de los primeros invisibiliza a los segundos.
Lorenzo C¨®rdova, consejero presidente, Ciro Murayama, consejero, y Edmundo Jacobo, secretario ejecutivo, dejan el INE. Los primeros concluyen su periodo. El tercero se ir¨¢ por decisi¨®n propia, lo cual le ha ganado aplausos y cr¨ªticas. Mas poco se dice que los consejeros Adriana Favela y Jos¨¦ Antonio Ruiz tambi¨¦n saldr¨¢n.
A pesar de ser cuatro los consejeros que se van, y cuatro los que est¨¢n listos para llegar, la renovaci¨®n en el INE se convirti¨® en una guerra de la presidencia de la Rep¨²blica y su movimiento en contra de C¨®rdova y Murayama. Y a ¨²ltimas fechas, esa inquina de larga data del de Palacio Nacional termin¨® ampli¨¢ndose tambi¨¦n a Edmundo Jacobo.
Lorenzo, Ciro y Edmundo representan un modelo de gesti¨®n del INE en tanto ¨®rgano aut¨®nomo que desquicia al lopezobradorismo. Ellos, junto con los otros nueve consejeros, no se acomodaron a las demandas del presidente de la Rep¨²blica, que es como aquel del corrido: ¡°no consiente nada¡±.
Porque decir que Lorenzo y Ciro no hacen pol¨ªtica, que son cuadros t¨¦cnicos que en todo tiempo se limitaron a aplicar los criterios normativos, es incorrecto. Estos ¨¢rbitros hacen grilla, la hicieron antes de la llegada de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en 2018, y la intentaron hacer, para bien pero sin ¨¦xito, al arribar el tabasque?o y su equipo al poder.
El duro desencuentro entre el mandatario y el INE es porque sus maneras de hacer pol¨ªtica no congenian. El primero quiere que el segundo le d¨¦ lo que necesita, o ¡ªpara decirlo eufem¨ªsticamente¡ª que si no le va a dar, no le quite. Que no le quite recursos a Morena v¨ªa multas, que no le cambie planes al cancelar candidaturas. Si no ayuda, que no estorbe.
Hay que entender, sin justificar, que Andr¨¦s Manuel cree ¡ªequ¨ªvoca pero genuinamente¡ªque todo aparato gubernamental debe pleg¨¢rsele. Nunca entendi¨® que Banco de M¨¦xico, sobre todo antes de que Victoria Rodr¨ªguez llegara a presidirlo, no le siguiera el paso en la pandemia a fin de abrirse a ¡°ideas¡± para dar fondos a la Federaci¨®n.
Eso explica lo que ocurre hoy entre el Ejecutivo y el Judicial. Hay quien pondera la dadivosa estrategia del presidente de la Suprema Corte Arturo Zald¨ªvar para con el tabasque?o, con la que aquel lograba ¡ªdicen¡ª lo mejor de dos mundos: ced¨ªan a demandas de la presidencia para poder negociar otros l¨ªmites y espacios. Es obvio que la ministra Norma Pi?a tiene otros datos.
Por eso corri¨® de Banxico a Arturo Herrera (antes de nombrarlo, por supuesto, y no solo por el pretexto de dar fondos a Estados de la oposici¨®n) y no ratific¨® a Gerardo Esquivel; y por eso ha lamentado en p¨²blico reiteradamente que varios de sus propuestos para la Suprema Corte se le voltearon. Los cree suyos. Y ahora pretende voltear al INE a su favor.
El tiempo dir¨¢ la real dimensi¨®n del trabajo de C¨®rdova y Murayama. Y la del secretario Jacobo. Hoy tal balance es imposible de realizar. La pol¨¦mica ha escalado tanto estos a?os que una parte de la opini¨®n p¨²blica todo les aplaude y nada les cuestiona: cada desplante de protagonismo de esa triada se justifica, argumentan, por el riesgo de captura de AMLO.
En el INE se dice que la ¨²nica forma de tratar de impedir que la Presidencia de la Rep¨²blica los arrasara era volvi¨¦ndose muy vocales, muy visibles. Los frustrados intentos de di¨¢logo de Lorenzo con el secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto acabaron por confirmar en el instituto que solo quedaba una estrategia medi¨¢tica de toma y daca.
Mas Lorenzo y Ciro le cogieron el gusto a la confrontaci¨®n. Hubo debates donde, m¨¢s que desmontar argumentos tramposos o insustanciales de algunos de los representantes oficialistas, se dieron permiso para ridiculizar a estos. S¨ª, en la pol¨ªtica tambi¨¦n hay momentos de calentura, pero un buen ¨¢rbitro contiene y se contiene, no exacerba.
Que del otro lado se las ten¨ªan cantada nadie tiene dudas. Cuando el llamado plan b fue finalmente promulgado, la guillotina le cay¨® de inmediato a Edmundo Jacobo, quien fue despedido el mismo d¨ªa de la entrada en vigor del pol¨¦mico paquete de reformas electorales hechas por y desde el gobierno.
Siempre se trat¨® de un imp¨²dico exceso: desarticular al INE por la v¨ªa de paralizar la columna vertebral de su operaci¨®n ejecutiva. Que la reforma empezara a sentirse al expulsar inmediatamente de la estructura a la persona que en los ¨²ltimos a?os ha ayudado a que camine ese aparato burocr¨¢tico que tambi¨¦n es el instituto.
Jacobo se ampar¨® pues la reforma violentaba sus derechos. La justicia le dio la raz¨®n y volvi¨® a su puesto. Reasumi¨® funciones en medio de una teatral ceremonia que incluy¨® demasiados aplausos. Si tanto celebraron que la justicia se hizo, y que el INE estar¨ªa en menor riesgo, por qu¨¦ entonces en cuesti¨®n de d¨ªas el secretario ejecutivo abandona su puesto.
Tras anunciar su dimisi¨®n, Jacobo ha dicho que seguir¨¢ en su lucha por la democracia. Primera noticia de que eso era lo que quer¨ªa. El INE no es la democracia. El INE no es para luchar por la democracia. El INE es el invento de nuestra democracia, y bastante ayuda a esta al funcionar su burocracia adecuadamente. Pero Edmundo prefiere renunciar. Ay, democracia, cu¨¢ntos luchadores surgen estos d¨ªas en tu nombre.
El INE no est¨¢ roto. Como tampoco est¨¢ a salvo de la intentona gubernamental de someterlo. Ese escenario est¨¢ lejos de conjurarse. La salida de cuatro consejeros, y ahora la renuncia de Jacobo, suponen una oportunidad para que la sociedad mexicana tenga un nuevo diagn¨®stico de cosas que se pueden mejorar, y renovar, en ese organismo.
La llegada de las y los consejeros seleccionados en la madrugada del viernes configura, en parte, por la fortuna de los nombres que salieron de cada ¨¢nfora, en parte porque a pesar de todo el Comit¨¦ T¨¦cnico de Evaluaci¨®n funcion¨®, la mejor noticia en muchas semanas para el INE. Llegar¨¢ gente con experiencia electoral y no toda cercana al morenismo.
Y aunque parece que todos ganan con el cambio de consejeros, el plan b y su perniciosa l¨®gica de imponer desde el gobierno una forma de operar las elecciones sigue vivo. El limbo judicial en el que se encuentra ese paquete de leyes es eso, un espacio del que tendr¨¢ que salir para acabar o en la congeladora por meses, o desechado o firme.
Las nuevas consejeras y consejeros, y los otros siete que les recibir¨¢n el lunes, tienen una primera asignatura. Evaluar si el protagonismo de Lorenzo, Ciro y Edmundo funcion¨® o fue contraproducente, y sobre todo si alguien debe remplazarles en cuanto a vocal¨ªa medi¨¢tica, porque la discusi¨®n de hacia d¨®nde llevar el INE est¨¢ abierta, con y sin plan b.
Lorenzo, Ciro y Edmundo tienen otra asignatura. El instituto al que tanto dieron, y tanto les dio, demandar¨¢ de ellos que a partir del lunes cuiden que cuanto hagan en el futuro pr¨®ximo no vaya a afectar, no vaya a tocar al INE. No est¨¢ f¨¢cil. El foco medi¨¢tico es adictivo. El ruido en el ambiente, tentador. Algo de sabidur¨ªa hay en aquella regla pol¨ªtica de que quien ya bail¨® ha de sentarse. ?Qu¨¦ har¨¢n?
No existe en el horizonte promesa alguna de que Palacio Nacional dejar¨¢ en paz al INE ahora que los m¨¢s protag¨®nicos del mismo terminan periodo. Y por lo pronto es una total inc¨®gnita el proceder, en cu¨¢nto a dar privilegio a la autonom¨ªa, de la nueva presidenta del Consejo, la sonorense Guadalupe Taddei.
Nuevas tensiones intestinas podr¨ªan surgir en el INE con la llegada de dos consejeros de innegable cercan¨ªa con el morenismo, entre ellos la consejera presidenta. Pero tambi¨¦n podr¨ªan, ahora que quienes m¨¢s hab¨ªan chocado con Palacio Nacional salen del consejo, asentarse nuevas din¨¢micas, una normalidad menos polarizada, menos tensa, como la que surgi¨® en Banxico con Victoria. Pero claro, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador apenas si entiende al banco central, mas si de algo es gran aficionado es de las elecciones y sus artes, las buenas y las malas.
El lunes el INE habr¨¢ sobrevivido a uno de sus periodos m¨¢s convulsos. Adi¨®s a Lorenzo, Ciro y Edmundo. Y a Adriana y a Jos¨¦ Antonio. La historia los juzgar¨¢. Bienvenidas Guadalupe Taddei, Jorge Monta?o, Rita Bell y Arturo Castillo, nuevos protagonistas, ?nuevos protagonismos? El INE vive. Viva el INE. Hasta pr¨®xima noticia.
Porque que unos se vayan no deber¨ªa ser el fin de nada, y que otros lleguen, aun con lo imperfecto del actual proceso, tampoco deber¨ªa cancelar la posibilidad y la obligaci¨®n de que todos a quienes importa que este organismo funcione pongan todo de su parte para ello, incluido medir los protagonismos.
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