Un nuevo video detalla el minuto a minuto del incendio en Ciudad Ju¨¢rez en el que murieron 40 migrantes

Un nuevo video difundido este jueves muestra el minuto a minuto de la masacre ocurrida en Ciudad Ju¨¢rez (Chihuahua, M¨¦xico) donde 40 migrantes fallecieron quemados y asfixiados dentro de una celda de detenci¨®n del Instituto Nacional de Migraci¨®n (Inami). Las im¨¢genes, que duran 16 minutos, muestran desde diferentes c¨¢maras de seguridad qu¨¦ pas¨® el 27 de marzo en el edificio federal. Desde la ma?ana, cuando decenas de migrantes esposados ingresaron en la dependencia de Gobierno, hasta pasadas las 20.30 horas, cuando se desat¨® el incendio y el caos. La tragedia conmocion¨® a un pa¨ªs acostumbrado a una feroz pol¨ªtica migratoria. Por el incendio ha sido imputado este martes el jefe de la autoridad migratoria federal, Francisco Gardu?o, por ejercicio indebido del servicio p¨²blico. Sin embargo, contin¨²a en su puesto. Adem¨¢s, otros siete funcionarios han sido vinculados a un proceso judicial, uno de ellos el delegado del Inami en Chihuahua, Salvador Gonz¨¢lez. Tambi¨¦n est¨¢n en prisi¨®n preventiva un guardia de seguridad de una empresa privada y uno de los migrantes, acusados de homicidio y lesiones.

Las im¨¢genes conseguidas por El Diario de Ju¨¢rez permiten hacer una fiel reconstrucci¨®n de lo que ocurri¨® ese lunes de marzo. El video se compone de las im¨¢genes tomadas por c¨¢maras situadas en diferentes ¨¢ngulos y estancias que no se hab¨ªan hecho p¨²blicas hasta ahora. El secretario de Gobernaci¨®n, Ad¨¢n Augusto L¨®pez, que encabeza las conferencias matutinas mientras el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador se recupera de la covid-19, ha dicho este jueves que la Fiscal¨ªa no ten¨ªa constancia de estas im¨¢genes.

El video comienza a las 11.13 de la ma?ana, cuando decenas de migrantes ingresan en fila india, con las manos amarradas en la espalda, por el pasillo principal del centro, acompa?ados de agentes del Inami. Ese d¨ªa se desat¨® desde temprano una brutal redada en las calles de Ciudad Ju¨¢rez. La localidad fronteriza se ha convertido desde hace meses en una olla a presi¨®n, con miles de personas varadas, que aguardan una cita con las autoridades estadounidenses para cruzar de manera legal la frontera. Mientras eso ocurre, los migrantes, en su mayor¨ªa de Venezuela y Centroam¨¦rica, sobreviven a base de peque?os trabajos y de la caridad de albergues y asociaciones de derechos humanos.

El 12 de marzo, unos 600 migrantes desesperados bloquearon el puente principal que une Ciudad Ju¨¢rez y El Paso para pedir que se agilizaran los tr¨¢mites. El episodio fue muy criticado por el alcalde de la localidad, el morenista Cruz P¨¦rez, quien lleg¨® a decir: ¡°Se nos est¨¢ acabando la paciencia¡±. En ese marco, el 27 de marzo las autoridades municipales y del Inami ¡ªtodav¨ªa se desconoce qui¨¦n orden¨® la redada¡ª detuvieron a m¨¢s de 60 personas, la mayor¨ªa venezolanas, y las llevaron al centro por no tener sus papeles en regla. Los arrestos, seg¨²n ha podido saber EL PA?S, se dieron a la salida de hospitales, en las aceras, cuando los migrantes vend¨ªan paletas o limpiaban vidrios, o dentro de tiendas como el Oxxo. Algunas de las personas retenidas ten¨ªan permiso de estancia legal en M¨¦xico.

A las 12.30, las im¨¢genes muestran a decenas de hombres dentro de una celda con colchonetas de colores. Algunos de ellos, seg¨²n la Unidad de Investigaci¨®n de Delitos para Personas Migrantes de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, llevaban ah¨ª desde el 24 de febrero, m¨¢s de un mes. La dependencia no ha especificado cu¨¢ntos o de qu¨¦ nacionalidades.

Unas dos horas m¨¢s tarde, los detenidos comienzan a formar una fila dentro de la celda, presumiblemente para recibir agua o comida. Son m¨¢s de 60. Al otro lado, seis funcionarios resguardan la estancia, mientras dan paso a la entrada y salida de los detenidos hacia una sala de espera.

Las im¨¢genes dan un salto hasta las 20.13 horas. Los ¨¢nimos son distintos. Los migrantes se arremolinan contra la verja que conecta con los agentes. Algunos se encaraman a los barrotes y, aunque el video no cuenta con sonido, se percibe c¨®mo tratan de comunicarse. El guardia que est¨¢ en ese momento vigilando est¨¢ recostado en una silla, con las manos detr¨¢s de la espalda.

Seg¨²n se desvel¨® en el juicio al que asistieron periodistas y activistas, en el centro de detenci¨®n se acab¨® el agua, el papel higi¨¦nico y tampoco lleg¨® la comida para todos. Un guardia de seguridad de la empresa privada Camsa dijo haber avisado al jefe de recursos materiales de todo lo que faltaba. Sobre el agua, le indicaron que pusiera directa de la llave a los garrafones. ¡°Una oficial me respondi¨® que no realizara esa indicaci¨®n, debido a que el agua no era potable porque ten¨ªa tiempo que no hab¨ªan cambiado los filtros de agua y ten¨ªan una tonalidad amarilla¡±, dijo Omar Indalecio P. M. ante el juez.

Sin llaves ni extintor

A las 20.27 los migrantes empiezan a protestar, aparentemente por estas condiciones, y comienzan a cubrir la celda con los colchones que se repart¨ªan por el suelo. Los van apilando hasta que cubren toda la entrada. El guardia, al principio, no reacciona. Despu¨¦s trata de mover, sin ¨¦xito, alguna de las colchonetas. Al cabo de unos momentos, llegan tres agentes de migraci¨®n, algunos se suben a la mesa y tratan de hablar con los migrantes, y otros hablan por tel¨¦fono. Poco a poco, la escena se va tornando gris. Aunque desde el ¨¢ngulo de esa c¨¢mara no se observa el fuego, se nota el humo. Los migrantes quitan algunos de los colchones de la puerta de entrada de la celda. Ah¨ª se acercan los agentes, pero no la abren. Ninguno de los responsables del centro migratorio aparece con llaves o con extintor.

Poco a poco, el humo se hace m¨¢s intenso y empieza a empa?ar las im¨¢genes. En esos momentos finales, hay cuatro funcionarios. Dos con sus celulares y otros dos dialogando con los migrantes. Segundos despu¨¦s se empieza a ver el resplandor del fuego y finalmente las llamaradas. A las 20.31, todos funcionarios han dejado la sala, nadie ha tratado de abrir la puerta a los migrantes, que se han quedado encerrados con el incendio. Testigos del incendio contaron que en esos momentos se o¨ªan los gritos y las patadas contra las paredes de las personas atrapadas tras los barrotes. Hab¨ªa dentro 68 hombres; 37 fallecieron dentro de esa celda y tres m¨¢s tarde en los hospitales. Otros 27 sufrieron heridas, algunos siguen internados.

A esa misma hora, el video cambia de estancia hacia la celda de retenci¨®n de las mujeres. Hab¨ªa 15 mujeres en una sala con literas. Se las ve hablando hasta que una de ellas comienza a taparse el rostro con la camiseta. Unos segundos despu¨¦s, las siguen todas las dem¨¢s. El humo comienza a llenar tambi¨¦n esta sala. Hasta que alguien ¡ªa quien no se ve en el video¡ª abre la puerta para que ellas empiecen a salir. No se registran v¨ªctimas.

El primer extintor que aparece en el video llega a las 20.33 cuando un agente entra con ¨¦l corriendo por la puerta principal. Tarde para conseguir parar el poderoso incendio que ya ha convertido el edificio federal en una chimenea. Tras unos minutos entran, tambi¨¦n a la carrera, los agentes de la Guardia Nacional, que salen poco despu¨¦s.

El incendio es sofocado por el cuerpo de bomberos, aunque esto ya no aparece en el video. Seg¨²n el director de Protecci¨®n Civil de Ju¨¢rez, Roberto Briones, nadie llam¨® al servicio de emergencias. Fue un capit¨¢n de bomberos que estaba de guardia por la zona quien vio el humo y avis¨® a la central. ¡°Fue una casualidad, es por eso que afortunadamente pudimos sacar a¨²n a personas con vida¡±, sentencia Briones, que se?ala que sus trabajadores hicieron m¨¢s de 60 viajes.

10 acusados por el incendio

Las responsabilidades por la tragedia todav¨ªa est¨¢n empezando a deslindarse. En un primer momento, fueron acusados de homicidio y lesiones tres agentes del Instituto Nacional de Migraci¨®n, dos guardias de la empresa Camsa y uno de los migrantes, Jeison Daniel Catar¨ª, por presuntamente haber empezado el fuego. Todos menos uno de los guardias ¡ªquien est¨¢ pr¨®fugo¡ª fueron detenidos, vinculados a un proceso judicial y llevados a prisi¨®n preventiva. Sin embargo, las cr¨ªticas no cesaban sobre el funcionamiento habitual de estos centros para que escalaran las responsabilidades.

Un abogado y varias organizaciones tambi¨¦n demandaron al contralmirante Salvador Gonz¨¢lez, jefe del Inami en Chihuahua, por haber presuntamente dado la orden de no dejar salir a los migrantes. Finalmente, Gonz¨¢lez fue detenido y puesto en prisi¨®n. Otros tres funcionarios: el jefe de recursos humanos, el coordinador del Grupo Beta Protecci¨®n Migrantes y otra agente fueron tambi¨¦n detenidos y vinculados a proceso. De todos estos es Francisco Gardu?o el funcionario de mayor rango acusado. Pero, todav¨ªa protegido por el Gobierno de L¨®pez Obrador, sigue en su puesto.

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